Son mas de 40 años liderando desde Italia la industria de la fabricación y distribución de polietilenos exclusivamente diseñados para la agricultura. Las soluciones de Serroplast, que han sido exitosas para diversos frutales, han tenido un impacto especialmente importante en los huertos de uva de mesa de Sudamérica. Concretamente en Perú, ya hay 1.500 ha techadas desde que comenzó a incursionar con sus productos en Ica en 2003 y en Piura a partir de 2019.

“Una de las fortalezas de Serroplast es que no es solo un fabricante de coberturas plásticas, sino que también es productor de soluciones para la fruticultura protegida. Eso permite, de alguna manera, ir desarrollando productos a la medida y en este mismo sentido es que nos hay distribuidores, solo filiales que mantengan esta filosofia”, comenta Manuel José Arriagada, CEO de Pura Fruit y Director de Serroplast para América Latina.

Durante el último tiempo, el uso de coberturas para frutales ha crecido en Chile y Perú como una herramienta para potenciar la producción de la uva de mesa, especialmente en contextos desafiantes como el que actualmente enfrentan dichos mercados.

“La industria en general y Chile en particular, está pasando por un momento complejo, donde las consecuencias del problema logístico han llevado a muchos productores a obtener ingresos bastante menores a los proyectados con las consecuencias que todos conocemos. Seguro hay que buscar un nuevo equilibrio basado en un negocio donde los pilares serán la producción de variedades altamente productivas y demandadas por los consumidores por su calidad y consistencia permanente. Las ventanas comerciales deben considerarse un plus, pero no la razón para armar mi negocio en esa ventana”, sostiene Arriagada.

PERÚ CRECE EN LAS SEMANAS EN LAS QUE ESTÁ CHILE

“La producción de Perú tiene ventajas por su clima que permiten, de la mano de la cobertura y técnicas de producción avanzada, ir produciendo fruta en muchas semanas del año., lo que impulsa los precios a la baja para otros sectores. Chile, lo que impulsa los precios a la baja. Chile, entonces, necesita de tiempo y recursos para reconvertir variedades tradicionales a las patentadas, que son más valoradas por los mercados de destino”, explica.

-¿A qué se debe el alza sostenida en las inversiones en uva de mesa en Perú?

-Perú ha sabido desacoplar el desarrollo económico y las inversiones en agricultura de los ciclos políticos. Además, es un país con mucho suelo, encabezado por Ica y Piura en uva de mesa, y con un buen balance hídrico, lo que le permite seguir creciendo por un tiempo a un ritmo de dos dígitos en esta área. Las variedades de uva patentadas pareciera que tienen una mejor adaptación al clima tropical que otros y con rápidos flujos de producción. En 14 a 16 meses se puede obtener una primera cosecha con un alto potencial productivo. Además, al contar con grandes productores, ha tenido la capacidad financiera para llevar a cabo un recambio varietal de buena manera, rápido y con un sistema consistente y estable en el tiempo, lo que es bien percibido por los clientes.