Septiembre y octubre. Esa es la ventana comercial para el arándano peruano. A cualquier productor o exportador que se le pregunte, mencionará esos dos meses. Ese es el objetivo de muchos en Perú, porque en esa época del año el mercado internacional está prácticamente desabastecido. “Pero como sucedió en otros cultivos, nosotros fuimos a atender una ventana específica, que no estaba atendida por otros actores en el mercado internacional. Pero luego nos dimos cuenta de que podíamos atender también otras ventanas; eso es lo que está pasando con los arándanos peruanos hoy en día”, refiere Sergio del Castillo, gerente general de Proarándanos.  ¿Esta es la temporada por excelencia del arándano peruano? “Convencionalmente, sí”, refiere el presidente de Proarándanos, Miguel Bentín.

–¿En ese sentido, tendríamos cierta independencia y fortaleza, como país productor de arándanos?

–Sergio del Castillo (SDC): Sí, porque vamos descubriendo que el clima nos permite cosechar las 52 semanas del año. Claro, sabemos que nuestros picos, las mejores calidades de las frutas las sacamos en los mejores momentos agronómicos del cultivo, pero igual sabemos ahora que podemos atender otras ventanas, donde, con ciertos manejos agronómicos podemos sacar también buena fruta.

–Miguel Bentín (MB): El hecho de que exista la posibilidad de producir constantemente, favorece al hecho de que se pueda desarrollar en el tiempo una flexibilidad de producción, que permita manejar momentos productivos estratégicamente viables para cada empresa y para la industria, por supuesto.

Los directores de Proarándanos, coinciden al decir que llegar al mercado internacional ‘cuando no hay nadie’, con una ‘ventana comercial primicia’, es una posibilidad que va desapareciendo en los últimos tiempos, tanto para Perú como para los otros protagonistas del arándano en el mundo. Pero en Perú la producción no es tan estacional, como en otras latitudes. En Chile y Argentina, por nombrar dos países de la región, tienen producciones naturalmente más concentradas y no hay posibilidad de producir en otros momentos del año que no sea en su ventana tradicional.

Pero, claro, existen otros países en el mundo que tienen, como Perú, producciones en otros momentos del año, distintos a los de su ventana habitual, como Sudáfrica, por ejemplo. “Hay otras zonas que empiezan a crecer en producción, que atienden los mismos mercados que nosotros, en los supuestos mismos momentos. Es como con los cítricos; hay latitudes similares a la nuestra, con la granada también sucede. Y, claro, se genera ruido cuando el mercado te dice ‘oye, está llegando también fruta de Sudáfrica’. Yo creo que esa va a ser una realidad para todos, no solamente para el Perú, y no es algo especifico del arándano”, advierte Bentín.

–Hay dos grandes empresas que manejan más del 50% del arándano peruano (Camposol y Talsa-Hortifrut). ¿Hay otras grandes empresas que planean invertir en el arándano en el Perú?

–SDC: De esa magnitud no veo ninguna.

–MB: Sin embargo, las unidades promedio en el Perú probablemente sean las más grandes que existen. Es decir, quitemos los megaproyectos de arándanos, y quedan proyectos de 300 o 400 ha, también de 100 o 200 ha. Son las ‘medianograndes’. Lo que pasa es que hay un salto importante entre las grandes y las muy grandes.

–SDC: Claro, es que instalar 300 ha de arándanos no es poca cosa; no se trata de  paltas… Hoy, con las tecnologías que hay, puedes poner hasta 9,000 plantas por ha, en alta densidad. Entonces, estamos hablando de que puedes obtener entre 20 y 25 t/ha.

OCTUBRE, EL MES MÁS ATRACTIVO

–¿Hay semanas que son más atractivas que otras comercialmente?

–MB: Todavía sigue siendo el mes de octubre.

–¿Cuánto se paga en esas semanas favorables?

–MB: Lo que pasa es que es muy difícil saberlo porque tienes destinos, formatos… Pero si quieres una referencia, podemos hablar deUS$8 en octubre, por kilo. Y en las semanas donde el negocio es menos atractivo podrían ser US$5. Pero es tan variable, hay tantos factores que influyen en ello.

–¿Cuáles serían esas semanas menos atractivas?

–MB: Demasiado temprano, los meses de junio, julio, agosto, una parte de septiembre incluso, cuando hay producción en el hemisferio norte, en Estados Unidos, en British Columbia (Canadá), que son los dos monstruos del hemisferio norte; cuando ellos están en el mercado, marcan el precio; tienen una fruta muy buena y mucho volumen… Por eso es que octubre para nosotros es tan importante, pues ahí no entra el hemisferio norte, de ninguna manera… En septiembre, se supone que ya no hay participación del hemisferio norte. Los que han estado entrando a esa ventana de septiembre, son los mexicanos; también están tratando de entrar a nuestra ventana de octubre. México es muy grande y tiene muchas zonas para producir.

–SDC: El mexicano se jacta, como el peruano, de tener todos los climas y de poder hacer, por sus diferentes altitudes y regiones, lo que otros países no pueden.

¿LA ‘COMODITIZACIÓN’ DEL ARÁNDANO?

El crecimiento de las exportaciones de arándanos en el Perú es impresionante, si consideramos que en el 2014 se exportaron 2,800 toneladas y en el 2017 la cifra llegó a las 48,000 toneladas. El presidente de dicha institución, Miguel Bentín acota que, desde el 2014 hasta el 2017, la progresión de crecimiento fue la siguiente, aproximadamente, redondeando: 2,800 toneladas, 12,000 toneladas, 27,000 toneladas y 48,000 toneladas. Y el gerente general, Sergio del Castillo, añade que “ahora nos vamos casi a las 70,000 toneladas. Para el 2020, llegaríamos a las 100,000 toneladas”.

Pero, ¿los precios se verán perjudicados? ¿Habrá una suerte de ‘comoditización’ del arándano en el Perú? Para Sergio, en todo crecimiento hay un reacomodo de actores. Son varios los países que están abasteciendo a mercados de Europa, EE UU y Asia, pero es verdad también que hay una demanda creciente. El gerente general advierte que los chinos han comenzado a comer mucho arándano y países productores, como EE UU y Canadá, están poniendo mucha fe en que el chino va a mantener ese entusiasmo y expectativa por este frutal. “Los chinos le dan mucha importancia a los beneficios para la salud que ofrece el arándano, como, por ejemplo su propiedad para mejorar la vista”, agrega.

Miguel, por su parte, recuerda que el 2017 ha sido el primer año en que Perú ingresó formalmente a China, y acota que el país asiático representa hoy el 10% del ‘pie’ de la distribución del mercado peruano. Cabe mencionar que China también es productor de arándanos, pero no representa un riesgo para el Perú, añade Miguel, porque “están en contraestación”, respecto al momento en que nosotros les exportamos.  Precisa: “Cuando hay producción y consumo doméstico en los mercados, está demostrado, se incrementa el consumo ‘per capita’ en el año; el producto importado lo que hace es darle continuidad en el anaquel al mismo producto; en realidad, lo que hace es hacer crecer el consumo”.

–¿Habrá una suerte de ‘comoditización’ del arándano en el Perú?

–MB: Ya sabemos, el crecimiento del Perú es exponencial, distinto a otros países donde se puede hablar de un crecimiento ‘maduro’, menor. La demanda crece más de lo que está creciendo el volumen de Perú; la tendencia del consumidor a comer cosas que son fáciles y con beneficios para la salud también; diría que esa es la tendencia más importante de consumo que hay hoy día. Por otro lado, es un asunto de percepción cuando se dice ‘Ah, cómo está creciendo el Perú a razón de 20 millones de kilos por año, entonces el arándano se está ‘comoditizando’. Pero no es así; hay que tener en cuenta que Chile produce, desde hace 10 años, 100 millones de kilos al año…

–SDC: Cabe subrayar que no solo el Perú está creciendo en arándanos; como dijimos, también está Sudáfrica; y Chile y Argentina no se están quedando con los brazos cruzados. Argentina ha salido bien herido de todo este desarrollo peruano…

–MB: Yo creo que nosotros tenemos más oportunidades que amenazas en el arándano como país productor. Efectivamente, Argentina fue durante muchos años el rey de la primicia de setiembre-octubre; o sea, en materia de precios, era una locura; 100% aéreo. Pero empezó Perú, con el 90% de las exportaciones por vía marítima; entonces, logísticamente, fuimos (y somos) más competitivos. Además, hubo otras coyunturas dentro de Argentina, básicamente asuntos políticos y de gobierno, asuntos regulatorios, una serie de locuras que tampoco les ayudó mucho. Hoy, Argentina está más estable, y veo que los argentinos están muy enfocados en desarrollar su negocio por la vía marítima; el no tener facilidades para hacerlo, para mí es su principal problema, pero ya hay empresas que están exportando el 50% de su fruta por vía marítima con éxito… Definitivamente, no tienen las mismas ventajas logísticas que tenemos nosotros por la ubicación geográfica. En todo caso, según mi percepción, puedo decir que Perú es más un problema para Chile que para Argentina. Porque la tendencia de Perú es tener campañas muy largas; si Perú alarga su temporada a nueve meses, sus envíos por semana serán más chicos que los chilenos… Lo cierto es que al final te empiezas a meter en otras ventanas porque no te queda otra, y terminas dominando, como sucedió con el espárrago.

–SDC: Y el cliente obviamente preferirá al productor que le entregue fruta por más tiempo. Pero aún hay mucho por hacer en el sector; nosotros en el Perú todavía estamos en proceso de optimizar mano de obra; acabamos de estar en California, en una misión relacionada a los cítricos, y hemos aprendido respecto a los jornales en relación a la cosecha, de la velocidad de cosecha; ahí nos llevan el triple en productividad de cosecha.

–MB: Ese es un buen ejemplo para hablar de competitividad. Nosotros tenemos una desventaja, y tiene que ver con el hecho de que debemos implementar un montón de cosas para poder llevar el producto al mercado en una determinada condición. Y eso implica una alta inversión en las empresas, en los packings, también en los servicios logísticos tienen que acompañar este crecimiento. ¿Qué es lo que se necesitará? Más infraestructura para darle servicio a ese volumen adicional; hoy día suceden estos cuellos de botella porque se requiere inversión tanto en infraestructura, como en servicios.

COSTOS POR HA: ENTRE US$45,000 Y US$60,000

Los costos por hectárea en relación a la inversión en el sector arandanero, fluctúan entre los US$45,000 y los US$60,000. Esto es lo que señala Miguel Bentín. Pero, ¿cómo será el modelo de negocio para los medianos y pequeños? Bentín asegura que aun no existe este modelo en el negocio de los arándanos, “no estamos en esa etapa, pero se requiere que pueda decantar mejor el ‘know how’ hacia terceros”.

“Además, tú no puedes ir donde un agricultor y decirle que se plante 10 ha de arándanos porque le va a costar US$500,000, y si no tienes una solidez… Es un tema de responsabilidad… Estamos en una etapa de la industria del arándano en el Perú, donde es evidente que hemos sido exitosos, pero es una etapa de maduración; el manejo no es homogéneo, no se ha encontrado todavía una transversalidad en el manejo técnico del arándano porque varía mucho de zona en zona, de fundo en fundo, inclusive, con buenos resultados, todos, o muchos al menos; sucede lo mismo en las estrategias de plantaciones, hay gente que prefiere en maceta, otros en suelo, todavía está cuajando”, explica el presidente de Proarándanos.

Lo último que se ha sembrado de arándanos en Perú es en Olmos. En Ica, existen arándanos desde que se empezó a trabajar con este cultivo en el Perú. Es un hecho que hay más dificultades para encontrar condiciones idóneas o manejables para arándanos en el sur que en el norte. Para empezar en el sur, no hay grandes proyectos de irrigación superficial, y ese es un factor importante que tiene que ver con la consistencia del tipo de agua. “En el sur tenemos problemas de calidad del agua, básicamente, y de suelos”, precisa Miguel.

EL FACTOR ACIDEZ DESAPARECERÍA

El hecho de que se haya abierto el mercado chino para el arándano peruano, es de suma importancia para la industria de este cultivo en el Perú. Miguel detalla que lo que principalmente dan como ‘feedback’ los recibidores en general, en China, es la buena vida poscosecha de la fruta peruana, pues viaja y llega bien. “Hay muchas ventajas que tenemos que son gratis; y esa considero que es una de ellas”, dice Bentín, para luego mencionar que, salvo El Niño que viene cada cierta cantidad de años, en Perú no tenemos factores climáticos disruptivos de la producción. “El consumidor chino valora mucho el tamaño, el calibre; y la fruta peruana en promedio es muy grande… El factor sabor, el hecho de que se le suela atribuir cierta acidez a la fruta peruana, es un tema siempre presente en el mercado pero, y esta es mi percepción, es un factor que está destinado a desaparecer, no solo por un tema varietal, sino también de manejo”, asegura el presidente de Proarándanos.