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Como alternativa rentable

El sur en busca de su propia identidad frutera

La mayoría de quienes se incorporan a la fruticultura de la Araucanía al sur son productores que han tenido un viraje desde la agricultura tradicional -trigo y otros cereales, ganadería y lechería- a la producción de fruta. Los frutales entran como una alternativa más rentable para el uso del suelo en relación a las actividades tradicionales. Pero también están los empresarios que, pudiendo hacerlo en otras regiones, buscan invertir en zonas que consideran de alto potencial para el negocio de la fruta. Por cualquiera de dichas razones, hoy se está plantando una gran cantidad de superficie con arándano, cerezo, nogal y avellano europeo e incluso manzano. Considerando también que 'gracias' al cambio climático las condiciones adecuadas para la fruticultura se están corriendo hacia el sur.

05 de Abril 2017 Equipo Redagrícola

Es así que en el sur se consignan dos tipos de productores. “Uno es el agricultor tradicional, que siempre ha sembrado o se ha dedicado a lechería o engorda, aunque en el caso del lechero mantiene la lechería pese a todo y ha complementado esa actividad con algún frutal. En esos casos -en general- se prefiere el avellano porque es un frutal más fácil de manejar y menos intensivo en mano de obra. Por otro lado está el empresario agrícola que invierte en un cultivo según criterios estrictamente comerciales. Por ejemplo, yo no soy agricultor sino que soy empresario agrícola”, señala Juan Guillermo Valenzuela, quien produce arándano orgánico en más de 22 ha en la zona de Malalhue, norte de la región de Los Ríos, y está plantando otras 20 ha, también de manejo orgánico.

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El especialista de INIA en avellano europeo Miguel Ellena, explica sobre la relación de los agricultores tradicionales con el avellano: “Es una alternativa altamente rentable respecto de cultivos tradicionales, la ganadería y la lechería. Actividad, esta última, que está desapareciendo de la Araucanía, concentrándose más al sur. Es una muy buena alternativa para los agricultores extensivos ya que es más fácil adaptarse a este cultivo que, por ejemplo, al cerezo o al arándano. El avellano se parece a un cultivo extensivo porque la mano de obra que requiere es muy poca ya que se puede mecanizar casi en un 100%, tanto la poda como la cosecha”.

En el caso de quienes son más empresarios y menos tradicionales, las consideraciones sobre qué plantar son diferentes. “Además de ser un boom, el negocio del cerezo funciona con menos hectáreas y menos inversión por hectárea. La inversión por hectárea es el doble en manzano que en cerezo. En cerezo US$20.000 a 25.000 -sin techo- y en manzano US$50.000/ha. Sin embargo, me parece que en la zona de Angol se ha plantado de ambos frutales en la misma proporción. Siendo mucho mayor el número de productores de cerezo por las menores superficies. En el caso del manzano existen compañías grandes entrando al negocio, tanto chilenas como extranjeras, y con inversionistas que tienen o no tienen inversiones previas en el sector agrícola”, explica el ingeniero agrónomo Álvaro Rojas, encargado del vivero Buenos Aires de Angol, el principal vivero ‘manzanero’ de Chile.

MENOR DISPONIBILIDAD DE MANO DE OBRA QUE EN MAULE Y BIOBIO PERO POR FALTA GESTIÓN

Manzano, cerezo y arándano son tres frutales intensivos en mano de obra. “El cerezo no le disputa la mano de obra al manzano porque el primero la demanda en diciembre y enero en tanto que el raleo del manzano es en noviembre y la cosecha desde febrero. Pero el arándano sí compite con el manzano en febrero. En general para raleo y para cosecha de manzano tenemos que traer gente de al menos 60 km a la redonda”, apunta Rojas.
“Conversando con productores de la zona centro con que he compartido en seminarios sobre arándano, me encontré con que el costo que pagamos acá en el sur por las labores es casi el mismo que en la zona centro”, afirma Valenzuela, arandanero de la región de los Ríos. “En la zona (Angol) ha ido subiendo mucho la mano de obra. Nuestro costo de jornal en la actualidad es de mínimo US$40. Casi igual a la zona centro. Puede ser un poco menos pero la tendencia es a que la brecha va desapareciendo”, dice por su parte Rojas.

Pero una cosa es pagar caro y otra no disponer de, por ejemplo, cosecheros. “En la zona sur generalmente llueve durante la cosecha del arándano y esta es una zona en que se tiene bastantes problemas para conseguir mano de obra. A diferencia de lo que pasa en el Maule o en Biobio, donde aun no es un gran problema, de la Araucanía al sur se enfrentan problemas de mano de obra”, señala Paulina Navarro, sub gerente de producción de la Zona Sur de SB Berries, advirtiendo que esa combinación atenta contra la calidad del arándano sureño.

Sin embargo, hay quienes piensan que la falta de manos de obra en el sur es un mito y que en realidad es un problema de gestión. “Traemos personal de Rancagua a Angol desde hace 10 años. Hoy ya son 250 personas a las que alojo en pensiones. Al principio no existía el servicio de alojamiento pero ahora existe porque hemos ido creando el negocio y ayudando a financiar las inversiones en esas pensiones.  Creo que esta zona (Angol) tiene potencial pero que nos falta gestión e ingenio para encontrar soluciones que no significan una gran inversión pero que traen grandes beneficios. Para qué desgastarse con la mano de obra si la gente está en el norte pero hay que gestionarla”, manifiesta Ricardo Aguilera, quien produce cerezo en 215 ha en Angol, de las que 110 ha están plantadas con una sola variedad.

“Traer gente no es una práctica que esté establecida en el sur. En el norte se mueven en cuadrillas y está la figura del contratista, la que aquí todavía no existe. Entonces, claro, se puede hacer una mejor gestión y la verdad es que estamos dependiendo mucho de la oferta de mano de obra local. Todo eso realmente está en pañales “, reconoce Paulina Navarro.

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EL ENFOQUE DEL CERECERO SUREÑO

Como es sabido, el Año nuevo chino se puede mover en el calendario entre dos y tres semanas por lo que algunos años las cerezas del sur llegan de manera ‘natural’ a esa fecha pero muchos otros años se quedan fuera del codiciado evento. Cosa que en menor medida también le pasa a los productores de la zona central. “En la práctica es algo que no se puede controlar por que las técnicas para manejar las fechas de cosecha lo único que hacen es echar a perder el producto. Creo que nuestro enfoque como cereceros sureños debe considerar que no tiene sentido producir cereza en un período en que hay mucha fruta y en que hay una enorme competencia por mano de obra, por packing y otros servicios e incluso por mercado. Nosotros tenemos que orientar el producto a la época en que la zona central está en baja y van quedando desocupados los packing, los frigoríficos, la mano de obra, etc.; y en vez de abastecer China dos meses la abastecemos tres meses. El negocio debe seguir la lógica de alargar la temporada de la cereza chilena. Sin necesidad de ir a agarrarnos a codazos con los productores de la zona central, que además tienen mucho más volumen. Para eso necesitas clima y elegir las variedades correctas, que en nuestro caso son las más tardías. Entonces, de Angol hacia el sur podemos decir que somos productores de enero”, determina Ricardo Aguilera.

EL BOOM DEL AVELLANO EUROPEO

Para Miguel Ellena el sur de Chile presenta muchos beneficios para el cultivo del avellano europeo. “Si bien el clima de la zona central presenta ciertas ventajas, también hay aspectos que le juegan en contra, como es lo referente al suelo. En la zona central, donde se han plantado los avellanos, por ejemplo en Camarico, los suelos son pésimos y de poca profundidad. En cambio nosotros tenemos suelos trumao, profundos, donde la planta puede desarrollarse muy bien y expresar su potencial “, explica el investigador de INIA. El experto señala que el año pasado, de buenas condiciones climáticas en la zona sur, se cosecharon sobre 3.000 kg/ha, rendimiento que afirma, son de los mejores a nivel mundial. Pero además, los precios obtenidos los últimos 3 a 4 años han sido excepcionales. Ellena calcula que se están plantando entre 2.500 y 3.000 ha de avellano europeo al año y un porcentaje importante de esas plantaciones corresponde a la zona sur.

EL PEAK DEL ARÁNDANO SE MUEVE A ENERO EN TANTO QUE EL ARÁNDANO ORGÁNICO SE RADICA EN EL SUR

“El gran incremento de los volúmenes de arándano que se ha dado las últimas dos o tres temporadas se debe completamente a la entrada en producción o plena producción de los campos de la región de la Araucanía hacia el sur. Cuando se observa las estadísticas se aprecia que antes teníamos un peak muy marcado en diciembre. Hoy el nivel de diciembre se mantiene pero es mucho más incidente el peak de enero”, explica Paulina Navarro.

Pero además, según Navarro, “desde que se definieron las áreas de control obligatorio de Lobesia botrana de la región del Biobio al norte, se ha producido una baja importante en la exportación de arándano orgánico a EEUU, con un aumento significativo en relación al valor de la fruta antes de Lobesia. Es así que hay un gran interés de los productores de arándanos de las regiones de la Araucanía al sur para entrar a la agricultura orgánica. En términos de retorno es súper atractivo hoy día el segmento orgánico en relación a lo que era antes de Lobesia, ya que en principio los mayores volúmenes de fruta orgánica venían de las regiones del Maule y del Biobio”.

NOGALES EN EL SUR: COLOR, FRUCTIFICACIÓN Y MODERADO ESTRÉS TÉRMICO EN PRIMAVERA

El cultivo del nogal en el sur, como en el caso del avellano europeo, también resulta muy atractivo para quienes quieren moverse desde sistemas tradicionales a alternativas de mayor rentabilidad, sin tener que enfrentar el desafío de una mano de obra intensiva. Asimismo, las empresas de más al norte buscan escaparse de la declinante oferta de agua y de paso obtener un producto de gran calidad. Sin embargo, se enfrenta el reto de la peste negra y las lluvias que amenazan la cosecha.

“Aun cuando la zona sur se encuentra en un umbral en que la producción de nueces presenta dificultades o tiene un costo adicional, al mismo tiempo ofrece ventajas muy altas respecto de la zona central: suelos más livianos, calidades de agua espectaculares, disponibilidad hídrica, y, sobre todo, excelente color de las nueces”. Es la opinión de Matías Boris, quien por su cargo de gerente técnico de la línea de nueces de la exportadora Huertos del Valle, recorre prácticamente toda la geografía nogalera de Chile. El ingeniero agrónomo confirma la calidad del color de la nuez sureña, la que alcanza a la de las nueces de la zona costera o una nuez bien trabajada en la zona centro. Pero además destaca la fructificación, ya que de Chillán al sur la tendencia es a tener de 3 a 7 frutos por dardo, lo que asocia al bajo estrés térmico en primavera.

LA NECESIDAD DE INCORPORAR TECNOLOGÍA Y LA GENÉTICA ADECUADA

En el sur hay variedades de arándano que son susceptibles a la radiación solar, lo que se puede manejar con mallas. Eso o los techos tipo cerezo que permiten cosechar con lluvia son elementos que pueden hacer la diferencia en el mediano plazo. “El futuro está en la renovación. Hoy la hectárea debe incorporar más tecnología. Nuevas variedades, mayores densidades de plantación y si es necesario, protección ante las inclemencias del tiempo. Si se hace lo que se debe el mercado va a estar y los precios van a estar”, afirma Paulina Navarro.

En el caso del cerezo la recomendación para el sur es concentrarse en variedades tardías resistentes a la lluvia y la incorporación de techos cuando sea necesario por clima o susceptibilidad varietal. Sin embargo, la inversión en sistemas de control de heladas parece inevitable. En manzano se postula la renovación de huertos en base a clones mejorados y al uso de portainjertos enanizantes para estructurar los huertos en alta densidad (hasta 4.000 pl/ha), como estrategia para mejorar los decaídos números del negocio. En avellano europeo se están haciendo selecciones clonales para abrir el abanico varietal y buscando portainjertos enanizantes para aumentar la densidad de los huertos e incrementar la precocidad.

En los siguientes artículos de este especial sobre fruticultura en el sur de Chile profundizaremos en todo lo aquí se ha esbozado.

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