El negocio de espárrago fresco, cuya producción se ubica principalmente en Ica y la Libertad, tuvo su mayor pico en el 2007 con un crecimiento en su precio, su demanda y rendimiento por hectáreas (ha). Casi más de una década después, el segmento continúa siendo atractivo y la industria peruana ha orientado su estrategia a ensayar soluciones para su vida útil, desarrollar nuevas presentaciones y mejorar las prácticas agrícolas. “El fresco tiene una mayor demanda dado que el mercado así lo prefiere. En general, las amas de casa y consumidores prefieren los productos frescos y menos procesados, es una tendencia mundial”, señala Ricardo Samanez, gerente general de Agro Paracas.

La industria del espárrago fresco movió 132,743 toneladas en el 2019 por US$397.8 millones, un 4% más que el año previo en términos de valor. Solo esta presentación explicó el 75.7% del volumen exportado en el 2019, mientras que el 18% y 5.7% restante de espárrago se exportó como conserva y congelado, respectivamente. “Definitivamente, dentro de las tres categorías la que más venta tiene es la de fresco”, remarca Ian Trylesinski, gerente de operaciones y comercial de Floridablanca. Y continúa Samanez, “la demanda del fresco existe. Los volúmenes exportados se fueron incrementando desde el 2000, donde se enviaron 40,000 kilos, hasta 2014, cuando se exportaron 120 millones de kilos”.

Los envíos de espárrago fresco llegan principalmente a EE UU, seguido de lejos de Holanda. Para llegar a más destinos y captar más cuota de mercado, la industria ha estado ensayando soluciones tecnologías para extender su vida útil, a fin de que esta hortaliza pueda viajar por vía marítima. “El principal reto es la vida de anaquel, para entrar a más mercados y ser más competitivos”, sostiene Trylesinski, tras indicar que si existen problemas en anaquel el mercado se debilita. El tiempo de vida de poscosecha del espárrago verde fresco es de aproximadamente 14 días y 18 días cuando el calibre es delgado, y de 21 a 25 días cuando el calibre es grueso, pero si el tiempo se extendiese a 35 días se podría ahorrar en costos de transporte y obtener mayores retornos.

Para extender la vida de poscosecha, en Agro Paracas se vienen probando tratamientos basados en compuestos naturales, que consisten en la aplicación de soluciones que cubren el espárrago en su totalidad para evitar la deshidratación y que permiten que la base cortada del espárrago absorba las soluciones. “Ambas técnicas han presentado resultados preliminares favorables pero aún se deben consolidar”, sostiene Samanez. La idea de la compañía es que la tecnología de poscosecha les permita ir migrando hacia más envíos marítimos. A la fecha, en Agro Paracas estos bordean entre el 30% y 40% de la producción total y los destinos son EE UU y Europa.

 Trylesinski agrega que la industria también viene probando algunos minerales que podrían extender la vida útil de la hortaliza. En esa línea, una investigación del Departamento de Horticultura de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) comprobó que el calcio y el magnesio tienen un papel activo en la conformación de la pared celular de la planta y la estabilidad de la membrana, mientras que el potasio ayuda a proteger el tejido vegetal contra los patógenos. No obstante, Trylesinski coincide con Samanez en que es necesario continuar evaluando los productos y que estos sean amigables con el medio ambiente, dada la tendencia de reducir los residuos agroquímicos. “Es un proceso que va a demorar”, anticipa Trylesinski. 

De haber resultados concluyentes respecto a cómo extender la vida útil de la hortaliza se podría llegar a más mercados de Asia y Europa. En los últimos cinco años el transporte a Europa es prácticamente en su totalidad aéreo, recién en los dos últimos años se ha empezado a explorar algunas rutas exclusivas más cortas. “EEUU es el único mercado donde la presencia marítima ha sobrepasado los envíos aéreos, mientras en Europa hay solo una ruta que se hace en 14 días, la gran mayoría de rutas tarda 21 días”, explica Trylesinski.

Más a corto plazo las agroexportadoras apuntan a desarrollar presentaciones especiales para atender a un mayor número de consumidores de espárragos frescos. “La presentación estándar es en cajas de 5 kg. Se unen los espárragos en atados y se generan 11 atados por caja de 454 g cada uno. Las presentaciones especiales son con cortes más pequeños o menos atados por caja”, indica Samanez. Por ejemplo, una presentación especial podría ser 8 atados por caja de 420 g cada uno, o bandejas de 200 g de espárragos cortados a 15 cm.

 Trylesinski coincide en que el envío de espárragos con cortes más pronunciados y otras presentaciones podría impulsar la demanda de fresco. “El cambiar el gramaje de los atados genera mayores oportunidades de demanda. Habrá consumidores que prefieran más de 1 libra o menos de 1 libra, mientras otros querrán que el espárrago tenga un corte más pronunciado. Normalmente, se manda a 22 cm promedio, pero cuando se consume la hortaliza es usual que se corten los 4 cm inferiores, lo que le llaman el tocón, porque es la parte más fibrosa para el consumo”, menciona el gerente de operaciones y comercial de Floridablanca.

Además continuarán implementando prácticas agrícolas que les permitan ser eficientes en cada etapa del proceso productivo y mantener la calidad del producto. Por ejemplo, en Agro Paracas se han tecnificado las operaciones en el campo y se han hecho mejoras en las líneas de producción del packing. “En el área agrícola tenemos nuevas tecnologías en sistemas de fertirriego, y equipos para las aplicaciones sanitarias que sí vienen dando buenos resultados”, anota Samanez.

EXISTE OPORTUNIDAD PARA EL ESPÁRRAGO CONGELADO

El negocio de espárrago congelado ha tenido resultados dispares en últimos años: los volúmenes decrecieron 0.1% en el 2016, crecieron 1.6% en el 2017 y 25.2% en el 2018, pero posteriormente volvieron a disminuir 5.3% en el 2019, según datos de Veritrade. “El congelado es un negocio diferente que se mantiene estable también desde los últimos 5 años. Tuvo un incremento fuerte del 2007 al 2013 llegando a 14 millones de kilos exportados, aunque el volumen se ha estabilizado desde 2014 en torno a los 9 millones de kilos”, acota Samanez .

Pese a que el negocio ha mantenido volúmenes estables, la previsión mundial es que la demanda de este rubro aumente en el mediano plazo. Mordor Intelligence, agencia especializada en análisis de mercados, prevé que a nivel mundial este rubro crezca anualmente en torno al 4.3% hacia el 2024. Agroexportadoras peruanas como Agroindustrias AIB y Complejo Agroindustrial Beta han visto una oportunidad en el espárrago congelado y han hecho inversiones para ampliar su producción y aprovechar el potencial de este rubro.

Agroindustrias AIB proyecta que dentro de cuatro años duplicará sus ventas de productos congelados, gracias a su nueva planta de procesamiento que demandó una inversión de US$20 millones. Adicionalmente, la agroexportadora proyecta construir un nuevo almacén de productos congelados. Al cierre del 2019 la compañía exportó 602 toneladas de espárragos congelados por US$1.7 millones. Por su parte, Complejo Agroindustrial Beta, que maneja unas 2,600 ha de espárrago en producción, inauguró a fines del año pasado una nueva planta de congelado para procesar espárragos, paltas, arándanos y uvas. El renovado packing, que tiene una capacidad de procesamiento de 40 toneladas de materia prima al día y demandó una inversión de US$6 millones, permitirá a la exportadora ser más agresiva en el desarrollo del espárrago congelado como un negocio complementario al espárrago fresco. El objetivo de la compañía es abarcar el 65% de la producción de espárrago congelado, 15 puntos más que lo que abarcan en la actualidad, según consignó Gestión. El 2019 la firma se ubicaba como la principal exportadora de espárrago congelado, enviando unas 5,000 toneladas por un valor de US$20.3 millones, de acuerdo a Veritrade.

ESPÁRRAGOS CONGELADOS EN TIEMPOS DEL COVID-19

El Covid-19 ha abierto más opciones para el desarrollo de espárrago congelado. “En coyunturas como estas la tendencia del consumo, en muchos casos, es la de comprar pocas veces en el supermercado y tener productos que duren más. Entonces el congelado obviamente es una alternativa. Considero que se puede quedar dentro de la preferencia de consumo”, manifiesta Trylesinski. Ya en el 2008, cuando se presentó un escenario comercial complicado, el sector se adaptó e ingresó con fuerza a los espárragos congelados y en conserva, según recuerda José Antonio Castro, gerente comercial de Agrokasa.

 

El espárrago congelado peruano ya llega a EE UU, Japón, España, Italia y Alemania. En valor FOB, estos destinos movieron US$39.4 millones en exportaciones en el 2019. Los principales exportadores de espárrago congelado son Complejo Agroindustrial Beta, IQF del Perú, Fundo San Fernando, Agroindustrias AIB y Agroindustria San Antonio y Virú. El 85% del valor exportado estuvo en manos de  Complejo Agroindustrial Beta e IQF del Perú.

Una de las ventajas de enviar espárrago congelado en lo que respecta a costos es que el 99% de los envíos se hacen vía marítima, evitando la volatilidad de los fletes aéreos. El envío por vía marítima permite optimizar el uso de contenedores, ya que lo que se exporta en tres contenedores de fresco podría meterse en un contenedor de congelado, lo que genera más eficiencia en gestión de residuos en destino, según Agroindustrias AIB. Los envíos marítimos son viables por la menor perecibilidad que tiene el espárrago congelado con respecto al fresco.

Si bien se empieza a abrir más opciones comerciales para el espárrago congelado, la demanda internacional continuará marcando la pauta y la orientación hacia una mayor producción de fresco. Aunque México presiona al país con sus menores costos logísticos, el Perú tiene el mayor rendimiento por hectárea del mundo, hortalizas de calidad y la ventaja de producir durante todo el año, con dos campañas fuertes en los periodos marzo- mayo y agosto-enero.