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Berries Bafi

El arándano como instrumento de diversificación productiva

Una firma productora de tomates bajo invernadero en Michoacán decidió hace siete años invertir en el cultivo de arándanos. Iniciaron el proyecto con 5 ha y ya tienen 32. Su gerente confirma que el 100% del crecimiento de la empresa está relacionado con esta baya de color azul.

18 de Julio 2024 Rodrigo Pizarro Yáñez
El arándano como instrumento de diversificación productiva

No es fácil iniciar un nuevo proyecto agrícola. Menos aún si se trata de un cultivo completamente diferente al que se ha estado trabajando por décadas. Pero cuando en La Piedad, Michoacán, se empezaban a escuchar los primeros comentarios sobre los arándanos, hubo varios productores de tomate que mostraron interés por esta baya de color azul. Y es que, según los comentarios de esos años, se trataba de una oportunidad de negocio porque era un cultivo rentable y, en teoría, fácil de producir.

“Mi papá comenzó a investigar más sobre este cultivo, hasta que decidió invertir, con la idea de diversificar y no ser 100% tomateros”, cuenta Alberto Bañales, gerente de Berries Bafi, una empresa que se dedica desde 2017 a la producción de arándanos en La Piedad. “Es muy complicado diversificar dentro de un invernadero, ya que salvo un ciclo que hacemos de pimientos, toda nuestra producción es de tomates. Esa fue la razón de tomar la decisión de hacer este proyecto desde cero”, añade.

Y este se hizo en un terreno nuevo, donde se instalaron las primeras 5 hectáreas (ha) de Bilox de manejo convencional y bajo macrotúnel, a una densidad de 9.000 plantas/ha en macetas y con sustrato de fibra de coco. Tras ello, se añadieron 9 ha de Biloxi de manejo orgánico, que se cambiaron a convencional e 2020. Después, al crecimiento ha sido paulatino hasta llegar a las 32 ha que la empresa tiene hoy en día.

“El cambio de orgánico a convencional lo hicimos porque, a pesar de que las producciones eran similares, no había un sobreprecio interesante para los arándanos orgánicos, y el precio de la fruta convencional y orgánica, era prácticamente el mismo”, cuenta Bañales sobre una decisión final que tomaron cuando un asesor les dijo: ‘si quieren producciones orgánicas, eso costará más caro hacerlas y las producciones no serán muy grandes y los sobreprecios no eran tan buenos’. Tras esa sentencia, no hubo razón alguna para continuar con el proyecto orgánico.

ARÁNDANOS, LOS PREFERIDOS
“En cuanto al pago de los cosecheros, en el arándano pagamos cosecha por destajo. Ello hace que una persona se lleve dos o tres veces más que en un invernadero. Por ese lado, cuando necesitamos gente, la hay. Se chocan ambas cosechas, no al 100% pero los negocios los manejamos aparte. Buscamos que no haya conflicto, pero estamos compitiendo”, explica el gerente de Berries Bafi.

SALTO GRACIAS A LA TECNOLOGÍA

El establecimiento del cultivo de arándanos en México no ha sido sencillo, sobre todo en los inicios, por la falta de información que había sobre esta baya. “México perdió mucho dinero en un inicio porque, por ejemplo, no se tenía claro que al arándano le gusta un pH ácido y en México la presencia de ese tipo de suelos, solo se encuentra en lugares muy específicos. Si la intención era que un proyecto creciera, se debía establecer en bolsa o maceta y con sustrato. Una vez que se entendió que se debía implementar tecnología, el arándano se ha expandido con éxito en el país”, explica el Dr. Carlos Castillo, asesor internacional, especialista en berries, quien está a cargo de asesorar a Berries Bafi.

Quizás por ello, a los productores de tomate este no era un cultivo ‘desconocido’. “Estos ya producían la hortaliza en invernaderos de alta tecnología y tenían un conocimiento de lo que significa hacer agricultura en hidroponía”, sostiene el Dr. Castillo.

De izq. a der.: Alberto Padilla, encargado de producción de Berries Bafi; Dr. Carlos Castillo, asesor y Alberto Bañales, gerente de Berries Bafi.

Sin embargo, todo cultivo nuevo implica una serie de retos productivos. En el caso de Bafi, su gerente explica que debieron superar una serie de temas, porque se trataba de un cultivo 100% diferente al tomate. “Lo que más nos cuesta hasta hoy en día es que es un cultivo más desordenado que un tomate bajo invernadero”. Por ello es que los primeros años tuvieron producciones bajas. “El primer kilo que le sacas a la planta es relativamente fácil, pero el segundo que es el que te da utilidades, requiere un poco más de trabajo Por eso, digo que nos costó entenderle a un cultivo que requiere de un manejo agronómico más fino”, añade.

Y ese manejo tiene poco y nada que ver con los manejos agronómicos de una tomatera. Ese fue un tema difícil de entender. “En esta zona, los tomateros que se metieron en el cultivo, quisieron darle un manejo parecido al del tomate y nos les dio. Cuando comprendieron que requería un manejo distinto, es decir, cuando se entendió que las conductividades, pH son diferentes al del tomate, empezó a haber otros resultados”, explica Alberto Padilla, encargado de producción de Berries Bafi.

EN TOMATES, LA APUESTA ES POR EL CULTIVO ORGÁNICO

Rancho Santa Cristina, empresa hermana de Berries Bafi, es una empresa especializada en la producción de tomate, sobre todo tomate en racimo y bola. Ambos son cultivados bajo manejos orgánicos y tienen también cherries y cocteles, que son convencionales. “El orgánico es un producto que se vende muy bien, pero la demanda no es alta”, confirma Bañales.

En cuanto a los tomates orgánicos, si bien no son baratos de producir, el precio de venta es muy bueno. La diferencia de precio es sustancial entre las variedades. “También de la forma de hacer agricultura ya que entre el tomate orgánico y el convencional, la diferencia de precios es muy grande”, dice. “Nos gustaría ser 100% orgánicos, pero la demanda no es tan alta como para serlo”, sobre una hortaliza que comercializan a través de la empresa Gobal Mex International, de la cual son socios con dos empresas productoras de Zacatecas y una de Querétaro, que en un 70% vende el tomate a anales mayoristas en EE UU. “Si fuéramos directamente con el supermercado, el negocio cambia radicalmente”, confirma.

ATLAS, LA VARIEDAD QUE SUSTENTARÁ EL CRECIMIENTO DE BAFI

Hoy las 32 ha del rancho están cubiertas por variedades como Biloxi, Atlas y Jupiter. De las cuatro, la que tiene más contentos a los responsables de Berries Bafi es Atlas. “Creemos que esta será una buena variedad, que creemos que nos dará buenos kilos y calidad. Quizás será la variedad más importante del proyecto”, proyecta Bañales, aunque cuenta que les han hablado muy bien de Sekoya Pop, pero los frena el tema de la comercialización de esa fruta. “Estamos abiertos a las empresas que nos quieran comprar la fruta. En el fondo esto funciona como una gran subasta de fruta, que se la llevará el mejor postor”, añade sobre una fruta que se cosecha entre diciembre y julio, con la cual están concentrados en reforzar su actividades tecnológicas para mantener los niveles de producción altos y calidad. Si de rendimientos productivos se trata, la meta de la empresa es conseguir 20 t/ha en todos sus huertos. “Es un número ideal para que esta sea un negocio en el cual podamos seguir creciendo”, pronostica Bañales sobre una producción que ya se consiguió en 2022 y que esperan seguir manteniendo en los próximos años. “Es una meta alcanzable”, afirma.

La cosecha se extiende de diciembre a junio, de una fruta que es enviada a EE UU.

Para conseguirlo, los manejos son fundamentales. “Los responsables de la empresa se asustaron un poco porque hicimos una poda para reestructurar una planta de 4 años. Se trató de una poda baja. Para que todo estuviera bien al momento de hacerla, un mes antes trabajamos las raíces y lo hicimos muy bien. Las plantas tenían raíces extraordinarias cuando se hizo la poda”, explica el Dr. Castillo sobre labores que permitieron, por ejemplo, que en noviembre pasado una variedad como Biloxi tenía 600 flores, con 92 yemas. Ya en 222/23 consiguieron producciones altas de 3,5 kg/plantas, mientras que este en 2022 se produjeron 3,5 kg, las proyecciones que habían hecho para esta temporada eran de eran 3,8 kg/planta. “Hablar de producciones de 4 kg/planta se tiene que alinear todo, porque las plantas tienen un límite”, comenta el asesor.

La productividad es clave en Berries Bafi. Ya en 2022/23 consiguieron producciones altas de 3,5 kg plantas, y las proyecciones que habían hecho para esta temporada eran de 3,8 kg planta.

Tras siete años, el proyecto se ha ido consolidando en esta empresa familiar. Y ya se tiene decidido que el 100% del crecimiento de la empresa vendrá por el lado del arándano. “Será un crecimiento más acelerado”, confirma el gerente de la compañía. “El tomate está complicado porque los costos de producción (fertilizantes, mano de obra) han aumentado mucho y también nos ha afectado el tipo de cambio tomate. Prácticamente no hay ganancia. El precio de venta es el costo de producción”, analiza Bañales.

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