Mediante la modificación de células vegetales con material genético de la misma especie, se podrán potenciar atributos en ciertas variedades, dependiendo de lo que se esté buscando. Esto será posible gracias al trabajo conjunto entre el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y Biofrutales, que obtuvieron la patente de invención denominada “Vector Todo Uva”, solicitada en 2019 al Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI).

Esto es resultado de una investigación llevada a cabo con apoyo de CORFO y ANID, que permitió obtener la tecnología que no incorpora material genético ajeno y servirá para generar líneas de futuro en uva de mesa y eventualmente en otras especies. El método emula los cambios que ocurren espontáneamente en la naturaleza, de manera precisa y en menor tiempo.

Iris Lobos, directora nacional de INIA, destacó el avance, señalando que “esta invención es un hito para ambas instituciones. INIA, de la mano de Biofrutales, está liderando la edición génica frutal, en un escenario en el que no hay muchos equipos de trabajo con este nivel de capacidades, siendo uno de ellos el liderado por nuestro investigador, Dr. Humberto Prieto. Así, estamos presentando soluciones de clase mundial, desde este austral país”.

PRODUCTOS NO TRANSGÉNICOS

Esta herramienta se enmarca en el área de la Cisgenia, método que implica introducir al genoma de una planta fragmentos de ADN únicamente de la misma especie, permitiendo producir mejores variedades con atributos que respondan a las demandas de consumidores, productores y del medio ambiente. 

Es importante diferenciar la Cisgenia de la Transgenia, ya que la primera no introduce ADN foráneo. En este caso, el equipo del INIA utilizó exclusivamente elementos genéticos de la uva, que son nuevamente incorporados a esta. Como resultado, los productos no entran en la categorización de transgénicos, lo que los libera de regulaciones o normas restrictivas de algunos países que tienen sus legislaciones en esta área en revisión.

“Estas técnicas nos permiten obtener organismos con mutaciones o cambios genéticos que no se distinguen de aquellos que ocurren de modo espontáneo en la naturaleza o como resultado de procesos de mejora convencional. Esto, eventualmente más rápido o haciendo factible un cambio difícil de hallar de otra forma, lo que es vital frente a los desafíos que  impone el cambio climático a la agricultura, a la generación de alimentos en el mundo y al potenciamiento de la capacidad genética de las especies agrícolas”, explicó el Dr. Humberto Prieto, investigador de INIA a cargo del grupo inventor del vector Todo Uva.

SOSTENIBILIDAD Y SEGURIDAD ALIMENTARIA

El experto además explicó que la investigación va en la línea de contribuir a la mejora de la sostenibilidad de los cultivos, la generación de resistencia a enfermedades actuales y nuevas y la respuesta a las actuales demandas de los consumidores tales como calidad, sostenibilidad, entre otros.

Por su parte, el gerente de Biofrutales, Rodrigo Cruzat, expresó que “los desafíos de inocuidad y seguridad alimentaria son reales, por eso es tan importante construir capacidades en biotecnología frutal, y en esto, INIA ha sido pionero y líder. Como Biofrutales estamos convencidos de que la biotecnología tiene un amplio espacio de apoyo al mejoramiento tradicional, que es nuestra columna vertebral, y en donde INIA también tiene resultados de clase mundial”.

La alianza de INIA con el Consorcio Biofrutales comenzó en 2006, potenciando el Programa de Mejoramiento Genético de Uva de Mesa del Instituto, destacando entre sus logros el lanzamiento de nuevas variedades como Maylen® y, a partir de este año, las uvas INIA-G3 e INIA G4. En paralelo, el Dr. Prieto y su equipo de trabajo han logrado notables avances en ingeniería genética y, más recientemente, en edición génica, llevando a campo prototipos de variedades resistentes a hongos.

“Estos resultados nos deben impulsar, ya que si bien constituyen un enorme aporte para Chile y la comunidad científica mundial, hay mucho camino aún por recorrer. Esperamos que el sistema de investigación e innovación nacional siga apoyándonos en la construcción de estas capacidades de alto valor para enfrentar los desafíos del sector productivo y del país”, cerró Cruzat.