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Problemas fitopatológicos frecuentes de la zona centro-sur

Peste negra, BAN y hongos de madera en nogal

Aunque el clima de las últimas temporadas ha facilitado el control de la peste negra, no se debe pecar de un exceso de confianza. El desafío está en disminuir las aplicaciones de cobre a las estrictamente necesarias, manteniendo la eficacia del programa, y evitar el aumento de la resistencia del patógeno. También hay que estar atentos al complejo formado por bacterias y hongos que provocan la necrosis apical café (BAN), y detener la amenaza creciente de los hongos de madera, antes de que se conviertan en un gran quebradero de cabeza, como ocurrió en California.

08 de Noviembre 2021 Equipo Redagrícola
Peste negra, BAN y hongos de madera en nogal

El fitopatólogo Ernesto Moya es profesor asociado de la universidad de Concepción y participa también del programa de extensión e innovación en nogales de UC Davis Chile. En esta especie se ha enfocado en peste negra (causada por la bacteria Xanthomonas arboricola pv. juglandis) y necrosis apical café, BAN (brown apical necrosis), que afectan principalmente a los huertos ubicados entre la región del Maule y la Araucanía. Últimamente ha empezado a estudiar un problema en ciernes, los hongos de madera. De los tres desafíos fitopatológicos mencionados conversó con Redagrícola.

Peste negra en frutos.

–En los años recientes se ha notado una menor incidencia de peste negra. ¿Se debe al perfeccionamiento del sistema de control o a un clima benigno? 

–Llevamos más de 7 años de evaluaciones con productos para su control, donde se observa un efecto medioambiental que define la expresión de la enfermedad. En primaveras como las de las dos últimas temporadas, el nivel de incidencia en parcelas mantenidas dentro de huertos sin ningún manejo llega a 25-30% de frutos infectados, pero en temporadas lluviosas sube a 70-80%. Vemos ciclos de 2 a 3 años de sequía primaveral y luego vuelven esas lluvias “inesperadas” que acá debieran ser esperables. La enfermedad se puede manifestar en pérdidas de 40 o 50%, incluso con el programa de manejo excesivo que se realiza en la zona.

SE PUEDE LOGRAR UN BUEN CONTROL CON 6 A 8 APLICACIONES

–¿Cómo es ese programa excesivo? 

–Hay productores que hacen 12 a 15 aplicaciones en la temporada, porque sienten que así evitan la enfermedad. Pero la presión existente en el extranjero para reducir el uso de cobres en el manejo de Xanthomonas probablemente obligará a cambiar el esquema. En condiciones benignas se puede salir adelante con 6 a 8 aplicaciones si se realizan en el momento oportuno y se toman resguardos para poblaciones resistentes de la bacteria.

Ernesto Moya.

–¿Cuáles son los principios básicos para lograrlo? 

–Lo primero, aplicar a inicio de brotación con el fin de eliminar el inóculo primario que haya quedado en las yemas. Es recomendable un programa calendario inicial y después aplicar de acuerdo a las precipitaciones que ocurran en la temporada. Conviene solicitar anualmente, en invierno, la cuantificación de las bacterias que han permanecido protegidas en las brácteas de las yemas, lo que permite conocer la carga de inóculo inicial. Los estudios del Dr. Steven Lindow en California han demostrado una relación directa de esta cifra con la aparición de la enfermedad en los frutos. Cuando llega la brotación, las bacterias comienzan nuevamente a multiplicarse. Favorecidas por la temperatura y las lluvias, reinician la contaminación de los distintos tejidos de la planta. La cuantificación sirve de dos maneras, por una parte permite verificar la eficacia del programa que se llevó a cabo la temporada anterior; por otra, posibilita estimar cómo se comportará el patógeno y, si tienes distintos huertos, ir definiendo cuál presenta más problemas, haciendo una gestión sanitaria bien enfocada.

–¿Qué productos conviene usar en las distintas etapas? 

–Se puede partir con un bactericida cúprico que no sea muy soluble, como un caldo bordelés, un óxido cuproso o un hidróxido de cobre, y después utilizar un antibiótico, en fruto cuajado, por ejemplo, para romper resistencia. Hay antibióticos que no tienen problemas para emplearlos en floración, como la kasugamicina o la gentamicina, pero no la estreptomicina (no autorizada en Chile para nogal) porque hay antecedentes claros de aborto floral. Si el huerto se encontrara muy infestado inicialmente, es factible empezar en brotación con un antibiótico. Hemos visto además que a veces el hidróxido de cobre funciona mejor en floración, no hay datos duros para respaldarlo pero se aprecia esa tendencia. Los sulfatos de cobre pentahidratados se dejarían para usarlos hacia el fin de la temporada, o, como alternativa, productos biológicos y extractos de plantas una vez asegurada la flor y el cuajado del fruto con los bactericidas tradicionales.

BIOPROTEGENS INNOVATIONS Y LA CUANTIFICACIÓN DE BACTERIAS EN YEMAS 

Ernesto Moya asumió la gerencia de I + D + i de Bioprotegens Innovations S.p.A., la primera empresa de base tecnológica de la Universidad de Concepción. Es una startup que está iniciándose con el desarrollo de bioestimulantes y biocontroladores para la agricultura. Esta compañía presta el servicio de cuantificación de la población de bacterias en yemas del nogal, que hasta ahora muchas agrícolas encargan a EE.UU. El costo se sitúa alrededor de $90.000 más IVA por muestra, que debiera ser representativa para unas 10 hectáreas, o sea del orden de $9.000/ha, menos de 5 kg de nuez/ha.

En nogales existe además la idea de investigar el microbioma de la rizosfera con el fin de detectar microorganismos que ayuden a la planta a soportar los efectos negativos de excesos de cobre en el suelo.

–¿Cuánto de eficientes son los productos biológicos? 

–Bajo condiciones de menor expresión juegan un rol bastante interesante, ya que permiten reducir la gran cantidad de aplicaciones de cobre que se están haciendo y ayudan en el control de poblaciones resistentes.

–¿Qué se sabe sobre las bacterias resistentes? 

–Marcela Esterio, de la Universidad de Chile, encontró poblaciones de bacterias resistentes en las regiones de O’Higgins y Metropolitana en los años 90. Nosotros en 2013-14 hicimos un muestreo (publicado en 2018) en el cual se detectó un incremento de 4 veces lo informado por Esterio. Con las cantidades de cobre que se aplican, las bacterias no son capaces de eliminar toda la concentración de moléculas de ion cobre a las que son sometidas, pero si llueve baja la concentración, permitiendo que algunas poblaciones se mantengan. Con técnicas moleculares determinamos una alta variabilidad de las poblaciones de Xanthomonas presentes en el sur, lo que muestra el riesgo de ir seleccionando cepas tolerantes en cierta medida al control con bactericidas cúpricos. Nosotros empezamos a prestar el servicio para establecer el grado de resistencia, así como lo hacen en California. Probablemente cuando se baje la cantidad de producto va a ser mucho más importante llevar el registro de las poblaciones resistentes al cobre en la misma evaluación invernal que recomiendo hacer a partir de yemas.

EL BAN PODRÍA EXPLICAR ENTRE UN 5 Y UN 25% LAS PÉRDIDAS POR FRUTO CAÍDO

–¿Cómo regular las aplicaciones de acuerdo a las condiciones climáticas?

–Está comprobado que las aplicaciones previas a la lluvia resultan más eficaces en el control de la bacteriosis. Hoy los pronósticos meteorológicos son bastante exactos, de manera que se puede decidir si aplicar o no. Estoy hablando de noviembre-diciembre, ya que previamente, en octubre-noviembre, tienes el problema del BAN, causado por hongos y Xanthomonas, que actúan como un complejo.

–¿Qué tan problemática es la necrosis apical café? 

–La infección causante de la caída de frutos ocurre temprano en la floración femenina. En temporadas lluviosas favorece la expresión de los hongos, principalmente especies de Fusarium y Alternaria, en cambio la menor ocurrencia de precipitaciones favorece a la bacteria. Ya cuando el fruto cuaja, los hongos empiezan a vivir como saprófitos sobre los tejidos y a la bacteria también le cuesta más ingresar. Por lo tanto, el momento de control del BAN corresponde a inicio de floración. Un aspecto importante: los investigadores del grupo italiano liderado por Alessandra Belissario, pioneros en la descripción de la enfermedad, asociaron su mayor presencia a huertos con aplicaciones de cobre frecuentes, con problemas de circulación de aire y cercanía a ríos. De acuerdo a lo observado en distintas temporadas, creo que el BAN puede explicar entre un 5 y un 25% las pérdidas por fruto caído.

–¿Hay otros hongos y bacterias que intervienen? 

–En el exterior se reportan Pantoea y otras bacterias asociadas, pero no en Chile. En cuanto a hongos, aparecen de pronto Penicillium, Cladiosporium y algunos más. Sin embargo, prevalecen Fusarium y Alternaria, y en pruebas de patogenicidad hemos demostrado que ellos inducen la aparición de síntomas.

–¿Cuál es la estrategia de control?

–Conviene determinar cuáles organismos están provocando la necrosis apical mediante análisis de laboratorio de una muestra de unos 100 frutos afectados. En base a esa información se pueden elegir los productos, buscando que también actúen contra hongos de madera, los cuales se activan en periodos de precipitaciones.

Estudio de resistencia de aislados de Xanthomonas arboricola pv. juglandis.

EL REEMPLAZO DE MANCOZEB, PROHIBIDO A PARTIR DE JUNIO DE 2021

–Si las muestras se toman cuando se ven los síntomas, en octubre, ya pasó el mejor momento de control en floración…

–Lo ideal sería hacer un control preventivo en inicio de floración y también el análisis para saber si tienes un huerto conductivo a necrosis apical café. Así se determina en qué medida corresponde a bacterias u hongos, dato importante para la aplicación preventiva al año siguiente. En la zona sur el BAN ha estado enmascarado porque muchos aplicaban el fungicida Mancozeb junto a los cobres. Dado que Mancozeb fue prohibido a partir de junio de 2021, muy probablemente los problemas fungosos serán más recurrentes.

–¿Qué propones para suplir el rol de Mancozeb?

–Estamos haciendo estudios apuntando a encontrar el mejor momento de control y que los productos tengan el doble efecto sobre BAN y hongos de madera. Quizá algunos con efecto de inducción de resistencia, como varias estrobilurinas. Asimismo estamos desarrollando una línea de surfactantes naturales que mejoran la eficacia del cobre, también sobre algunos de estos hongos. En Fusarium hay antecedentes de literatura en cuanto a reducción de la enfermedad por el cobre. Sobre Alternaria tiene bajo efecto. La lógica indica que habrá que incluir un par de aplicaciones de fungicidas en el programa.

HONGOS DE LA MADERA, EL PROBLEMA DEL FUTURO

–¿Y respecto a hongos de madera? 

–El control debe hacerse temprano, cuando se concentran las precipitaciones, y prepararse para lluvias tardías. Por ejemplo, resulta común en el sur lo que llaman la “lluvia de Pascua”, cercana al 24 de diciembre. Si te dejas estar, a la cosecha aparecen frutos atizonados que se asemejan a peste negra pero en realidad son hongos de madera. En general corresponden a la familia Botryosphaeraceae, donde se incluye Lasiodiplodia, Diplodia, Diaporthe (o Phomopsis, como también se conoce), y de repente algún Neofusicoccum. Hace un par de temporadas comenzamos a evaluar frutos atizonados hacia la cosecha, aunque por ahora no se encuentra definido el impacto del problema.

–¿Cuáles variables favorecen la infección? 

–Las infestaciones por conchuela generan microheridas por donde ingresan estos hongos. No es un insecto tan abundante en el sur, sin embargo en primaveras y veranos secos no se debe descuidar. Por otro lado, en suelos de alta fertilidad, como los trumaos profundos, en años de poca precipitación, buena luminosidad y buena temperatura, puedes tener crecimientos muy rápidos que generen emboscamiento. El emboscamiento se traduce en mayor expresión de peste negra y muerte de ramas asociada a hongos de madera. La presencia de bosques nativos y de cultivos como el arándano, que tiene una miríada de estos tipos de hongos, igualmente contribuyen a la infección. Algunas empresas de agroquímicos están evaluando moléculas para tener preparada una respuesta, porque es muy probable que sea el problema del futuro, como ya ha ocurrido en California.

-¿A qué indicios debería estar atento un productor? 

–A la muerte de ramas, obviamente. Si en octubre-noviembre ves que se están marchitando, busca hacia abajo hasta encontrar el punto donde se produce el cancro, o sea el cambio de coloración entre el tejido sano y el enfermo. A veces se aprecia un adelgazamiento, como un estrangulamiento. Se debe eliminar esas ramas compostándolas, enterrándolas o quemándolas. Así, no se formarán estructuras de diseminación de donde saldrán las esporas a propagar la enfermedad. Junto a la aplicación de fungicidas, el manejo integrado incluye un buen control de escamas y conchuelas, el mejoramiento de la aireación e ir saneando el huerto con la eliminación de la madera muerta.

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