Limón: la sequía de Piura y el golpe a su exportación
Se alerta que el déficit hídrico en la región tendrá un perjuicio tanto a nivel de exportaciones como de consumo local. Agricultores observan que el limón pequeño se desprende de su tallo.
Piura, la principal región productora de limón en el Perú, alberga entre sus valles y desiertos los reservorios de San Lorenzo y de Poechos, los cuales cubren la cuota hídrica que exigen las más de 18,000 hectáreas de este cultivo permanente. Sin embargo, tras la grave sequía en la zona costera —con niveles históricos— , la expectativa de producción del fruto verde para el 2025 se asoma con algunos riesgos.
En declaraciones a Gestión, Napoleón Puño, gerente de la Junta de Usuarios de Riego del Chira, comentó que el consenso entre productores es que el limón pequeño se viene desprendiendo del tallo. Las hectáreas del cítrico que se ubican en la zona enfrentan la caída de la floración —de la shaquira; es decir, del limón que ya se está formando—. Esto significa que la gestación incompleta no satisface los patrones del producto valorizado en la exportación.
Pedro Pasiche, ingeniero jefe y propietario de parcelas en la zona, dijo que todo esto viene de la mano de una pérdida de la calidad del cultivo. “Ante la sequía, la floración cae y el fruto más tierno también. El limón que ya está próximo a salir pierde calidad porque pierde el brillo y eso hace que la fruta se desnaturalice. […] Si no hay limón de calidad, no se puede exportar, ya quedaría para el mercado local. Habrá pérdidas para todos los usuarios que nos dedicamos a este cultivo”, detalló.
Añadió que el 70% del total ya estaría siendo afectado y que se están perdiendo los cultivos transitorios de yuca, maíz, papaya, tomate y pimiento porque requieren de un regado continuo.
Gabriel Amaro, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), hizo un balance con respecto a los años anteriores: del 2022 al 2023, subió 20% la producción de toneladas del limón en Piura. En el mercado internacional, se pasó de 31,000 toneladas en el 2022 a 35,000 toneladas en el 2023. En el panorama del 2024, en cambio, no figura un crecimiento. Hasta agosto del 2024, se registró más bien una caída de 8% en las toneladas de agroexportaciones. Por ello, Gabriel Amaro estimó un cierre de año hostil.
“Es muy probable que, por la sequía, el limón de acá a diciembre no se recupere de este porcentaje negativo. El informe que tenemos es que está llegando a niveles mínimos la cantidad de agua para valles productivos y exportadores”, puntualizó.
Y, para el 2025, continuaría la crisis. Es más, se advirtió desde AGAP efectos sobre el precio. “La tendencia es que la exportación en general, y más en frutas y hortalizas, sea negativa en toneladas. Es muy difícil que estando a puertas de fin de año, y con el riesgo que tenemos de la poca agua, se pueda remontar o ser más positivo. […] Sí va a haber una afectación probable respecto a la calidad y a la cantidad, con lo cual puede subir el precio, como el año pasado“, anotó.