Scirtothrips dorsalis, el invasor voraz que acecha al arándano
Daños más severos que los que comúnmente se asociaban a una especie de trips en particular, hicieron saltar todas las alarmas en los campos de berries de México. Tras un trabajo de taxonomía se determinó que una nueva especie, Scirtothrips dorsalis, conocido familiarmente como el ‘trips del chile’ se había instalado en huertos de arándanos y moras. Desde entonces, se ha trazado una estrategia basada en el manejo integrado de plagas para contrarrestar su dañinos ataques.
Scirtothrips dorsalis y Frankiniella occidentalis pueden ser palabras totalmente desconocidas para el común de los mortales, pero no para los productores de arándanos. A tal punto que la irrupción de S. dorsalis en 2019 en México, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los productores, sobre todo por los daños que causa y por su capacidad para transmitir enfermedades a los cultivos, además del arándano a la zarzamora. Según el ingeniero agrónomo y consultor internacional, Braulio Lemus, durante muchos años en México y en América Latina se consideró a F. occidentalis como la especie de trips más dañina para diversos cultivos hortofrutícolas, entre ellos, la baya de color azul. Sin embargo, en los últimos tres años junto con otros colegas observaron brotes de una plaga que provocaba daños no solo a la flor, sino a toda la planta. “Nos sorprendimos porque estábamos acostumbrados solo a ver Frankiniella que se presenta en la floración de diferentes cultivos. Pero empezamos a ver daños atípicos en berries, principalmente en moras y en arándanos”, recuerda.
Tras esa sorpresa en los huertos, se decidió hacer un trabajo taxonómico, que confirmó lo que se sospechaba: no se trataba de Frankiniella, si no de S. dorsalis, una plaga que a diferencia de Frankiniella, le gusta mucho alimentarse del tejido a través de sus estiletes succionadores, causando lesiones o cicatrices en tallos, hojas, flores y frutos, “dejando prácticamente toda la planta sometida a un daño severo”, advierte el especialista. Todos estos daños retrasarán el crecimiento y debilitarán a la planta, además de reducir su producción. ¿En qué medida pueden afectar los daños al cultivo? Según el experto, en los tejidos pueden ser del 100%.“El daño en la planta es total”, advierte. “Las hojas se doblan y se van desfoliando y a medida que este trips va comiendo, las va necrosando. No hay un buen crecimiento, no hay buena fructificación”, añade. En los frutos, los daños pueden llegar al 60% si es que no se maneja adecuadamente, dejando a esa fruta fuera del circuito comercial internacional.
TEMPERATURAS NO TAN EXTREMAS FAVORECEN AL SCIRTOTHRIPS
Si bien en México fue reportada hace cuatro años, el primer avistamiento en EE UU fue hace más de una década y, desde entonces, afecta a una serie de cultivos hortofrutícolas, principalmente en zonas del sur, donde hay un clima extremo, con inviernos muy fríos y primaveras muy cálidas. La mayor repercusión de esta plaga en México se dio debido a condiciones climáticas en las zonas de cultivo de berries son las propicias para la aparición de estos insectos plagas. Así, por ejemplo, el clima de Michoacán y Jalisco es perfecto para su proliferación, donde hay temperaturas medias entre 20°C y 23°C. Señala, además que es probable que este trips este ya presente en algunas zonas productivas de Sudamérica. Un aspecto preocupante entre los productores de berries es que Scirtothrips ha mostrado una mayor capacidad reproductiva que Frankiniella. “Un brote (explosión demográfica súbita de una especie) de Frankiniella puede tardar varios días, mientras que de Scirtothrips solo tarda entre dos y tres días son una cantidad enorme de individuos que se generan por la reproducción sexual y asexual”, precisa Lemus, sobre una especie que se asemeja al otro trips, pero es de un tamaño aún más diminuto y de un color blanco amarillento versus Frankiniella, que es un poco más grande y con coloraciones más oscuras en su abdomen.
MANEJO INTEGRADO PARA COMBATIR LA PLAGA
Desde que se reportaron los primeros daños de Scirtothrips, hasta que se identificar la especie, los productores solo manejaban Frankiniella, es decir, solo realizaban aplicaciones en floración. “La identificación de esta nueva especie fue esencial para aprender y entender su biología y, a partir de ahí, planificar los manejos que hemos seguido después para el control de Scirtothrips”, explica el especialista. Para el control de esta plaga, Lemus señala que han implementado en varias del país una estrategia de manejo integrado de plagas, privilegiando la metodología de la identificación, conocimientos biológicos y del entorno de la plaga, factores climáticos, capacitación en el muestreo, monitoreo y generación de umbrales de acción y la validación de sustancias químicas, biológicas y biorracionales con pruebas de eficacia biológica. Se incluyó además la del control cultural y etológico. En esa línea, los expertos realizaron investigaciones para fijar los umbrales de acción, es decir, la densidad de plaga que justifica la realización de medidas de control. “Estamos hablando hoy en día de un umbral en arándano de cuatro trips por estructura muestreada por hoja”, advierte Lemus. Por lo tanto, señala que el siguiente paso en el que han puesto énfasis son los monitoreos, “sabemos que Scirtothrips se manifiesta en todo el ciclo de la planta, entonces no hay que darle tregua, pero el monitoreo en base a umbrales nos ha ayudado a determinar un número más racional de aplicaciones”, subraya. De este modo, con un umbral podrán decidir cuántas aplicaciones hacer.
CONTROL ETOLÓGICO, ALTERNATIVA POSITIVA
Asimismo, vienen trabajando en investigaciones que se refrendará con publicaciones próximamente acerca del control etológico que es mediante trampas de colores, que representa una buena alternativa de manejo con buenos resultados. “Hemos evaluado con los espectros de color, nos hemos dado cuenta que azules y amarillas son las idóneas para trips e incluso hemos hecho pruebas en movilidad, para determinar qué tipo de trampa es la más adecuada para cada especie”, explica. Así, por ejemplo, concluyeron que para Frankiniella es mejor el uso de trampas azules pero en Scirtothrips no observó una diferencia entre ambos colores. A la par, viene siendo importante el uso de feromonas atrayentes, pues ha ofrecido una respuesta muy positiva. “Junto con las trampas de colores azules o amarillas ponemos atrayentes sintéticos, una especie de pastillas que trae volátiles de flores y hemos tenido capturas de un 50% más que si no colocásemos estos atrayentes en las trampas pegajosas de colores. Entonces eso nos ha funcionado mucho en las estrategias de manejo”, revela el consultor. El impacto de utilizar las trampas pegajosas también ha sido positivo porque se usan plásticos más grandes, entonces la intensidad de captura es mucho mayor. “En mis investigaciones con el uso una cuadrícula de 15 x 20 cm se capturó 500 individuos, si hablamos de 2 o 3 metros de plástico, serían miles”, puntualiza y deja en claro que es un buen complemento de manejo, pues se ha visto realmente menor daño al tener menor presencia de individuos.
IMPORTANCIA DEL CONTROL BIOLÓGICO
Ante la creciente presencia de trips la apuesta por los controladores biológicos constituye un punto a favor para mantener a raya estos insectos plaga. Al respecto, el experto comenta que vieron que no es factible liberar enemigos naturales directamente en el arándano porque estos mueren una vez que se aplican agroquímicos. Pero sí se pueden liberar en las periferias de los huertos donde, por ejemplo hay malezas y plantas hospederas, donde se han liberado crisopas. Sin embargo, las plantas hospederas de Michoacán no son las mismas que se encuentran en Jalisco. Por lo tanto, es una labor crucial detectarlas y también las malezas de plantas silvestres. No es lo único, porque también será necesario realizar monitoreos para determinar la presencia de Scirtothrips e ir liberando la cantidad más adecuada de crisopas. “Eso ha contribuido a no matar las crisopas que, antes, se liberaban y se aplicaban productos, encontrándolas muertas al cabo de una semana. Entonces no es factible, pero en la periferia sí nos ha ayudado bastante”, subraya.
MONITOREANDO LAS APLICACIONES QUÍMICAS
En la actualidad, la mayoría de insecticidas usados para el control de trips están evaluados solo con Frankiniella, siendo una tarea pendiente que las empresas que desarrollen este tipo de productos para otras especies como Scirtothrips. “Cuando apareció Scirtothrips muchos de los productos que se usaban en campo no funcionaban para esta especie”, precisa. De acuerdo a ello, comenta que están trabajando también en seleccionar los productos y dosis más idóneas para Scirtothrips, porque en México y América Latina no hay ningún producto registrado para combatir a esta especie. “Con otros colegas venimos trabajando precisamente en nuestras pruebas internas apoyados con las agrícolas para definir qué insecticidas podremos usar y cuáles no. Es complejo, pero es posible determinar qué productos no tienen justificación para su uso”, puntualiza. En ese contexto, aclara que esta forma de manejo es un complemento, ya que han observado prácticamente una disminución de daños entre 30% y 50% que cuando no se manejaba así. “Porque lo normal es optar por el control químico, pero la verdad no sirve de mucho. Entonces, ¿cómo hemos percibido los manejos que comento y el beneficio? Es mucho hablando en términos de números”. En suma, y en opinión del experto, el manejo integrado es la estrategia a utilizar de forma armónica y sin que cada uno estorbe al otro. “El impacto general lo estamos consiguiendo con el manejo integral de plagas, donde la liberación de insectos o el uso de trampas, por ejemplo, son el complemento perfecto”, concluye.