La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) estableció la Red de Monitoreo en México con la instalación de trampas de succión de plagas de alta movilidad. El objetivo es alertar sobre vectores en zonas citrícolas del sureste mexicano. Uno de ellos, el pulgón, transmisor del vector del Citrus tristeza virus (CTV), entre otras plagas.

Las trampas de succión las desarrollaron el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La función es capturar e identificar a los artrópodos como insectos, arácnidos, entre otros) que se transportan por el viento.

El dispositivo, equipado con un extractor de un caballo de fuerza, genera una corriente de viento inversa. A través de una chimenea captura a los artrópodos que viajan a 12 metros sobre el nivel del suelo. Los especímenes atrapados caen a un frasco con alcohol a 96° para su identificación, conteo y almacenamiento a 4°C.

Para cada periodo de muestreo se identifican los organismos de importancia para el grupo de investigación. El resto se cuantifica y se almacena en alcohol a 70° y 4°C para su posible uso.

La Estación Meteorológica Automatizada (EMA) está asociada a cada una de las trampas. En ellas se miden parámetros como la temperatura mínima y máxima y la presión barométrica. Además, de la precipitación pluvial, dirección y velocidad de viento, radiación solar y humedad relativa, a doce metros de altura.

TRAMPAS INSTALADAS EN ZONAS CITRÍCOLAS

La primera trampa de succión, empezó a funcionar en el 2017 en el Campo Experimental Mocochá, Yucatán; la segunda en 2018, en el Campo Experimental Chetumal, Quintana Roo, que en el 2022 fue trasladada a la localidad de Pustunich en Ticul, Yucatán, a partir de la detección de plagas severas en huertos citrícolas de Campeche.

De esta manera, por más de seis años se ha realizado el monitoreo del comportamiento de los artrópodos en dos sitios diferentes, separados entre sí por 100 kilómetros lineales. Por lo anterior, se ha detectado, con 15 días de antelación, la aparición de pulgones vectores del CTV.