Reportajes . ...

Comparte

Para proyectar la campaña 2025/26

Acumulación de frío en las variedades de cerezo: llegó tarde, pero llegó

Si bien se registró un mal inicio del receso, de acuerdo al asesor Luis Espíndola, finalmente se logró una acumulación de frío para el cerezo, a una tasa constante durante el periodo más importante que va desde el 21 de mayo hasta el 21 de junio. Si bien se cumplió la meta, queda la duda si la baja acumulación inicial tendrá un impacto en la producción.

06 de Octubre 2025 Miguel Patiño
Acumulación de frío en las variedades de cerezo: llegó tarde, pero llegó

La temporada 2025 para la cereza ya está encaminada, con los huertos saliendo de dormancia. Comienzan así las primeras proyecciones de una campaña que tiene la obligación de ser buena, tras las malas experiencias registradas en la temporada recién pasada.

La primera prueba de fuego a superar fue una acumulación de frío adecuada, para alcanzar los requerimientos mínimos para las diferentes variedades que se producen en el país, principalmente Lapins, Santina y Regina.

¿Cómo fue la calidad del frío este 2025? Consultamos al experto Luis Espíndola, para conocer en detalle las cifras de acumulación de frío, clave para una buena producción de este preciado fruto.

Las cifras dan cuenta que hubo una buena acumulación de frío, pero… tardía. “Mayo fue un mes de muy baja acumulación de frío, bajísima, con respecto al año pasado, que fue muy bueno”, explica Espíndola.

De acuerdo al experto, para este 2025 se registró en el quinto mes del año el 50% del frío acumulado respecto al año 2024 y, comparado con 2023 -que fue un año de mal frío-, la partida fue bastante similar.

“Hasta ahí teníamos un panorama bastante incierto, porque anticipamos que pudiera ocurrir lo mismo que el año 2023, con poco frío en invierno”, comenta, aunque añade que hubo un giro en el clima que mejoró las perspectivas.

Detalla que a fines de mayo y durante junio cambió radicalmente la situación, con una acumulación de frío bastante alta, a una tasa constante, y hacia fines de julio se registraba una acumulación que supera en algunos casos la del 2024, que tuvo alta acumulación de frío.

“Finalmente recuperamos el frío de invierno durante junio y julio, y eso hace que las plantas ya estén con su requerimiento de frío necesario para salir del receso. Ahora necesitan calor, para que las yemas empiecen a abrir y empiece todo el proceso de apertura de yema, brotación y finalmente floración”, explica el experto.

IMPACTO DE UN FRÍO TARDÍO

Respecto a la posibilidad de que la llegada tardía de este frío tenga un impacto en el proceso de dormancia y posteriormente en la producción de las cerezas, Espíndola comentó que existe la duda: la recuperación más tardía del frío, pese al mal arranque, finalmente otorgó los números necesarios, pero falta conocer si finalmente habrá un impacto.

“El frío se puede conseguir desde un inicio, con una acumulación constante de frío, o como esta situación anómala: que mayo tenga mucha acumulación de frío y, finalmente, en junio o julio empiece a bajar la acumulación de frío, a pesar de que estábamos estar en pleno invierno”, detalló Espíndola.

De acuerdo al asesor, las claves que marcaron este 2025 fue que se registró un verano similar al 2024, con índices de estrés que no fueron muy altos, pero la diferencia estuvo en que la entrada en receso fue con temperaturas moderadas a altas. 

“Esto significa que la planta, para entrar en receso se demora mas, porque el periodo de acumulación de frío se inicia cuando caen las hojas. Si tengo temperaturas relativamente moderadas o altas, la hoja se demora mucho en caer de los árboles, y cuando la planta bota alrededor del 50% de la hoja, ahí recién empieza su acumulación de frío. Este año tuvimos temperaturas de moderadas a altas, y eso significó que la caída de hoja fue un poco más
tardía”, detalla Espíndola.

Un aspecto clave que destacó el experto y que hace bajar la acumulación de frío en julio y julio es la lluvia, porque mantiene las temperaturas un poco más altas, situación donde las yemas no acumulan frío, más aún si se trata de lluvias prolongadas, donde puede registrarse incluso una semana sin acumular, situación que este año no ocurrió al tener lluvias con baja temperaturas y permitió acumular el frío necesario.

“Este año partimos con una baja acumulación de frío, pero finalmente la recuperamos. Entonces tenemos que ver ahora qué significa ese inicio malo en la acumulación y este término adecuado”, argumentó.

DIFERENCIA CON LAS TEMPORADAS ANTERIORES

Todas las temporadas son diferentes desde el punto de vista climático, y eso implica también que hay temporadas más adversas que otras.  Un ejemplo de aquello es lo ocurrido en 2023, donde se registró una temporada adversa con todos los ingredientes posibles: un invierno muy cálido y con poco frío, sumado a un vera no anterior de mucho estrés por temperatura.

“Fue un invierno muy escaso en frío, donde prácticamente no logramos completar la cantidad de frío necesario en algunas variedades de cerezo. Fue una temporada muy difícil y por eso tuvimos una baja productiva importante el año 2023. Además tuvimos una gran cantidad de lluvia hacia fines del invierno, principalmente en primavera y eso también es un factor negativo en la producción frutal, porque se deterioró mucha cereza que estaba madurando en ese minuto”, recuerda Espíndola sobre esta conjunción de condiciones adversas.

De hecho, la temporada 2023 tuvo una producción estancada, luego de que se proyectara una producción de 100 millones de cajas y finalmente se embalaran poco más de 80 millones de cajas de 5 kg, mostrando un estancamiento en el crecimiento respecto a 2022.

En 2023 a las plantas les costó mucho brotar, las floraciones fueron largas. Tuvimos además muchos problemas productivos, sumado a lluvias en primavera que afectaron la producción en esta zona, confluyeron en un mal año en 2023 a nivel climático. 

Sin embargo, en 2024 fue todo lo contrario: se registró un excelente receso de los árboles, gracias a una cantidad de frío muy importante desde el comienzo. De acuerdo a los datos recopilados por Espíndola, hubo una acumulación muy alta de frío, donde se completaron los requerimientos de todas las variedades, hasta de las más exigentes.

“Desde el punto de vista climático, el invierno de 2024 fue bastante beneficioso y por eso es que en la temporada que acaba de pasar hubo una producción muy alta, porque tuvimos un buen invierno. Además, el verano del 2024 fue sin tanto estrés. Por lo tanto la planta estaba en buena condición”.

La campaña anterior, que acabó con un récord histórico de exportación de cajas, con sobre 120 millones, contó con una entrada receso bastante rápida, destaca, porque las temperaturas “bajaron muy rápido el año pasado y tuvimos una acumulación de frío constante desde el comienzo, y eso fue gran beneficio para las floraciones de los árboles”.

Pese a esto, comenta que en algunos casos esto tuvo un efecto negativo porque hubo tanta mucha fruta en algunos huertos, gracias a floraciones muy abundantes, donde se tuvo que traba-jar mucho los huertos para poder ralear y dejar una cantidad de fruta adecuada, y aún así el exceso de fruta provocó una fruta sea de bajo calibre, que marcó la temporada 2024.

“Tenemos dos temporadas que se contraponen: 2023 que fue baja en frío, poca producción, y el 2024 donde tuvimos excelente frío, sobreproducción en muchos huertos, porque cumplieron todas las variedades en frío, con exceso de flores, exceso de cuaja, se hicieron raleos y aún así la fruta quedó de bajo calibre en muchos casos”, recalca el asesor.

EL VASO MEDIO LLENO

El frío registrado cumplió los requerimientos, y si bien llegó de forma tardía, Luis Espíndola señala que las cifras en teoría siguen siendo positivas, aunque es una noticia en desarrollo. Referencias o pistas de temporadas similares hay pocas, pero en términos generales, el experto comenta que lo peor que podría haber pasado es que se registrara una alta acumulación de frío temprano, en mayo, y después que no se acumule frío.

El escenario actual, que cuenta con una baja acumulación en mayo, pero después una acumulación bastante buena en junio es un buen escenario, aunque queda ver cómo se comporta la primavera.

“La acumulación de frío de invierno es una medida que tienen las plantas de hoja caduca -que botan la hoja-, para saber cuándo salen del invierno. Pero una cosa es que la planta sepa que el invierno ya pasó porque acumuló frío, y que ya está preparada para brotar, abrir la flor, pero no lo hará mientras no junte calor. Se puede haber acumulado todo el frío de invierno, con muy buen frío, pero si la temperatura posterior hasta la primavera se mantiene fría, la planta no brota hasta que acumula una cierta cantidad de calor”, subraya.

Figura 3. Acumulación Horas-Frío, Curicó, VII región. 3 temporadas.

Espíndola comenta que el frío acumulado hasta el 25 de julio es el que se considera para salir del receso en la cereza, no así en otros frutales como los manzanos, por ejemplo, que es considerado hasta el 5-10 de agosto.

Para el experto, el periodo más importante para acumulación de frío en cerezo es entre el 21 de mayo y el 21 de junio: en ese periodo el frío es lo más importante, “y este año se cumplió, a pesar que veníamos por una situación de muy poco frío”. 

Añade que “partimos muy pobres de frío, pero finalmente logramos una tasa bastante constante, durante un periodo importantísimo de acumulación de frío, donde más se requería acumular. Al final estamos cumpliendo la meta, pero está la duda de cuál va a ser el impacto de este pobre inicio. Según algunos estudios y publicaciones, el impacto no debería ser grande, deberíamos tener una situación normal, pero tenemos que verlo todavía”.

ACUMULACIÓN DE FRÍO, INCLUSO CON LLUVIAS

Esta temporada, a diferencia de 2023 y 2024, las lluvias no fueron un factor incidente en la acumulación de frío. Cabe destacar que las lluvias suelen elevar las temperaturas a 9° o 10°, lo que significa que no hay acumulación de frío, proceso que ocurre bajo los 7°. A pesar de esto, Espíndola señala que la lluvia sí puede contribuir a la acumulación de frío, ya que aunque la temperatura del aire no llegue al rango óptimo, las precipitaciones sí enfrían la yema, por lo que podrían contribuir al frío acumulado en algunas circunstancias.

“El año pasado tuvimos bue- na acumulación de frío, pero cuando tuvimos lluvias en junio y julio, no hubo acumulación de frío en ciertos períodos, y este año las lluvias fueron frías, por lo que incluso con lluvia, la tasa de acumulación siguió siendo alta. Las lluvias este año contribuyeron también, porque enfriaron la yema. Eso hizo que la tasa de acumulación siguiera a un ritmo constante durante junio, porque cuando cae alguna lluvia, uno piensa que va a bajar la acumulación de frío, pero este año se mantuvo bastante bien”, destacó.

Figura 4. Acumulación Porciones de Frío, Curicó, VII región. 3 temporadas.

Gracias a esto y pensando en la suma del receso 2025, Espíndola cree que las condiciones están para una buena producción, ya que los números necesarios para el invierno están, iguales o incluso mejores que en 2024, pese a la partida más lenta.

DUDAS Y RIESGO DE HELADAS

Pese a la llegada a la meta, esta partida falsa -como si se tratara de una carrera de atletismo-, podría llevar a pensar en que la calidad no es la adecuada, debido a la acumulación tardía.

Haber tenido un mayo más cálido aún no asegura nada, y sigue dejando la puerta abierta a la duda de cómo podría impactar esta acumulación en la parte de calidad del fruto. “El año pasado tuvimos muchos primordios de flores dentro de las yemas, con un promedio de sobre cinco flores, y este año los promedios andan alrededor de 4 a 5. Yo creo que estamos en una situación ‘normal’, pero sí tenemos que estar atentos a lo que viene”, indica Espíndola.

Apunta a que en la tercera etapa de la dormancia, que es la ecodormancia -cuando la planta ya está sensible al calor-, existe la posibilidad de tener primaveras cálidas o frías, y ese comportamiento también será clave en la formación del fruto, ya que una acumulación de calor a una tasa constante, significa que la planta florece de forma mucho más armónica.

Figura 5. Acumulación Horas-Frío y Precipitaciones 2024. Curicó, VII región.

Describe que “podemos tener una una una temporada donde tenemos mucho calor temprano, en agosto, y luego se enfría. Esto a veces ocurre y tenemos una acumulación térmica bastante buena hasta el 18 de septiembre y después de las fiestas el clima se enfría. Y a veces ocurre todo lo contrario. Partimos muy frío y luego a mediados de septiembre la temperatura empieza a aumentar en forma consistente. Entonces tenemos muchas variables que van influyendo en el comportamiento de los árboles”.

En un año de poco frío de invierno, como el 2023, donde las variedades no cumplieron con sus requerimientos, Espíndola comentó que tuvieron que realizarse aplicaciones de productos que, de alguna manera, suplieran en parte ese frío, algo que no ocurrió en 2024, donde se registró frío más que suficiente, por lo que no fue necesaria la aplicación del producto para compensarlo. Este año, en cambio, el asesor cree que el uso de productos estará más bien enfocado en adelantar las brotaciones, con los rompedores de dormancia que comenzaron a aplicarse, en las principales zonas productoras, en la tercera semana de julio.

“El problema que tenemos ahora, y por eso estamos mirando otros datos climáticos, es que cuando uno aplica rompedores de dormancia como para adelantar la brotación y floración, está el riesgo de las heladas”, alerta Espíndola.

En el caso de que los árboles broten antes, serán más sensibles. De hecho, ya se han registrado heladas como la del pasado 30 de junio, con una gran onda polar con heladas de temperaturas bajo 0°, de alrededor de 12 a 14 horas de duración. Incluso en zonas como Chillán llegó a -9°, mismo día que en la Antártida hubo 0,3°, por lo que hubo temperaturas mucho más bajas en la zona centro sur que en la zona polar.

Figura 6. Acumulación Horas-Frío y Precipitaciones 2025. Curicó, VII región.

“Este año está el riesgo y el temor de que pueda venir una nueva onda polar y que podamos tener problemas. Ahora, obviamente los huertos que tienen control de heladas no tienen ningún inconveniente. Ellos pueden aplicar y adelantar porque tienen el sistema para controlar heladas”, comentó Espíndola, quien añade que hay que tener las precauciones necesarias y tener mucha cautela si se están usando productos para adelantar.

“Siempre y cuando valga la pena adelantar”, destacó, porque el Año Nuevo Chino, donde se destina en torno a 90% de la producción, este año es bastante más tarde que otros años (cae 17 de febrero).

“No estamos tan apurados por sacar la producción antes, que fue una de las cosas que nos jugó en contra la temporada 2024, que aparte de tener calibres chicos, la gente se apuró mucho, hizo mucho esfuerzo por salir muy temprano, con un costo enorme en la calidad de la fruta”, describe el asesor.

Esta decisión, agrega, afectó mucho la calidad porque el producto final salió con mala condición: fruta blanda y pocos sólidos solubles. “Al final mandamos un producto de mala calidad y eso se paga mal. Eso fue lo que nos
pasó”, concluyó Espíndola.

 

Suscríbete a nuestro

Newsletter

newsletter
Select your currency

NEWSLETTER

Gracias por registrar tu correo

Registrate

* indicates required
Newsletters