Sistema basado en inteligencia artificial permitirá predecir la cosecha de cerezas
El software permite determinar el momento de cosecha, floración, su estado nutricional y de riego, entre otros aspectos. Los investigadores esperan que se convierta en una ayuda para la planificación de los productores.
La agricultura de precisión gana cada vez más terreno como forma de manejo de los predios agrícolas, entendiendo que la incorporación de tecnologías en el rubro es una práctica necesaria para mantener los cultivos en estado óptimo. Hablar de predecir riesgos puede sonar algo demasiado avanzado, pero es lo que están haciendo investigadores de la Universidad de O’Higgins con cultivos de cereza de exportación.
Se trata de un software que funciona conectando un dispositivo en las hojas del árbol y otra parte se conecta a la tierra. Este método permite obtener datos para determinar cuándo florece un árbol, si se encuentra bien regado, si se encuentra listo para la cosecha y, especialmente importante, cuáles son los riesgos que sufre una especie frente a heladas o cambios de temperatura.
Rodrigo Verschae, director del Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de O’Higgins (UOH), explica que este proyecto “lo que busca es aportar desde la ingeniería al desarrollo regional, en particular en temas de agricultura de precisión, dada la importancia que tiene como producto la cereza, porque es difícil y la importancia económica regional y nacional que tiene”.
ADELANTARSE A LOS PROBLEMAS
El principal objetivo del equipo de investigación, que cuenta con ingenieros, científicos y matemáticos, es adelantarse a los problemas. Han trabajado varios meses en desarrollar el sistema que actualmente pilotean en dos predios de cereza chilena de exportación y que permite a pequeños y medianos productores adoptar nuevas medidas con costos abordables para mejorar su producción.
“Todos los problemas que uno podía vislumbrar estaban supeditados a tener una buena predicción de la cosecha, osea, bajar el riesgo del volumen de producción era la primera piedra que había que abordar antes de lanzarnos en un proyecto más ambicioso que viera la cadena como un todo” señala Cristóbal Quiniñao, coordinador responsable del proyecto y director de la Escuela de Ciencias de la Ingeniería de la UOH.
El proyecto “Transferencia y adopción de Tecnologías para la Gestión de Riesgo en el Proceso Productivo de la Cereza: hacia una agricultura de precisión para la Región de O’Higgins”, es financiado por los Fondos de la Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional y fue desarrollado por la Universidad de O’Higgins en conjunto con el CEAF (Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura).
MONITOREAR EL CLIMA
El clima mediterráneo del valle de la sexta región entrega a la cereza óptimas condiciones para su producción, desde octubre a enero. Jaime Varas, coordinador administrativo del proyecto, explica que es fundamental observar las variaciones climáticas. “Esas condiciones de clima son super importantes monitorearlas. Porque por el contexto de cambio climático debemos tener el detalle del cambio en los microclimas dentro de cada cuenca, de cada región, de cada fundo y el clima que hay dentro del predio”.
Mauricio Suárez, gerente de operaciones de Agrícola La Torre, asegura que este sistema ofrece un nivel de detalle que hasta ahora no existía. “Aparte de los datos que permiten calcular con exactitud la futura carga frutal y así obtener fruta de calidad, el principal aporte es tener esta información temprana lo que ayuda en la toma de decisiones agronómicas. Esto permite tempranamente ver donde está posicionado tu huerto y así tomar las decisiones de los trabajos, labores y estrategias productivas para tener una fruta según las exigencias del mercado extranjero”.
El 90% de la cereza producida en Chile en las regiones de O’Higgins y El Maule se va a China, ya que este fruto es el protagonista de la fiesta de la primavera que celebran durante enero en el país asiático. “Ese timing que tiene la producción de cerezas en Chile con este tipo de festividad en China hace que se pague un precio premium, dos kilos de fruta en 60 dólares aproximadamente. No hay otro productor en el mundo que entregue tal cantidad en esa época”, indica Jaime Varas.
“Grandes y chicos (productores) van a la par en este mercado y no hay mucha distinción para afuera del producto ‘Cherries from Chile’ que sale de nuestro país. El gran objetivo de mantener este mercado con altos valores es apuntar a mayor sanidad de la fruta y sobre todo a entregar fruta de calidad”, agrega.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL PARA LA AGRICULTURA
Lograr predecir se vuelve muy importante al considerar la variable horas frío, ya que no necesariamente todos los árboles se comportan de igual manera. “Si solo tienes el dato global para asumir que todo tu campo tuvo la misma cantidad de horas frío internas, lo cual no necesariamente es cierto, si tú todo lo procesas como si fuera lo mismo vas a proyectar recolectar o apresurar todos los frutos de la misma manera. Entonces la ventaja de tener mapas intraprediales es poder decir ´en esta zona las horas frío son suficientes´ y en ´estas otras hay que apresurarlas´ o mi planificación para recolectar sabiendo que va a haber poca mano de obra las voy a partir por tal sector primero sabiendo que ya está listo”, puntualiza Cristóbal Quiniñao.
Tras el primer año de trabajo, están listos para intervenir cuatro campos productivos, teniendo en cuenta que presentar los resultados de manera amigable a los productores es vital para que puedan hacer uso de la información en sus planificaciones. La segunda etapa, actualmente en investigación, proyecta sacar imágenes a los predios, permitiendo incluso contar los frutos de un árbol.