Hacia un necesario cambio de estrategia productiva
La última campaña de uva de mesa dejó varias lecciones a los productores peruanos, que deberán ponerlas en práctica de cara a la próxima temporada. Diversificar, tener fruta ‘todo mercado’ y correr las cosechas, son los pasos que se deben seguir para no perder competitividad en los mercados. Eso lo tiene claro una empresa como Ica Fruta, que además, y por los dispares resultados, ha decidido recambiar las últimas 50 ha de Flame que aún producían, en favor de dos variedades licenciadas: Ivory y Allison, con las que esperan retomar los resultados positivos.
El hecho de que la fruta californiana permaneciese por más tiempo en el mercado de EE UU jugó en contra para las producciones tempranas de Perú que, en muchos casos, debieron desviar su fruta a otros destinos. Esa fue la situación que la pasada campaña vivió Ica Fruta, firma que según cuenta su gerente agrícola, Fernando Cortez, salió con bastante fruta durante los meses de noviembre y diciembre, cuando EE UU estaba a tope de fruta local de guarda. “Hemos tenido que virar nuestros envíos hacia Canadá y hacia Europa”, cuenta. Y ese desvío no estuvo exento de inconvenientes, ya que las bolsas que se necesitan para enviar fruta a Canadá deben estar impresas en inglés y francés. “Si bien fue complicado conseguirlas, lo logramos y enviamos la fruta hacia ese mercado”, apunta Cortez.
“Tampoco teníamos previsto enviar fruta a Europa porque nuestro programa es 100% clamshell a EE UU. Tuvimos que salir a buscar clientes nuevos para Flame, pero nos encontramos con un mercado que no quería esa fruta”, explica el gerente agrícola, sobre un tema que se desencadenó la pasada campaña, afectando principalmente a las producciones del norte, aunque también golpeó a las sureñas, sobre todo a aquellas más tempranas.
Si bien los clientes terminaron recibiendo Flame, las liquidaciones no fueron las que se esperaban. “La Flame ya no es un negocio para nosotros”, afirma y señala que el negocio se saldó, en el mejor de los casos con un ‘empate’, es decir, no se ganó ni perdió, gracias a la fruta que se envió a partir de enero, que sus precios se comportaron de mejor forma. Sin embargo, el sin sabor que ha dejado la temprada fue clave para que la empresa haya decidió renovar las últimas 50 ha de Flame que había en el fundo. “Los campos anduvieron bien y produjimos fruta en la cantidad y calidad esperada”, dice. Sin embargo, el sobre stock de fruta californiana, sobre todo de variedades rojas tardías, jugó en contra para Flame que, como dice Cortez, “la han tirado al piso”, comercialmente hablando. “Hay campos que tienen variedades como Cotton Candy, con la cual hay un mayor poder de negociación para vender la Flame”, sostiene.
Según Cortez, de alguna forma, las variedades verdes han dado mejor que las rojas. “Incluso hemos visto facturaciones de Sweet Celebration en el mes de diciembre por US$12/caja, cuando normalmente se conseguían precios entre US$20 y 25/caja”, cuenta. Sin embargo, la Red Globe anduvo bien en casi todos los mercados. “Este año hemos tenido más clientes, porque antes todo lo enviábamos a EE UU y al cliente que le vendíamos, ya no quería Flame, por eso es que hemos tenido que abrirnos a un abanico más grande de clientes en Europa y Canadá”, explica.
Mildiú, aprendiendo sobre la marcha
Muchos de nosotros ignorábamos la presencia de mildiú en Ica o de cómo detectarlo. Hemos tenido que aprender sobre eso y también a cómo manejarlo. En esta parte del valle, donde están los campos de Ica Fruta, ha habido bastante, principalmente por las lluvias y humedad que ha habido. En las variedades blancas se ha notado bastante y lo hemos logrado controlar con algunos productos a base de cobre. Pero, ahora en la formación hemos tenido que hacer poda cero, se ha presentado con mayor frecuencia.
– ¿Qué lecciones han sacado tras lo que ha pasado esta campaña?
– Nos ha enseñado a diversificar y otro tema importante es que debemos buscar y sacar frutas que sean ‘todo mercado’, es decir, fruta que pueda viajar, que tenga buen sabor y que tenga buena aceptación. En eso, las variedades nuevas que tenemos, como Timco, Allison y Sweet Sapphire se han comportado muy bien. Hemos tenido los volúmenes y el número de cajas que habíamos proyectado. La campaña que viene tenemos que elegir a nuestro ‘enemigo’ y, en este caso, si es que vamos a enviar fruta en enero y febrero ese ‘enemigo’ será Chile que, con su fruta de finales de diciembre o enero, es de menor calidad y con mayores costos productivos si la comparamos con una fruta peruana. Hablando e Ica, nuestro principal inconveniente para enviar una gran volumen en esa fecha, que es la época de lluvias, pasa por tener una mejor estrategia de control para pudrición ácida, botrytis y para las plagas que puedan aparecer. Este año todo el valle tuvo mildiú precisamente en esa fecha, cosechando en enero.
– Es decir, ¿Ica moverá sus cosechas a una época más tardía?
– Exacto, antes en Ica comenzábamos en octubre, pero desde ahora a esos campos se les hará difícil cosechar en esa época, sobre todo por los volúmenes de fruta piurana y porque California viene también con mucha producción. Todos estamos tratando de corrernos. Al menos esa será nuestra estrategia, de correr nuestras podas, para no toparnos con la curva más alta de EE UU. El objetivo es apuntar a entrar cuando EE UU esté finalizando y entrar con variedades verdes.
– ¿Alguna en particular?
– Creo que la mejor variedad verde que hay ahora son Sweet Globe, Ivory y Timpson; que no está disponible hoy. Esas son de las mejores que he visto en Ica y, en nuestro caso, caso estamos viendo por sembrar más Ivory y Allison.
– ¿Eso es lo que tienen pensado recambiar en esa superficie de 50 ha de Flame?
– Sí, claro. O sea, la idea es poder sembrar esas 50 ha de Ivory y de Allison, que son dos variedades nuevas en las que tenemos experiencia y creo que nos ha ido bien.
– ¿La Flame es una uva que definitivamente quedó fuera del mercado?
– Sí, ya está fuera de mercado. Nuestros clientes no la quieren. Bueno, la Flame no tiene competencia frente a una Timco, que tiene bayas de 25 mm y una mejor vida anaquel. Flame, a diferencia de otras, no es una variedad de guarda, ya que tiene problemas de condición y se parte. Teniendo estas referencias es que se inició el recambio y porque ya no es negocio sacando 2,500 cajas/ha, con costo alto y con un valor en el mercado que va a ser inferior a lo que se tiene planificado.
– ¿Cuánto se pagaba por ella?
– Teníamos programas de clamshell que pagaban entre US$30 y 32/caja, pero eso ya no existe porque es una variedad que el mercado no quiere, por eso es que estamos sembrando Allison e Ivory, que son variedades más rendidoras y para ‘todo mercado’, que es lo que decía antes, es decir, pueden ir a EE UU y China y se comportan bien en el corto productivo que, si lo comparamos con una Flame es un 25% más bajo.
ACOMODÁNDOSE EN UN NUEVO ESCENARIO
– ¿Y cómo se puede acomodar Ica a este nuevo escenario?
– Yo creo que el acomodo está en poder salir un poco más tarde. No podemos pensar en salir en octubre o noviembre. El objetivo es tener fruta a partir de la quincena de diciembre para llegar a EE UU los primeros días de enero y así en adelante, hasta el mes de marzo.
– Productivamente, ¿cuál es la estrategia que deberán seguir para enfrentar de la mejor forma la próxima campaña?
– Tratar de cosechar más cajas al día porque, seguramente, se va a juntar un volumen mayor en enero, entre quincena de diciembre y fines de enero. Debemos tratar de concentrar nuestro principal volumen en esas fechas, para no vernos complicados con las lluvias de febrero, donde las temperaturas son más altas y, en caso de la uva roja, le cuesta pintar. Tenemos que podar más hectáreas día y tenemos que ser más eficientes en la cosecha. Definitivamente, la idea va a estar en poder sacar más cajas día, tener un mejor control de las enfermedades de pudrición y de botrytis a la hora de lluvias para no vernos complicados a la hora de la limpia. Eso va a ser un detalle, yo creo, principal este año.
– ¿Y comercialmente?
– Se podría meter fruta a Europa, aunque el grueso de la producción se debiera enviar a EE UU. Ya no tendremos precios de US$30 o 35/caja, y eso repercute en la producción en campo, que es donde debemos ser más eficientes en los manejos del campo, fitosanitario y de los presupuestos. En el tema fitosanitario estábamos acostumbrados a solo un programa que íbamos replicando. Eso ocasionó que la investigación se fuese desvaneciendo, pero debemos volver a ella, sobre todo en la búsqueda de productos o alternativas que permitan colocar la fruta en mercados exigentes, en cuanto a normativas fitosanitarias, por ejemplo.
– Y esta campaña, ¿cuándo vas a comenzar con la poda?
– A partir de la quincena de junio en adelante, para las variedades tardías. Con ese plan, podemos cosechar a partir de la quincena de diciembre, hasta enero.Probablemente, habrá quines poden sn mayo su Red Globe para intentar sacarla para el Año Nuevo Chino, pero si alguien poda la Flame en una fecha temprana, se verá sorprendida a la hora de querer venderla.
– Parece que la baja de los costos productivos son un tema esencial.
– Sí, claro, y las variedades nuevas apoyan en eso. Cada año nosotros tenemos que idear estrategias de fidelización del personal para que pueda rendir mejor, para que pueda avanzar más y poder hacer una labor más eficiente con un mayor ‘performance’ del personal. Eso nos va a ayudar en costos, digamos, en costo social. Eso hacemos, debemos hacer que una persona tenga mayor rendimiento mediante la enseñanza, mediante la motivación o mediante hacerles sentir que tienen que tener un compromiso con su trabajo, con la empresa. Hay que hacer todo un tema de fidelización. Es la única manera porque año a año va rotando la gente, no es estable todo el personal.
– ¿Qué otra área crees esencial que se debiese priorizar?
– A medida que las empresas iqueñas vamos creciendo vamos adoleciendo de mandos medios. No tenemos personal capacitado para supervisar una cosecha. Como la industria crece y hay más demanda desde el norte, muchos profesionales deciden irse para allá, entonces nos quedamos con un personal al que hay que volver a enseñarle campaña tras campaña a cómo cosechar y a cómo limpiar la fruta, que es donde se generan los principales errores. Quizás sería bueno hacer una sala de limpia, donde haya personal que reciba la java, limpie la fruta y la envíe a proceso.