Ola de frío en el Maule pondría en riesgo los cultivos hortícolas
Las temperaturas han descendido hasta -6,4 grados Celsius en aquella zona, amenazando los cultivos de hortalizas. Expertos del INIA ofrecen recomendaciones cruciales para proteger las plantas y evitar pérdidas significativas.
La reciente ola de frío que ha azotado varias regiones de Chile ha alcanzado temperaturas extremas en el Maule, donde algunas zonas han registrado hasta -6,4 grados Celsius, según datos proporcionados por la red agrometeorológica del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
Esta situación climática, caracterizada por bajas temperaturas sostenidas, ha encendido las alarmas en el sector agrícola, un pilar fundamental para la economía de la región. Las heladas pueden tener efectos devastadores en los cultivos, causando daños irreversibles, reduciendo significativamente la producción agrícola.
La red agrometeorológica del INIA que cuenta con 391 estaciones a lo largo del país, 33 de ellas en el Maule. A través de su página web, se pueden obtener datos sobre la temperatura mínima del día, la temperatura máxima, la humedad relativa, la acumulación de precipitaciones, entre otros.
La alerta se ve en el impacto potencial en cultivos sensibles a las bajas temperaturas, especialmente en forrajeras y hortalizas, ya que las bajas temperaturas pueden afectar el desarrollo de los cultivos esenciales para la alimentación del ganado, generando un efecto en cadena que impacta a toda la cadena productiva.
El Dr. Luis Inostroza, investigador en INIA Quilamapu especialista en fitomejoramiento genético, explica los efectos negativos que estas temperaturas pueden producir en las praderas:
“Las heladas producen daños por congelamiento en las praderas suplementarias, alterando negativamente la producción y calidad del forraje.” Además, añade que “El daño se intensifica al promover el descongelamiento de forma mecánica por el paso de maquinarias y pisoteo de animales. Por esto se recomienda no utilizar las praderas mientras permanezcan congeladas y movilizar los animales por callejones, para así evitar el pisoteo de la pradera”.
Para mitigar estos efectos, el Ministerio de Agricultura y el INIA han emitido una serie de recomendaciones:
- Mantener los invernaderos y micro túneles cerrados durante las noches y mañanas para evitar pérdidas de calor en zonas cercanas a las plantas.
- Ventilar y renovar el aire al interior, preferentemente durante las tardes.
- Usar cubiertas o mallas térmicas, especialmente en cultivos al aire libre.
- Evitar o minimizar labores que muevan el suelo cerca de las plantas en desarrollo (aporcas y trasplantes, entre otras) privilegiando las horas de la tarde para evitar perdida de calor en la zona de las raíces.