Alternativas para un control sustentable de necrosis gris del avellano europeo
La necrosis gris es una enfermedad que en otras zonas avellaneras del mundo puede ocasionar pérdidas de hasta el 30% de la producción. De reciente aparición en el país, y tras solo dos años del primer reporte en el país, un grupo de investigadores decidió estudiar el efecto del boro y zinc en presencia de microorganismos benéficos para el biocontrol de este problema.
Por Paola Durán1 y Cristian Meriño2
1 Biocontrol Research Laboratory (www.liblab.cl), Núcleo Científico y Tecnológico en Biorecursos (BIOREN-UFRO), Universidad de La Frontera. 2 Laboratorio de Fisiología y Nutrición en Frutales, Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales, Universidad de La Frontera.
Fue en 2020 cuando el equipo de investigación del Laboratorio de Investigación en Biocontrol del Núcleo Científico en Biorecursos (BIOREN-UFRO), y en el marco del Programa PTEC: Centro Fruticultura Sur (16PTECFS-66647) publicó el primer reporte de Necrosis gris del avellano europeo en Chile.
La necrosis gris es una enfermedad bastante conocida en Europa debido a que causa grandes pérdidas económicas, llegando incluso a provocar un 30% de disminución en la producción de avellanas. Esto debido a su difícil control, ya que es causada por la coexistencia de un complejo fúngico formado por Fusarium sporotrichioides, Alternaria alternata, Diaporthe sp. (su anamorfo Phomopsis sp.) y Neofusicoccum sp. Esta coexistencia indica que no todos los hongos actúan en el mismo estado fenológico, pudiendo invadir los tejidos en las primeras etapas de desarrollo y solo evidenciarse en los estadios más tardíos, y cuando los sintomas son mas notorios.
Esta sintomatología más evidente se manifiesta en la nuez y se expresa como manchas de color marrón grisáceo en la parte inferior, y en infecciones graves que también podrían afectar a las brácteas (Figura 1). Esto se evidenció en huertos del sur del país, principalmente en plantas del cultivar Barcelona.
CÓMO LA SUPLEMENTACIÓN DE BORO Y ZINC DISMINUYEN LA INCIDENCIA DE NECROSIS GRIS EN EL AVELLANO
Es ampliamente conocido que los micronutrientes tienen un rol importante en la productividad de las plantas, por ejemplo, en suelos con pH ácido, como los Andisoles del sur de Chile, el boro (B) suele estar presente en baja disponibilidad, afectando el desarrollo y posterior rendimiento de los cultivos. En este sentido, el manejo agronómico convencional en huertos comerciales de avellano en el país incluye la aplicación foliar de B y zinc (Zn) como complemento a sus programas nutricionales. Estos micronutrientes permiten asegurar el cuajado de frutos, reducir la caída de glomérulos y nueces, aumentar los rendimientos, mejorar la calidad de los frutos y el estado nutricional de las plantas. Además, la aplicación de B en combinación con Zn promueve el crecimiento vegetativo y desarrollo reproductivo de la planta.
Otra función conocida del B y el Zn es estimular la funcionalidad de algunos microorganismos beneficiosos asociados con la planta, por ejemplo, se ha informado que las rizobacterias requieren de B en el proceso de fijación del nitrógeno (N), lo que provoca un aumento en la absorción de éste y el contenido de nitratos en el sistema suelo-planta. De manera similar, la aplicación de B puede aumentar la población microbiana del suelo y estimular el metabolismo de la rizósfera.
Considerando estos antecedentes, el equipo de trabajo liderado por la Dra. Paola Durán, y en colaboración con el Dr. Cristian Meriño, decidió estudiar el efecto del B y el Zn en presencia de microorganismos benéficos para el biocontrol de la necrosis gris del avellano europeo en la Región de La Araucanía, lo cual se realizó durante las temporadas 2018/19 y 2019/20.
Los resultados obtenidos evidenciaron que nueces procedentes de plantas sin fertilización con B y Zn fueron más susceptibles a necrosis gris, donde el 50% de las nueces prospectadas mostraron síntomas asociados a la enfermedad (Duran et al; 2022), mientras que en plantas fertilizadas con estos micronutrientes solo se evidenciaron síntomas en un 5% de las nueces analizadas. Por otra parte, mediante la evaluación del perfil proteico se pudo dilucidar la presencia de hongos Diaporthe sp. y Neofusiccoum sp. en etapas más tempranas de las plantas, causando la muerte regresiva en plantas jóvenes (1 año), mientras que Alternaria sp. y Fusarium han sido encontrados como colonizadores secundarios, con mayor incidencia en las últimas etapas de la enfermedad.