La imprescindible metamorfosis del kiwi chileno
La fruta busca dar un salto cualitativo y para ello necesita varias transformaciones. En la parte técnica, ya se ha iniciado una renovación de las superficies, y en la comercial, la fruta nacional se ha ido posicionando con éxito en mercados que hasta hace poco eran irrelevantes.
No tiene altos retornos como otras especies frutícolas, pero es el complemento productivo y comercial perfecto para algunas de ellas. “Hoy, el del kiwi es un negocio al cual varios lo están mirando, pero con un modelo específico”, afirma Carlos Cruzat, presidente del Comité del Kiwi. Para que ese modelo funcione, los huertos deben estar instalados en zonas aptas, más bien alejadas del frío extremo de la cordillera y cerca de la influencia marítima, con suelos con buen drenaje y aireación. “Con un manejo cuidadoso se logran buenos y estables rendimientos productivos. Con producciones sobre 40 toneladas exportables, basado en un sistema de producción moderno y si se trabaja ordenadamente, funciona bien como lo han demostrado varios agricultores especializados en kiwi”, subraya Cruzat.
Carlos Cruzat, presidente del Comité del Kiwi.
Y funciona para bien para ‘productores especialistas’. También para grandes empresas que basan el éxito de su negocio en varias especies. Especialistas en cerezas han incluido al kiwi en su portafolio, lo que les permite tener enlazados entre faenas a un importante número de trabajadores, pese a que este es un cultivo que no demanda tanta mano de obra”, precisa.
Iniciado en los años ochenta del siglo pasado, aún quedan huertos de esa época que producen bien, pero muchos de ellos no tanto. La renovación de la superficie era un asunto pendiente que hoy está siendo una realidad. Este proceso está incluyendo aquellas plantaciones más antiguas porque han dejado de producir bien y también aquellas que sufrieron daños por la PSA u otras que estaban en zonas extremas donde dejaron de ser competitivas. El proceso empezó unas temporadas atrás y está siendo paulatino. “Actualmente, se están renovando entre 300 a 500 hectáreas (ha) al año. Creemos que continuará a tasas parecidas un par de temporadas más”, confirma el timonel del Comité, sobre una renovación que estabilizará la superficie total en torno a las 10.000 ha, cuando actualmente en el país hay unas 8.500.
EN 2030 EL 50% DE LA FRUTA SERÁ DE HUERTOS NUEVOS
“En concreto, estimamos que se renovará más del 30% de los huertos adultos que hoy no producen bien. A ellos se sumará un 50% de huertos viejos que aun quedan, y que ya no se pueden recuperar. “Eso ha hecho que enfrentáramos los años pasados una disminución en el volumen total de fruta exportable, la que en el futuro próximo se revertirá cuando entren a producir las nuevas plantaciones. Así, según nuestras proyecciones, en 2030 el 50% de la producción vendrá de huertos nuevos”, explica Cruzat.
Ese recambio no tendría sentido si no se piensa en mejorar los rendimientos y la calidad de la fruta. “La próxima generación de huertos será plantada con la expectativa de producir, a lo menos, 40 toneladas por hectárea, exportables”, sostiene. Es decir, el doble del promedio nacional de hoy en día, que apenas se empina por sobre las 20 t/ha. “Con 40 toneladas por hectárea, los retornos son estables y atractivos para los productores. Bajo 30 toneladas por hectárea, el negocio no funciona y el productor comienza a perder interés y dinero”, subraya. Para lograrlo, se necesitan productores comprometidos y se señaló unas líneas más arriba: que los huertos estén ubicados en zonas aptas para el cultivo y bien manejados por productores especialistas.
En el contexto del crecimiento mundial, el reto para los productores será producir una fruta Cat 1 de la serie 20 y 30. Cuando aumente la oferta mundial, como lo está haciendo, aquellas de Cat 2 irán progresivamente quedando fuera de mercado, también la fruta blanda y los calibres pequeños. “Se necesita fruta más firme y de calibres medianos a grandes. Si nuestros huertos no son capaces de producir fruta de buena calidad, alto almacenaje y buen sabor, como país nos vamos a quedar fuera o muy disminuidos. Como industria nos tenemos que preparar para esto”, advierte Carlos Cruzat. Pero, ¿la industria se está preparando para eso? “Aunque sea reiterativo, la etapa que viene es una etapa de productores especialistas y que conozcan bien el negocio y que produzcan buena calidad. En eso estamos trabajando como Comité”, añade.
“Según nuestras proyecciones, en 2030 el 50% de la producción vendrá de huertos nuevos”.
“Un desafío gigante para Chile es disponer de nuevas variedades, especialmente amarillas”, sostiene Cruzat. Esto debido a que la fruta amarilla es más dulce, y por ello es especialmente demandada en el Lejano Oriente, y complementariamente muy necesaria para la paleta de oferta a nuestros compradores tradicionales que también desean la fruta amarilla. “A pesar de que llevamos mas de 20 años probando variedades, los resultados no han sido buenos. Hemos sufrido pérdidas parciales y hasta completas de estas variedades, debido principalmente a la PSA y a Verticillium”. El Comité se encuentra trabajando en esto a través de un proyecto Corfo para favorecer el ingreso de nuevas variedades, por medio de manuales que permitan actuar como guía de análisis y de evaluación estandarizada. Entorno a la Mesa Fitosanitaria del Kiwi, constituida por muchos miembros de la industria, están trabajando a nivel de huerto y laboratorio para establecer medidas de control y manejos prediales que permitan administrar el hongo para tener una planta sana y productiva.
Y el negocio se ha ido expandiendo, sin embargo, no al nivel de otras especies. Y es que el kiwi no lidera los ranking de consumo en el mundo, donde en los primeros puestos siempre figuran las bananas, manzanas y naranjas, pero el ‘mejor regalo’ para esta fruta fue el Covid-19 porque el consumidor supo que el kiwi posee también altos contenidos de vitamina C. “Eso, sin duda, fue muy beneficioso para el negocio”.
CHINA ES MENOS ATRACTIVA
Un cultivo, que tradicionalmente había sido dominado por las producciones de Nueva Zelanda, han surgido otros jugadores que han ido escalando posiciones.
China es el principal productor global representando la mitad de la producción mundial, y aun así consume todo lo que produce, que en 2022 fueron 2.455.000 toneladas,. “Además de producir mucho, las tecnologías de poscosecha han ido mejorando y las técnicas de almacenaje también. Entonces, ellos que son grandes productores tienen volúmenes de fruta hasta tarde”, cuenta Cruzat, sobre un mercado que hasta hace poco tiempo fue importante para el kiwi nacional. Hasta allí se llegó a enviar más de 28.000 toneladas, sin embargo, hoy se exportan poco más de 3.000.
China es un mercado gigante, que exige un kiwi más dulce que el kiwi chileno, la escasa fruta que hoy se envía va a un canal muy específico. “Y podría seguir siendo así si no se prepara la fruta para lo que ellos buscan”, afirma el presidente del comité. Con un panorama así, ¿qué mercado está absorbiendo hoy gran parte de lo que iba a China? “India ha crecido mucho, lo que ha permitido ubicar más fruta”, responde Cruzat. Y con un crecimiento sostenido, que ha pasado de 800 toneladas, cuando se realizaron los primeros envíos comerciales, hasta las 14.000 que se enviaron la pasada campaña.
El ascenso ha sido vertiginoso porque hace solo ocho años el kiwi de Chile era una fruta que de poca presencia para los importadores los indios. Para consolidar ese incremento, el Comité ha diseñado campañas promocionales para empujar ese crecimiento. Y es que el kiwi no es la única especie que interesa a los indios, que también vienen por manzanas , uva de mesa, arándanos y cerezas. El crecimiento de India como mercado es tal, que ya hay empresas indias estableciéndose en Chile, especializadas en la importación de fruta fresca.
HAY QUE ENTENDER LA IMPORTANCIA DE GRECIA
China no es el único que ha saltado al ruedo. “Grecia es un jugador importante que hay que entenderlo”, advierte Cruzat. Saltó al ruedo tras la crisis económica de 2008, donde los empresarios griegos veían en las exportaciones hortofrutícolas una forma de salvación. El kiwi no era un desconocido en un país que producía hasta entonces unas 60.000 toneladas, pero que poco a poco comenzó a crecer, hasta las 350.000 toneladas de esta temporada.
Esa cifra ha hecho que el negocio empezase a cambiar, Italia ya no es el más grande de Europa. Ese lugar lo ha ocupado Grecia, que comienza a cosechar en noviembre y hay fruta disponible hasta finales de junio. En tanto Portugal, España y Franciacosechan en la misma época, un volumen mucho inferior, de muy buena calidad y que se puede guardar fruta hasta juio. “Chile, que parte en abril, tiene que esperar que desaparezca esa fruta para entrar a Europa. Y nos queda completamente libre desde julio a octubre. Entonces, la ventana se empieza a estrechar”, advierte Cruzat y agrega que los griegos también podrían guardar fruta por más tiempo, pero en esta temporada el actual costo de la energía en Europa es un gran impedimento para que eso ocurra. “Esta campaña europea viene además con calibres pequeños, entonces están colocando su fruta no solo en Europa, sino también en otros mercados de ultramar”, dice.
LOS OJOS EN AMÉRICA LATINA
Así las cosas, Europa ha dejado de ser el gran destino prioritario para las producciones nacionales. Sí, antes enviábamos 120.000 toneladas y representaban un 60%, hoy enviamos 40.000, que representan un 30%. Sin embargo, han aparecido otros mercados. Uno de ellos es Brasil, donde antes se enviaban 3.000 toneladas, mientras que la pasada campaña fueron 14.000, y un porcentaje de esa fruta se envía con ‘Systems Approach’.
“Cuando llega una fruta tardía y fumigada, si se saca a temperatura ambiente pierde firmeza con mediana rapidez’. Una fruta fumigada en octubre dura casi una semana en góndola. Pero si esa fruta no es fumigada y se exporta bajo el ‘Systems Approach’ dura diez días y expresa todo su sabor”, explica Cruzat, sobre la línea de desarrollo que debiese tomar el mercado brasileño. “El desafío pasa por aprovechar el mercado hasta más tarde”, afirma. “Es un mercado muy interesante que crece de forma ordenada”, añade.
Colombia es otro mercado que se expandido para el kiwi chileno. Es un país muy grande y que ha ido creciendo en la logística de acceso a la fruta. Latinoamérica se posiciona cada vez mejor, “Hay fruta tardía, que pueden llegan muy cómodamente por vía terrestre a Argentina y Brasil, en tanto vía marítima se llega a Colombia y México. “En varios casos es fruta que se envía por camión y estamos en tres días en esos países”, concluye sobre un mercado latinoamericano que año a año se torna más importante.