Variedades de arándano para una industria ya madura
Según el asesor, la del arándano en Chile es una industria madura, pues ya no es un negocio de demanda, sino que un negocio de oferta. Por esto, hoy es clave filtrar variedades, por zona productiva, para lograr calidad y llegar bien a los mercados. Además, toda la cadena exportadora requiere incorporar tecnología y tiene que ser muy bien manejada hasta los mercados. Sebastián Ochoa, quien dará una charla en la Conferencia Redagrícola de Santiago 2019, es asesor y consultor de empresas productoras y exportadoras de arándano en Chile, Perú, Colombia, México, EEUU, Zimbabue, Zambia, Sudáfrica, Marruecos, Portugal, España, China, Nueva Zelanda y Australia; por lo que conoce muy bien la oferta varietal global.
En el caso del arándano -a diferencia de un ejemplo clásico como sería la uva de mesa-, la fruta de las diferentes variedades no presenta grandes diferencias de color, sabor o forma de las bayas. Las características de calidad son prácticamente transversales a la fruta de todas las variedades. En el caso de una teórica variedad ideal, estas características de calidad corresponden a fruta lo más firme posible, ojalá crocante, de calibre grande y dulce. “Hay muy pocas variedades que logran ese crunch o crocancia que tiene una buena uva de mesa o una buena cereza. Además, el óptimo es que el mayor porcentaje de la fruta producida sea grande, de un calibre -para el caso del mercado asiático, por ejemplo- por sobre 16 o 18 milímetros. Por otro lado, debe tener la mayor cantidad de Bloom posible (cobertura cerosa), que así mismo es un importante atributo de calidad. Pero, además hay que agregar que es deseable que la inserción del pedúnculo sea cerrada, en circunstancia que hay variedades que tienen la inserción abierta; esto para evitar que ingresan patógenos tales como Botrytis, Penicillium o Alternaria”, explica el experto en arándanos, Sebastián Ochoa. A estas características de la baya, en el caso de fruta que se exporta desde Chile, se debe agregar otro aspecto clave, como es lograr una larga vida de poscosecha.
Sin embargo, aun consiguiendo esas cualidades de la fruta que con éxito o no buscan lograr todos los productores en cada una de las zonas arandaneras, todavía falta incorporar a la matriz las condiciones agronómicas de cada variedad y su comportamiento en el huerto. Comportamiento que dependerá de las circunstancias de clima, suelo y manejo de cada unidad productiva. En ese sentido, la variedad ideal tiene que ser de alto rendimiento, precoz, se debe adaptar bien al clima donde se la está produciendo.
En el arándano (o blueberry) existen dos especies principales que se cultivan para fresco, una es Vaccinium corymbosum y otra Vaccinium ashei. Esta última es la conocida como el ojo de conejo o rabbiteye. “La fruta de las ojo de conejo es de epidermis más gruesa y presenta semillas, lo que la está dejando fuera de mercado, por no ser muy palatable. Después, las variedades derivadas de V. corymbosum o arándano alto (highbush), pueden ser V. corymbosum puro o pueden presentar cruces con Vaccinium australe, que es el northern highbush, las que corresponden a variedades de medio a alto requerimiento de frío, sobre 800 horas frío”, simplifica Ochoa.
El arándano alto representa por lejos el mayor porcentaje de las variedades cultivadas. En lo referente a requerimientos térmicos, las variedades de arándano alto se dividen en variedades ideales para zonas de menor requerimiento de frío a cero frío, las southern highbush, y las de mayores requerimientos térmicos en el receso invernal, como son las northern highbush. Las variedades southern highbush han sido desarrolladas a partir de hibridación interespecífica entre arándano alto (V. corymbosum) y una especie nativa del sur de Norteamérica, un arándano siempre verde (Vaccinium darrowii).
VARIEDADES POR ZONA GEOGRÁFICA EN CHILE
Para Sebastián Ochoa, el límite norte en Chile para las variedades northern highbush, de más de 800 horas de frío, se encuentra entre algunas zonas cordilleranas de la región de O’Higgins y la región del Maule. “Después, hacia la costa o hacia el norte de la región de O’Higgins, tienes como alternativas las variedades provenientes de cruces de V. corymbosum con V. darrowii. Esta última es una especie nativa de Florida, sur de Estados Unidos. Gracias a esos cruces, liderados inicialmente por la Universidad de Florida, se logró bajar el requerimiento de horas frío de las variedades resultantes, inclusive llevándolo a cero”, señala el asesor. Esto último posibilitó desarrollar el cultivo, incluso de manera explosiva, en zonas antes impensadas, como son –por ejemplo- las áreas del desierto costero de todo Perú.
-Si todos los programas de mejoramiento trabajan, en lo fundamental, con la misma genética, ¿cómo se obtienen tantas variedades de tan diferentes características?
-Porque son cruces de V. corymbosum con distintas especies de Vaccinium, con V. ashei y V. australe, en distintos porcentajes de uno u otro. Inclusive hay arándanos altos, variedades con alto requerimiento frío, que ahora provienen de cruces de V. corymbosum con V. darrowii. Existe una serie de ‘mezclas’. Un ejemplo son algunas nuevas variedades que sacó Fall Creek, como Cargo o Top Shelf, que son de alto requerimiento frío, pero que tienen contribución de southern highbush, de bajo requerimiento de frío, esto buscando mejorar características relativas a la calidad de la fruta. Entonces, tenemos muchas alternativas de variedades, que debemos compatibilizar con las condiciones climáticas y comerciales de las diferentes zonas productivas. En la zona norte de Chile queremos variedades que se cosechen temprano, entonces son variedades tempranas en base a cruces de V. corymbosum con V. darrowii, que es el arándano alto del sur, con lo que se logra variedades de bajo o cero requerimiento de frío, como Ventura y Biloxi, de gran desarrollo en Perú. Para la zona norte tenemos cultivares de la Universidad de Florida, por ejemplo Emerald y Farthing (Sunnyridge), variedades que se utilizan en el centro norte de Chile y que también se utilizan en Perú. En paralelo están los programas privados o Club, entre otros de Driscoll, Atlantic Blue, incluso programas australianos como Mountain Blue (Eureka) u OZblu. Las variedades de esos programas funcionan muy bien en todas las zonas productivas en las cuales se pueda obtener fruta temprana, como en el norte de Chile, en Perú, en Sudáfrica, en México, en el sur de China, básicamente funcionan bien en zonas ecuatoriales y permiten cosechar temprano en la temporada.
-¿Y para la zona desde la región de O’Higgins al sur?
-De la región de O’Higgins hacia el sur empiezan las variedades de medio a alto requerimiento de frío. Para esta zona hay alternativas abiertas o libres como Duke, que si bien es una variedad antigua, se sigue utilizando con excelentes resultados; y está Legacy, que corresponde a un cruce. Por ejemplo, Legacy se planta hasta la región de los Lagos, pero allá no bota la hoja. ¿Por qué no bota la hoja?, porque tiene un cruce con V. darrowii, que es una especie siempre verde del sur de Norteamérica. Entonces, los productores deben ir jugando con la genética en función de las fechas de cosecha y en función a que la variedad se ajuste a la zona de producción.
-En uva de mesa, por ejemplo, las variedades tempranas suelen ser menos productivas y además suelen presentar diferentes problemas de calidad o condición, ¿ocurre lo mismo en el arándano?
-Diría que en el arándano es al revés. O sea, por ejemplo, los programas de variedades tempranas, especialmente algunas Club como las de Mountain Blue (Eureka), de Atlantic Blue o de Driscoll, con su programa de variedades tempranas australianas, pero principalmente OZblu, tienen variedades de fruta muy grande, crocante y de buena calidad, no así la mayoría de los programas tardíos. O sea, si yo comparo la fruta de un programa tardío o de media estación versus la fruta de un programa temprano, la calidad de la fruta temprana es mucho mejor.
-¿Hay diferencia entre una variedad antigua buena y una variedad moderna buena? O sea, ¿siempre una variedad nueva va a ser preferible a una antigua?
-Hay variedades de larga data que se han mantenido, como Duke. Duke es una variedad que requiere entre 600 a 800 horas de frío, que se sigue plantando. Se cataloga como semitemprana, lo que significa que está entre una temprana y una de media estación. Se planta entre la región de O’Higgins y la de Los Lagos, y es ‘la’ variedad de diciembre. Es una muy buena variedad y es antigua. De modo que hay variedades nuevas que logran la calidad de fruta de Duke o incluso mejor, pero que no salen en esa fecha. Entonces, ahí es determinante la fecha. Legacy, otro ejemplo, es una variedad antigua que sigue gustando mucho al mercado asiático. Les encanta.
NÚMERO DE VARIEDADES POR UNIDAD PRODUCTIVA
-En una superficie básica rentable de arándano, la que imagino cambia de acuerdo a la zona, ¿cuántas variedades se necesita para lograr, por ejemplo, tres meses de cosecha? Un parámetro importante cuando se quiere disponer de mano de obra.
-Eso depende, en la región de Los Lagos se puede partir cosechando alrededor del 20 de diciembre y terminar en marzo, si se quiere. Pero en este momento yo no recomendaría plantar algo que salga en marzo, porque entra el hemisferio norte con sus zonas tempranas. Entra México, Marruecos, Huelva (España), entra Florida y California (EEUU), y el sur de China, el cual será un actor importante en unos años debido a los proyectos que se están montando. Puedes hacerlo, pero la decisión depende netamente del enfoque de tu negocio. Y en febrero la disponibilidad de mano de obra es también crítica en esa zona. Entonces, la respuesta depende mucho de la situación de tu negocio. Por supuesto que incide la mano de obra, pero depende de la calidad de tu fruta, de qué competencia se enfrenta, etc. Es muy relativo. En la zona centro, en algunas áreas podría cosechar temprano y podría llegar hasta diciembre e inclusive enero con algunas variedades. Pero no me conviene, me conviene enfocarme solo en variedades tempranas. Me conviene sacar la fruta lo más temprano y ojalá estar fuera del mercado lo antes posible. Esto en consideración al precio.
-O sea, cuando se apunta al mejor precio, de una posible ventana, ¿los problemas de mano de obra se solucionan con el dinero de los mayores retornos?
-Por supuesto. De hecho, tú ves los precios que se paga por kilo en Ovalle o los que se paga por kilo en Quillota, y son muy distintos a los que se pagan por kilo en la región del Maule. O sea, estamos hablando de cerca de 800 pesos el kilo en las primeras, contra 300 o inclusive 250 pesos por kilo en las regiones del Maule o Ñuble. Es así que dependerá de la zona y de la curva de precios en que se está, porque en arándano tienes precios muy altos al inicio de la temporada, lo que justifica sacar fruta en esa fecha. Es por eso que los peruanos presionan con más fruta en ese período. Si comparamos la fruta de Chile en general con la fruta de Perú en general, tenemos la ventaja de contar con delta térmico (diferencia de temperatura día noche), por lo que la fruta es de mejor sabor. En Perú la fruta es ácida, particularmente la de inicio de temporada es muy ácida.
-¿Esto ocurre aunque se trate de fruta de la misma variedad?
-Aunque corresponda a fruta de la misma variedad. A la peruana le cuesta lograr buen sabor. Entonces, no es competencia para una fruta de Chile cuando esta es dulce y bien terminada, pero fruta que no haya tenido problemas climáticos, para que llegue bien. Ahí está la ‘pega’ que se hace con las coberturas, en la postcosecha, los manejos de precosecha, etc. Por ejemplo, tengo un productor que saca variedades Club tempranas acá en Chile y cuando al principio de la temporada chilena la fruta peruana se estaba vendiendo a entre 80, 120, este productor vendió a 240 Renminbi (en China).
-En Perú hay campos gigantescos que exportan directo y en ocasiones en base solo a una o dos variedades; Biloxi y Ventura, por ejemplo. Allá nos han dicho que una debilidad de Chile es el ‘acopio’. Es decir, que las exportadoras reciben diferentes variedades, provenientes de diferentes productores. ¿No convendría simplificar o filtrar la matriz de variedades con el fin de homogenizar el producto?
-Exactamente. Ese es un trabajo que hay que hacer. En Chile hay exportadoras a las que llamo ‘exportadoras boutique’. En general son exportadoras pequeñas que manejan todo su producto, que invierten fuerte en frío y hacen bien la ‘pega’. Donde entras al packing y es el fantasilandia de los packings. Invierten en tecnología y logran sacar un producto consistente, uniforme y que llega bien a destino. En cambio hay otras exportadoras que le compran a Pedro, Juan y Diego, por lo que colapsan y tienen la fruta a la intemperie… Eso pasa. Así mismo, hay recibidores que ya no aceptan ciertas variedades y hay ‘exportadoras boutique’ que ya no compran ciertas variedades. Tengo clientes que no compran más O’Neal, por ejemplo. O que no compran más Brigitta, que es una variedad que está en una importante superficie. No la compran porque no es consistente a la llegada.
-O sea, que de una forma u otra sí se está filtrando.
-Se está filtrando. Este es un negocio que tiende a ser como el de la uva de mesa. Es un negocio que maduró, es un negocio que ya no es un negocio de demanda, ahora es un negocio de oferta. Entonces, hay que empezar a limpiar variedades porque hay que tener calidad y tienes que llegar bien, la cadena tiene que ser muy bien manejada. En paralelo hay que tener adecuada capacidad de frío, buena tecnología, una buena planta de proceso, una buena máquina. Porque todavía te encuentras con cosechas de arándanos donde las señoras están embalando fruta debajo de un galpón de lata y con las cajas debajo de un sauce. Eso, en este negocio, ya pasó.
-¿En el proceso de filtrado caen solo variedades antiguas o también variedades nuevas?
-También caen variedades nuevas. Por ejemplo, la variedad tardía por excelencia, en el mundo, era la Elliot. Una variedad que en el sur sale en febrero o marzo. Y cuando todavía era muy buen negocio tardío, llegó la variedad Aurora, de la Universidad de Michigan, la que funciona bien en Estados Unidos. Acá se plantó y la fruta no maduró. Se quedaba la mitad de la fruta verde. Al igual que la variedad Ochlockonee que ha sido un fracaso y otras variedades nuevas que se han plantado y que no han tenido resultados consistentes. Lo que se plantó de Aurora y Ochlockonee ahora se está arrancando o se está injertando, que es una nueva técnica que se está utilizando para cambiar variedades. Se injerta en los brotes y funciona muy bien. Se ahorra dos o tres años y la inversión de arrancar y plantar. Injertar una planta cuesta cerca de 900 pesos.
-¿Qué tan importante es la poscosecha de la fruta entre los objetivos de los programas de los obtentores?
-En algunos programas, particularmente de EEUU, la poscosecha no era importante porque la fruta se la comen allá mismo. Lo he visto en algunos programas genéticos de Estados Unidos, pero que ahora se están preocupando más. Antes, por ejemplo, Florida se preocupaba mucho de la cosecha mecanizada y del rendimiento, pero no de que la fruta viaje. También hay otras, incluso de EEUU, que han mantenido siempre un enfoque de vender genética para el mundo, por lo que sí se enfocan en el viaje. Por su parte, los programas privados que están en distintas partes del mundo, sí se enfocan en la postcosecha. Yo diría que ahora, como el arándano es global, todos los programas genéticos se enfocan en la postcosecha.
TRES VARIEDADES PARA DILUIR RIESGO PRODUCTIVO
-En resumen, ¿tres variedades en un campo sería un número razonable, en las condiciones chilenas, para disminuir riesgo y en algunas zonas para escalar cosecha?
-Exactamente, es razonable en consideración a la diversificación. Por ejemplo, si estás colocando variedades nuevas, colocar una sola es más riesgoso. Además, con más de una, se puede tener un efecto de polinización cruzada, por lo que si puedo poner dos variedades, es mejor poner dos para estar seguro. Pese a que el arándano es auto fértil, hay estudios que muestran efectos positivos de la polinización cruzada, aunque no es constante en los años. En lo concreto, si consideramos de la región del Maule al sur, lo natural sería trabajar con tres variedades. Con Duke, que es la variedad estrella estándar más temprana que hay; después puedes incorporar Legacy, Draper o Blue Ribbon (Fall Creek), que son variedades de media estación, hasta llegar Cargo, por ejemplo, que es una variedad semitardía. De ese modo ya tienes tu escala de variedades, de lo más temprano a media estación, hasta semitardía. Pero con tres variedades es suficiente. Más es buscar complicaciones. Sin embargo, si hablamos de variedades tempranas en zonas tempranas, pueden ser todas lo más tempranas posible.