La promesa de una mayor rentabilidad
En búsqueda de una reducción de los costos de producción, la agrícola Proagro inició hace unos ocho meses atrás la instalación de uvas de mesa patentadas, decantándose por la Pristine, una variedad obtenida por Polar FreshGroup. Para fin de año esperan seguir con este proceso de diversificación varietal y, para ello, barajan la oferta de variedades con la firma International Fruit Genetics (IFG), que tiene, entre las más comercializadas en Perú, a la variedad Sweet Celebration.
La bautizaron como Blanc Seedles y se comercializa como Pristine es una uva verde tardía de característica crocante en el paladar, se siembra en Australia, Chile, España y también en Perú, con la característica de que es cuatro semanas más tardía que Thompson. La empresa Proagro sembró hace unos meses 5 ha a modo de prueba y tiene gran expectativa sobre su fertilidad en los campos iqueños. En la próxima campaña se espera una cosecha equivalente a dos contenedores y, para el próximo año, serían cinco contenedores. Como es una planta joven se proyecta que en esta oportunidad serán 8,000 kg/ha y para el segundo año serían 22,000 kg/ha.
“Por lo que hemos visto, es una variedad hasta el momento muy fértil. Ya lo habíamos visto en otros fundos y aquí también ocurrió lo mismo, con casi 60 o 70% de fertilidad en el primer año. En otros fundos tuvo problemas de manchado de frutas por algunos errores que hemos detectado. Estaremos pendiente de que eso no nos ocurra. Lo que podemos asegurar es que el acabado es de una fruta muy crocante, lo que la diferencia con el resto de ‘seedless”, manifiesta Carlos Guillen, gerente agrícola de la compañía.
Como parte de su manejo, esta variedad demanda una mayor dosis de magnesio y calcio en comparación con otras variedades sin pepa, pero en contrasentido, requiere menos nitrógeno, lo que hace que se compensen los gastos finales de producción. El proceso de producción toma 170 días y es una variedad sensible a la luz directa.
Quienes más la conocen son los consumidores de EE UU porque se trata de una variedad que nació allí. Por ello es que los supermercados de ese país la quieren tener, lo mismo en Australia, que es un gran importador de uva desde EE UU, mientras que al mercado asiático le está gustando. La comercialización la realiza la propia empresa genetista, Polar FreshGroup, es decir, que Proagro no busca a los clientes ni negocia los precios finales en los mercados de destino.
EN NOVIEMBRE INSTALARÁN OTRAS VARIEDADES
Mientras tanto, con la empresa genetista International Fruit Genetics (IFG) que es dueña de más de diez variedades de uva de mesa, como Sweet Celebration, Sweet Globe, Sweet Candy, Sweet Sapphire y Cotton Candy, entre otras, han llegado a un acuerdo para cultivar esas variedades. Se espera que el proyecto se inicie en noviembre, cuando les entreguen los plantone. Sin embargo, aún desconocen el número de hectáreas que sembrarán, porque eso lo determinarán con la empresa genetista.
“Se comenzará con pequeñas hectáreas para probar el manejo de estas nuevas variedades. Cada una tiene detalles en el manejo, que es algo que no se puede comprar a la firma que ofrece la genética. Esas variedades ya están funcionando en Ica. Nosotros veremos sus necesidades y debilidades, para ajustar los detalles del manejo en al menos dos campañas. De allí, ya se podría expandir en un mayor número de hectáreas”, apunta Guillén.
En este caso, Proagro realizará la comercialización, previo pago del royalty que involucra una tarifa por hectárea, fuera del valor de la planta y de la repartición de un porcentaje por cada kilo cosechado. La variedad estrella IFG es la Sweet Celebration (roja sin pepa, parecida a una Flame con más calibre), de la cual ya hay unas 100 ha ya sembradas en Ica.
Guillén resalta que los resultados de este proyecto recién estarán claros dentro de tres o cuatro años, comparando costos de producción y de logística. Lo que sí tienen claro es que no reducirán las hectáreas actuales con la variedad Red Globe, porque sigue siendo atractiva, sobre todo ahora que se habrían reducido en un 30% las hectáreas totales de cultivos de esta variedad, según información de certificación de campos del Senasa.
RAZONES PARA DIVERSIFICAR VARIEDADES
El consumidor final reconoce a la uva por su color, sea roja, verde o negra, y si viene con o sin pepa. No paga más por una variedad determinada, así sea patentada o no. El ama de casa del mundo se fija en los colores, y va a comprar lo que más le convenga, según además el precio, considera Carlos Guillén. Por ello, la principal razón de la empresa para incursionar en estas nuevas variedades con patente es la posible reducción de costos de producción y una mayor productividad en campo.
“El costo de producción sube año a año. La mano de obra es cada vez más cara. La Red Globe es productiva, pero tiene una fertilidad variable que nos hace demandar más de 500 jornales/ha. Estas nuevas variedades con patentes son mucho más fértiles que la Red Globe, gracias a que tienen una poda corta, reduciendo la cantidad de mano de obra. A eso estamos apuntando”, sostiene. Los cargadores de estas variedades requieren una poda de 4 o 5 yemas por racimo cuando en la Red Globe son 7 u 8 yemas por racimo, lo que incrementa la mano de obra.
“Nuestro interés es sembrar todas las variedades patentadas que ya han sido sembradas con éxito en el Perú. Me gustaría probar 20, 30 o 40 variedades y encontrar la que sea mejor, que me baje costos de producción, pero salgo al mercado a comprar y las puertas están en muchos casos cerradas”, sostiene Guillén.