El arándano avanza de acuerdo a lo planificado
Consolidando sus huertos de uva de mesa y paltos y tras siete años del primer ensayo con arándanos, esta empresa de origen danés ha apostado por la baya de color azul para su crecimiento en el país. Con un fuerte compromiso por la producción sostenible, la firma ha adoptado una serie de compromisos de cara a 2030 para dar un paso gigante a la adopción de la agricultura regenerativa.
Por Felipe Aldunate Montes y Rodrigo Pizarro Yáñez
Las tierras del Proyecto Olmos, poco a poco se han ido tiñendo de dos colores, el verde de los paltos y el azul de los arándanos. Y es que esta pequeña baya ha ido conquistando superficies, tanto del ramal norte como del ramal, que rodean las 38.000 hectáreas (ha) de esta área irrigada de Lambayeque.
Hoy por hoy, son 3.482 ha de arándanos que se cultivan en el proyecto Olmos y son varias las empresas que se han sumado al ‘boom’ del arándano en esta zona. Una de estas es Ingleby Farms, empresa que tiene su sede central en Dinamarca y que en Perú ha sido bautizada como Plantaciones del Sol, firma que tiene otro centro productivo en el país, en Motupe.
La primera experiencia de Plantaciones del Sol con arándanos fue en 2015, en Motupe, donde instalaron 1 ha para conocer cómo se comportaba el cultiva en la zona norte. No pasó mucho tiempo cuando comprobaron la adaptación del arándano y decidieron la instalación de las primeras 50 ha en Olmos. En 2020, los responsables de la compañía en el país, tenían claro que el crecimiento de la compañía tenía que venir del lado del arándano, mientras que la palta mantendría las 700 ha que tienen en los dos centros productivos. La razón de ello pasaba por satisfacer a sus clientes con un mayor volumen de fruta. “Son arándanos que destacan por su sabor”, sostiene José Pantaleón, Gerente Agricola del fundo Olmos de Plantaciones del Sol, sobre las características de la fruta de Olmos, que han hecho que sigan expandiendo el área plantada.
En concreto, han crecido en 70 ha respecto a 2020. Lo han hecho en un 70% con Ventura y el otro 30% con tres variedades de Driscoll’s. “Como es su primer año, aún es muy pronto para sacar conclusiones”, sostiene Pantaleón. “En las producciones que tienen tres años de antigüedad, cerramos con una producción de 20 t/ha y este 2022 esperamos cerrarlo con productividades entre 20 t/ha y 22 t/ha con Ventura”, añade, sobre una variedad que ha sido constante, productivamente hablando, ya que el primer año produjo 10 t/ha, el segundo fueron 12 t/ha, mientras que el tercero se elevó a 20 t/ha; aunque hubo lotes donde lograron sacar hasta 22 t/ha, pero en otro solo sacaron 16 t/ha. En la quinta campaña, de Ventura, logramos obtener 25 t/ha.
“En el tema de productividades, todo pasa por cómo se inicia la plantación. Hay ciertas variedades que hemos visto que les cuesta arrancar, quizás por el tipo de suelo. En ese caso, las producciones sí que varían”, cuenta Pantaleón.
Escoger una Ventura no fue al azar, sobre todo cuando además hay que gestionar de mejor forma la mano de obra en el campo. “Esta es una variedad que nos permite concentrar la cosecha y los cosecheros podrían llegar a recoger unos 35 kg de fruta promedio por dia, mientras que con una Biloxi podrían sacar 15 kg promedio día”, cuenta Pantaleón. El reto de la empresa es ser cada día más eficaces en el manejo de los trabajadores, sobre todo cuando en plena campaña hay unas 1.000 personas en los huertos, lo que implica un despliegue logístico no menor para que la gente llegue, trabaje en condiciones adecuadas y se vaya del campo a casa, en viajes que pueden demorar bastante, sobre todo porque la condición del camino no es de las mejores.
Desde hace un tiempo que reciben la asesoría de Güido Perucich en temas de producción y manejo de los huertos. Asimismo, cuentan con un asesor, especialista en sanidad vegetal, que les ha ayudado a controlar con eficacia al oídio, un problema que les impactó con fuerza hace dos campañas.
Al ser una empresa que trabaja con mucho entusiasmo y compromiso el tema de la sustentabilidad alrededor del mundo, Perú no es la excepción. Y, conscientes de que hay consumidores más informados en ciertos mercados, que buscan frutas y hortalizas orgánicas, Plantaciones de Sol está realizando un ensayo con arándanos orgánicos. No es el único, porque con paltos ya vienen testeando varias temporadas un huerto que hoy está dando productividades de 18 t/ha. En este huerto de arándanos venimos con el mismo ‘chip’ que en el palto. Por ejemplo, aquí estamos aplicando Bacillus cada quince días y Trichoderma una vez al mes”, precisa Pantaleón. Dependiendo de los resultados de este testeo, es si se abrirán las puertas a incluir superficies orgánicas comerciales. Por lo pronto en el país, los arándanos orgánicos están creciendo y según Proarándanos, las producciones crecerán entre un 10% y 15% durante la próxima campaña.