“Los huertos tradicionales se han cambiado por huertos modernos, de alto potencial productivo y de exportación”
Juan Enrique Ortúzar analiza la actualidad del sector, las oportunidades para seguir creciendo en Estados Unidos, así como el potencial del mercado chino. Además, la amenaza de la falta de agua para la sostenibilidad de la industria nacional y cómo proyectar la industria citrícola nacional hacia el futuro. Un dato interesante: el alza de las exportaciones es mucho mayor que el crecimiento de la superficie.
El crecimiento de los cítricos en Chile, particularmente de la categoría ‘easy peelers’, se continúa consolidando. Solo entre 2014 y 2019 el volumen de mandarinas, clementinas, naranjas y limones exportado por nuestro país pasó de 150.000 a casi 350.000 toneladas y para este año se esperan cifras auspiciosas, considerando el contexto de crisis sanitaria que afecta al mundo. De hecho, Juan Enrique Ortúzar, presidente del Comité de Cítricos de Chile, de ASOEX, destacó esta última temporada de clementinas. “Terminó siendo muy similar a la pasada, es decir, con un crecimiento del 2,5% respecto a la temporada anterior”, sostuvo.
De acuerdo a los datos del Comité, en 2020 se exportaron casi 52.000 toneladas de clementinas a Estados Unidos. Según el país de origen, de este total, un 87% correspondió a clementinas de Chile, un 8% a las de Marruecos, cerca del 2% a las provenientes de Perú, 2% a clementinas sudafricanas y menos del 1% a las de Israel.
“Aunque produjimos muy buena fruta, el volumen no fue todo lo que esperábamos. Sin embargo, la demanda del mercado norteamericano fue muy fuerte, ya que el consumidor busca alimentos saludables y a la vez ricos en vitamina C. Esto ayudó a que las clementinas se convirtieran en una de las frutas favoritas del consumidor final”, afirmó Ortúzar.
Algo similar ocurría a mediados de septiembre con la naranja Navel, que a la semana 35 ya llevaba casi 71.000 toneladas enviadas a Estados Unidos. Ambos ejemplos permiten mirar con confianza lo que queda de la presente temporada de ventas al exterior de los cítricos chilenos, sector que este año incorporó a un nuevo comprador –China–, mercado que abre otra ventana de oportunidades para los productores nacionales.
– Estados Unidos es, por lejos, el principal mercado de exportación de cítricos chilenos, con el 84% de las ventas. ¿Cuánto más volumen puede absorber este mercado en mandarinas y otros cítricos, sin afectar gravemente los precios?
JEO – Esta temporada es muy especial, porque la demanda se ha fortalecido mucho. No solamente la producción de Chile está creciendo, sino también la de Perú, Uruguay y Sudáfrica. En el año 2014 se importaban en Estados Unidos del orden de 96.000 toneladas de mandarinas y clementinas desde el hemisferio sur, las que eran provistas por Chile, Perú, Australia y Sudáfrica. El año 2019 se importaron 237.000 toneladas. El crecimiento en esos años fue de un 250%, aproximadamente. O sea, más que se duplicó la demanda en cinco años.
– Los precios no se han visto afectados, lo que da cuenta de que hasta el momento el mercado ha respondido al crecimiento de la oferta. Pero obviamente hay un límite. El 2018 hubo algunos problemas con la fruta más tardía, que se empezó a topar con la que provenía de California. Desde ese punto de vista, la oferta del hemisferio sur empieza a generar una cierta presión sobre la oferta de la temporada californiana. Hay muchos proveedores que tienen interés en seguir creciendo en Estados Unidos, por lo que es difícil saber hasta cuándo se mantendrán los precios. Es un gran logro tener un predominio y una presencia fuerte en Estados Unidos, pero -por otro lado- también presenta una cierta vulnerabilidad, ya que es un solo mercado al que estamos yendo todos los competidores, por lo que en algún momento podríamos afectar los precios.
– En los últimos años se han desarrollado nuevas formas de comercialización de ‘easy peelers’ en Estados Unidos, como lo que se hacen las marcas Cuties y Halos, que ofrecen fruta pequeña, que se vende en envases más convenientes y atractivos. ¿Eso ha valorizado los calibres más pequeños de la variedad W. Murcott?
– Ese tipo de estrategias es una de las razones por las cuales el mercado de mandarinas se está expandiendo en Estados Unidos y en el mundo. Hoy día hay tres o cuatro marcas dominantes que están haciendo mucha promoción, lo que lleva a que el crecimiento de la demanda se vea bastante fortalecido y, por lo tanto, incidiendo positivamente en la oferta de este tipo de productos.
– Si en algún momento los precios comienzan a verse afectados por el exceso de oferta, es probable también que aumenten los requerimientos de calidad sobre la fruta. ¿Qué exigencias podría haber sobre los cítricos? ¿Es importante el sabor, los grados brix, por ejemplo?
– La calidad interna es muy importante y sí se paga. Cuando quieres ir a buenos programas de supermercado, tienes un requisito de calidad que debes cumplir. También hay una reputación del origen. A veces, por ejemplo, la fruta chilena se compara con la naranja australiana, que tiene una muy buena reputación. Yo creo que se tiene que ir empujando hacia ese lado y no conformarse con tener fruta grande, sino también con un sabor excelente.
– ¿Hay algún tipo de requerimiento futuro que se pueda anticipar del mercado estadounidense hacia la mandarina W. Murcott, que lleve a que esta deje de ser la variedad preferida o el eje del boom citrícola?
– La W. Murcott es una variedad que tiene una ventana de comercialización bastante amplia. Es una fruta con muy buena postcosecha y excelente calidad. Creo que, a futuro, en la medida en que tengamos variedades nuevas que vayan llenando los espacios del mercado, es posible que convivan con la W. Murcott. Pensando en la diversificación, es interesante para Chile desarrollar variedades que puedan ser de mayor interés en Asia, en China o en otros mercados. Desde ese punto de vista, la diversificación de productos es importante para posicionarse mejor en otros mercados.
LAS EXPECTATIVAS EN CHINA
Luego de que, en mayo de este año, las autoridades de China y Chile llegaran a un acuerdo que permite la exportación de cítricos chilenos a ese país asiático, en junio de 2020 comenzaron los primeros envíos. En pleno desarrollo de la pandemia del Covid.
– ¿Cuál es su evaluación de esta primera temporada de exportaciones de cítricos a China?
– Se está empezando recién a cerrar el abanico de exportaciones, pero la temporada es favorable. Fue un hito, ya con la apertura de este mercado, pero además se hizo en una temporada de crisis por Coronavirus. Al comienzo, cuando empezó esto, había mucha incertidumbre, pero afortunadamente se logró sobrellevar la situación bastante bien. Hasta el momento (mediados de septiembre) se han embarcado 5.000 toneladas de limones y en naranjas se han exportado como 350 toneladas. En naranjas hemos ido con mucho cuidado, porque el chino gusta de una naranja muy dulce y era mejor que conozcan primero el producto chileno. Por otro lado, entre clementinas y mandarinas vamos a estar sobre las mil toneladas.
– Cuando el volumen transado es poco, ¿cómo son las vías de comercialización?
– Este año el Comité de Cítricos hizo un lanzamiento por el ingreso de nuestra fruta a China. Se realizó una campaña de lanzamiento y promoción en China, con todas las dificultades ante la pandemia, pero nos fue bien. Sobre la forma de comercializar, mucha de la fruta llega al mercado de Wenzhou, pero los distintos exportadores tienen sus propios canales y envían la fruta directamente a sus clientes y redes de distribución.
– Recientemente, el embajador de Chile en China, Luis Schmidt, destacó el potencial de este país para la comercialización de productos frescos on-line, con ventas de US$45.000 millones al año. ¿Qué tan buen producto son los cítricos para el comercio electrónico?
– Los cítricos, en general, son frutas que tienen una condición favorable, que les va a permitir participar de esa vía de comercialización. No son tan delicados como otras frutas y tienen cierta tolerancia a la manipulación (reembalaje). Son, además, snacks saludables y ricos. Desde estos puntos de vista, espero y creo que deberían ser parte de estas nuevas tendencias.
– ¿El gusto de los chinos en cítricos es muy diferente al de los norteamericanos?
– Creo que China se ha ido abriendo a occidente en forma muy importante y, en este contexto, el gusto de sus habitantes por otros productos ha ido cambiando. Han ido recibiendo influencias de occidente y se han ido ajustando en la medida de su apertura al mundo. Sin embargo, poseen también sus propias preferencias. En los cítricos dulces, el dulzor es muy valorado. En ese sentido, en China los grados brix, la acidez justa y el calibre grande en general -para las mandarinas- parecieran conformar una preferencia marcada. Los chinos quieren una fruta muy dulce y los productores chilenos tienen que ir a buscar variedades que calcen bien con ese gusto.
– ¿Qué nuevas variedades podrían ajustarse mejor al mercado chino?
– Hay una variedad que se cultiva en Australia, que en Chile casi no se trabaja, que es la llamada Honey Murcott. Es dulce, firme, de calibres grandes y viaja bien. Por el momento, el tema de las semillas no es tan crítico para China. Pero a futuro, cuando empiece a llegar mayor oferta de fruta sin semilla, yo creo que China va a subirse a ese tren. En general, hay que destacar que la mayoría de las variedades nuevas son protegidas y creo que los proveedores de genética están muy interesados en promoverlas, pensando en gran medida en el desarrollo de China.
– ¿Cómo podría Chile posicionarse mejor en el mercado chino de cítricos?
– Primero, hay que analizar cuáles de los productos que tenemos hoy día son los que realmente ingresan mejor a ese mercado, bajo las condiciones en que los producimos nosotros. Después debemos pensar en los que hoy día ya están disponibles de alguna manera y que en cinco años podríamos obtener alguna producción relevante. Esos son los que las empresas van a ir tomando para realizar sus apuestas. Y el tercer paso es pensar en un plazo de diez años para visualizar en qué productos podríamos tener producciones relevantes en ese plazo.
– ¿Hay alguna complejidad para exportar cítricos a China desde la perspectiva fitosanitaria y de registro de productos de control?
– Los principales productos utilizados en cítricos -en general- no tienen inconvenientes en China. Hay que mirar con detención algunos residuos, principalmente productos de postcosecha, pero en general no veo mayores problemas para los residuos de productos para precosecha.
RENTABILIZAR CADA METRO CÚBICO DE AGUA
Según Juan Enrique Ortúzar, las últimas cifras del Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren) arrojan 22.500 hectáreas de cítricos plantadas en Chile. De ellas, unas 11.500 se ubican desde la Región de Valparaíso hacia el norte, principalmente en la Región de Coquimbo.
– ¿No es preocupante, desde el punto de vista de la sostenibilidad, la restricción hídrica que afecta a esas zonas?
– Si bien la sequía es preocupante, creemos que el uso del agua también se va reasignando de un cultivo a otro. El crecimiento en cítricos no necesariamente implica que se va a aumentar superficie total. Por ejemplo, en la Región de Coquimbo ha habido una tendencia de productores que se han reconvertido de uva de mesa a cítricos por distintas razones: mayores dificultades del mercado, competencia desde otros orígenes o falta de mano de obra. El palto también sufrió en la Región de Coquimbo con la sequía y también hubo mucho olivo plantado ahí en algún momento. Desde ese punto de vista, el uso del agua se reasigna. Hoy en día cada fruta tiene que ganarse su espacio, rentabilizando la hectárea y el metro cúbico de agua. Si no lo logra, hay otra especie frutal que va a ocupar ese nicho. En ese sentido, creo que el cítrico -en general- es competitivo. A lo mejor no está desplazando completamente otros cultivos, pero se está defendiendo en cuanto a mantener su cuota de agua asignada.
– ¿Hay alguna proyección del crecimiento de las plantaciones en el norte?
– Al menos como Comité no tenemos una proyección de hectáreas. Uno puede seguir la tendencia de los últimos cinco años y no se aprecia un gran crecimiento en superficie. Lo que ha cambiado mucho es que los huertos tradicionales se han cambiado por huertos modernos, nuevos, con alto potencial productivo y alto potencial de exportación. Por lo tanto, lo que se aprecia es que el alza de las exportaciones es mucho mayor que el crecimiento de la superficie. Hay una transformación del huerto y, en ese sentido, el Comité tiene ciertas estimaciones. Son todavía de circulación interna, pero vemos que hay un cierto crecimiento anticipado para los próximos años que es considerable, principalmente en mandarinas y clementinas.
– ¿Cuáles son las opciones para realizar plantaciones más al sur en zonas con mayor disponibilidad de agua o mano de obra?
– Por un lado, hay lluvias en invierno, pero sin niveles tan altos, pero la poca acumulación de calor es un factor bien importante. Hay una influencia importante del clima en la calidad de la fruta, como el contenido de jugo y el grosor de la piel. De esta manera, la Región de O’Higgins es el límite austral hasta el momento. Creo que puede moverse un poco, pero el traslado de los cultivos más hacia el sur debería hacerse en forma muy cuidadosa y gradual. No hay que olvidar que los países con presencia importante en exportación de cítricos –Perú, Australia, Sudáfrica– tienen climas calurosos, con suficiente acumulación de temperatura.
BANCO DE GERMOPLASMA Y HUANGLONGBING
“Uno de los grandes activos de Chile es que tiene una condición fitosanitaria privilegiada. Como Chile es país declarado libre de mosca de la fruta, para exportar cítricos a China y a otros países no tiene que hacer tratamiento de frío. En el comercio mundial de los cítricos, el tratamiento de frío es un factor que complica, porque afecta la vida de postcosecha de la fruta”, comenta Juan Enrique Ortúzar.
Todos los tratamientos cuarentenarios tienen efectos sobre la fruta y la fumigación con Bromuro de Metilo afortunadamente va en retirada. Esto se debe, explica, a que los productores han aprendido a manejar adecuadamente las plagas más importantes. “El Systems Approach ha logrado implementarse de manera muy exitosa y hoy la cantidad de fruta que va a fumigación con bromuro de metilo, es muy poca”, dice el presidente del Comité de Cítricos.
Pero hay otras amenazas latentes, como el Huanglongbing (HLB), la plaga de los cítricos más grave en el mundo. Una vez que se infecta un árbol, no tiene cura. Los árboles enfermos pierden vigor y producen frutos amargos y deformes. El HLB se disemina por medio de material de propagación infectado (yemas, ramillas o plantas enfermas) y a través de insectos vectores como el psílido asiático (Diaphorina citri Kuwayama) y el psílido africano (Trioza erytreae Del Guercio), ambos todavía ausentes del país. De acuerdo a la lista de distribución del CABI, actualizada el 4 de septiembre de 2020, D. citri está presente en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Uruguay, Paraguay y Venezuela y no estaría presente en Perú ni en Chile. La revisión de la literatura indica que está ad-portas de establecerse en la zona norte de Perú, cerca de la frontera con Ecuador. El segundo no ha sido detectado en América.
“Lo que dicen los expertos es que la pregunta correcta no es si va a entrar el HLB a un país, sino cuándo llegará. La difusión del vector y de la enfermedad ha sido tan agresiva en tantos lugares, que es difícil que evitemos su ingreso”, afirma Juan Enrique Ortúzar. Por lo tanto, apunta, la industria local debe estar preparada para enfrentar esta plaga. Con el fin de cuidar esta industria de US$450 millones, el Comité de Cítricos de ASOEX, junto con el SAG, la Asociación de Viveros de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) están llevando a cabo un proyecto FIA para el desarrollo de un banco de germoplasma de cítricos, iniciativa que tiene una duración de cuatro años. “Por el momento, el riesgo del HLB es relativamente bajo, porque no están ni el vector ni la enfermedad. Pero, para contrarrestarlo, preparar debidamente un banco de germoplasma demora varios años. Por eso pensamos que había que empezar ahora”, dice Ortúzar.
Ximena Besoaín, académica e investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso es la encargada del proyecto. Besoaín explica más en detalle esta iniciativa. “Este proyecto busca desarrollar un nuevo servicio para la detección de enfermedades de los cítricos, las que se transmiten por injertos (CGTPs), especialmente los virus de la tristeza y psorosis, los viroides de la cachexia y exocortis y además Huanglongbing. La idea es desarrollar una tecnología para chequear nuestro material y el material que llegue del extranjero y verificar que la planta está limpia y sana. Además de ese proceso, queremos asegurarnos de que la planta corresponde al tipo, considerando la fruta que produce, para evitar que exista una propagación errónea del material”, explica en el sitio web de esta casa de estudios.
La académica agrega que “en cuatro años más esperamos contar con un Banco de Germoplasma de Cítricos, que en una primera etapa existan al menos las 10 variedades comerciales de cítricos más importantes para nuestro país y que esté todo en regla”. Por otra parte, indica Ortúzar, “con la actualización de la normativa sanitaria para viveros de plantas corrientes de cítricos que está realizando el SAG, cuyo objetivo es mejorar la condición sanitaria de las plantas a través de medidas de manejo de las plagas de importancia económica en material de propagación nacional, es fundamental contar con material de propagación libre de enfermedades CGTPs”.
La metodología propuesta en el proyecto permitirá acortar de manera importante los tiempos requeridos para el chequeo de plantas madre en vivero, permitirá a los viveros adquirir yemas sanas para propagación y formación de plantas madre y además contempla transferencia tecnológica mediante la realización de talleres teórico-prácticos a productores, talleres que se orientarán a la identificación de HLB y otras enfermedades transmisibles por injerto. Al personal técnico de viveros y al personal del SAG se les capacitará en la conservación de plantas madre y en la realización de pruebas serológicas. Toda esta información será recopilada en los respectivos manuales técnicos al finalizar el proyecto.