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En una campaña marcada por el Covid-19

Contracción en la oferta de la uva de mesa californiana

La campaña de uva californiana está en su pico más alto y, hasta la primera semana de noviembre, ha mostrado una contracción en su producción en comparación al 2019, la cual está ocasionando una cierta escasez que brinda oportunidades a  países exportadores.

07 de Diciembre 2020 Equipo Redagrícola
Contracción en la oferta de la uva de mesa californiana

Luis Corvera, Director general de Fresh Fruit Perú

California es el principal proveedor local de uva de mesa en Estados Unidos, con una campaña de producción que le permite abastecer el mercado interno entre los meses de mayo y enero, alcanzando picos en la producción entre septiembre y octubre. En términos generales, de cada 10 kg de uva consumido en el país, casi 5.5 kg provienen de California y el resto es importado.

Durante los últimos años, de acuerdo a la Comisión de Uva de Mesa de California, la producción de uva del estado tuvo una dinámica particular que impactó en el consumo y en las importaciones del país. Hasta el 2017, la producción de uva había rondado las 940,000 toneladas, equivalentes a 109 millones de cajas de 19 libras aproximadamente. En el 2018, gracias al buen clima, la producción californiana de uva alcanzó un volumen de 1,007,473 toneladas, equivalentes a 117 millones de cajas, lo cual significó un crecimiento de un 7% en comparación al año anterior. El incremento de la oferta local en el 2018, ocasionó que las importaciones estadounidenses de uva se contrajeran 2% hasta alcanzar un volumen de 585,188 toneladas. Ese año, el proveedor más afectado fue México, país que redujo sus envíos en un 23%.

En el 2019, la producción de uva en California regresó a sus volúmenes habituales, alcanzando las 915,258 toneladas, equivalentes a 106 millones de cajas. En comparación al 2018, la producción sufrió una caída de 9%, mientras que en comparación al 2017 mostró una caída de 7%. Ante la menor producción local, el país incrementó sus importaciones de uva en 11%, adquiriendo del exterior 650,742 toneladas. Ese año, los proveedores que se vieron beneficiados fueron México, país que incrementó sus envíos en 50%, y el Perú, que incrementó sus envíos en 21%. Chile, el principal proveedor del mercado, tuvo una contracción de su oferta de un 9%, ocasionada principalmente por problemas en su producción.

UNA CAMAPAÑA 2020 CON MENOS FRUTA

Este año, se espera que la producción de uva de mesa en California sea menor a la del 2019. Hasta la primera semana de noviembre, se estima que dicho estado produjo 680,431 toneladas, equivalentes a 79 millones de cajas. En comparación al mismo periodo del año anterior, el volumen de uva californiana se redujo en 9%. Los resultados observados hasta la fecha son menores a los estimados por la Comisión de Uva de Mesa de California el pasado mes de agosto, cuando señaló que la producción californiana tendría una reducción de 1.5%. Cabe mencionar que, al inicio del año, la misma comisión había estimado un crecimiento de 2.1%. Los resultados preliminares obtenidos, muestran un año difícil para la producción local de uva, que tendrá que ser compensada con más importaciones para cubrir la demanda del país.

EVOLUCIÓN DE LA CAMPAÑA CALIFORNIANA

Este año, la campaña californiana tuvo resultados inesperados. Durante las primeras semanas, entre la quincena de mayo y la quincena de junio, la producción de uva en el estado alcanzó un volumen de 27,794 toneladas, un 26% menos en comparación al mismo periodo en el 2019. Durante este periodo, la producción se concentra al sur de California, región que tiene una participación de apenas 4%. En los siguientes dos meses, entre julio y agosto, se sumó la producción del centro de California, la cual tiene una participación de 96%. En estos meses, la oferta alcanzó un volumen de 249,204 toneladas, un 6% menos con respecto al mismo periodo en el 2019.

El resultado observado durante los primeros meses fue empeorando. Durante el pico de la campaña, entre septiembre y octubre, la producción de uva en California sumó 324,834 toneladas, un 11% menos respecto al mismo periodo el año anterior. En esta época termina la producción de las regiones del sur, dando espacio únicamente a la del centro del estado. Los resultados obtenidos hasta la última semana de octubre son producto de un cambio de cultivos. De acuerdo a la Comisión de Uva de Mesa de California, este año hay una gran cantidad de plantaciones que alcanzaron su etapa de madurez, por lo que su rendimiento ha disminuido. Estas plantaciones se están renovando, sin embargo, aún no son suficientes para compensar la caída.

Asimismo, la comisión mencionó que la oferta local debiera mejorar en los próximos meses, pues las nuevas variedades deberían ser cosechadas a finales de otoño e inicios del invierno. Esta declaración se empezó a confirmar durante la última semana de octubre y la primera de noviembre, cuando la producción sumó 79,456 toneladas, un volumen similar al del año pasado.

De acuerdo al reporte de almacenamiento del USDA, hasta la última semana de octubre las principales variedades de uva provenientes de California fueron Autumn King, con 35% de participación, Allison, con 16%, y Scarlet Royal, con 10%. Otras variedades con menos participación, pero que superaron la valla del 1%, fueron Autumn Crisp, Great Green, Timco, Autumn Royal, Scarlotta, Red Globe y Vintage Red.

IMPORTACIONES DE UVA EN ESTADOS UNIDOS

Este año fue particular, debido a la propagación del COVID-19. La pandemia tuvo un fuerte impacto en el consumo y en los ingresos de las familias estadounidenses, lo cual ocasionó cambios en la demanda. En el caso del mercado de alimentos, se observó que las tendencias de consumo se inclinaron hacia los productos saludables que ayudan a prevenir enfermedades respiratorias. Aquellos como el jengibre, la mandarina y la naranja, fueron beneficiados con un incremento en la demanda y en los precios.

En Estados Unidos, el impacto de la pandemia se observó desde el mes de mayo, cuando el país y sus principales proveedores empezaron a tomar medidas más restrictivas para evitar la propagación del virus. De acuerdo con la Oficina de Análisis Económico, de EE UU, el ingreso personal disponible en el país norteamericano varió entre -4.8% y 0.2% hasta el mes de septiembre. Asimismo, el consumo se mantuvo creciente a pesar del contexto de incertidumbre, aunque con tasas cada vez menores. Es así que en el mes de mayo el consumo incrementó 8.6%, mientras que en septiembre incrementó 1.9%.

El mercado de uva en el país norteamericano no fue ajeno a la contracción de la economía y al cambio del consumo. Entre abril y julio, la demanda de uva en Estados Unidos sufrió una caída de 14% en comparación al 2019. A partir del agosto, el consumo se empezó a recuperar y fue incrementando hasta alcanzar tasas de crecimiento de 6%.

Las importaciones de uva del país fueron unas de las más afectadas durante la pandemia. En el primer trimestre del año, cuando el COVID-19 aún no se propagaba, sus importaciones sumaron 338,229 toneladas, un 14% más con respecto al 2019. En este periodo, las adquisiciones fueron impulsadas principalmente por una mayor oferta peruana, que había incrementado en más de un 50%. Entre abril y julio, las importaciones sufrieron una fuerte contracción, producto de la reducción en el comercio y de la incertidumbre en la economía. En este periodo, las importaciones de Estados Unidos alcanzaron un volumen de 258,192 toneladas, 15% menos en comparación al año anterior. El país más afectado en este periodo fue Chile, cuya campaña va entre los meses de enero y junio.

A partir de agosto, hasta octubre, las importaciones estadounidenses de uva se empezaron a recuperar, sumando 8,367 toneladas, un 117% más con respecto al mismo periodo en el 2019. En este periodo, el crecimiento de las importaciones fue impulsado por dos factores. El primero, fue la reactivación de la economía y el incremento del consumo de uva. Segundo, La disminución de la oferta local, que genera una brecha con la demanda del país. En este contexto, donde se recurrirá a las importaciones para cubrir la demanda, el proveedor que se verá beneficiado con la recuperación de la demanda de uva será el Perú, cuya campaña va entre octubre y abril; con picos de exportación entre los meses de noviembre y enero, meses en los que se posiciona como principal proveedor de la fruta con más de 75% de participación sobre las importaciones de va de Estados Unidos.

IMPACTO EN LOS PRECIOS

Los precios de la uva en Estados Unidos sufrieron una dinámica particular, marcada por la oferta de los principales proveedores y el impacto de la pandemia. Durante los primeros meses, el precio promedio de la uva rondaba los US$ 4.00/kg, sin embargo, con la llegada de la pandemia, estos se redujeron hasta US$ 2.80/kg. Finalmente, en las últimas semanas se empezó a ver una ligera recuperación de los precios (US$ 3.00/kg) impulsada por un aumento del consumo y una escasez de la oferta.

LA SOBREOFERTA PERUANA Y LA CAÍDA DE LOS PRECIOS

Este año, el mercado estadounidense pudo ofrecer uvas peruanas hasta la quincena de junio, gracias a que la producción del Perú y los envíos se prolongaron hasta mediados de mayo. En los cinco primeros meses del año, las importaciones de uva peruana sumaron 123,802 toneladas, 82% más con respecto al periodo anterior. La mayor oferta del Perú, le permitió al país posicionarse como el segundo proveedor más importante de la fruta durante el periodo analizado, con 27% de participación (5 puntos porcentuales más), después de Chile, con un 60% (12 puntos porcentuales menos).

El incremento extraordinario de la oferta peruana ocasionó una caída en los precios, que se vio reforzada con la llegada de la pandemia y el impacto que tuvo en el mercado. Es así que los precios de la uva peruana pasaron de ser mayores a US$ 4.00/kg durante las primeras semanas del año, a ser menores a US$ 3.50/kg en las últimas semanas de junio. En su punto más bajo, el precio de la uva peruana fue de US$ 2.45/kg, 33% más bajo que el precio promedio de la campaña. Asimismo, el precio promedio de la uva peruana en estos meses fue US$ 3.66/kg, un 5% menor que el precio promedio obtenido en el mismo periodo del 2019.

LA OFERTA CHILENA EN UN CONTEXTO DE INCERTIDUMBRE

La campaña exportadora de Chile fue la más afectada del periodo, pues los meses en los que el país envía fruta a EE UU coincidieron con la propagación de la pandemia y el incremento de la oferta peruana. Es así que, entre enero y julio, el país norteamericano importó 270,761 toneladas de uva chilena, un 15% menos en comparación al mismo periodo en el 2019. Cabe mencionar, no llegó al mercado norteamericano con grandes volúmenes hasta el mes de marzo. A pesar de la contracción de la oferta, los precios de la fruta de Chile sufrieron una fuerte caída.

El costo de la uva chilena en Estados Unidos pasó de ser mayor a US$ 4.00/kg en las primeras semanas de abril, a ser menor a US$ 2.50/kg en las últimas semanas de julio. En su punto más bajo, el precio de la uva chilena fue de US$ 2.12/kg, un 40% menos que el precio promedio obtenido durante la campaña. Asimismo, el precio promedio de la uva chilena fue de US$ 3.47/kg, un 4% menor al precio obtenido en la campaña 2019. Así, la uva chilena no solo perdió participación de mercado en EE UU, también fue la que recibió menores precios, convirtiéndose en el país más afectado por la coyuntura.

LA UVA MEXICANA SE ADAPTÓ A LA SITUACIÓN

La campaña mexicana de exportaciones de uva a EE UU va de abril a septiembre, sin embargo este año se adelantó un mes e inició en marzo. Durante este periodo, las importaciones estadounidenses de uva de México sumaron 196,431 toneladas, 6% menos con respecto al 2019. Al igual que la uva chilena, las importaciones de uva mexicana se vieron afectadas durante los meses de pandemia, hasta julio, cuando estas cayeron 8%. Los meses de recuperación económica favorecieron a la uva mexicana al final de su campaña, entre julio y septiembre, meses en que las importaciones norteamericanas de uva mexicana sumaron 785 toneladas, 305% más en comparación al 2019. Sin embargo, esta recuperación no fue suficiente para revertir los resultados de la campaña.

Respecto a los precios, la uva mexicana inició con precios superiores a US$ 3.00/kg en las primeras semanas de mayo, y cayeron hasta alcanzar un valor de US$ 2.50/kg en las últimas semanas de agosto. En su punto más bajo, el precio de la uva mexicana fue de US$ 2.22/kg, un 19% menos con respecto al promedio de la campaña. Asimismo, el precio promedio de la uva mexicana fue de US$ 2.73/kg, un 14% menos en comparación a la campaña 2019.

 LA UVA CALIFORNIANA CON PRECIOS ESTABLES

La campaña californiana inició con fuerza en el mes de junio, cuando los planes de reactivación económica se empezaron a volver tangibles. Es así que se la campaña se desarrolló durante un periodo de reactivación económica, con lo que el consumo de la fruta empezó a incrementar. En este contexto, se empezó a generar una brecha entre la oferta, que se contrajo por la menor producción, y la demanda, que creció impulsada por la recuperación económica.

Es así que los precios de la uva californiana tuvieron un incremento que ayudó a compensar el menor volumen producido. En lo que va de la campaña, la uva de California obtuvo precios que están entre los US$ 2.50 y US$ 3.50 por kilogramo. El precio más alto que se obtuvo fue US$ 3.20/kg, 10% más que el precio promedio en el 2019, mientras que el precio más bajo fue de US$ 2.58/kg al inicio de la campaña, 12% menos. Asimismo, el precio promedio de la uva californiana fue US$ 2.92/kg, 18% más alto en comparación a la campaña 2019.

EXPECTATIVAS DEL MERCADO DE UVA

Quedan dos meses para terminar el año y los únicos proveedores de uva en Estados Unidos serán California y el Perú. En el caso de California, su producción seguirá siendo menor a la alcanzada en el 2019, lo cual está ocasionando una escasez de mercado que está impulsando a los precios al alza. En este contexto, está iniciando la campaña de uva peruana, la cual se estima que será mayor a la del año anterior. Solo en el mes de octubre, se ha observado un incremento de los envíos peruanos a Estados Unidos de 415%, sumando un volumen de 4,413 toneladas. Si bien aún no es significativo, da indicios de lo que podría ser una campaña peruana que priorice a Estados Unidos como principal destino. Asimismo, los precios de la uva peruana suelen ser 55% más altos que los de la uva californiana, por lo que se podría esperar precios que ronden los US$ 4.50/kg en Estados Unidos, dejando en evidencia las oportunidades que ofrece este país.

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