Seguridad, escasez hídrica y tecnología, temas claves con los que Fruittrade 2024 reunirá a la fruticultura
El gremio abordará las principales preocupaciones de productores, exportadores y demás actores de la industria, en esta nueva edición de su evento anual que se realizará el próximo 23 y 24 de octubre en Espacio Riesco.
Una oportunidad para encontrarse y discutir los principales desafíos para la agricultura chilena es lo que pone en la mesa una nueva edición de Fruittrade, el evento anual que organiza Fedefruta y que en su edición 2024 tocará temas tan relevantes para el gremio -y para el país-, como la seguridad, la escasez hídrica, así como también tecnología y sustentabilidad.
“Nuestra intención es poder reunir a nuestra gente y poder contarle cuál ha sido el trabajo de Fedefruta este último año. Además, poder comunicarle que estamos optimistas con lo que se viene para fruticultura en Chile, aunque podríamos estar aún mucho más optimistas si es que podemos resolver algunos problemas estructurales que venimos arrastrando hace muchos años”, señala Víctor Catán, presidente de Fedefruta.
El líder gremial estará al frente de su primera Fruittrade, que este año se organizará en Espacio Riesco los días 23 y 24 de octubre.
Uno de los focos centrales estará puesto en unir a la industria en torno a políticas que promuevan la fruticultura. En ese sentido, señala que “no somos de los que decimos que no se ha hecho nada. Somos de los que decimos que aún hay cosas por hacer que pueden traer muchos cambios beneficiosos para la sociedad, para la comunidad y sobre todo para las comunidades rurales”.
-¿Cuáles serán los principales temas de la Fruittrade?
-Vamos a tocar distintos temas, como climáticos, tecnología, sobre todo tecnología, porque ocurre que a nivel predial, a nivel de productores medianos y pequeños, se invierte en tecnología, pero no está bien ocupada o queda botada por problemas tan sencillos como problemas de conectividad. Así que queremos hacernos cargo de eso. Queremos hacernos cargo de cómo regar mejor, cómo hacer conversar la tecnología con las prácticas diarias del campo, no tomar una decisión de riego porque la tengo en una planilla desde hace cinco o seis años que está establecida así, sino que por las condiciones del suelo, de humedad, y una serie de factores más que estando en una plataforma accesible, se puede mejorar mucho. También hoy día va a haber que apuntar al ahorro energético, con el alza de la electricidad, porque no da lo mismo tener andando los motores dos o tres horas más. Así que cualquier tipo de ahorro, en ese sentido, también es bienvenido.
-¿Qué estrategias tienen para trabajar y apoyar a los productores?
-Nosotros somos unos convencidos de que la única manera de subir a este carro de desarrollo a los medianos y pequeños productores es generando las condiciones para que pueda haber cierta asociatividad. Nos encontramos con una barrera que es de nuestra idiosincrasia, llamada desconfianza. No confiamos mucho en el de al lado, en el vecino. Pero estamos en condiciones de hacer una propuesta a nivel Corfo, a nivel BancoEstado, que el financiamiento para estos productores vaya condicionado a que sí existe realmente un grado de asociatividad, pero no la asociatividad dentro del predio de cada uno, sino que la parte administrativa, la parte de comprar insumos, de disponer de de apoyo técnico profesional. De repente estos productores van a negociar al banco y no tienen flujo, no tienen construida la información, por lo tanto no tienen la posibilidad de ir a negociar al banco, no tienen la posibilidad de hacer economías de escala en compra de producto, no tienen la capacidad de pagar entre todos un solo abogado para que analice un contrato con una exportadora. En los últimos días hemos visto la posible quiebra o problema de pago de una exportadora en la región de O’Higgins, donde hay más de 400 productores perjudicados, que son productores medianos a chicos, que en una situación como esta quedan absolutamente a la deriva, no solamente con el riesgo de perder su patrimonio, su campo, su sus plantaciones, sino que les hipoteca el resto de su vida. Entonces creemos importante que se puedan abordar estas cosas en conjunto. Y por otro lado, que tengan representatividad, que uno o la cabeza de ese grupo que esté presente en las tomas de decisiones, tan básicas como las decisiones comunales de su comuna, para por ejemplo empujar la instalación de una antena para tener conectividad, o agua potable, o la pavimentación de un camino, o la implementación de un espacio para que las madres temporeras puedan dejar a sus hijos, cosas tan básicas como esa.
-¿Qué tipo de público esperan recibir en esta nueva edición de Fruittrade?
-Nosotros siempre tratamos que en la Fruittrade estén todos los actores de la industria, desde el mundo exportador, los productores, los pequeños productores, las distintas reparticiones del Estado, encabezadas por el Ministerio de Agricultura, cuyo ministro esperamos que nos acompañe. Estamos también pidiendo al Ministerio de agricultura a ver si podemos hacer extensiva esta invitación al Presidente de la República. Creemos que el Presidente, de una u otra manera, ha ido entendiendo el verdadero rol que tiene no solamente la fruticultura, sino la agricultura en la sociedad chilena. Creemos importante también señalar que la presencia del Ministerio de Agricultura en el comité político de la Moneda debería estar presente. Nosotros estamos empujando esas cosas, no porque sea parte de nuestra injerencia del mundo productivo, sino porque hay temáticas que son anexas, que nos parece importante que estén presentes.
-¿La idea es que sea un encuentro donde converjan los diferentes rubros y actores asociados a la fruticultura?
-Recién hacía mención al tema de la comunidad de los pequeños agricultores. No hay que ser ciego para no ver lo que pasa en el mundo rural, cómo las generaciones nuevas prefieren migrar a las grandes ciudades y empezamos a despoblar zonas rurales, y eso tiene un costo geopolítico. Hay zonas de Chile que están muy alejadas, que la presencia de la agricultura hace que esa gente haga patria en esa zona. Segundo, el costo de trasladar a toda la gente a las grandes urbes también tiene un costo para el país que es caro. Yo le hacía mención el otro día a las autoridades que una línea del Metro costaba entre 5 mil y 6 mil millones de dólares. Bueno, eso es mucha plata. Y esto en relación con el costo de un embalse. Decía bueno, el embalse tarde o temprano se paga, es cosa de ver los embalses que se hicieron hace 40 o 50 años en la Región de Atacama se han pagado muchas veces y generan un polo de desarrollo. Entonces estamos empujando eso. También vemos que del mundo privado tienen que estar presente, por ejemplo, la banca que se interesa. Hemos tenido reuniones con el Banco Santander, con el Banco Chile, Banco Itaú, y tenemos pendiente una con el BancoEstado. Nos están pidiendo otras reuniones con otros bancos que quieren tener presencia, pero también necesitan saber cuál es nuestra realidad, hacia dónde estamos mirando, porque tienen un interés, y finalmente, toda la industria que está alrededor de la de la fruta, desde los insumos, desde el riego por goteo, desde las distribuidoras, es una instancia para juntarse, para vernos las caras, para también recoger ciertas inquietudes que tienen otros actores y nosotros poder canalizarlas. Tenemos esa capacidad, tenemos nuestra estructura, tenemos una expertise de poder canalizar estas cosas.
-¿Estas inquietudes de los diferentes grupos las han ido recogiendo en los diversos encuentros que están organizando en regiones?
-Nosotros tenemos definido nuestros encuentros regionales hace bastantes años, lo que hemos visto con sorpresa y que hemos recibido bien es que estos encuentros cada vez cuentan con mayor cantidad de gente, mayor interés, pero nos gustaría que pudieran pudieran llegar más agricultores pequeños, aunque lamentablemente a ellos les cuesta salir porque ellos son todo dentro de su predio, entonces les cuesta mucho dejar botada una actividad para ir a estos encuentros. Pero estamos contentos, porque en estos encuentros hemos visto problemas que son exactamente iguales desde la región de Coquimbo hasta la región de Biobío, e incluso nos podemos extender a la Araucanía y Los Lagos también. Y tenemos otros que son muy focalizados, como por ejemplo la realidad que tiene Coquimbo en problemas hídricos, tenemos una cuenca que depende de la cordillera, pero también tiene, según los estudios recientes, probabilidades de perforar napas porque son muy ricas, pero tenemos una institucionalidad que va muy lento para la necesidad. Entonces hemos perdido en esta región mucha presencia, mucha actividad, muchas hectáreas. Hay mucha gente que está con un nivel de deuda muy grande, y tenemos que hacernos cargo de eso. Y por otro lado, en el lado sur, por ejemplo, Ñuble ha crecido una enormidad en fruticultura. Vemos con buenos ojos que así sea y vemos aún mejores ojos que así va a seguir siendo.
-¿Cuál es el principal desafío o lo más urgente que tú ves para la fruticultura nacional en este momento?
-Diría que derribar ciertos obstáculos que hacen que la actividad no pueda tener el desarrollo que debiera tener. Y esos son problemas estructurales. El tema hídrico principalmente, el tema seguridad que es otro tema que me complica mucho. Hemos propuesto, junto con la SNA, algunas modificaciones de ley, como por ejemplo que los robos en bodegas y en instalaciones de riego sean catalogados o tipificados como infraestructura crítica. ¿Y por qué? Porque nos colgamos de la legislación que hoy se está discutiendo respecto al agua potable rural (APR), y nosotros producimos alimentos, entonces si estamos considerando el agua -que nos parece muy bien que se considere la infraestructura del agua como infraestructura crítica-, creemos que la infraestructura de los alimentos también debería considerarse crítica. Que se roben un transformador, un motor de una bomba de riego no solamente tiene el costo del motor, sino que tiene un costo mucho más amplio que el valor monetario, tiene el costo de oportunidad. Reponer un transformador puede demorar hasta 15 días, reponer un motor también y eso puede significar perder el año o perder la productividad de un año completo. Esperamos que nos vaya bien. Estamos recién iniciando ese trabajo, y vamos a apoyarlo a nivel parlamentario, ir a conversar con los con los parlamentarios, no solamente la Comisión de Agricultura, sino que las comisiones de de Seguridad, porque aunque son temas que para el mundo urbano pudieran ser muy lejanos, al final del día, cuando se sientan a almorzar o a comer en su casa, bueno, tiene que estar esa fruta, esa lechuga, ese tomate en la mesa.
-¿Qué valor le dan a la sustentabilidad también en este contexto?
-Me tocó durante mucho tiempo encabezar el Programa Estratégico Regional (PER) frutícola de la Región de Valparaíso, así que ahí aprendí mucho de sustentabilidad. Pero también aprendí que nosotros somos sustentables porque la actividad agrícola es una actividad permanente, que es amigable con el medio ambiente. Nosotros si hacemos una medición de huella de carbono, estamos a favor. Nuestras plantas capturan CO2 y lo transforman en oxígeno, pero creemos que también tenemos desafíos pendientes, como por ejemplo manejo de suelo, mantener suelos vivos, poder erradicar algunos productos que pudieran ser dañinos, temas culturales como por ejemplo eliminar algunas algunas prácticas. Hoy día, por ejemplo, está muy en boga el tema del chipeado de residuos de poda. Bueno, lo incorporamos, creemos que hay todo un mundo por delante que es súper beneficioso, pero no solamente beneficioso para el medio ambiente, para la sustentabilidad. También es beneficioso para el productor porque puede mejorar sus condiciones productivas. Nosotros además damos condiciones para que la flora y fauna mantenga los equilibrios. En muchos de los campos existen Quillayes, existen otras plantas que son hospederos de algunos insectos que son muy beneficiosos para la agricultura. Existe el control biológico que estamos apuntando hacia allá, así que hemos desarrollado mucho y tenemos mucho más aún por desarrollar. Y en ese sentido Fedefruta trabaja algunos programas, por ejemplo con la Universidad Católica Valparaíso, con Biocea en el control de plagas como la polilla de la uva (Lobesia botrana) con feromonas o con algunos insectos parasitarios. Así que hay todo un mundo ahí que nos estamos haciendo cargo y con el que hemos tenido muy buenos resultados.