Los desafíos del banano y los cítricos: las enfermedades y el cambio climático
El cambio climático y las enfermedades como la Sigatoka negra y el Huanglongbing (HLB) están poniendo en jaque la producción de banano y cítricos en México.
En el gigantesco mundo de las frutas frescas, bananos y los cítricos ocupan un lugar importante, tanto en producción como en consumo, en todo el mundo. Sin embargo, además enfrentan una serie de amenazas, como los efectos del cambio climático y los daños de enfermedades que pueden ser devastadoras, como lo son la Sigatoka negra y el Huanglongbing (HLB).
La Sigatoka negra, causada por el hongo Mycosphaerella fijiensis, obliga a los productores de banano de varias zonas de producción a depender de ingredientes activos. Entre estos, el Mancozeb, una molécula restringida por la comunidad internacional por sus efectos negativos en la salud y el medio ambiente.
Por otro lado, el HLB ha redefinido las reglas del juego. Para los productores de cítricos en Colima, los costos de producción se han disparado, afectando a los agricultores, pero también a los consumidores, que ven cómo se ha encarecido la fruta.
El Dr Mario Orozco Santos, investigador del INIFAP, en el Centro Experimental Tecomán, detalla cómo estas problemáticas están transformando la manera de cultivar y comercializar estas frutas, y cómo la investigación busca ofrecer soluciones sostenibles para garantizar su viabilidad a futuro.
“La Sigatoka negra es la enfermedad más importante que afecta el follaje de la mayoría de los cultivares de bananos y plátanos en casi todas las regiones productoras del mundo. Es causada por un hongo (Mycosphaerella fijiensis) presente desde hace más de 40 años en México y con el cual hemos convivido”, explica el experto sobre una enfermedad a la cual las variedades comerciales son muy susceptibles. “No hay variedades resistentes o que sean preferidas por el consumidor, que es quien marca la pauta. Hay variedades tolerantes, pero no son del agrado del consumidor. Es un problema realmente complicado por lo que implica su manejo: un uso excesivo de productos químicos, sobre todo fungicidas sintéticos”, añade.
Para dar solución a esta enfermedad se ha usado Mancozeb, una molécula que hoy está muy cuestionada, “sobre todo por los efectos adversos en la salud humana, la contaminación ambiental y del suelo. Entonces es un problema que preocupa y nos ocupa para buscar alternativas al Mancozeb”, dice.
–¿Qué tipo de implicaciones tiene el uso de agentes químicos en el comercio internacional del banano?
– Por ejemplo, la Comunidad Económica Europea ya prohibió el uso del Mancozeb. Sin embargo, aún están comprando fruta tratada con esta molécula países de América Latina, sobre todo de Ecuador, Colombia, Costa Rica y México, que exporta más a hacia Estados Unidos. Este ingrediente activo tiene efectos en la salud humana, principalmente afecta el sistema endócrino y los relacionados con la cuestión hormonal. Es un problema grave, hay estudios que así lo demuestran sobre todo en animales de laboratorio. Entonces se están tomando las medidas pertinentes para sacar del mercado esta molécula. Desde la investigación debemos de ofrecer alternativas a los productores y para ello estamos investigando para reemplazar este tipo de usos.
– Respecto al cambio climático, ¿cómo impacta en la producción del banano?
– Realmente los cultivos son sometidos a un fuerte estrés por el cambio climático y la escasez de agua, sobre todo en el banano, ya que el 98 % del banano es agua. Entonces la cantidad de evaporación y la pérdida de agua por este medio es altísima. Nosotros estamos en un clima caracterizado como trópico seco y dependemos mucho de la irrigación. Desde el punto de vista de la escasez de agua, por ejemplo, hay concentración de lluvias cada tres días o el temporal trae complicaciones, inundaciones, encharcamientos, destrucción de la infraestructura. El cambio climático trae esto: escasez de lluvia y altas temperaturas. La planta es sometida a este tipo de estrés repercute en la productividad con la pérdida de fritos que se caen lo bajo rendimiento con frutos más pequeños y de menor calidad.
–¿Cómo incrementan los costos de producción los efectos del cambio climático?
– El cambio climático, el estrés a las plantas, incrementó los costos de producción: hay que aplicar algunos productos que ayuden a reducir el impacto del estrés. En específico, los bioestimulantes ayudan, pero también incrementan los costos de producción, es decir, es un impacto en la productividad en todos los cultivos. Por ejemplo, en Colima tenemos cultivos de caña de azúcar, tamarindo, mango, cítricos y hortalizas afectadas por el cambio climático. Anteriormente, por ejemplo, si antes aplicábamos nutrientes cada cuatro o seis meses, ahora, lo estamos haciendo cada dos semanas porque se afecta el sistema radicular. Ahora hay sistemas de riego y nutrición más eficientes que ayudan mucho a la mejora del suelo o con aplicación de nutrientes del follaje para el control de plagas y enfermedades.
ENFRENTAR EL RETO DEL HLB
-Colima es un productor importante de limón y enfrenta el reto del Huanglongbing de los cítricos (HLB) como el resto del país. ¿Cuáles son los desafíos en esta región?
-El HLB es la enfermedad de mayor importancia a nivel mundial: ha habido otros problemas en la silvicultura mundial, pero este, definitivamente, está alcanzando magnitudes que antes no se habían visto. La enfermedad llegó al continente americano en el año 2004.
En México, en el 2009. Particularmente en la zona donde yo trabajo, Colima, arribó en el 2010 y, a 14 años de tener el problema, hemos diseñado un programa de manejo. La alternativa más viable es convivir con el problema. Hablar de erradicación es posible porque, de manera práctica, tendríamos que eliminar todos los cítricos en la región.
El impacto también llega al consumidor: si hace unos años producir una tonelada de limón costaba US$200, ahora cuesta el doble, US$400. Como productores y especialistas necesitamos aprender a manejar los impactos para reducir las pérdidas. Y decir que el manejo tradicional ya no es suficiente. En Colima, los productores que quisieron manejar el cítrico como antes de la llegada del HLB, salieron del mercado, porque ya no era posible seguir produciendo de manera comercial.