Las ventajas de producir sin la presión de plagas y enfermedades
Aunque las diferencias de calidad de un arándano producido en Ica, Santa Rosa, Cañete, Trujillo u Olmos son bastantes sutiles, el nuevo valle de Lambayeque ofrece unas características fitosanitarias envidiables, sin presión de plagas y enfermedades como mosca blanca y botrytis, que han sido intensas en otras zonas del país.
Rodrigo Pizarro Yáñez
China, el gigante pisa fuerte
3 gramos per capita parece poco. Pero no lo es. Ese es el consumo de arándanos en China. Sin embargo, si solo se cuenta a las clases más ricas, económicamente hablando, ese consumo llega a 30 gramos per capita. Y creciendo, rápidamente. Así es China. Si hay producto que gusta, lo compran. Por ello es que grandes empresas globales han decidido producir arándanos allí, y también las locales. Algunos proyectos con tecnología antigua no logran sacar más de 1,5 t/ha, pero hay otros proyectos que han invertido bastantes recursos para sacar el mejor producto.
Una de ellas es Haisheng, que es la mayor productora de manzanas para jugo del país. Hoy se han embarcado en la producción de arándanos y ya tienen, por ejemplo, 140 ha bajo techo y en maceta, a las que esperan añadir unas 260 ha más, en las mismas condiciones. Y toda la producción es para el mercado doméstico.
“Las producciones están en el norte, centro y sur y, precisamente se están decantando por el sur, que es donde están las producciones más tempranas, para salir en marzo. En un principio querían plantar O’Neal y Misty, pero mi recomendación fue que se decidieran por otras variedades nuevas y tradicionales. Hoy tienen un ‘pool’ varietal amplio y están conversando con algunos ‘club’ para poder plantarlas en el país”, explica Ochoa sobre un proyecto que aserora y que espera superar las 1,000 ha.
El Proyecto Olmos está demostrando que es posible producir frutas y hortalizas en un desierto donde hasta hace poco tiempo no había nada. Y el panorama era ese porque los caudales que de los ríos que corren hacia el Océano Pacífico son insuficientes para el riego de inmensas extensiones de tierra. La ingeniosa solución pasó por llevar agua desde el otro lado de Los Andes mediante un trasvase que permitirá regar un total de 38,000 ha. De esas, hoy están sembradas más de 21,000 que están en manos de empresas nacionales y extranjeras.
Por extensión, el cultivo más importante es la caña de azúcar que hoy cubre más de 11,000 ha. Controladas por AgrOlmos, del Grupo Gloria, la producción se realiza en un moderno ingenio que muele más de 5,000 toneladas diarias de caña de azúcar. El resto de la superficie la ocupan cultivos consolidados internacionalmente como la uva de mesa y palta, además de otros más tradicionales como espárrago e incluso es terreno de ‘nuevas alternativas’ como el maracuyá y el limón sutil.
Pero estos no son los únicos cultivos que han desembarcado en el Proyecto Olmos. También lo ha hecho el arándano, que ha ido tiñendo de azul un área que hoy se calcula en unas 1,300 ha y que, para el año 2021 se espera que haya unas 2,000 ha, que estarán en manos de empresas como Agrovision, Frusan, HFE Berries y Plantaciones del Sol; que son las que, a día de hoy, han apostado por su desarrollo en Olmos.
UNA ZONA LIBRE DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
El aseguramiento de agua es un aspecto clave por el cual las empresas hayan decidido comprar tierras en este valle, pero no es la única ventaja. “Olmos es un valle, fitosanitariamente hablando, sano”, subraya el Ingeniero Agrónomo, MBA, M.Tech, Sebastián Ochoa, asesor experto en arándanos, que actualmente asesora más de 8,000 hectáreas de este cultivo en países como Chile, Australia, Nueva Zelanda, China, Sudáfrica, Zimbabwe, Zambia, México, Colombia y Perú; país este último donde conoce al dedillo el comportamiento de esta especie en diferentes zonas productoras como Ica, Chincha, Cañete, Santa Rosa, Trujillo y Olmos. “Olmos es una zona sana porque la producción de frutas y hortalizas que se desarrolla aquí está más controlada, lo que hace que haya una menor presión de plagas y enfermedades”, continúa.
Específicamente en Olmos, y debido a las características del clima que impera esta parte del Perú, ha habido una presencia mucho menor de botrytis. “En Olmos no hay la humedad alta que, por ejemplo, hay en Cañete. Tampoco hay la llovizna que sí está presente en otras zonas del sur del Perú e incluso que Trujillo, donde sí hemos visto problemas de botrytis”, explica el experto. Sin embargo, sí han visto problemas de Alternaria, “pero siguiendo un programa de control, la hemos mantenido a raya”, precisa.
Una plaga que causa dolores de cabeza a los productores (especialmente a aquellos dedicados a la agricultura orgánica) de otras zonas productoras del país es la mosca blanca que, para satisfacción de los campos que están instalados en Olmos, ninguno cuenta con ese problema. “La mosca blanca es un verdadero desastre en otras zonas del Perú”, afirma Ochoa y señala a Emerald como una variedad altamente susceptible a sus ataques con bajas presiones de la plaga. “He visto huertos donde la mosca blanca, inclusive ataca a Biloxi, variedad no suscetible a la plaga. Una variedad que es muy susceptible es Ventura, pero en Olmos no hemos visto mosca blanca. Ni siquiera necesitamos hacer controles porque no está, solo hacemos monitoreos con cultivos trampa para poder actuar preventivamente cuando se detecte. Ello hace que Olmos sea un valle con características especiales y bien favorables en términos de sanidad para la producción de arándanos y, también para la producción de otros cultivos que se están desarrollando aquí”. Sobre la calidad del agua, el especialista asegura que esta es “espectacular, como en la mayoría de los proyectos de irrigación que hay en Perú”.
La diferencia de la genética australiana
No todos los arándanos son iguales. Y los del programa de mejoramiento australiano OzBlue tampoco, ya que las variedades obtenidas por Dave y Leasa Mazzardis son de mayor calibre, sabrosas, jugosas y crujientes que una variedad tradicional. En Perú, Hortifrut tiene la licencia para las primeras generaciones, pero aquellas más nuevas solo están en poder de United Export, cuyo fundador es Roger Horak, también fundador de OzBlu.
Hace poco más de un año que Migiva Group y OZblu firmaron un acuerdo mediante el cual combinan sus habilidades y fortalezas para formar OzBlu America, firma que traerá a América Latina variedades exclusivas patentadas. Así, OzBlu America tendrá los derechos de producción, venta y comercialización de la fruta y, con este acuerdo se implementará un modelo de negocios vertical, mediante el cual acelerarán la producción disponibilidad en el mercado de las exitosas variedades OzBlu que incluyen, entre otras: OZ Magnifica, OZ Bella, OZ Bonita, OZ Julieta y OZ Magica.
Así es como a través de este ‘joint venture’ se han entregado sublicencias a empresas como Agrovision (en Olmos), que plantó 100 ha de diferentes variedades. “Agrovision ya tiene experiencia con las variedades de OzBlu, pero con las primeras generaciones y el resultado ha sido positivo”, sostiene Sebastián Ochoa.
La otra ventaja es el precio del suelo, que es mucho más barato que en otras zonas. Así, si en Chepén una hectárea tiene un valor de compra de US$30,000, en Olmos el precio de esta ronda los US$15,000.
El inconveniente no menor es la distancia de Olmos respecto de las zonas urbanas más cercanas. “La primera vez que fui a Olmos, iba y volvía a Chiclayo todos los días y eso significaba dos horas y media por cada trayecto. Eso, lógicamente es una deventaja, que se suma a la precaria infraestructura de caminos”, advierte el asesor. Sin embargo, hoy en Agrovision, una de las empresas que asesora en Olmos, ha construido un campamento con todas las comodidades para evitar los largos desplazamientos.
El suelo es diferente a otras zonas del Perú. “Aquí la arena es heterogénea, muy diferente a lo que hay en Trujillo o algunos sectores de Ica”, afirma el especialista. “En Olmos hemos visto reventones de carbonato de calcio, que podría ser una ‘desventaja’. Donde ha ocurrido ese problema, lo hemos solucionado instalando las plantas en macetas, pero ha sido un problema ‘menor’ porque de las 700 ha que Agrovision tiene plantadas hoy en día, solo hemos puesto macetas en unas 5 ha”.
Pero, ¿esta es una tecnología que sigue creciendo en Perú? “Sí, yo asesoro proyectos que tienen plantas en maceta en Ica, Cañete y Santa Rosa, que están produciendo muy bien. Ahora bien, el uso de maceta solo se justifica en aquellas zonas donde no se cuenta con un suelo adecuado”, responde el asesor.
EL COMPORTAMIENTO DE LAS VARIEDADES ES SIMILAR EN TODO PERÚ
Si se trata de conocer diferencias o similitudes del comportamiento de las variedades, este, según Ochoa, es similar en las diferentes zonas productoras del país. “Cuando vemos fruta en Ica o el Norte Chico, y la comparamos con aquella que se obtiene en Olmos, no hay diferencias marcadas en la calidad de la fruta. Si las hay, estas son sutiles. Por ejemplo, quizás en la fruta de Ica, que una zona donde hay un delta térmico un poco mayor, podríamos obtener una fruta más dulce. Pero son diferencias tan sutiles que el mercado internacional no lo nota”, remarca y señala que, a diferencia de otros países, las plantas crecen muy rápido y es posible sacar rendimientos rápidamente, pero eso es una característica de la misma forma que se puede hacer en Chavimochic.
La ventaja de Olmos y, en general, de Perú, es que la planta es más precoz y la entrada en producción es mucho más rápida que en otros países. “Esa característica, netamente, es por un tema climático. Sin embargo, Perú tiene el problema de que, como el delta térmico es menor, el sabor de la fruta es inferior a aquella que se produce en otros países como Sudáfrica, Australia o Chile, por ejemplo. Ahora bien, si una empresa tiene la opción de dónde instalar una plantación de arándanos, conviene plantar en Perú en vez de otro país, donde quizás el problema sea la demora en llegar a los kilos deseados”, sugiere el especialista.
¿HAY UNA VARIEDAD MEJOR PARA OLMOS?
Biloxi, Ventura y Emerald son las variedades tradicionales por las que se han decantado las empresas peruanas. De las variedades club, hay plantaciones de diversos programas como OzBlu, Fall Creek, Discoll’s o MBO. La opinión de Ochoa, sobre si existe una variedad adecuada para las condiciones de Olmos, es la siguiente:
“Si no se tiene acceso a algunas de las variedades club, en mi opinión, lo mejor sigue siendo el ‘mix’ entre Biloxi y Ventura. Son variedades que se comportan bien. El comportamiento de Emerald, personalmente, no me gusta en Perú, porque a la planta le cuesta crecer, y eso ocurre por un efecto del clima y de saturación lumínica, que hacen que las plantas de Emerald sean mucho más achaparradas que en otros países. Hay que ver qué pasará con las nuevas variedades de Fall Creek, aquellas del grupo de las Collection (Bianca, Jupiter y Atlas). Las variedades de OzBlue anduvieron muy bien la campaña pasada. Las plantas crecieron rápido, produjeron bien, fruta de buenos calibres y con buen sabor”.
Hasta ahora, Biloxi sigue siendo el ‘caballito de batalla’ de la industria de los arándanos en Perú, por lo menos, en términos de kilos. Para el asesor, se trata de una variedad muy rústica que se ha adaptado muy bien a las condiciones peruanas. “Crece rápido, es precoz, produce los kilos que se les pide, pero tiene ciertos problemas, entre ellos, se desgarra muy fácilmente al cosecharla, por lo que los trabajadores deben tener cuidado. Es de un calibre medio, a diferencia de Ventura, que tiene un calibre más grande y de mejor apariencia”, precisa. Sin embargo, el mercado internacional reaccionará por un tema de oferta y demanda. “Si Perú tiene un mercado de ‘demanda’ va a poder colocar bien esa fruta. Sin embargo, cuando pase a ser un mercado de ‘oferta’ habrá problemas y se tendrá exceso de oferta. Es en ese momento cuando empiezan a priorizar por un tema de calidad, es decir, por fruta de mejor sabor, más firme y de mayor vida de poscosecha”, subraya.
– Entonces, para una variedad como Biloxi, a medida que haya mayor oferta, se irá seleccionando sola.
– Exacto, porque hay zonas donde no se da muy bien y porque hay fruta mejor manejada que otra. Tampoco es una fruta que sea muy campeona en términos de calidad. Ventura es un poco mejor, pero tampoco es lo mismo una Ventura de Chile que una Ventura de Perú, que es más ácida y tiene menos consistencia. Es firme, pero no es crocante. La Ventura chilena es mucho más rica de sabor. Fall Creek está sacando un grupo de variedades nuevas, donde está Bianca, Jupiter y Atlas; que son mejores y son variedades a las que pueden acceder los productores. Eso es lo que puede ir dejando fuera a la Biloxi.
– ¿Son mejores que Biloxi?
– Una de ellas, para mi gusto, sí, la Atlas. Tiene mejor sabor, es más firme, mejor calibre, frutos más bonitos.
– Ahí es donde las variedades club tienen mucho que decir.
– Exacto, serán las que darán que hablar. Lo bueno es que estas variedades son controladas, porque si vemos la envergadura de algunos proyectos en Perú, si alguien pone 1,000 o 2,000 ha de variedades club hay enormes posibilidades de ‘reventar’ el mercado. Eso sería muy complicado para los demás países productores, pero estos programas de mejoramiento genético tienen las cuotas de plantación bastante controladas, con el fin de no afectar los precios de esa fruta. Así, por ejemplo, a principios de campaña, en China, el mercado estaba pagando por la fruta peruana, de una variedad, entre 80 y 120 renminbi, mientras que por una variedad club, en esa misma fecha, y también producida en Perú, se pagaban 240 renminbi.