Fortalezas y debilidades del almendro en Chile
El almendro presenta un gran potencial por desarrollar en Chile, potencial que no se ha expresado, en parte, por la sombra que proyecta el boom del nogal. Si bien el almendro es la especie cultivada líder en las principales zonas productoras de frutos secos del mundo, en Chile solo ocupa un lugar secundario con una superficie que se ha mantenido e incluso disminuido. La principal debilidad de la industria local es la baja productividad por hectárea, en tanto que la principal fortaleza, los bajos costos productivos. Hecho el balance, se observa que los productores chilenos obtienen mejores rentabilidades que sus pares californianos.
En Chile se cultivan 8.759 ha de almendros en 550 huertos para un total de 3,7 millones de árboles, de los que anualmente se cosechan 13.322 t de pepa. En tanto que en California, el mayor productor del mundo, se cultivan 538.232 ha en 6.800 huertos para un total de 155,6 millones de árboles de los que se cosecha 1.030.000 toneladas de pepa. Esos son los principales números que describen la situación del almendro en Chile y en la principal zona productora del mundo, California.
LAS GRANDES DIFERENCIAS ENTRE CHILE Y LAS PRINCIPALES ZONAS PRODUCTIVAS
Durante la primera convención anual de productores de almendras (CAPA), organizado por Huertos del Valle (HDV), Paulo Estrada, gerente de productores de HDV, explicó que el tamaño promedio de los huertos en Chile es inferior al promedio de superficie que se observa en los huertos de almendro tanto de California como de Australia. En Chile la cosecha mecanizada es una práctica que no está incorporada a todos los huertos (solo 60%), en tanto que en EEUU y Australia toda la superficie de almendros se cosecha con maquinaria debido al gran tamaño de los huertos.
Para graficar la situación chilena se van contrastando las cifras oficiales de ODEPA con las obtenidas gracias a una encuesta contestada por 39 productores (ver recuadro).
La importancia relativa del almendro en Chile es inferior a la que este frutal tiene en Estados Unidos, Australia y otras zonas productoras del mundo. “En Chile el almendro representa solo el 14,3% de la superficie cultivada con especies para frutos secos a nivel nacional. Lo que contrasta con la situación de EEUU y Australia, dos grandes productores de frutos secos, países en que más del 50% de la superficie de los frutales para deshidratado está dedicada al cultivo del almendro. En frutos secos vemos que en Chile el 61% de la superficie corresponde a nogal, especie que los últimos 10 años ha crecido de manera exponencial y que ha sido acompañado de manera importante por el avellano europeo (23%)”, explica Estrada. Este último frutal ha pasado más desapercibido en la zona centro porque se está desarrollando principalmente de Curicó al sur.
El nogal en Chile creció de 15.000 ha a 37.000 ha en solo 7 años, según cifras de ODEPA, pero según el gerente de HDV, la superficie de nogales en realidad superaría las 40.000 ha. El avellano, en tanto, en los últimos 15 años pasó de cerca de solo 1.000 ha a más de 13.000 ha. Sin embargo, en el mismo período de tiempo, el almendro casi no ha mostrado crecimiento. “En los últimos 5 años se han arrancado cerca de 750 hectáreas más de las hectáreas que se han plantado, lo que ha llevado a una disminución de la superficie productiva neta. A partir del año 2013 se observa una caída de superficie, pero hoy se puede ver un pequeño cambio de tendencia si consideramos nuestra estimación para 2018. En este contexto, la mayor superficie cultivada con el frutal se alcanzó -en Chile- el año 2013”, dice Estrada.
Si bien la superficie de almendros mostró una tendencia al crecimiento entre 2007 y 2011, período en que hubo más plantaciones que arranques (gráfico 4), en los últimos 5 años se han arrancado más hectáreas de las que se han plantado y la tendencia al crecimiento del almendro recién se estaría recuperando este año (2018).
MENORES RENDIMIENTOS EN CHILE QUE AUSTRALIA Y CALIFORNIA
La producción promedio por hectárea en Chile es inferior a la de California y Australia. Así mismo, el retorno en dólares promedio por hectárea del almendro en Chile ha sido inferior al de California. Es así que la productividad del almendro que alcanza California es su principal ventaja respecto de Chile. “En nuestro país, el promedio de rendimiento está bajo los 2.000 kg/ha, en tanto que el promedio de rendimiento de California sobrepasa los 2.500 kg/ha (tabla 1). Por otra parte, sorprende Australia, cuyos promedios de rendimiento casi alcanzan los 3.000 kilos de pepa por hectárea”, señala Estrada. Lo anterior indica que a los productores chilenos de almendro les queda mucho espacio para mejorar en ese importante parámetro.
En el gráfico 7 se comparan los retornos promedio por hectárea en dólares (KILOS DE PEPA PROMEDIO X PRECIO PROMEDIO)que han obtenido los productores de Chile y California en el período considerado. “Se aprecia que entre 2007 y 2014 California muestra un marcado incremento de los retornos por hectárea. Sin embargo, los retornos de California se igualan con los de Chile el año 2015, cuando ambas zonas alcanzaron a alrededor de US$16.000/ha. Posteriormente caen los retornos en Chile para llegar a situarse en alrededor de US$7.577/ha en 2017, casi la mitad de los retornos que lograron en promedio los productores norteamericanos ese año”. En términos generales, entonces, los retornos en dólares promedio por hectárea en Chile han sido consistentemente inferiores a los de California.
En cuanto a la estructura de los huertos, se observa que en California utilizan una mucha menor cantidad de árboles por hectárea o densidad de plantación que en los huertos chilenos. En Chile el promedio de árboles por hectárea corresponde a 419, dado el uso de marcos de plantación de 6 x 4 (el más comúnmente usado), en tanto que en EEUU es de solo 287 árboles por hectárea (7 x 5), lo que se traduce en una diferencia del 46%. Pero cuando se compara los kilos de pepa promedio que se han obtenido por árbol, durante los pasados 5 años, observamos que en Chile se cosecha 3,5 kg/árbol, en tanto que en California la cosecha promedio por árbol en este período ha correspondido a 8,6 kg. Así mismo, cuando se pasan los rendimientos por árbol a kilos por hectárea, vemos que en EEUU los rendimientos promedio han rondado los 2.500 kg/ha en tanto que en Chile solo nos empinamos a los 1.500 kg/ha promedio. Esto corresponde a una diferencia de poco más de mil kilos por hectárea a favor de EEUU, para configurar una diferencia en rendimiento del 41%.
“Eso implica que, si tomamos los precios promedio de Chile (US$5,56), los que son 31 centavos de dólar superiores a los de California (US$5,25), el retorno por hectárea en Chile corresponde a US$8.190, en tanto que en California los retornos promedio por hectárea superan los US$13.000. Lo anterior incide en una diferencia de retorno por hectárea de US$4.825 a favor de los productores norteamericanos. Un 37% de diferencia en desmedro del retorno de los productores chilenos, principalmente debido a la gran diferencia productiva a favor de los huertos californianos”, señala Estrada.
PERO LA INDUSTRIA CHILENA TAMBIÉN PRESENTA FORTALEZAS
Tanto la encuesta como las cifras oficiales muestran que en Chile la variedad más plantada corresponde a Nonpareil. Cultivar que da cuenta el 55% de la superficie cultivada en el país, en tanto que en California y Australia Nonpareil solo representa el 38 y 47% respectivamente. En cuanto a los polinizantes, Chile muestra entre 20 y 25% de la variedad Carmel, en tanto que EEUU solo un 7% de Carmel. Por su lado Australia se comporta de manera muy parecida a Chile (28%). “Llama la atención el caso de la variedad Monterrey, la que en California llega al 16%, pero que en Chile no existe. Lo que sabemos es que esta variedad es muy buen polinizante de Nonpareil y que se utiliza principalmente en el valle de San Joaquín, parte sur del estado de California. Sin embargo, presenta la desventaja de que se cosecha un mes más tarde que Nonpareil, por lo que en Chile podría presentar problemas debido a la lluvia”, apunta el experto.
El mayor porcentaje de la variedad Nonpareil es una ventaja para Chile porque “claramente es la reina” y presenta un diferencial de precio a su favor en relación a otras variedades. “Algo interesante de señalar es que los últimos 20 años California ha arrancado los huertos en que las variedades eran menos productivas, replantando con variedades de mayor rendimiento (ej. Monterrey), lo que en parte puede explicar las grandes diferencias de rendimiento entre California y Chile”, aclara Estrada. Sin embargo, Nonpareil representa una buena parte de lo que se cultiva en Chile, por lo que las diferencias de rendimiento promedio deben tener relación con las condiciones climáticas adversas (principalmente heladas y bajas temperaturas en periodo de polinización, lo que disminuye la actividad de las abejas), podas y manejos fitosanitarios y de fertilización, entre otros en Chile.
Siguiendo con las fortalezas de la industria chilena. Cuando se analizan los costos operacionales de California, para lo que se dispone de dos estudios realizados en EEUU, del valle de Sacramento y del valle de San Joaquín, respectivamente, vemos que los costos productivos en dólares por hectárea de California corresponden a casi el doble de los costos de producir almendro en Chile. Particularmente incidente, los costos culturales de California son más de 3 veces superiores a los de la industria en Chile (gráfico 9). Entre estos, el costo de riego en California es por lejos el factor competitivo más importante en favor de Chile, entre US$3.370 y 3.680 en California versus entre US$200 y 400 en Chile; lo sigue después en orden decreciente, el costo del control fitosanitario (US$1.220-1.500 vs US$550-950); la fertilización (US$1.170-1.200 vs US$550-640); la polinización (US$800-1.000 vs US$260-310); y la poda. Manejo de suelo y control de malezas es el único ítem, de los costos culturales, cuyo valor es más alto en Chile que en California (US$40-50vs US$120-155).
Según los datos aportados por los dos estudios mencionados, los que -advierte Estrada-, no representan la realidad de toda la industria californiana, el alto costo del riego en California, particularmente en el valle de San Joaquín, por una parte se debe a la gran cantidad de infraestructura vinculada a disponer de agua de riego y por otra a la necesidad de impulsar el agua, lo que genera costos en energía. En cuanto a costos de mano de obra general (verde), los salarios son más altos en EEUU. Pero, en lo que respecta a maquinaria (azul), el mayor costo en Chile se explicaría porque la oferta de máquinas en nuestro país no es tan importante como la de California.
El costo productivo en Chile, entonces, compensa en gran parte los menores rendimientos logrados en nuestro país respecto de California.
Volviendo a la tabla 1, pero incorporando también los costos al análisis. “Si bien, en los últimos 5 años, los retornos promedio por hectárea de Chile fueron de US$8.190 en tanto que los retornos promedio por hectárea de California correspondieron a US$13.015; cuando a estas cifras se le restan los respectivos costos por hectárea, vemos que la utilidad por hectárea promedio de Chile ha sido 125 dólares superior a la utilidad por hectárea promedio de California”, destaca Estrada.
En base a las cifras analizadas, particularmente considerando la gran diferencia productiva a favor de California, se puede deducir que los productores chilenos tienen mucho espacio para mejorar su rentabilidad por la vía de incrementar la producción por hectárea.
PUNTO DE EQUILIBRIO Y RENTABILIDAD POR HECTÁREA POTENCIAL
En la tabla 2 se analizan 5 escenarios de rendimiento por hectárea. Estos son el punto de equilibrio, el promedio de Chile, el promedio de la encuesta, el promedio de California y el promedio del 15% de los productores de mayores rendimientos en Chile. “Hoy en día, los retornos en Chile permiten llegar al punto de equilibrio con solo 827 kilos de pepa por hectárea. Asumimos que todos los productores del país están sobre ese punto de equilibrio. En base al retorno por kilo que han obtenido los productores nacionales, vemos que en el escenario 1, el punto de equilibrio, muestra una utilidad de cero, en tanto que se obtiene una utilidad de US$4.997/ha en el escenario que considera el promedio productivo nacional, una rentabilidad de US$7.271 en el caso del promedio productivo de la encuesta, una utilidad por hectárea de US$9.667/ha en el caso del promedio californiano y una utilidad por hectárea de US$12.008 cuando se obtienen los rendimientos del 15% más productivo de la encuesta”, puntualiza Paulo Estrada.
Cuando el mismo ejercicio se repite pero usando como base los retornos por kilo que recibe California (US$5,25), vemos que el punto de equilibrio se eleva un poco al situarse en 876 kilos por hectárea. En este caso la utilidad por hectárea en los 5 escenarios es respectivamente de US$0, US$4.462, US$6.609, US$8.872 y US$11.082.
Las conclusiones fundamentales que rescata Paulo Estrada de este análisis, es que la industria chilena del almendro presenta importantes fortalezas, entre las que destaca el costo de producción altamente competitivo. Sin embargo, así mismo en HDV detectan debilidades que pueden ser superadas. La principal y donde hay mucho espacio para mejorar, la baja productividad por hectárea del almendro en Chile, cuando se comparan los rendimientos locales con los de importantes zonas productoras de este fruto seco como California y Australia.