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Nuevas variedades

El futuro ya es una realidad

Cerca del 40% de la producción de uva de mesa en Chile corresponde a variedades protegidas y la demanda del mercado indica que esta cifra continuará creciendo. La Exportadora Subsole va a la cabeza de esta tendencia y comparte sus experiencias con los nuevos tipos de uva.

16 de Diciembre 2021 Equipo Redagrícola
El futuro ya es una realidad

De las 181 hectárea que Subsole tiene plantadas en un predio en Jahuel, en el Valle de Aconcagua, solo un cuartel tiene plantada una variedad tradicional –Thompson Seedless–, mientras que el resto corresponde a variedades protegidas. De hecho, a nivel nacional, el 65% de la uva trabajada por esta empresa corresponde a variedades patentadas, de las cuales han recabado a través de diferentes temporadas, la información necesaria sobre sus comportamientos en diferentes zonas productoras en el país.

Andro Vidal es gerente comercial de Subsole y sostiene que lo importante es que el menú varietal ofrecido por productores y exportadores debe responder a la demanda del mercado mundial. A nivel de preferencias, los consumidores se inclinan entre un 40% y 50% por las variedades verdes, en un 40% por variedades rojas, y entre el 10% y el 20% restante por negras y de sabores o características especiales. “Ojalá se puedan producir estas variedades en forma secuencial, para abordar todas las semanas productivas (diciembre a junio) de la unidad agrícola”, afirma.

Andro Vidal, gerente comercial de Subsole.

Aunque con menor velocidad, el mercado productivo del país también se está moviendo en la misma dirección. “El nivel de variedades nuevas producidas en Chile llegó en torno a 23 millones de cajas en la temporada pasada de un total de 65 millones exportadas. Probablemente se quedó bastante fruta roja y blanca por efecto de la lluvia, por lo que se pude haber llegado a 25 millones de cajas”, comenta Andro Vidal, gerente comercial de Subsole. Actualmente, las variedades ‘nuevas’ representan el 35% de las ventas al exterior, aunque sin el efecto de las precipitaciones del verano, pudieron haber llegado al 40%.

La oferta nacional todavía no logra consolidar este mix, pero está trabajando en ello. En relación a las variedades nuevas, en la temporada 2020/21 llegó a 14 millones de cajas de uvas roja, cinco millones de verde y tres millones de negra o especial. Sin embargo, el futuro se ve más acorde a las tendencias internacionales. De las 15.000 hectáreas plantadas, 7.000 son de uva roja y 5.500, de uva verde. “Las rojas se plantaron antes y, por lo tanto, su desarrollo y producción se está materializando. Pero el grupo de las variedades verdes es la que se está plantando en la actualidad. Por ello, no sería raro que en unos cinco años estemos hablando de números equivalentes entre los dos colores principales”, explica Vidal.

UN PORTAFOLIO DE ALTERNATIVAS VARIETALES

¿Qué plantar entre la nueva oferta de uva? “Hoy es muy distinto hacer un proyecto que hace diez años con las alternativas que existían: no eran muchas y no había gran experiencia local. Por lo tanto, la incertidumbre y la probabilidad de equivocarse era alta. Actualmente, se puede establecer un proyecto de uva de mesa con bastante seguridad y cubriendo todo tipo de variedades”, comenta Gabriel Marfán, asesor técnico de Subsole.

La gran mayoría de la uva plantada en Agrícola El Retorno corresponde a variedades protegidas.

Durante el “Taller de producción de uva de mesa, manejo de puntos críticos”, realizado a comienzos de octubre, Subsole compartió algunas informaciones básicas sobre las variedades protegidas que tienen en producción y recomendó aquellas que, en la actualidad, son más confiables en cantidad y calidad de producción: en verdes, Sweet Globe (International Fruit Genetics, IFG) y Autumn Crisp (Sun World International); en rojas, Jack’s Salute (IFG), Allison (Special New Fruit Licensing, SNFL) y Scarlotta Seedless (Sun World International); en negras, Sweet Favors (IFG), Melody (SNFL) y Sable Seedless (Sun World International); y en variedades especiales, Cotton Candy (IFG).

VARIEDADES VERDES

Autumn Crisp: Variedad verde tardía, de alta productividad, con 3.500 a 4.000 cajas/ha, de gran calibre y con bayas grandes y redondas (23 a 25 mm). “Es bastante productiva y simple de manejar. Hay experiencias exitosas en San Felipe y en otras zonas. Tiene un sabor y una crocancia excepcionalmente buenas. Es aceptada en forma bastante transversal en los mercados”, afirma Gabriel Marfán y añade que se debe procurar que el número de bayas no sea muy alto, entre 70 y 80, para una óptima calidad. “Es de vigor progresivo, el que termina siendo bastante alto, por lo que se sugiere densidades de plantación medias a bajas”, sostiene.

“Presenta algunos desafíos asociados a la sobre manipulación de la fruta. Hay que tratarla con un poco de cuidado, ya que se marca un poco más que la Thompson Seedless. Por lo tanto, los arreglos de racimo deben enfocarse a eliminar hombros largos y descolar”, comenta el asesor técnico de Subsole.

Sweet Globe: Variedad verde de media estación (cosecha tres semanas antes que la Autumn Crisp), con productividad de 3.500 cajas por hectárea, con bayas de un calibre  (22 a 23 mm.), firmes y crocantes. “Es bien parecida a Autumn Crisp en su crocancia y en la forma de la baya. Es fácil de manejar, ralea bien y el arreglo es muy fácil. Es más resistente a la manipulación que la Autumn Crisp, aunque esta última tiene mejor escobajo”, afirma Marfán. En los primeros años puede presentar tonos rojos en las bayas, por exceso de luminosidad.

Timpson: Variedad verde de media estación, de fecha similar o un poco antes que Sweet Globe, con bayas con calibre de 20 a 23 mm. De fácil trabajo en campo. No necesita raleo químico y precisa un arreglo de racimo poco intensivo. El primer año puede tomar una tonalidad ámbar con cierta rapidez, por lo que se recomienda protegerla de la luz en ese período, según información de Subsole. Sobre el uso de ácido giberélico, en la realidad chilena podría necesitar algo más de lo que se sugería inicialmente. “Habría que realizar dos pasadas de 20 gramos y, eventualmente, una adicional de 10 gramos”, sostiene el asesor.

“Tiene un sabor más moscatel, que se destaca con niveles de azúcar de 19º Brix a 20º Brix. Los racimos son todos iguales, lo que permite trabajarla con descole. Se da muy bien en el norte del país y puede ser un poco más sensible a lluvias que otras variedades, por lo que hay que ser más cautos si se planta en el sur”, dice Gabriel Marfán.

Ivory: Variedad temprana, de bayas redondas de color crema, de 20 a 23 mm. Presenta una productividad de 3.200 a 3.500 cajas por hectárea. “Es entre una Superior y una Thompson. Ralea fuerte. Es una variedad interesante en el segmento temprano, ya que existen pocas opciones. Es de arreglo de racimos sencillo”, afirma Marfán.

VARIEDADES ROJAS

Scarlotta Seedless: Variedad tardía, de sabor neutro, con alta productividad (sobre 4.000 cajas/ha) y resistente a lluvias. Con bayas de 21 a 23 mm. El manejo busca dejar 55.000 racimos por hectárea de 700 a 800 gramos de peso cada uno. Su mayor complejidad es el arreglo de racimo. “No es que ralee mal, pero el racimo es bastante grande, por lo que necesita un ajuste, sacar hombros y descolar. Se trata de un arreglo tipo Red Globe, en el que hay que bajar hombros y cortar”, explica el asesor.

Scarlotta es una variedad muy tardía, de sabor neutro, con alta productividad (4.000 cajas por hectárea) y resistente a lluvias.

Una de sus ventajas es la eficiencia hídrica. “Una Flame, que da más 20 t/ha, se va a regar con 5.000 a 6.000 cubos/ha. al año. En este caso, se van a producir 45 t/ha. y se van a utilizar 7.000 cubos. Es decir: en Scarlotta se usan 150 litros de agua por kilo, mientras que en la Flame se utilizan 300 litros”, especifica.

Allison: Variedad tardía, que se cosecha entre 10 y 15 días antes que Scarlotta Seedless. Muy fértil, de bayas ovaladas y de sabor neutro, con una productividad de 3.500 a 4.000 cajas/ha. Utiliza poco ácido giberélico. Su mayor desafío es el arreglo de racimo, ya que es muy grande.  La postcosecha es bastante buena

Timco: Variedad media a tardía, con bayas levemente alargadas, con calibre de 23 a 25 mm. “Se ha desprestigiado un poco en los últimos años, por sus resultados diversos. Eso se dio porque mucha Timco se injertó sobre parrones antiguos de Red Globe o de Crimson o se plantó en zonas que no eran adecuadas. Pero tiene muchos atributos, siempre y cuando se la trabaje más al detalle, con más racimos y menos bayas: 70 a 75”, explica el asesor de Subsole.

Jack’s Salute: Uva tardía, con calibre de 22 a 24 mm. y una producción de 3.500 cajas/ha. “Es una variedad grande, alargada, con un color un poco más rojo, que usa poco giberélico. Todos sus brotes traen uva, pero no presenta tantos racimos dobles o triples. Por lo tanto, es agradable para ajustar carga. Es de buena postcosecha. No llega a tener un sabor especial, aunque es un poco mejor que el de otras”, resumen Marfán.

Sweet Celebration: Baya redondeada de calibre 22 a 24 mm. Se cosecha un poco antes que las antes mencionadas. Variedad de muy buen color y sabor sobresaliente. Alta fertilidad y productividad (3.500 cajas/ha). Los primeros años o en condiciones de mucha temperatura, puede presentar algunas trazas de semilla”, según lo explicado por el asesor de Subsole.

Ralli Seedless: Variedad temprana. Es una mutación de la Superior. Tiene un color rosado brillante característico y es valorada por su sabor y su producción temprana. Productividad en torno a las 3.000 cajas/ha. y calibre de 20 a 23 mm. Sensible al azufre que descolora las bayas, según lo comprobado por los responsables de Subsole.

VARIEDADES NEGRAS

Adora: Variedad muy tardía, de gran calibre (24 a 26 mm.) y con una producción que llega a 4.000 caja/ha. Si bien en teoría presenta alta sensibilidad a la humedad relativa y a las precipitaciones, se comportó bien frente a las lluvias ocurridas el verano pasado, posiblemente porque todavía estaba en un estado de poca maduración, de acuerdo a lo explicado por el asesor de la exportadora.

Presenta una leve desuniformidad de calibre, por lo que hay que trabajar en la limpieza del racimo. “Tiene un escobajo regular, por lo tanto, hay que cuidar bien las temperaturas en las cosechas”, afirma el especialista.

Melody: Tardía, de alta capacidad productiva y muy vigorosa. Calibre entre 19 y 21 mm. “Se arma rápido, lo que ayuda a entrar en producción pronto. Ralea bien. En el segmento de las negras, es la más sensible a la lluvia o a la humedad. Pero en zonas más secas como Copiapó, se porta muy bien. Desde la Región Metropolitana hacia el sur hay que tener cuidado con las pudriciones”, precisa Marfán.

Sweet Favors: Variedad tardía, de alta fertilidad, producción de 3.500 cajas/ha. y calibre de 22 a 24 mm. “Tiene una forma parecida a Autumn Royal. En los mercados asiáticos, esto le da una cierta ventaja. No ralea mucho. Hay que ponerle giberélico de raleo. Necesita de trabajo en el arreglo de racimos”, comenta Gabriel Marfán.

Sable Seedless: Es una variedad consolidada en el mercado, gracias a su buena combinación de un sabor sobresaliente (con dejo a moscatel) y una buena vida de postcosecha, ya que esta puede extenderse entre los 70 y 80 días. Si bien inicialmente las expectativas productivas eran bajas, con el tiempo se ha ido consolidando en la obtención de alrededor de 3.000 a 3.500 cajas por hectárea, con uva bien terminada y dulce. Su calibre ideal es de 19 mm.

La Sable Seedless es una variedad consolidada en el mercado, gracias a su buena combinación de un gran sabor, la toma fácil de color y una excelente vida de postcosecha.

“Antes se asociaba el sabor al calibre, pero el calibre no es el principal factor del sabor, sino qué tan iluminada está la fruta en el período de crecimiento de las bayas y en el periodo de madurez. La clave es manejar con mucha luz”, dice el experto de Subsole.

VARIEDADES ESPECIALES

Sweet Sapphire: Variedad de tiempo de cosecha media. Tiene una baya alargada, con forma de dedo, de una extensión de tres a cuatro centímetros con un hundimiento en la punta. Calibre de 18 a 20 mm., con alta productividad (3.500 cajas/ha.) y buen raleo. “Una de sus dificultades es la presencia diferenciada de grados Brix entre la parte pedicelar y distal, que puede llegar a un grado. La búsqueda de la uniformidad interna de los granos puede llevar a una espera en la madurez con riesgo de deshidratación”, explica Marfán.

Cotton Candy: Es de temporada media. Se cosecha con un color verde a ámbar, con 19 ºBrix a 20 ºBrix y un sabor marcado a algodón de azúcar. Productividad de 3.000 cajas/ha, con calibre de 20 a 22 milímetros. Buena postcosecha. El desgrane tiende a ser alto. “El riesgo es que fácilmente se puede partir una cosecha con un desgrane del 3% al 5%. Pero si se atrasa la cosecha o no se hace en forma prolija, se puede llegar al 10%. Ojalá embalar la uva bajo el parrón o tener un packing cerca. Hay que evitar manipularla mucho”, explica el asesor de Subsole.

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