Avances en la identificación de las especies de escarabajos que afectan a cultivos como el arándano
La identificación de las características morfológicas y biológicas de los coleópteros, comúnmente conocidos como escarabajos, facilitará el diseño de la mejor estrategia de control para plagas como Paranomala undulata peruviana. Dependiendo de la población, esta plaga puede provocar daños en brotes, inflorescencias y frutos de las plantas de arándano y reducción en su área foliar, así como otras afectaciones en cultivos de exportación como la palta, mango, uva de mesa y cítricos. En casi todos los casos las etapas críticas son la de floración y fructificación.
Miriam Romainville Izaguirre
Si hay una familia que contiene un gran número de especies de insectos plagas, este es el Orden de los Coleoptera, comúnmente conocidos como escarabajos o gorgojos. Un grupo importante de estos insectos afecta cultivos de exportación que son estratégicos para el Perú, tales como el arándano, la palta, el mango, la uva de mesa y cítricos. Son cuatro grandes familias de coleópteros identificadas en el país: Scarabaeidae, Tenebrionidae, Chrysomelidae y Curculionidae. “El grupo más importante está en la familia Scarabaeidae”, subraya Manuel Bravo, entomólogo e investigador de la Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo.
Entre las especies que pertenecen a la familia Scarabaeidae se encuentra Paranomala undulata peruviana, también denominado escarabajo de raíces. Actualmente este insecto está presente en varias localidades a lo largo de la costa peruana, siendo su límite sur de distribución el departamento de Tacna, desde donde logró desplazarse a Arica, en Chile. “En la zona de Olmos, donde hay grandes áreas de caña de azúcar, se puede desarrollar mucha población”, precisando además que el adulto de este insecto es muy atraído por la luz.
Tal como señala el especialista, en Olmos hay una situación particular debido al uso y generación de materia orgánica que se da en cultivos distintos al arándano. Por ejemplo, en la caña de azúcar, este insecto se reproduce fácilmente gracias a los manejos agronómicos que se realizan a este cultivo. Además, en la época de cosecha se generan poblaciones que pueden migrar hacia otros cultivos, estableciéndose y reproduciéndose ya como un problema.
En todos los cultivos, estos insectos hacen daño al estado larval y al estado adulto y dependiendo del cultivo, sus daños pueden ser más severos.
CARACTERÍSTICAS DE LA ESPECIE
Pero, ¿qué distingue a esta especie de otras? Paranomala undulata peruviana mide entre 10 a 13 mm de longitud, presenta una gran mancha central de color marrón oscuro a negro en el pronoto, la cual generalmente se extiende posteriormente a manera de dos brazos separados que pueden o no alcanzar el margen posterior. “En los élitros se aprecian estrías fuertemente punteadas y con un diseño de 6 pequeñas manchas marrón oscuro o negro ubicados en el tercio medio, los que en conjunto forman una figura en ‘V’”, recalca. La hembra es similar al macho, excepto por el abdomen que es abultado, con el pigidio expuesto, no cubierto por los élitros.
Su ciclo biológico dura de cuatro a seis meses, y se ve afectado principalmente por la temperatura, así como por la disponibilidad de alimento. La hembra grávida deposita sus huevos en el interior del suelo, especialmente en aquellos con alto contenido de materia orgánica. “El estado larval es polífaga y de mucha actividad subterránea, pasa por tres estadios, conforme va desarrollándose causa mayor daño en las raíces de muchas plantas cultivadas. Luego pasa al estado de pupa y posteriormente al de adulto”, explica, y continúa, “la larva es típica scarabaeiforme, en la cápsula cefálica se aprecian las mandíbulas muy desarrolladas, y el tórax los tres pares de patas”. Asimismo, el cuerpo adopta la forma de ‘C’, con la zona caudal del abdomen ensanchado formando una bolsa pigidial. En todos los estadios, la larva se alimenta de las raíces y vive bajo suelo, no tolerando la incidencia de la luz directa. “En este ciclo biológico, los huevos tienen una incubación de 16 a 23 días; la larva termina de cumplir su desarrollo en alrededor de 48 días. Luego, el estado pupal entre 18 y 24 días y los adultos con una longevidad de 15 a 26 días en condiciones controladas”, detalla.
En estado adulto, este escarabajo puede formar grandes grupos y casi siempre prefieren plantas con síntomas de estrés, concentrándose en las diferentes estructuras vegetales, afectando, como en el caso de las plantas de arándano, los brotes y hojas tiernas, reduciendo su área foliar, asi como las inflorescencias y frutos. Un síntoma común es que las plantas atacadas en las raíces, expresan generalmente un amarillamientos de las hojas, lo que se puede corroborar haciendo el muestreo de la masa radicular y la zona debajo del cuello para ubicar las larvas.
En el caso del cultivo del palto puede ocasionar daños en los brotes, ramas tiernas y en los frutos. “En el caso de mango se han visto daños, tanto en brotamiento como en inflorescencias. En la uva, se ha encontrado también afectando los brotes, las inflorescencias y también dañando las bayas. En tanto, en cítricos la afectación se da especialmente en las floración y brotes”, agrega.
Según Mondaca (2012), en Perú, esta especie también ha sido registrado afectando espárrago, pasto bermuda, fresa, algodonero, caña de azúcar, frijol, pallar, maíz, manzano, vid, alcachofa y papa. Generalmente esta especie se encuentra en asociación con otros escarabeidos como Cyclocephala, Phyllophaga y Tomarus, que en conjunto son conocidos comúnmente como gusanos blancos, gallinitas ciegas o gusanos aradores.
Otra subfamilia importante de Scarabaeidae es Dynastinae. El experto hizo hincapié en el género Tomarus “Tenemos en el Perú varias especies de este género, cada una de ellas, en el estado de larva se alimentan también de raíces de diferentes cultivos”, indica. En el caso de la especie Gymnetis sp, ubicado en la subfamilia Cetoniinae, sostiene que suele presentarse asociado con la uva de mesa, especialmente en la etapa de maduración de los racimos. El adulto presenta una forma romboidal con el dorso casi plano, de coloración variable, predominando el amarillo oscuro, con máculas negras. Miden alrededor de 22 mm de longitud y tienen un ciclo de vida bastante largo.
“El ciclo biológico completo dura más de 300 días, la hembra deposita sus huevos en el interior del suelo, pasando por tres estadíos larvales las que viven alimentándose de la materia orgánica en el interior, la pupa es líbera y está protegida en una cámara pupal elaborada por la larva madura”, precisa. Esta especie es muy atraído por los azúcares en proceso de descomposición o exudados naturales de la planta de vid, especialmente cuando hay daños primarios en las bayas por efecto del estrés, por microorganismos o daños mecánicos. Esto agrupa gran número de adultos, los cuales afectan las bayas por la acción alimenticia y por la acción mecánica de las espuelas tibiales, deteriorando completamente el racimo con la posterior invasión de microorganismos. “Es suficiente que haya un poco de azúcar en descomposición para que estos adultos lleguen en grandes grupos”, advierte.
El experto describe además tres géneros de la familia Curculionidae: Otiorhynchus sp, Attactagenus sp y Naupactus sp, encontrados con mayor frecuenia en los cultivos de palto y arándano. Para su desarrollo requieren de condiciones de alta humedad. “Eso pasó en Motupe y Olmos los meses de abril y mayo del año 2015, con lluvias frecuentes, presentando alta incidencia de estos curculiónidos en el palto”, recuerda.
Según la referencias, en Otiorhynchus las hembras presentan reproducción partenogenética y tienen los élitros fusionados no pudiendo volar, además de presentar garras muy fuertes en las patas, que les permite prenderse en las estructuras vegetales. En las observaciones en palto, se encontró grupos de huevos protegido entre hojas tiernas adheridas. “Tras emerger las larvas van a caer en el suelo”, agrega. Todas las especies poseen su cuerpo cubierto con sustancias cerosas, “de esta manera, el escarabajo puede caer sobre una corriente de agua, flotar y ser llevado a otros lugares, es una forma de dispersión”, explica.
El experto añade que, cuando son molestados, los curculiónidos se dejan caer con facilidad y “se hacen los muertos”, de esa forma evitan ser depredados. En este sentido, recomienda que se tenga en cuenta esta característica a la hora de realizar el respectivo monitoreo. El control más adecuado para todo este grupo de escarabajos debe ser el mecánico y evitar el uso de productos de amplio espectro.
Chrysomelidae es otra de las familia de coleópteros descrita por Bravo. El especialista en entomología advierte que una de las especies que más se observa en el cultivo de arándano es la denominada Cryptocephalus castaneum. “El adulto de este escarabajo tiene de 3 a 5 mm de longitud, de color pardo amarillento con una mancha en el protórax y puntuaciones de color bruno a negro en los élitros; desarrolla su vida en la zona superior de la planta, siendo encontrados en la parte terminal, en los brotes e inflorescencias, donde causa daños con sus mandíbulas; mientras los estados larvales y pupas lo desarrollan en el suelo. La larva tiene la particularidad de formar pequeños estuches como estructuras protectoras”, indica. En su fase adulta, causan daño en brotes, hojas tiernas, así como afectación a flores y ovarios. Una de las plantas que se consideran hospederas alternantes de esta especie es el frijol de palo (Cajanus cajan).
De otro lado, dentro de la familia Tenebrionidae se encuentran las especies Epitragus sp, Parepitragus sp y Epitagropsis sp. Estas especies tienen preferencia por suelos arenosos costeros, son considerados detritívoros, epigeicos y epifíticos. Bravo señala que este tipo de escarabajo está distribuido a lo largo de la costa, hasta más o menos los 1,000 msnm. “Algunos viven en la superficie alimentándose de la materia vegetal, pero en ciertos momentos tiende a subir a la planta. Cuando hay floración de maleza puede encontrarse alimentándose de néctares, de sustancias en descomposición”, manifiesta.
ALTERNATIVAS DE MANEJO FITOSANITARIO
Bravo recomienda, principalmente para Gymnetis, el uso de trampas alimenticias, las cuales deben ser ubicadas en las esquinas de los parrones y a un 1.2 m de altura. En la zona central del panel plástico se debe agregar esponjas embebidas en vino o jugo de frutas en descomposición y debajo del panel un depósito con agua y detergente. El ensayo permitió definir que la mayor captura de adultos se obtuvo en las trampas en altura y en la periferie del parrón (Ver Cuadro 1).
Para el grupo de escarabajos como Paranomala, Cyclocephala, Phyllophaga y Tomarus, considerando los hábitos de los adultos, el especialista sugiere como medidas de manejo el control etológico, a través de trampas con melaza y el uso de trampas de luz. “La luz experimentada y con mayor atracción es la luz led, que puede ser cálida o fría. Este tipo de trampas tiene una alta captura. Estamos hablando en promedio por trampa de 1,500 a 1,800 adultos por día. Se pudo determinar que la fuente luminosa debe estar por lo menos a un metro de altura, y a nivel del suelo, el depósito con agua + detergente, o en este último puede utilizarse melaza. En ambos casos hay buena captura de adultos”, detalla.
Además recomienda que se complemente con el control biológico, a través del uso de nemátodos entomopatógenos, como Heterorhabditis y Steinernema, y hongos entomopatógenos, tales como Bacillus thuringiensis, Beauveria bassiana y Metarhizium. Hay plantas silvestres como la denominada Encenia canescens (Asteracea), que atrae a los adultos de P. undulata peruviana cuando se encuentra en floración. “Esta planta se puede usar como planta trampa”, recalca.
Cultivos estratégicos como el arándanos se ven expuestos a daños debido a la población de coleópteros. Para mitigar los riesgos y garantizar cultivos de calidad, es importante identificar primero la especie del insecto, para seguidamente optar por una estrategia que incorpore básicamente mediante los controles biológico y etológico. El control químico es muy limitado, por cuanto los únicos ingredientes activos que pueden afectar a los adultos y larvas, son los de amplio espectro, que pueden ser utilizados solo en zonas focalizadas. “Su uso masivo pueden causar desequilibrios en el agroecosistema”, acotó finalmente.