“Promesol fue lo mejor que pudimos encontrar para el mejoramiento físico y químico del suelo”
Guadalupe Osorio lleva 25 años trabajando con Promesol en fincas de Hermosillo, en Sonora. Desde entonces y hasta hoy en día, este producto se ha vuelto indispensable para el acondicionamiento y mejoramiento de los suelos en los campos que asesora, redundando en una mejor productividad y una mejora notable en la calidad de la fruta.
Guadalupe Osorio Acosta inició su carrera profesional como ingeniero agrónomo en la Escuela Nacional de Agricultura, hoy Universidad Autónoma de Chapingo, hace más de 40 años. Su interés especial por la investigación agrícola lo llevó a vincularse años más tarde al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), donde fue forjando un enfoque más claro de dónde quería desarrollarse profesionalmente. Ahí encontró que el camino que quería seguir era el de la viticultura. Tras titularse, volvió de nuevo a las aulas, esta vez para realizar una maestría en el Colegio de Posgrados de Chapingo.
Desde los años noventa del siglo pasado y hasta hoy en día, ha trabajado en la asesoría técnica e investigación en uva de mesa, orientado principalmente al manejo de suelos y a la nutrición vegetal. Y aunque como él mismo dice, “el sueño de todo agrónomo es tener algo propio”, este no ha sido su caso. “Para tener un cultivo de uva de mesa se necesita más que un sueño, se necesita mucho capital”, reflexiona el experto, que se ha dedicado todo este tiempo a brindar una asesoría integral a diferentes empresas dedicadas a la producción de uva de mesa en Hermosillo, en el estado de Sonora.
Hoy está a cargo de unas 700 hectáreas de uva de mesa en una zona han debido enfrentar una serie de desafíos para obtener los resultados productivos esperados. Osorio subraya que la uva de mesa requiere principalmente un clima semiárido a árido, con una baja humedad relativa. Y, si bien los cultivos están en el desierto de Sonora, con un clima semi desértico, la vid se ha expandido a otras zonas, gracias a los manejos y al conocimiento de la fisiología de la planta. “Hoy se puede producir uva casi que en cualquier clima”, destaca.
Así, los suelos en los que trabaja hoy en día poseen un pH entre 7,5 y 8,5, lo que les ha hecho trabajar en terrenos salinos, salino-sódicos y sódicos, más aún en la región de Caborca y en la parte norte de la costa de Hermosillo. “Además, nos hemos enfrentado a suelos ácidos y con fuertes problemas de conductividad hidráulica” resalta y añade que, en un inicio, en las fincas de Sonora, que están en suelos alcalinos, aplicaban calcio y yeso soluble. Pero, por cuestiones de mantenimiento del sistema de riego, dejaron de hacerlo.
“Usábamos el yeso soluble vía riego, pero con el tiempo descubrimos que el uso de yeso puede ser contraproducente para el mantenimiento del sistema de riego porque provoca taponamiento de los goteros”, advierte.
PROMESOL, UN PRODUCTO CLAVE PARA EL MANEJO DE SALINIDAD Y SODICIDAD DE LOS SUELOS
Esa situación fue clave para tener un primer acercamiento con Promesol, el acondicionador de suelos diseñado y fabricado por Innovak Global. De ello, han pasado ya 25 años y, en todo este tiempo, se ha convertido en un producto esencial en las estrategias de manejo de dos problemas que hay en los campos: salinidad y sodicidad de los suelos. “Fue lo mejor que pudimos encontrar para el mejoramiento físico, químico y microbiológico del suelo”, subraya el asesor.
El producto apareció en el momento justo para acabar con el problema de la baja velocidad de infiltración y el exceso de sales manifestado en los cultivos. “Con el uso de Promesol, los problemas de salinidad se corregían paulatinamente y, a veces, casi de inmediato”, sostiene sobre un producto cuya capacidad de respuesta era muy notoria.
Como no quiso quedarse solo con los resultados que estaba viendo en los campos, Osorio inició ensayos en columnas de suelo, comparando los efectos de Promesol y los de otros productos. “Esa fue la verdadera prueba de fuego”, dice, sobre un trabajo que se inició dejando muestras de suelo del problema y aplicando Promesol y otros productos que había en el mercado.
Desde ese mismo momento, se convenció de la eficacia del producto, en sus dos presentaciones: Promesol 5X y Promesol Ca. “Notamos que la velocidad de infiltración comparada con cualquiera de los otros productos era mucho más rápida. Hoy, más de dos décadas después desde que empecé a usar Promesol sigo comparando productos y no ha habido o, al menos no conozco, alguno que sea mejor”, explica Osorio. “La experiencia más significativa que he tenido ha sido en suelos salino-sódicos, en Caborca. Ahí, por las características del terreno, muchas plantas se defoliaron, el tamaño de la fruta era muy pequeño y los entrenudos muy cortos”, agrega.
Con el uso de Promesol, destaca, los cambios fueron altamente significativos: La fruta fue mejorando su calidad, su forma y su calibre. Asimismo, las plantas cambiaron de aspecto y los rendimientos productivos fueron mayores. “Sin este mejorador no hubiéramos salido adelante, hubiéramos necesitado inmensas cantidades de otros productos”, precisa. “Se lograron cosechas muy similares a campos donde no tienen esos problemas de salinidad”.
Por entonces, en Caborca había fincas que tenían producciones bajo las 2.000 cajas/ha. “El primer año los rendimientos estuvieron por encima de las 2.200 cajas/ha y 2.500 cajas/ha. Tras ello, hemos obtenido sobre 3.000 cajas/ha, por ejemplo, de la variedad Sugraone”, destaca.
Sin embargo, un aspecto aún más trascendente es que, gracias a Promesol, se ha logrado tener un mayor crecimiento radicular. “Tanto la cantidad como la calidad de las raíces mejora sustancialmente con Promesol”, afirma y dice que en el aspecto físico del suelo se empiezan a notar los microagregados. “Vimos que hay cambios en la microestructura del suelo, notamos que hay menos agrietamiento en suelos muy arcillosos cuando ya están secos y, además, tuvimos una menor floculación de los suelos”.
“PROMESOL NOS CAMBIÓ LA VIDA”
Campaña tras campaña, Osorio seguía comprobando los beneficios del producto. “Promesol nos cambió la vida. Para mí como asesor, es un alivio contar con herramientas como esta y repito, no conozco algo que sea mejor, igual o más barato en el mercado”, dice.
Las claves del buen funcionamiento del producto pasan además por cómo y en qué momento se use. En uva de mesa, hay importantes problemas de sodio en el periodo de dormancia, cuando las yemas están ‘dormidas’ y se preparan para ser productivas en la siguiente cosecha. Es precisamente en esta etapa donde se hace necesario estimular las raíces para provocar su crecimiento. “La aplicación debe hacerse al momento de la poda o antes de podar, ya que este producto favorece y ayuda a la brotación de yemas, sobre todo en condiciones donde las uvas se esfuerzan para brotar, algo que hemos visto en regiones donde no se cuenta con la suficiente cantidad y calidad de horas frío”, explica.
Y es que, precisamente, en el periodo de dormancia, se aplican grandes cantidades de agua para restablecer el bulbo de humedad y estimular la raíz también para su crecimiento. “En el caso del hemisferio norte, específicamente en Sonora, hacemos esos riegos a finales de diciembre, principios de enero”, precisa.
La dosis aplicada dependerá del tipo de suelo, aunque dice que normalmente aplican entre 10 l/ha y 20 l/ha del producto. “Si las condiciones que tienes son muy adversas, podemos aplicar hasta 40 l/ha. Personalmente, prefiero las aplicaciones fraccionadas, es decir, aplico 10 l/ha en un riego de cierre de temporada, cuando ya queremos mandar a ‘dormir’ a las plantas, eso es, entre finales de octubre e inicios de noviembre”, explica. Paso seguido, mantienen un poco la humedad durante noviembre con riegos casuales cada semana, solamente agua y, en diciembre antes de la poda, aplican otro ‘golpe’ con Promesol. Cuando hay problemas de infiltración han debido usar el mejorador cada semana, en dosis de tres litros por hectárea. “A veces hasta cinco litros para poder mejorar la velocidad de infiltración y la conductividad hidráulica del suelo y evitar así los encharcamientos”.
¿Bajo qué condiciones usan Promesol 5X y Promesol Ca? “En suelos como los de Sonora, donde no hay buena calidad de agua, usamos Promesol Ca, mientras que en otras condiciones, Promesol 5X”, responde el asesor, especialista en el cultivo de vides. Aunque aclara que el uso de ambos puede ser indistinto, “aunque recomiendo que Promesol Ca se usado cuando hay excesos de sodio”, precisa Osorio.
Una regla general es no usar el producto al inicio de floración en uva de mesa. “No lo hacemos, porque tanto con variedades tradicionales (Perlette o Sugraone, por ejemplo) como con variedades licenciadas, se puede producir un sobre sobre raleo”. Por ello, resalta que debe usarse hasta que pase la etapa de floración y cuando el fruto ya esté cuajado.
Tras 25 años usando Promesol, Guadalupe Osorio es enfático en decir que lo seguirá usando y recomendando, pues según dice, no hay otro producto que actualmente ofrezca una solución real a los problemas de salinidad y sodicidad en los suelos.
Guadalupe Osorio sostiene que, en cultivos hortícolas es ideal aplicar este mejorar del suelo antes de la siembra o del trasplante. “La base es usarlo en pre-siembra, en pre establecimiento del cultivo”, dice. En frutales como el nogal pecanero, la recomendación es igual que en uva de mesa, usar el producto en dormancia y antes de la poda.