Bioinsumos, la clave para enfrentar las nuevas plagas y enfermedades en los campos
En un el workshop organizado por INIA, se presentaron los desafíos para implementar el uso de estos productos en la agricultura nacional, buscando prácticas cada vez más sustentables ante el surgimiento de nuevas amenazas para los cultivos.
El cambio climático ha propiciado que plagas y enfermedades que hace años no eran de relevancia agrícola, hoy sí lo sean debido a que han logrado adaptarse a las nuevas condiciones ambientales. Los agroquímicos han visto su potencial de acción mermado frente a este escenario y desde el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) realizaron un workshop para abordar las ventajas que ofrece el uso de bioinsumos en la agricultura.
“Bioinsumos: actualidad y desafíos para la agricultura chilena” se realizó en el auditorio de INIA Quilamapu en Chillán el pasado 7 de septiembre y los participantes pudieron asistir tanto de manera presencial como virtual. Durante la actividad, se resaltó la necesidad de que organismos del agro, asesores técnicos y agricultores se capaciten en el correcto uso de estos productos que cada día cobra más importancia en el mundo entero.
“La presencia de la pandemia, la guerra y el cambio climático, nos obliga a repensar la agricultura, y el uso de bioinsumos es uno de los nuevos caminos”, sostuvo el Subdirector Nacional de Investigación, Desarrollo e Innovación de INIA, Rodrigo Bravo. También señaló que INIA ha trabajado en esta área hace varios años, lo que “nos hace estar mejor preparados, para alcanzar una agricultura más adaptada a los desafíos actuales, y ayudar a la seguridad alimentaria del país”.
El directivo indicó que uno de los desafíos es generar apoyos entre las instituciones vinculadas al agro y potenciar las redes para establecer la presencia de los bioinsumos. “Hoy la agricultura tiene el desafío de ser más amigable con el medio ambiente y más ecológica, aunque es un tránsito que no va a ser fácil”, enfatizó.
CIFRAS DE RELEVANCIA
En Chile se usa el doble de agroquímicos que la gran mayoría de los países OCDE, con 4,2 kilos por hectárea frente a los 2,1 kilos por hectárea del resto de países de la organización. Estas cifras representan “un dolor y tristeza por los efectos que ellos provocan” indicó el seremi de Agricultura de Ñuble, César Rodríguez.
El seremi agregó que “nos hemos preocupado de las características de los alimentos, pero no de cómo se hacen”, lo que obliga al sector a seguir trabajando en la búsqueda de una agricultura más sostenible. En este sentido, subrayó la necesidad de incorporar “más ciencia, más tecnología e innovación en la agricultura, para hacerla mucho más sana, con mayor soberanía alimentaria, pero, sobre todo, con mayor seguridad alimentaria”.
La investigadora de INIA y coordinadora general del workshop, Lorena Barra, explicó la importancia de incluir tecnologías sustentables en las prácticas agrícolas, que no generen daño al medio ambiente ni a los seres vivos. La especialista además señaló que cada año, los plaguicidas químicos intoxican a 25 millones de personas en todo el mundo, causándole la muerte a unas 20 mil.
PROYECCIONES DE LA INDUSTRIA EN EL PAÍS
La responsable de la Agenda de Bioinsumos Institucional comentó que el tema económico también ha hecho que más agricultores decidan incorporar bioinsumos en sus manejos productivos, debido al alza en el precio de los fertilizantes y agroquímicos, que en algunos casos llegó al 100% en los dos últimos años. El cambio climático y la adaptación de las plagas debe ser atendido sin la contaminación del agua, suelo y aire que implica el uso de productos químicos. “Todo lo anterior evidencia el crecimiento en la demanda de bioinsumos, tecnología que cada vez es más valorada”, enfatizó Barra.
En la foto de izquierda a derecha: Lorena Barra del INIA, Gloria Cuevas del SAG, Maribel Parada y Romina Almasia de la Red Chilena de Bioinsumos y Paz Millas de INIA durante el panel de expertas.
El workshop contó con las exposiciones de la investigadora Maribel Parada de la Red Chilena de Bioinsumos, Yelitza Colmenares, de la Organización Internacional para el Control Biológico (IOBC), y de Lorena Barra de INIA. La instancia finalizó con un panel de expertas, en el que se agregaron la Directora Regional (S) del SAG Ñuble, Gloria Cuevas, y la Directora de la Red Chilena de Bioinsumos, Romina Almasia. En el panel se destacó la necesidad de difundir la Ley 21.349 sobre composición, etiquetado y comercialización de los fertilizantes y bioestimulantes que iniciará su vigencia el próximo 27 de septiembre.
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