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En un escenario de cambio climático

Los efectos negativos ocasionados por estrés abiótico tienen los días contados con Haddak Plus

El cambio climático está haciendo de las suyas en medio mundo y la industria agrícola latinoamericana está notando ciertos efectos adversos. Para contrarrestarlos, Innovak Global cuenta con Haddak Plus, un bioestimulante que ayuda a disminuir las pérdidas productivas y aumentar la calidad de los cultivos.

09 de Abril 2025 -
Los efectos negativos ocasionados por estrés abiótico tienen los días contados con Haddak Plus

Huerto de aguacate en Zapotlán el Grande, Jalisco.

Desde hace un tiempo que el clima ya no es el mismo. Lluvias en épocas donde antes no las había, olas de calor extremo, altas radiaciones o periodos largos de sequía; son fenómenos que no solo preocupan por sus efectos en la vida diaria, sino que mantienen en permanente alerta a los agricultores, debido a las consecuencias que podrían ocasionar en sus cultivos.

El panorama actual no es de los mejores. Al ver los mapas climáticos del mundo y especialmente los de América Latina, muchas regiones están de color amarillo o rojo, dependiendo de la menor o mayor gravedad del problema. Por ejemplo, en Costa Rica, donde usualmente hay muchas precipitaciones, que hacen que este sea un lugar adecuado para el cultivo de piña y banano, en los últimos años hay menos lluvias y hace más calor. “Más días soleados, mayor radiación pueden generar problemas en algunas fincas de piñas”, precisa el Dr. Alí Asaff, investigador del CIAD y líder de investigación y desarrollo de Innovak Global. Colombia ha enfrentado problemas de lluvias en 2023 y 2024. En Perú, los inconvenientes por las altas radiaciones están creciendo, algo que también está afectando a zonas de producción en Chile, y así, suma y sigue en toda América Latina.

Dr. Alí Asaff.

Un clima cambiante y variable está generando más de un dolor de cabeza entre los agricultores de la región. Altas temperaturas, altas radiaciones, episodios de sequía…están ocasionando diferentes problemáticas en los huertos, independientemente del cultivo que se trate.

Sin embargo, el solo hecho de tener una alta temperatura no necesariamente es sinónimo de daño o de un cambio fisiológico negativo importante en las plantas, si es que las condiciones de humedad son favorables.

“Hay un proceso que es fundamental para las plantas, y es el de la transpiración, a través del cual se jala el agua del suelo y se la lleva hasta las hojas, donde en contacto con la atmósfera, cambia de estado físico y se evapora”, explica el experto, sobre este intercambio que realizan las plantas y regulan a través de los estomas. La velocidad de evaporación y transpiración depende, tanto de la temperatura, como de la humedad relativa ambiental. Si bien, temperaturas elevadas favorecen la velocidad de evaporación, una humedad relativa también alta, ralentiza el proceso de evapotranspiración. “Es lo que ocurre en las regiones tropicales, donde la evaporación del agua ocurre más lentamente y es por lo que, en esas zonas, las plantas tienen hojas muy grandes y anchas, porque evaporar agua les cuesta mucho, ya que lo hacen en condiciones que no les son favorables”, precisa el especialista. “Al contrario, en una zona desértica con las mismas características de temperatura, pero con una humedad baja, el agua se evaporará muy fácilmente, por lo que, para regular la velocidad, las plantas del desierto evolucionaron formando hojas muy pequeñas o espinas”, explica.

Las plantas son organismos sésiles; es decir, no pueden cambiar de ubicación, por lo que evolucionaron para aprovechar al máximo los recursos de su entorno pero también para cuidarlos. Si la velocidad de evapotranspiración es muy alta, la planta no solo empezará a sacar agua de sus propios tejidos y se deshidratará, sino también comprometerá un recurso muy valioso, como es el agua del suelo. Ante este escenario, lo que hacen las plantas es cerrar los estomas y frenan la transpiración. Es como si ellas razonaran: “si sigo evaporando a esta velocidad hay un alto riesgo de que agote este recurso que es fundamental para mi desarrollo; por tanto, necesito cerrar la salida”.  

FENÓMENOS CADA VEZ MÁS RECURRENTES

El hecho de tener altas temperaturas no es una situación nueva, pero sí cada vez más recurrente. ¿Eso quiere decir que las plantas y huertos hoy están más estresados de lo que estaban hace diez años? Sí, y una forma de entenderlo es gracias al periodo efectivo de fotosíntesis. “Hace unos años, normalmente el periodo de temperatura máxima se iniciaba al mediodía y podía durar hasta las 16:00 horas. En ese periodo la planta cerraba los estomas e interrumpía el proceso de fotosíntesis. Pero hoy, se está iniciando a las 10:00 u 11:00 de la mañana y puede durar hasta las 17:00 o 18:00 horas. En todo este tiempo, la planta tendrá los estomas cerrados y prácticamente no hará nada, sino que estará esperando las condiciones ideales para poder fotosintetizar”, explica el Dr. Asaff. Así es como el tiempo efectivo de fotosíntesis se está reduciendo drásticamente. “Si tenemos menos fotosíntesis, la planta tendrá menos energía y menos material para poder construir diferentes tejidos, frutos o semillas lo que al final, todo se verá reflejado en un menor rendimiento productivo”, explica.

Y eso es algo que está ocurriendo prácticamente en todos los cultivos -intensivos, extensivos e incluso forrajeros-. “Hace diez años era casi imposible entrar con un portafolio de productos de bioestimulación en los cultivos forrajeros, porque estos tienen un margen muy bajo si los comparamos con un cultivo hortícola, por ejemplo. Sin embargo, hoy sí está siendo un sector importante, porque debido a cuestiones climáticas, causantes de estrés en las plantas, los productores han visto un descenso en los rendimientos productivos. Mejorarlos tiene un costo-beneficio importante, y lo están haciendo, aplicando bioestimulantes”, reseña el especialista, sobre una tendencia que se está dando en el norte de México.

Pero no todos los cultivos agrícolas toleran de igual forma el estrés abiótico. “Los más sensibles son las berries”, afirma el Dr. Asaff. Es por lo que, en México, la mayor parte de ellas se cultivan en macrotúneles y es muy raro verlas al aire libre. Todo lo contrario ocurre en Perú, donde el 98% de los huertos de arándanos se ha desarrollado sin cubiertas plásticas.

Otro fenómeno que empieza a afectar a los cultivos son las altas radiaciones que se están observando en diferentes latitudes del planeta, derivadas principalmente del debilitamiento de la capa de ozono que actúa como filtro. Si bien hay plantas que evolucionaron para tolerar altas temperaturas y humedades relativas bajas, como los cactus del desierto, que resisten temperaturas de hasta 51°C a un 20% de humedad, se ha observado que empiezan a ser afectados por la radiación, principalmente la UVB. Como respuesta a la radiación, “los cactus empiezan a sobreproducir ceras, las cuales pueden terminar bloqueando los estomas y con ello ahogando a la planta”, apunta el experto.

Cultivo de papa estresado por las altas temperaturas en Caborca, Sonora, México.

Altas temperaturas, sequías extremas, altas radiaciones… son factores estresantes que se entrelazan, pero ¿cuál de ellos es el más problemático? “Hasta el momento, las altas temperaturas y la baja humedad relativa”, afirma el Dr. Asaff, porque son las más evidentes en diversos puntos del planeta, con un efecto muy marcado sobre la fotosíntesis.

HADDAK PLUS, EFICAZ BIOESTIMULANTE CON EL ESTRÉS ABIÓTICO

Haddak Plus es uno de los últimos desarrollos de Innovak Global, y que la empresa lanzó hace tres años. Se trata de un producto que forma parte de la tecnología Pfenergy, y cuyo nombre proviene del concepto de energía para las plantas a base de polifenoles.

Es un bioestimulante líquido formulado a base de polifenoles (lignanos, principalmente) que promueven la sobreexpresión de ciertos genes clave, relacionados con la apertura de los estomas y la producción de pigmentos, como clorofilas y carotenoides que, en su conjunto, favorecen el proceso fotosintético.

Haddak Plus previene y corrige los efectos adversos provocados por el estrés abiótico, particularmente el estrés por calor y baja humedad relativa, ya que tiene un modo de acción demostrado y contundente. Asimismo, y de manera indirecta, ayuda al estrés provocado por altas radiaciones ya que los carotenoides actúan como filtros solares que bloquean la acción nociva de los rayos UVB.

UNA HERRAMIENTA CLAVE ANTE CONDICIONES EXTREMAS

En condiciones extremas, como alta temperaturas y humedades relativas bajas, la planta censa que el flujo de agua hacia las hojas está siendo demasiado alto. Ante ese escenario y través de señales hormonales guiadas por el ácido abscísico, la planta cierre sus estomas, porque siente que se está agotando el recurso. Sin agua no hay fotosíntesis y si se cierran estomas tampoco hay ingreso de CO2 para que se desarrolle dicho proceso.

Frambuesa en Sayula, Jalisco, México, testigo.
Frambuesa en Sayula, Jalisco, México, tratada con Haddak Plus.

La apertura de los estomas viene guiada por la hiperpolarización de la membrana a través de un transportador llamado ATPasa. “Si la membrana está hiperpolarizada, ingresan diferentes cationes, como el potasio, y aniones, como los nitratos, que acompañados con la hidrólisis del almidón, provocan una acumulación de sólidos solubles, que su vez promueve un ingreso de agua por ósmosis en la célula, haciendo que el estoma se ponga turgente y se abra. Cuando se da la señal del ácido abscísico, ocurre todo lo contrario. Salen iones de la célula y luego agua de la célula, provocando el cierre del estoma”, explica el Dr. Asaff.

Entonces, Haddak Plus, que es una formulación que contiene diferentes polifenoles, ayuda a que haya una sobre expresión de la ATPasa, que provoca una mayor hiperpolarización de la membrana. Eso se traduce en que el estoma permanecerá más tiempo abierto, aunque la planta naturalmente tenga la señal de ‘cerrar’.

“Con Haddak Plus le estamos diciendo a la planta: Espérate, no tomes decisiones precipitadas y no cierres tus estomas, lo cual prolonga el periodo efectivo de fotosíntesis en la planta. Además, con periodos de fotosíntesis más prolongados, hay mayor producción y acumulación de carbohidratos y otros osmolitos, los cuales retienen el agua de los tejidos y evitan su deshidratación, mitigando de esta manera el estrés de manera más prolongada”, explica el experto. Añade que, “en Perú hay ensayos en uva de mesa y arándanos donde se midió hasta qué periodo se extiende la apertura estomática, con muy buenos resultados, al igual que en Chile, en cultivos de cerezo, avellano y palta o aguacate”, continúa.

“Haddak Plus puede aplicarse en todas las estados fenológicos del cultivo, especialmente en los que un desbalance energético, producto del estrés, tendría efectos negativos sobre los objetivos de rendimiento y/o calidad del producto; como sería el caso de la floración en los aspectos asociados a la producción de fruta. Igualmente, durante postcosecha, para la recuperación y vigor del retorno floral de la siguiente temporada, o en el que la etapa resolutiva de estructuras en la planta que están ligadas en su expresión a las condiciones ambientales (competencias entre estructuras florales/copa, fruto/brote, o en los ajustes de carga posteriores que hace la planta)”, subraya el Dr. Asaff.

BENEFICIOS DE UNA HERRAMIENTA EFICAZ

Pero, ¿cómo puede ver un agricultor los resultados? Dependerá del cultivo y, en algunos, resultará fácil apreciarlos visualmente. “Actualmente y en ciertas zonas, en el cultivo de alfalfa, por ejemplo, el tiempo de floración luego de cada corte se está acortando lo que repercute en el rendimiento y la calidad del forraje. Una floración anticipada es una señal de estrés, y con Haddak Plus se está viendo que sí se puede retrasar la floración, restaurando así los rendimientos y calidad que se tenían en periodos pasados”, sostiene el experto.

Otras señales de estrés en un cultivo es la falta de turgencia. Pero tras aplicar este producto se ha comprobado que el cultivo recupera esta característica.

Otra señal es que “ante el cierre de estomas, la planta dejará de transpirar y al no existir evaporación del agua, perderá la capacidad de regular la temperatura y la hoja empezará a calentarse. Si la temperatura de la hoja es mayor a la temperatura ambiental, es una clara señal del cierre estomático, derivado del estrés por calor”, indica el Dr. Asaff.  

Nuevas tecnologías para una agricultura moderna

Hay tecnologías anexas que ayudan a los productores a tener su huerto equilibrado, y también para conocer si la planta está trabajando correctamente o hay alguna deficiencia, producto de algún tipo de estrés. “Hoy en día se trabaja con equipos que detectan y miden la conductancia estomática; también hay los que miden la proporción de luz que es absorbida por los dos tipos de clorofila y su eficiencia en el fotosistema II; la fijación de CO2 y su balance como carbono incorporado por carboxilación o perdido por la respiración y que permiten estimar el costo de la fijación de carbono en términos de agua. También se trabaja con sensores que miden la temperatura de la hoja y la comparan con la temperatura ambiental. Otras herramientas, como los medidores de grados Brix (refractómetros) o de cationes, como el calcio, también resultan útiles para evaluar la eficiencia de la fotosíntesis y el transporte de masa a través del xilema, respectivamente”, grafica el experto. 

EL COMPLEMENTO PERFECTO CON OTROS PRODUCTOS DEL PORTAFOLIO

Tal como se estuvo explicando previamente, la transpiración es un proceso fundamental para la planta que, concluye en los estomas de las hojas pero que inicia en el suelo y las raíces de las plantas. Existen diversas barreras o resistencias para la toma de agua y una de las más importantes es la resistencia del propio suelo. Es por ello que es altamente deseable contar con suelos que no estén compactos y que faciliten la infiltración del agua de riego y la aireación. Es en este tipo de ambientes donde las raíces pueden desarrollarse muy bien y cumplir a cabalidad sus funciones de toma de nutrientes y de agua, además de favorecer el desarrollo de los microorganismos benéficos, promoviendo un ambiente rizosférico saludable.

Para el tema de suelo, un producto de altamente eficiente es Promesol 5X®, que ocasiona la agregación de partículas, mejorando la macroporosidad del suelo y por ende la infiltración del agua y la aireación. “Hemos visto resultados interesantes con Promesol en muchos cultivos y con diferentes condiciones edáficas. Por ejemplo, el cultivo de aguacate o palta en Chile es en ladera y en suelos complejos. Con Promesol, claramente se observan diferencias notables entre un suelo tratado y otro que no. Como consecuencia, también se observa un mejor desarrollo radicular, armónico con el desarrollo de la parte aérea de las plantas”, señala el experto.

Otra herramienta interesante es Vitasoil®, que ayuda al desarrollo de la microbiota rizosférica, tanto en términos de abundancia, como de biodiversidad. Es bien conocido que, a través de diversos mecanismos, los microorganismos del suelo son excelentes aliados para mitigar el estrés abiótico y biótico.

En casos más complejos, en los que además existen problemas de salinidad en el suelo y/o agua de riego, el portafolio de productos para el manejo o mitigación del estrés abiótico incluye Balox®, un producto altamente efectivo para mitigar este factor estresante, finaliza el Dr. Asaff.


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