Reportajes . ...

Comparte

2022/23

Las travesuras de La Niña en la campaña de uva de mesa

Con dos grados centígrados en promedio por debajo de lo normal, las empresas productoras de uva de mesa se han enfrentado a otras variables en el campo. La principal consecuencia es un retraso de las cosechas entre cinco y siete días, debido a que los parrones están demorando en alcanzar los grados Brix establecidos para el corte de fruta. Esto se ha traducido, en algunos casos, en problemas de productividad en los campos que no ajustaron sus manejos a condiciones más templadas a lo que comúnmente se ve.

18 de Noviembre 2022 Marienella Ortiz
Las travesuras de La Niña en la campaña de uva de mesa

Los productores de uva estiman que van tres años continuos en que las temperaturas se han presentado por debajo de los promedios, pero este ha sido el más frío, sin duda. En Piura, este fenómeno relacionado a La Niña, no solo ha generado menores temperaturas, sino que también se ha observado una reducción en las horas de luminosidad en algunos valles durante el día, lo que ha afectado los procesos de fotosíntesis. En tanto, en Ica, el tema ha pasado por una mala lectura de las necesidades de riego, sobre todo a inicios de campaña, que estarían ocasionando menores rendimientos en algunos campos.

En líneas generales, en los fundos de norte a sur la principal consecuencia ha sido el retraso de la maduración de la fruta para entrar a cosecha. Aunque se habla de por lo menos una semana, como promedio, un mayor número de empresas piuranas han programado el fin de sus cosechas en enero, cuando lo usual era llegar hasta diciembre.

En cuanto a posibles impactos negativos, los campos que no ajustaron sus programas al escenario de bajas temperaturas, están teniendo problemas en esta campaña, pero quienes tomaron sus previsiones no sentirían mayor impacto en términos de calidad y productividad, según comenta Roberto Bezerra, quien asesora a cuatro empresas de vid en distintos valles de Piura.

En términos de luminosidad, comenta que el año pasado ya se registraban solo 9 horas al día, cuando lo deseado son 12 horas; sin embargo, este año han sido 6 horas, un déficit de luz que genera problema en la fotosíntesis de la planta. “La temperatura puede tener influencia sobre actividades enzimáticas de la planta y eso origina los ciclos más largo de producción, pero no tener luz significa que no habrá fotosíntesis. Es decir, no hay comida, no hay uva, no hay carbohidratos. Y entonces eso trae preocupación, y aún es una preocupación”, comenta.

Luego de la etapa de brotación, refiere que en los análisis formulados en algunos campos se confirmó los menores niveles de azúcares en las hojas, debido a las pocas horas de luz en el día. “En la etapa de brotación, la planta gasta toda su energía que estaba almacenada. Cuando crecen las hojas debería haber iniciado al proceso fotosintético, pero no pudo producir más carbohidratos”, refiere.

Roberto Bezerra, asesor de cuatro empresas de vid en distintos valles de Piura

Este problema se agrava, señala Bezerra, en las empresas que dejan muchos racimos, bajo la lógica que las variedades nuevas son más productivas. “La gente tiene una tendencia de dejar más racimos, pero, entonces, la planta ha producida poca comida y esa poca comida es para muchas bocas, es decir para muchos racimos. Es una preocupación a nivel general”, apunta.

Igualmente, otro indicador que se modificó fue el de la evapotranspiración o demanda de agua. En el mes de septiembre debía haber estado en 5,5 y, por el contrario, se encontraba en un promedio por debajo de tres. “El año pasado, la evapotranspiración fue un número bajo, estuvo en torno a 5,5. Ese año estaba en 2,4, mucho más bajo, es un evapotranspiración de invierno y eso tiene una relación muy directa con los nutrientes en el suelo”, explica.

Los campos que no ajustaron sus programas al escenario de bajas temperaturas, están teniendo problemas en este campaña.

SOLUCIONES ENSAYADAS

La fotosíntesis realmente depende del sol, deja en claro Bezerra. Sin embargo, indica que se intentó hacer una compensación energética en la planta, dándole “comida lista”, mediante la aplicación de, por ejemplo, aminoácidos en los momentos de mayor demanda energética como es la brotación, floración, envero y precosecha. “Para la fotosíntesis se necesita de agua y luz, y no teníamos luz. Entonces, en el manejo del riego en Piura que ya aprendimos a monitorear el año pasado, se utilizó la técnica de agua libre dentro de la cutícula de la hoja. Para lograr una compensación energética a la planta, se le brindó aminoácidos, azúcares, reductores y así ayudarla para concluir el ciclo”, expone.

Una hectárea de uva, que está con un conveniente estado nutricional, adecuado estado de humedad del suelo y buen control sanitario, puede producir por día 150 kilos de azúcar, explica. Por el aporte que se le ofreció a la fruta, entre aminoácidos y azúcares, se pudo ofrecer a la planta de 40 a 45 kilos, explica tras referir que esto no solucionó pero dio un soporte importante.

La cosecha en Piura empezó entre fines de septiembre y la primera semana de octubre. Luego de las medidas indicadas en los fundos que asesora, Bezerra comenta que la fruta logró buen color y calibres regulares, no igual a años anteriores, pero dentro del rango de calidad que exigen los mercados. “En una Sweet Globe, el mercado pide 22 milímetros, años anteriores lográbamos 25, pero este año se llegó a 24; igual se está dos calibres más de lo que pide el mercado. El Brix ha estado más demorado. El avance diario normalmente era de 0,4 de Brix por día. Este año, el avance era de 0,15 y 0,2 por día, que es la mitad de lo esperado. Mucha gente está utilizando traslocadores para activar la planta, pero realmente no creo que sea la salida”, dice.

En el actual escenario, considera que las empresas con menos experiencia tendrán dificultades de lograr una fruta de calidad. Por ello, recomendó no mandar fruta de la que no se esté muy seguro de su calidad a mercados muy distantes para no enfrentarse a problemas en destino.

Lo que sí es un hecho es que los atrasos en la cosecha oscilarán entre cinco hasta diez días, según la variedad y edad de la plantación. Por ejemplo, mencionó que en el caso de la variedad roja Allison tuvo un poco de dificultad en la fase de brotación. “Creo que en el 60% de las áreas manifestó ese comportamiento”, indica. En tanto, en la Sweet Globe tuvo una mayor dificultad en alcanzar los grados Brix para su cosecha. “Es una variedad muy productiva, pero siempre hay que cuidar mucho de la sobrecarga por una problemática de Brix que presenta”, dice.

Breno Lacourt, asesor de campos en valles entre Piura hasta Casma.

OTROS INCONVENIENTES

Por su parte, Breno Lacourt, asesor de campos en valles entre Piura hasta Casma, considera que el principal inconveniente es el número de días de retraso de hasta 7 días. Este retraso lo comprobó en la Sweet Globe, una de las variedades que tiene más área sembrada en el país.

El inconveniente puntual que comprobó en la zona del alto Piura, específicamente, en el valle de Chulucanas, fue algunos problemas de maduración irregular del racimo que se tradujo en una incidencia de algunas bayas duras y verdes en la cosecha. “En uvas blancas como la Sweet Globe, la mayor parte de las bayas de arriba del racimo están maduras, pero no las bayas de abajo de la puntera. En algunos casos extremos, se llega a contabilizar hasta siete bayas que no llegan a madurar”, indica. No se sabe exactamente lo que ha provocado ese problema de maduración, pero sí que está focalizado el problema en una sola zona de Piura, agrega.

Las cosechas en Piura van a extenderse hasta enero próximo, debido al frío.

En todo caso, considera que no es una merma suficiente que reste rentabilidad al negocio. “La verdad es que a la uva le encanta el clima más frío que uno muy caluroso como el de Piura. Incluso, origina que mejore los calibres, parámetro muy importante para elevar la categoría de exportación de la fruta”, agrega.

Otra consecuencia que ha originado el frío, según destaca, es que la variedad verde Sweet Globe presente una coloración rosada. “Pese a que es una uva blanca, tiene un gen de uva roja. Cuando hace frío, como este año, aumenta la cantidad de bayas que se ponen rosadas. Y esa baya no es comercial, pero no han sido en muchos casos, y en especial en las bayas chicas. Son las bayas pequeñas las que tienen la tendencia de ponerse rosadas. Alguna baya que esté más expuesta al sol también puede ponerse rosada cuando hace frío”, explica.

Más bien en los casos de uva roja y negra, sobre todo la roja, el frío es mayormente favorable porque es mucho más fácil que tome color, explica. Entonces, eso origina que aumente el porcentaje de categoría 1, que es la fruta Premium.

El asesor en Ica Fabrizio Vercellino.

MÁS AL SUR

En los valles de Ica que registraron este año temperaturas mínimas de hasta 7°C. El asesor, Fabrizzio Vercellino, comenta que se han alargado los procesos por el frío. En general, detalla que las brotaciones en los campos que asesora han venido más lentas, pero no han tenido problemas con los porcentajes de brotación, debido a que realizaron correctamente las aplicaciones de cianamida y no se apresuraron en regar los campos tras la poda, como suele ocurrir en algunos fundos. “En este escenario, se trató de alejar lo más posible el siguiente riego, luego del machaco –riego luego de la poda-, para darle posibilidad a la planta que despierte, sobre todo con el frío que esta predominando”, dice.

De esta manera, explica que no se tienen problemas con la cantidad ni con la calidad de fruta, producto del frío. “En la parte fenológica, la flor se atrasó diez días y vamos a ver si ese mismo atraso se observa en la cosecha –que empieza en noviembre-. Como el clima ya se está regularizando un poco, quizá no van a ser diez días de atraso, pueden ser quizá cinco días nada más”, apunta.

Luego de un machaco profundo, señala que puede pasar hasta 60 días sin regar cuando la planta está brotando. Sin embargo, refiere que hay algunos campos que regaron antes de tiempo o que aplicaron mal la cianamida y han tenido problemas de brotación por el frío. “El porcentaje de brotación normal debería ser un 70% o 75%, pero he visto campos que por mala cianamida aplicada en un año frio y riegos anticipados, han tenido 40% de brotación o han tenido brotaciones muy disparejas. Entonces, la oferta de fruta que tendrán al final será mucho menor “, señala.

En este escenario, considera que el riego ha sido determinante para no tener problemas en la campaña. “Si yo hago un riego de machaco profundo, tenemos temperaturas bajas, la planta está recién despertando, y si veo que el suelo en base a la calicata está con buena humedad, para qué le voy a meter agua tempranamente. La planta no necesita más. Si le metes agua antes de tiempo, se estresa por un exceso de agua, se intoxica en amonio; más si encima hay frío, es la tormenta perfecta para provocar una mala brotación que te lleva a tener menos fruta”, apunta.

Como ha habido más frío, refiere que la frecuencia de los riegos se han alargado lo que a su vez conlleva a un menor uso de agua. “El ahorro solo lo podremos ver al final de la temporada, pero hasta el momento vamos, por lo menos, 2000 metros cúbicos por hectárea menos”, dice.

Al cierre de esta edición (mediados de noviembre), las cosechas en Ica recién estaban iniciándose. Vercellino mencionaba que no se esperaban problemas con el calibre ni con el color. “Ya saliendo del estrés inicial del frío, el brote ha crecido a una muy buena tasa. Entonces, tenemos un buen brote, tenemos una planta vigorosa y un racimo que viene calibrando tanto en variedades tradicionales como en variedades patentadas”, refiere.

Debido a que se han registrado temperaturas muy altas en la tarde y muy bajas de noche, ese diferencial térmico venía ayudando a las variedades a pinten con facilidad. “Independiente del clima, es además súper importante manejar una canopia bien abierta para tener ese efecto térmico”, indica.

En líneas generales, los expertos consideran que la principal preocupación es la extensión del ciclo productivo. Bezarra señala que, en algunos casos, eso está alterando toda la programación de material, embalaje, transporte de la fruta, etc. Pero más allá de ello, consideran que la producción de uva de mesa puede convivir con el frío sin ningún problema, siempre que se tome en cuenta esta variable en el manejo de los campos.

SIN EFECTO OXIDATIVO

Debido a las bajas temperaturas, Roberto Bezerra comenta que no se presenció el efecto oxidativo que suele ocurrir en Piura entre septiembre y octubre que ocasiona el ablandamiento de la fruta. “No tuvimos ese efecto negativo que es cuando en algunas horas del día, la radiación traspasa los 1000wats/m2. La planta cierra los estomas para protegerse de la deshidratación excesiva, la consecuencia de esto es la acumulación del oxígeno en la hoja”, comenta.
Muchas empresas hicieron inversiones en plástico y la compra de protectores solares para reducir la transpiración de la fruta, pero ya no fue necesario.

 

Suscríbete a nuestro

Newsletter

newsletter

Lo Más Leído

Select your currency

NEWSLETTER

Gracias por registrar tu correo

Registrate

* indicates required
Newsletters