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Se habrían exportado unos US$3,400 millones esta temporada

Las berries mexicanas, un sector entusiasta y enfocado en dejar atrás una campaña ‘atípica’

La de 2023/24 fue una campaña atípica para las berries mexicanas, que vieron un descenso productivo de un 20% aproximadamente. ¿Qué ocasionó esta caída? Para el director general de Aneberries, dos son las principales razones. La influencia climática y la escasez de mano de obra, que es vista como uno de los grandes retos de la industria. Pese a ello, el sector está fuerte, exportando unas 600,000 toneladas, aunque con otro claro objetivo: aumentar el consumo interno de fresas, moras, arándanos y frambuesas.

19 de Julio 2024 Por Adrián Montiel y Rodrigo Pizarro Yáñez
Las berries mexicanas, un sector entusiasta y enfocado en dejar atrás una campaña ‘atípica’

Director General de Aneberries, Ing. Juan José Flores García

“Los productores de las berries de México siguen entusiastas, más que resilientes”, a pesar de que en la última campaña haya habido una caída generalizada de la producción de este rubro productivo. Así lo sostiene el Director General de Aneberries, Ing. Juan José Flores García.

Concretamente, al cierre de la temporada 2023/24, las producciones sufrieron un descenso del 20% en arándanos, entre 16% y 17% en la mora y la frambuesa, y entre 6% y 8% en el caso de la fresa. Pese a la merma de fruta destinada a la exportación, se esperan retornos en torno a los US$3,400 millones, por un volumen exportado de 600,000 toneladas, del total producido, que llegó a 1 millón de toneladas, quedándose en el mercado interno unas 400,000 toneladas de fruta.  

La baja productiva, según Flores, tuvo dos grandes factores que jugaron en contra esta campaña: En primer lugar, hubo eventos climáticos de altas temperaturas que dañaron la calidad de la fruta, impidiendo su exportación. En segundo lugar, hubo una fuerte escasez de mano de obra y un encarecimiento de esta que, en algunos casos, ocasionó que los huertos no fuesen cosechados.

Asimismo, hubo una baja de las inversiones, sobre todo porque se han encarecido los costos de producción.

“Es un primer año crítico para el sector, aunque las empresas siguen con toda la actitud, preparando las plantaciones, las podas y sus cultivos para el arranque de la temporada 2024/25”, subraya el director ejecutivo de Aneberries.

Eventos climáticos y mano de obra afectaron la producción de berries

Entre los factores que marcaron la temporada, ¿cuál dirías que fue el que más predominó en el descenso de la producción?

-El cambio climático, sin duda, pudo influir en el descenso de los volúmenes cosechados, respecto a las temporadas pasadas y, sin la misma calidad que en años anteriores. Además, esta temporada un porcentaje más alto de fruta se fue a proceso y también un porcentaje alto se vendió en fresco a nivel local o nacional. El calor nos afectó: nosotros cerramos la temporada de fresas entre la primera y segunda semana de marzo donde se reporta el pico de producción; de las otras tres berries está entre marzo y abril. Justo en ese periodo tuvimos registro de altas temperaturas, clima muy diferente al de temporadas pasadas. Eso provocó que la fruta no tuviera tan buena calidad paraque fuera exportada.

EL DESAFÍO DE LA MANO DE OBRA

-En cuanto a la falta de mano de obra, eso qué significa ¿hubo huertos que no se cosecharon?

-Los grandes productores llegan a requerir miles de trabajadores y, si falta mano de obra, hay que decidir entre la cosecha, la necesidad de podar o si se necesita de otras labores culturales. En ocasiones, incluso cuando el precio está ligado, en algunos huertos se decidía no cosechar porque ya te estaba ganando la calidad. O, al menos, cosechar sin fines de exportación porque, si no lo cosechas, se descompone el ciclo que viene.

-Esta carencia es clave porque este tipo de cultivo requiere una gran cantidad de trabajadores durante la cosecha.

-Al menos se necesitan entre 8 y 10 jornales para la cosecha de frambuesas y zarzamoras. En el caso de los arándanos, con las nuevas variedades se están empleando entre seis y siete jornales; pero es un tema que depende de la variedad, del clima y del manejo. La demanda de mano de obra tiene su pico en cosecha que, en el caso de la fresa es en febrero, y en el arándano en marzo y abril. Si a la cosecha se le suman los factores de falta de mano de obra o cualquier incremento de temperatura costará más hacer un buen manejo del riego, del control plagas y de la nutrición de los cultivos.

-Esta mano de obra, en el caso de las berries, ¿es especializada?

-Tienes que especializar a los trabajadores, y esto sigue siendo un objetivo. Las berries son un cultivo en crecimiento que ha llegado a zonas donde no se conocían. Hay gente muy trabajadora en las principales zonas de producción como Michoacán, Jalisco, Sinaloa, Baja California y Guanajuato. También de estados del sur como Oaxaca, Chiapas y Guerrero donde no se producen berries y son buenísimas en el trabajo y para aprender rápidamente, enfocados en las necesidades de contar con un producto de calidad. Para eso siempre hay que entrenar y capacitar, que los trabajadores se queden contigo para que se arraiguen y se queden mucho más tiempo que una temporada. Tienes que reinventarte en la especialización, no sólo de las cosechas, sino también en el manejo de insumos y podas de la misma plantación, por ejemplo.

-También hubo un cambio en la legislación…

-Hubo cambios normativos y ajustes en la Ley Federal del Trabajo y normas mexicanas que incrementaron el salario mínimo. Esto es una deuda a los trabajadores, pero incrementó los costos de producción y que el productor no lo había puesto en su radar. Además, algunos productores pagan más que el salario mínimo, lo que genera mayor competencia para disponer de mano de obra. Otro factor es el macroeconómico y es el tipo de cambio. Durante la temporada, no ayudó. Teníamos un peso llamado ‘superpeso’, un dólar muy por debajo de lo planeado con valores de 16 pesos y no los 20 que se tenían la temporada pasada. Esto no ayuda, quizás favorezca temas de importación y del mercado doméstico, pero no para la exportación.

-El cultivo de la berries ha crecido la superficie cultivada ¿hasta cuándo va a seguir creciendo, hay un techo productivo?

-Mientras el consumo siga incrementándose, y haya todavía muchas oportunidades en el mercado, sea el norteamericano o el global, se crecerá. Sin embargo, el tope lo ponen la falta de mano de obra, el tema climático, los altos costos de producción y temas logísticos. Ya estamos en una curva de inflexión por superficie. Ya no se verán los crecimientos de dos dígitos y de más de 20%. Además, hay una etapa de recambio de variedades muy marcada en los arándanos. Por ejemplo, Biloxi está desapareciendo. Y ese es un fenómeno que también está ocurriendo en la mora, donde está dejando de dominar la variedad Tupy. En cambio, las nuevas variedades son muy productivas, dos o tres veces más que una variedad tradicional. Para incrementar el consumo, es necesario hacerlo de manera profesional como los Consejos Norteamericanos de los arándanos, por ejemplo.

-¿El consumo está creciendo?

-El consumo crece, pero no el valor de venta. El grueso de las exportaciones de México de berries va a Estados Unidos. En la revisión de los números estamos satisfechos porque antes nuestras exportaciones a Estados Unidos y Canadá representaban el 97% o 98% y hoy estamos en era de 95.5%, es decir, hemos incrementado nuestro volumen hacia Europa, Medio Oriente y el sudeste asiático y Japón; que actualmente es uno de nuestros principales destinos para los arándanos y otras berries. El mercado japonés es muy importante para México, no solo en berries, sino incluso para productos cárnicos. Los retos con Japón, y con todo el mundo, siempre será cumplir con los requisitos sanitarios y fitosanitarios. Y ahora, hemos integrado a México a nuestro mercado norteamericano porque le vamos a apostar a una campaña nacional para que el mercado doméstico sea más importante que algunos países a los que enviamos a medio oriente y sudeste asiático.

EE.UU., Canadá, Europa y Japón son los principales destinos de las berries mexicanas

CON EL OBJETIVO DE ELEVAR EL CONSUMO NACIONAL

-¿En qué consistirá la campaña nacional para promover el consumo de las berries?

-Tenemos dos años trabajando la campaña a través de la estructura de Aneberries con una agencia y al público general en sus redes sociales con ‘influencers’ como deportistas, líderes y artistas. Esperamos una campaña fuerte en el primer trimestre del 2025. Estamos trabajando para que el Gobierno Federal nos conceda el Día Nacional de la Zarzamora y seguiremos trabajando para conseguir los días nacionales de la fresa, la frambuesa y el arándano acompañados con la promoción en supermercados y jornadas deportivas. Además, trabajamos en un convenio con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), también generamos nuestros propios materiales de difusión, divulgación y nuestra propia investigación. Sobre lo último, queremos diseñar una estrategia para incrementar el consumo nacional de las berries pues con una población de 130 millones de habitantes podría ser nuestro principal consumidor que cualquier otro mercado que tenemos. Necesitamos estudios que nos hablen de las bondades nutricionales como el alto contenido de fibra, antioxidantes fibra, pero con sustento científico, con nutriólogos, investigadores que confirmen la relación de la salud con el consumo de las berries.

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