Productores del sur están decididos a sacar el mayor rendimiento al cultivo del arándano en maceta
Es innegable el crecimiento que ha experimentado el cultivo del arándano en Perú. En pocos años ha pasado de ser un ‘boom’ a una realidad. Prueba de ello, son los más de US$590 millones que fueron exportados en 2018. Y los pronósticos para esta campaña son aún mayores. Dominado, en su gran mayoría, por grandes empresas, en el sur del país (en Ica y Nasca) un grupo de cinco productores ha invertido en su cultivo en macetas para instalar huertos intensivos. Los resultados han despertado el interés de otros productores de la zona, que ya quieren subirse al carro de un negocio que sigue siendo exitoso.
Actualmente en el sur del Perú, se viene desarrollando el cultivo de arándanos, con características diferentes que en otros valles. Las condiciones medioambientales de la zona sur del Perú, principalmente en Ica y Nasca, permiten que las características organolépticas de los frutos sean diferentes a las que se obtienen en otros valles del país.
“Los valles del Sur (Ica y Nazca) le permiten a la fruta conseguir características especiales que ningún valle del Perú puede conseguir de manera natural. Eso está dado principalmente por las temperatudas mínimas y máximas, que son de 9ºC y 32ºC, respectivamente. Los grados Brix son los adecuados, el ‘bloom’ es abundante y la frescura de la fruta predomina; sobre todo, gracias a las temperaturas especiales que se dan en las etapas de cuaja y pinta. Hay que recalcar que Nasca posee condiciones especiales que juegan en favor de fruta de calidad”, explica el ingeniero agrónomo y asesor, Álvaro Espinoza Chacón, quién en el año 2009 crea la empresa Arándanos del Perú con la finalidad de promocionar el cultivo en el país, entregando servicios de construcción de proyectos, articulación con empresas financieras, manejo del cultivo (asesoría técnica), instalación del cultivo (llave en mano) y la comercialización de la fruta.
UNA FUERTE INVERSIÓN: US$74,000 T/HA
“La inversión de un proyecto llave en mano, en densidad intensiva, es decir, con 10,000 plantas/ha, es de US$7 por planta. Eso nos da una cifra aproximada de US$74,000/ha”, explica el asesor. Pero, ¿por qué maceta? “El objetivo del uso de macetas es dar las condiciones óptimas para que la planta se desarrolle sin estrés, generando un suelo (en este caso, el sustrato) muy oxigenado, de características ácido y libre de bacterias y hongos”, continúa.
Desde hace cinco años, un grupo de productores liderados por Espinoza deciden instalar parcelas demostrativas con el objetivo de evaluar el potencial agronómico del cultivo en los valles de Villacurí, Ica, Palpa y Nazca. Actualmente, son ocho los productores que participan de este ‘cluster’, pero no son los únicos, ya que existe el interés de otros agricultores del sur del país por integrarse.
Este grupo de productores cuenta en la actualidad con 200 ha de cultivo de arándanos en maceta (contenedores), ya que, como sostiene el asesor, “el objetivo no es contar con un campo sino con una fábrica de bayas de arándanos”.
MEJORANDO EL SUSTRATO
Desde hace un tiempo que vienen realizando pruebas en campos pilotos, usando diferentes tipos de sustratos, distintas macetas o contenedores, ajustando el diseño del riego y el programa de fertilianción y trabajando con diferentes variedades. Específicamente, en lo relacionado al sustrato, la versión de este, en 2019 se ha mejorado, “con la incorporación de fibra de coco y mezcla de diferentes materiales que facilitan la oxigenación”, apunta Espinoza.
En los campos se ha trabajado con densidades de plantación que van desde las 10,000 a 14,000 plantas/ha, proyectando como cosecha en su tercer año más de 30 t/ha. Pero, ¿qué producciones se están obtieniendo hoy en día? “Como producciones promedio, al año cero, estamos con 6 t/ha; que suben a 12 t/ha el primer año y se incrementan a 16 t/ha al segundo año, mientras que al tercer, estamos logrando producciones promedio de 24 t/ha”, explica el asesor. El objetivo es producir menos fruta por planta de alta calidad (es decir, en torno a 2 o 3 kg/planta).
FRUTA SUREÑA CON CARACTERÍSTICAS ESPECIALES
Álvaro Espinoza argumenta que en muy poco tiempo el mundo podrá degustar de las características especiales de la fruta del sur del Perú: Brix, ‘bloom’ y ‘crunch’. “Así, por ejemplo, el grado Brix obtenido por la fruta en zonas productivas del sur es no menor a 14ºBrix, mientras que en el norte este llega a 12ºBrix”, afirma el asesor. “En el momento de la cuaja y pinta, que es la temporada de invierno en el sur, le permite a la fruta tener un sabor incomparable sin estrés”, sostiene el experto.
Los campos cuentan con un ‘plan verde’ de control de plagas y enfermedades. Además, la baja humedad relativa y el micro clima permite que la presencia de hongos y enfermedades sea leve. “En el caso de control de Botritys cinerea, este se realiza a nivel preventivo, para lo cual usamos Bacillus subtillis. Además, la humedad presente en el valle, permite tener niveles bajos de hongos, durante la pre floración y floración, es decir, entre los meses de mayo y junio”, explica el especialista.
El asesor y el grupo de empresas que forman este ‘cluster’ tienen como objetivo llegar a producir fruta de alta calidad y poder generar una marca que marque la diferencia. “Actualmente, la comercialización la realizamos con el apoyo de intermediarios, que son los conocedores del mercado mundial, y que tienen experiencia en diferentes mercados, en concreto, en EE UU, Europa y Asia”, precisa.
RETOS DE FUTURO
El reto en el Sur es trabajar en mejorar la calidad del agua, ya que existe disponibilidad de área y mano de obra, pero recursos hídricos limitantes en cantidad y calidad. “Respecto a la mano de obra, la cosecha se inicia en el mes de agosto y se extiende hasta noviembre, que es la época en que se inicia la campaña de la uva de mesa, la que se cruza con la demanda final de mano de obra en la campaña del arándano”, explica el especialista y subraya que en las zonas productoras del sur del país existe mano de obra capacitada en ciertas labores, ya que son trabajadores con experiencia que vienen de huertos productores de espárragos y paltos.
Actualmente, vienen implementado el sistema de tratamiento de agua mediante la Osmosis Inversa, que les permitirá conseguir fruta de alta calidad. Para regar de forma óptima un huerto de arándanos, se necesita agua con parámetros mínimos de CE, menores a 0.5 y de sodio, que sean menores a 30 ppm. “Sin embargo, la calidad de agua en los valles del sur es de calidad no adecuada, obligándonos a instalar un sistema de tratamiento de osmosis inversa”, finaliza.