La experiencia de Matías Boris: cómo llevar los huertos de nogales a altos rendimientos y calidad
En su calidad de experimentado asesor técnico, Matías Boris tiene un punto de vista privilegiado del manejo de huertos de nogal en toda el área productora del país. Además, su inquietud profesional lo lleva a realizar evaluaciones de nuevas opciones tecnológicas. Con él revisamos algunos de los factores más importantes para enfrentar técnicamente una posible tendencia a la baja en los precios de la nuez.
Matías Boris.
Esta fue una temporada de muy buenas cuajas en la mayoría de los sectores, de modo que en general los huertos lograron más nueces aun sin haber hecho nada diferente, destaca el entrevistado:
–La temporada pasada tuvimos muchos días con cierre estomático a partir de las 11 o 12 de la mañana. Este año la cantidad de horas con cierre de estomas ha sido mucho menor, lo que hace que la planta trabaje en mejores condiciones y por lo tanto se nota un mejor resultado en la calidad.
CÓMO LOGRAR MÁS CON LA MISMA CANTIDAD DE NUECES COLGANDO DEL ÁRBOL
Pero también, aparte de los factores climáticos favorables, el consultor destaca el trabajo de agricultores que se han potenciado y se ubican por encima de los estándares normales. Entre las prácticas que utilizan, hay estrategias que permiten subir el llenado de 2 a 3% sin hacer ningún gasto extra, solo ajustando el riego y con un programa de fertilización específico para esa etapa fenológica. Esto afecta el peso final y, con las mismas unidades colgando en el árbol, es muy distinto tener 95 a 100 unidades por kilo que llegar a 70 unidades/kg. Puesto de otra manera, hay un delta importante si con 100 nueces se logran 1,3 kilos en lugar de 1 kg.
Con un ajuste del riego y de la fertilización, sin hacer ningún gasto extra, es posible subir un 2 a 3% el llenado de nueces, provocando el aumento del peso final y un efecto favorable en el color, señala el gerente técnico.
–Yo estoy apuntando, y he llevado a varios productores por ese camino, a hacer crecer las nueces desde la cuaja hasta el endurecimiento de la cáscara; pensar en una división celular muy potenciada. Para ello utilizo fertilizantes foliares, que son muy poco vistos en nogales, más extractos de algas. Y después del endurecimiento de la cáscara, lo que normalmente ocurre a mediados de diciembre o principios de enero, dependiendo de la variedad, pensar mucho en el llenado de las nueces. Para esto hay que ver con la analítica el seguimiento nutricional de cada campo con el fin ir realizando los ajustes necesarios en la oportunidad precisa.
Huerto sano, con bastante nuez. Un ejemplo de manejo bien realizado. Fotos de Matías Boris.
–En cuanto a nitrógeno (N), ¿usas urea, productos de liberación lenta o amoniacales?
–Toda esa gama de fertilizantes, variando la estrategia según el escenario de suelos en cuanto a conductividad eléctrica, estructura, temperatura. No hay una receta estándar. Lo que sí se nota bastante es la entrada de los fertilizantes líquidos, lo cual ha llevado a fertilizaciones más eficientes.
En precosecha aplica entre 50 y 80 unidades de N, para que la planta lo asimile, genere arginina y la guarde en sus raíces. El fertilizante se dosifica en 2 a 3 riegos para no inducir un rebrote.
–En muchos campos realizamos esta tarea cuando empiezan a quebrar los primeros pelones, nueces con algún tipo de problema o vanas, sin embrión, lo que ocurre 10 a 12 días antes de una cosecha normal.
Además, considera la aplicación de fósforo (P), potasio (K), magnesio (Mg), zinc (Zn, “el microelemento con más déficit en Chile”), “un paquete bien completo que ya está relativamente estandarizado dependiendo de las toneladas/ha que produzca cada huerto”.
Matías Boris toma muy en cuenta el uso de calcio (Ca) en los manejos foliares pre y post floración. Su función es estructural, fundamenta, “este elemento se incorpora en el ovario y determina lo que pasará en meses posteriores con la formación de la cáscara”.
FACTORES ESENCIALES PARA UNA MEJOR PRODUCCIÓN
A US$5/kg, tener una producción de 3.000 kg es un tremendo negocio. Pero con precios apretados, para llegar a rentabilidades parecidas hay que lograr 6.000-7.000 kg/ha, especifica el entrevistado. Para conseguirlo, en términos generales, aconseja poner mucha atención a los análisis de argininas, foliares, de suelo y agua.
–En muchas partes piensan ‘para qué voy a pedir análisis de agua o de suelos si los tomé cuando planté el huerto hace 10 años’. Pero a veces en el agua viene con más N o más K, o Zn, o algún otro elemento que me puede jugar a favor o en contra. Hay campos que se manejan con seguimiento nutricional completo: análisis de suelo, análisis de solución del suelo (sondas), análisis foliares mensuales. Esto es muy importante porque uno va viendo dónde están los peak de cada elemento. No obstante esto depende de los recursos del agricultor.
También recomienda verificar cómo están infiltrando los riegos, un punto que determina muchos de los factores de calidad. Asimismo, aconseja poner atención a la poda, “un punto muy relevante en nogal, aunque hay varios productores que no les gusta podar mucho”.
Matías Boris es tajante respecto de la necesidad de usar riego tecnificado:
–Para ser eficientes y sacar los kilos por ha con calidad, se debe tener riego tecnificado. Yo prefiero el uso de goteros a los aspersores. En mi experiencia de varios años con distintos productores, no hay ningún huerto con micoraspersores que yo conozca que haya sacado mejor calidad que uno con goteros. Hay huertos con microaspersores que están en calidades muy buenas, pero considerando eficiencia versus costo, condiciones o dificultades hídricas, siempre el gotero ha sido mejor en mojamiento, distribución de los fertilizantes y profundidad que alcanzan las raíces.
–¿Esto es válido incluso para zonas con agua más abundante, como la Región de Biobío?
–Claro. Ahí hay suelos trumaos, más livianos, en los cuales se puede variar la distancia de los emisores, pero también hay que considerar el viento, ante el cual los aspersores son menos eficientes. Además, en cuanto a tener riego tecnificado en el sur, hay que pensar que dentro de algunos años es posible que Talca tenga el clima de Ovalle.
Huerto con alto potencial productivo. Foto de Matías Boris.
FÓRMULAS PARA REDUCIR LOS EFECTOS INDESEADOS DEL CIERRE DE ESTOMAS
Matías Boris anuncia que dentro de poco tendrá los resultados finales de una evaluación con potenciadores de metabolismo, en la que ha invertido varios años ensayándolos con diversos productores. Los productos tienen una acción protectora de las paredes celulares, indica, e incrementan la eficiencia en la síntesis de energía o se asocian a una mayor concentración de carbono en los ciclos de fotosíntesis. Lo anterior se traduce en que la planta mejora el uso del agua, de nutrientes, la respiración, enfrentando con menos estrés el cierre de estomas.
–En mis viajes por toda la zona productora de nueces siempre hemos comentado que los mejores factores de calidad de nuez y fructificación, o sea de unidades por flor, se dan en las áreas costeras y en el sur. Mientras en el valle central se ven fructificaciones de 1 a 3 nueces, en los valles costeros es de 2 a 5, y de Linares al sur la mayoría de los campos va de 2 a 4. Esto se asocia a temperaturas máximas moderadas, en que la planta puede trabajar de manera menos forzada. El nogal cierra estomas a 32°C y la planta reduce su capacidad de llenado de pulpa o de producir cáscara. El año pasado en el valle central tomé fotos de frutos que estaban al sol a 60°C, y plantas completas que estaban a 42°C en los días más calurosos.
Muchos productores no toman en cuenta el daño de sol, pero puede alcanzar entre un 7 y 12% del daño total. Para enfrentar el tema, Boris recomienda enfáticamente el uso de protectores solares.
–Un campo que ocupe bien dos o tres aplicaciones de protector solar va a tener un mejor llenado de las nueces y menos daño de sol. Este puede alcanzar un 7% de incidencia en nueces con cáscaras más débiles, que se rompen al pasar por las líneas de despelonado industrializadas, les entra agua y terminan como descarte. Adicionalmente, la calidad de la cáscara es súper importante para la nuez que se exporta con ella, porque debe llegar al mercado de destino con la mayor calidad que sea posible. La protección de la planta contra el exceso de radiación no solamente baja el riesgo de quemadura, también permite mejores flujos internos de los fluidos, facilita el llenado y favorece una buena formación de la cáscara.
–¿Qué opción prefieres de protector solar?
–En general se usan los basados en caolina o formulaciones líquidas. Se dispone de diversos productos en el mercado. La elección depende del precio y también de la disponibilidad, a veces hay productos que son mejores pero que no están en stock cuando se necesitan. La fecha es muy crítica, se debe aplicar en forma preventiva cuando la rama cambia de orientación por el peso de las nueces, no cuando se empieza a ver el daño en ellas. El calentamiento hace que la nuez se ponga más oscura y perjudica la formación de la cáscara. El fruto toma más peso en la etapa de endurecimiento de la cáscara, coincidiendo con el cambio de posición de las ramas. Como ya la nuez está con su calibre determinado, la planta empieza a preocuparse de consolidar los aceites internos, formar la cáscara y llenar el embrión, que es lo que uno se come.
INVERTIR PARA SACAR ADELANTE LOS HUERTOS CON DEBILIDADES DE MANEJO
En términos generales, Boris estima que los costos de un huerto de rendimientos entre 5.000 y 8.000 kg/ha se puede manejar en el orden de 1,30 dólares/kg. Una situación distinta es tomar un huerto complicado, de 3.000-4.000 kg/ha, porque llevarlo a una situación de 7.000 kg podría acarrear costos del orden de 1,45-1,55 dólares/kg.
–Es un trabajo de al menos dos años, en los que hay que invertir para solucionar los problemas de suelo, o de poda, o de fertilizantes, lo que sea. Porque esa inversión va a impactar en la temporada siguiente y subsiguiente, dependiendo dónde esté la base del cambio.
–Entonces, ¿cuál es la estrategia para enfrentar el tema de los costos en una situación de retornos restringidos?
–El agricultor tradicional piensa: ‘200 mil pesos, muy caro, yo antes gastaba 50 mil’. Hasta ahí llegó el análisis. En cambio, el empresario agroindustrial evalúa los kilos que saca por ha, la calidad final, el precio de venta. Si tiene partes malas en el campo, trabaja para superar los 6.000 kg/ha, no lo ve como un costo sino como una inversión. Nosotros en todos los manejos que estamos introduciendo calculamos al menos un 8 a 12% de diferencial respecto de lo que cuestan, de acuerdo a la realidad de cada campo.
Si hay algo en lo que en Chile se está gastando poco, estima Matías Boris, es en capacitación. La considera un factor clave para que el personal realice las acciones adecuadas.
–En riego, por ejemplo, un par de decisiones mal tomadas pueden pasar una cuenta muy cara. La persona que está en la caseta debe entender qué está aplicando y para qué lo está haciendo. Esto no solo le permite comprender una instrucción del asesor, sino también avisar si algo no responde a lo esperado, por un tema de clima o porque se dispararon los cloruros o por cualquier razón. Ellos son los ojos que están puestos en el campo día a día.
Otro aspecto en el que no se invierte lo suficiente es la regulación y mantención preventiva de los equipos:
–Me ha tocado ver, por ejemplo, en la aplicación de Retain para el aborto floral (una inversión en torno a los 600 dólares/ha), que la máquina no funciona el día de la aplicación… Eso debe revisarse unos 10 días antes. Si el tratamiento está mal hecho no solamente se pierde el producto, también hay un impacto en la producción.
NO TEMER A LA PODA, PERO TAMPOCO ENAMORARSE DE LA MOTOSIERRA
–¿Qué me puedes decir en cuanto a poda?
–Hay un fundamento muy antiguo: donde no hay luz, no hay fruta; la planta fructifica en dardos que se generan donde hay luz. Cuando te emboscas, pierdes dardos. Si miras la planta, los dardos entre 1 y 5 años, bien iluminados, con una buena nutrición, dan flores de muy buena calidad. Al contrario, un dardo 6 o 7 temporadas, en una parte poco iluminada, desgastado, da flores de mala calidad, lo que quiere decir que voy a tener una nuez de calidad media a baja. La renovación de estructuras productivas es sumamente importante, podando todos los años y enlazando esta práctica con el historial de kilos producidos y niveles nutricionales. Lo que permite enfocar la poda es la estructura del árbol. Y las cosas deben hacerse bien. No se trata de podar para perder kilos de producción, sino a la inversa. Se trata de generar dardos y estructuras productivas que den un potencial de crecimiento para la temporada siguiente, renovando la estructura que está vieja.
–¿La mayoría de los campos en Chile está subpodada?
–No la mayoría, aunque hay gente a la que no les gusta podar mucho. Conozco campos que partieron bien, llegaron a 7.000 kg/ha, pero hoy día están en 3.500-4.000 kg, en la media, porque no se han seguido las sugerencias de poda o se han tomado malas decisiones al respecto. Yo ya no miro el árbol estéticamente, para mí un huerto son metros cúbicos de nueces por hectárea y tienen que ser nueces grandes para que den factores de calidad. Si estoy en el umbral de kg/ha que quiero, da lo mismo que el árbol sea más feo o más bonito. Por ejemplo, como he observado en huertos de 10 a 15 años, cuando en un sector se quedaron árboles con 6 a 7 ramas por fuera y hay más de una rama como eje, perdiéndose la dominancia de un eje central, se debe modificar la estructura para tener un eje dominante y convertir esas 6 ramas en 15 al cabo de 3 a 4 temporadas. Sin perder kilos, como dije, tampoco hay que tomarle tanto cariño a la motosierra.
PESTE NEGRA: BUEN RESULTADO DEL CONTROL, PERO A UN COSTO MAYOR
En el tema fitosanitario ha notado la aparición de problemas de hongos en las raíces donde no debería haberlos, y agalla del cuello, Agrobacterium tumefasciens. Piensa que se debe hacer un trabajo de investigación y con el SAG a nivel de viveros para solucionarlos. También aprecia la necesidad de soluciones para enfrentar fitóftora, a través de estudios como los que está realizando la Universidad Católica. En cuanto a nematodos, únicamente ha detectado problemas puntuales, muy localizados.
En la zona sur, aun cuando el año fue complicado en términos de lluvia, la peste negra se controló bien, con el uso de cobres.
–Aplicamos cada 7-8 días, viendo qué ingrediente utilizar, porque a veces llovía en medio de ese lapso. Cuando sabíamos que venían lluvias de 60 mm aplicábamos productos más baratos, porque de todas maneras se iban a lavar. Pero si el pronóstico era de 4-5 mm o sin precipitaciones cambiábamos la estrategia. Funcionó en el campo de Huertos del Valle en Mulchén y también con productores a los cuales asesoramos, aunque el control salió más caro que en otros años. Sin embargo, huertos sobre suelos pesados donde no previeron que iban a tener que aplicar tan seguido, sufrieron un problema no menor porque los tractores patinaban en el barro.
–¿Has experimentado con bacteriófagos?
–No los hemos ocupado directamente. En huertos que los han usado, por los resultados de campo vi que eran bastante eficientes.
–¿Cómo enfrentas el riesgo de lluvias de otoño?
–El año pasado las lluvias en la cosecha hicieron bastante daño en el sur, con bajas de calidad y casos de pérdidas no menores. Si llueve en la madurez de cosecha el pelón se rehidrata y caen las nueces al suelo. En condiciones donde llueve mucho en abril-mayo, hay que tener las capacidades de cosecha y de secado sobredimensionadas respecto de otras zonas. Todos los productores del sur ya han podido constatar que sus nueces salen con bastante humedad. En Santiago se cosecha con 20-22% de humedad y en el sur con 40-50%. Eso significa más horas de secadora y kilos adicionales de gas. En la experiencia de años anteriores nos hemos demorado hasta 45 horas secando un lote, contra 5 a 18 horas en la Región Metropolitana, dependiendo del estado de cosecha. Y una nuez que se llovió, pueden ser 60 horas de secado.
Redagrícola 77, abril 2016