La palta continúa entre los productos agrícolas más relevantes del mundo, con un comercio global que supera los US$ 10 mil millones anuales. En ese escenario, Perú y México se consolidan como actores decisivos: el primero, como proveedor dominante de Europa; el segundo, como columna vertebral del abastecimiento estadounidense. La demanda en esos mercados se mantiene firme, mientras Asia avanza desde un nivel todavía pequeño pero en expansión acelerada, según la consultora Fresh Fruit Perú.

Más allá del crecimiento, el reto para el Perú ya no es ubicar su fruta, sino hacerlo en mejores ventanas comerciales y capturando mejores precios frente a un mercado más disputado.

Un 2025 de volúmenes récord, pero con precios más bajos

Entre enero y octubre de 2025, Perú exportó US$ 1,613 millones en paltas, un 16% más que el año anterior, y casi 877 mil toneladas, un salto de 41%. Sin embargo, el precio promedio cayó 17%, hasta US$ 1.84 por kilo, reflejando un año de fuerte producción global. Pese a ello, Fresh Fruit estima que el país cerrará el año en torno a los US$ 1,640 millones.

Los precios reprodujeron la curva habitual del cultivo, con un piso en junio y una recuperación posterior. Pero el rango del 2025 fue más bajo que el del 2024, consecuencia directa de una competencia reforzada en Europa y Norteamérica.

Europa: liderazgo sostenido bajo presión

Europa absorbe alrededor del 60% del valor exportado por Perú y sigue siendo su destino principal. Países Bajos y España concentran casi la mitad de los envíos y conectan al país con el resto del continente mediante una red logística integrada. No obstante, los precios han estado ajustados y nuevos proveedores —como Colombia, Sudáfrica y Kenia— han ganado espacio en nichos específicos.

Los requisitos fitosanitarios se han vuelto más estrictos, y aunque los rechazos por cadmio fueron mínimos en el 2025, el mercado europeo continúa sin margen para errores.

Estados Unidos: la hegemonía mexicana y la ventana peruana

México mantiene un liderazgo absoluto en Estados Unidos, enviando cerca del 85% de sus exportaciones de palta a ese país. En el 2024, superó los US$ 4,000 millones en envíos totales y marcó los picos comerciales más importantes del año, como el Super Bowl.

Perú ha fortalecido su presencia en la ventana mayo–julio, cuando su fruta alcanza mejor materia seca, llegando a representar entre 40% y 50% del valor conjunto México–Perú en esos meses. Sin embargo, para competir en el primer trimestre, será necesario garantizar calidad desde el inicio de campaña y reducir los históricos problemas de fruta temprana.

Asia: la frontera donde el Perú ya no llega tarde

Asia se ha convertido en la región más dinámica para la palta peruana. China ha incrementado sus importaciones más de 80% en tres años y Perú ya controla alrededor del 25% del mercado. Japón y Corea del Sur mantienen precios por encima del promedio global, mientras que otros destinos emergentes incorporan al proveedor peruano en sus cadenas de supermercados.

La oportunidad es clara, aunque exige logística impecable y altos estándares de inocuidad.

Una cadena con alta capilaridad y nuevos desafíos

La producción nacional superó el millón de toneladas en 2024, exportándose alrededor del 60%. Las zonas del norte siguen liderando, pero el sur gana protagonismo por su capacidad de extender la campaña y reducir riesgos climáticos.

El sector está marcado por una estructura atomizada: más de 29 mil productores de palta Hass participan en la cadena, y más de 21 mil manejan menos de una hectárea. La diversidad territorial es una fortaleza, pero también complica la homogeneidad de estándares.

La agenda que viene

El mercado está dinámico, lleno pero no saturado. Para sostener el crecimiento, el Perú deberá afinar varios frentes:

• Leer mejor el calendario y evitar sobreofertas puntuales, especialmente en Europa.
• Asegurar materia seca desde el inicio de campaña para ampliar la ventana estadounidense.
• Consolidar Asia como destino estratégico con acciones específicas de marca y promoción.
• Fortalecer la productividad y certificación de los pequeños productores.
• Impulsar una estrategia país que responda con rapidez a nuevas exigencias regulatorias.

El potencial de expansión sigue vigente, pero el futuro será de quienes combinen escala, disciplina comercial y calidad constante.