Agrícola Pampa Baja y el vuelco en favor del palto en el norte
“Más caro, pero a la vez más seguro”, define Juan Carlos Paredes, gerente general de Agrícola Pampa Baja el cultivar paltos en el Proyecto Olmos. Y es que esta empresa arequipeña se lanzó durante un par de años en la búsqueda de tierras en el norte del país, para complementar las producciones que ya hacían en el sur. Tras ese tiempo, se decidieron finalmente por Olmos, “aunque el precio del agua en esta irrigación sea 14 veces más caro que en Arequipa”, sostiene.
Hoy ese campo de 1,000 ha está sembrado en un 100% plantado con paltos Hass, que inició la cosecha a mediados de febrero, con la llamada ‘flor loca’. Se trata de un proyecto de 930 ha, donde las 70 ha restantes se destinan a caminos, drenes, bodegas, oficinas… Sin embargo, hasta hace poco tiempo, además de paltos Hass, había también cebollas y capsicums, las que siguen produciendo en el norte, pero fuera de lo que es el proyecto de irrigación. “Así complementamos las producciones de Arequipa. Aquí en Chiclayo tenemos el programa de cebollas, que cosechamos entre agosto y septiembre; y el programa de capsicums , cuya cosecha va de agosto a octubre, asi completamos perfectamente nuestra oferta del sur más tardía”.
-Todo para exportación.
-Sí, todo. La cebolla va en un 80% a EE UU y un 20% a Europa. La páprika, un 35% a EE UU, un 35% a México, un 15% a Centroamérica y un 15% a España. Las hortalizas son cultivos ‘cash crops’, y cultivos de oportunidad. Entonces, cuando se presenta la oportunidad y preveemos por condiciones de mercado que habrá buenos precios,los programamos. Pero cuando hay moda por hacerlos, un año anterior de excelentes precios por ejemplo, nos contraemos. Sabes que, cuando en el Perú se pone de moda un cultivo, se pueden hacer 5,000 ha o mas de ese cultivo. Si eso pasa, preferimos no hacerlo y dejamos pasar.
-Y la palta es un negocio menos riesgoso.
– Claro. La palta es menos riesgo desde punto de vista productivo en el norte, todo cuaja, pero en cuanto al mercado se sujeta a la oferta y demanda. Dadas las excelentes condiciones agronómicas de Olmos para el palto – clima caliente dia y frio de noche, se ha tomado la decisión de dejar el campo de Olmos solo con paltas. Hoy tenemos más de 900 hectáreas allí. Nos instalamos allí porque nos complementa las ventanas. Estamos produciendo desde mediados de febrero hasta mediados de mayo, en Olmos. Y eso lo complementamos con lo que tenemos en Arequipa, donde producimos desde mayo hasta agosto.
-¿Cómo hacer para que el palto siga siendo atractivo comercialmente?
-Hay un tema agronómico y comercial. En el agronómico, hay un manejo de podas y de renovación de material, que recién estamos aprendiendo en Perú, para no tener árboles de cinco años que midan 8 o 9 metros. En el Perú se deben manejar árboles casi enanos a una densidad media-alta, para lograr productividades de 18 t/ha como mínimo promedio interanual. También pensar en tecnologías como los sensores, geodésica, predicción climática, analiticia in situ de nutrientes. La parte comercial es que ya estamos aprendiendo a medir el mercado. Hoy salimos a ser competitivos, sabemos competir a nivel global. Esa oferta comercial la estamos llevando de una forma más profesional. Esa está siendo una fortaleza.
OLMOS, UNA REALIDAD OPUESTA A LA DE AREQUIPA
En Olmos, Carlos Saavedra, gerente de operaciones Norte de Agricola Pampa Baja sabe ‘in situ’ lo diferente que es producir paltas en Arequipa y en Olmos. Y lo sabe en primera persona porque es arequipeño y proviene de una familia que cultiva paltos en esa zona. “Aquí en Olmos los calibres son más pequeños. Y eso es por un tema de temperatura, básicamente. Olmos no es como Arequipa, ni tampoco como los valles que están más pegado a Lima. El norte chico y el sur chico de Lima que tienen más frío. O Arequipa, donde está la sede Sur de la compañía, y donde también producimos paltas”.
– ¿Cómo se puede corregir eso?
– Hemos estado haciendo mucho seguimiento al agua, acreditando las demandas de la planta. Además, hacemos un seguimiento diario, y en diferentes momentos, de cómo va la temperatura. Tenemos un equipo de hacer un seguimiento de cómo se está comportando el suministro de agua y nutrientes en las raíces, a diferentes profundidades. Lo mismo, en términos de fertilización, donde hemos hecho ajustes a los requerimientos de nitrógeno, fósforo, y potasio. Otro tema es la poda. Hemos estado podando fuerte. Es el asesor quien nos ha dicho ‘poden fuerte, no tengan miedo’ y, por lo que vemos en campo, es algo que está funcionando.
– ¿Cuesta cambiar algo que venían haciendo?
– Es que a los ingenieros que ya vienen trabajando años en palta, a veces les da miedo. Les da temor, pero nuestro asesor es nos dice, ‘corta, no tengas miedo’. Podrá haber otros asesores que digan ‘solo despunta aquí y allá’. Nosotros manejamos el huerto como si fuese un huerto de primeros años. Es muy diferente cuando el árbol se fue para arriba y estás cosechando solo arriba y si se te ocurre meterte una poda, sabes que al siguiente año no vas a tener mucha fruta que cosechar.
– ¿Cuál es la altura que le están dejando a los árboles?
– En torno a los 3.5 metros de altura y estamos trabajando a diferentes densidades. La normal (426 plantas/ha) y también tenemos huertos más intensivos. Hay quienes siembran a esa densidad tradicional, por ejemplo, 6 x 4 o 7 x 4. Lo cierto es que si siembras a alta densidad durante los cuatro primeros años, recuperas más rápido la inversión, porque estamos hablando del doble de plantas en un marco de 7 x 2. Por eso es que hicimos la prueba. Ahora bien, si la planta se dispara, deberíamos volver a la densidad original, eliminando una planta.
– Además de los calibres más pequeños, ¿qué otras características tienen los frutos en esta zona?
– Otra característica es que aquí tenemos algunas frutas acanaladas, con una forma que no es la típica de la Hass. Por dentro lo que le falta es llenar completamente el fruto. Eso los especialistas en el cultivo lo atribuyen a las altas temperaturas de la zona en la que estamos y también a un estrés de los árboles. Hoy estamos trabajando a ‘full’ en temas de riego y también de nutrición. Nuestros trabajos de manejo en campo apuntan a tener una fruta de buen calibre y de forma perfecta, como la que se da en nuestros huertos de Arequipa.
EL OBJETIVO DE CONSEGUIR RENDIMIENTOS DE 22 T/HA
Este año en los huertos de la segunda etapa (instalados en 2017) comenzaron con una primera cosecha de ‘flor loca’ a mediados de febrero. Y luego de un parón, continuaron ya con la cosecha normal, que se inició entre las semanas 12 y 13, con huertos que dieron sobre 13 t/ha. “La fecha exacta de cosecha la vamos decidiendo gracias a que vamos realizando mediciones de materia seca diariamente”, precisa Saavedra, sobre una cosecha que se extendió hasta el mes de abril.
– ¿Cómo se detecta esa ‘flor loca’?
– Por el color del pedúnculo, que es más oscuro que el de la ‘flor normal’, que tiene una coloración verde-amarillenta. Es, más o menos, un 10% del total de fruta que tenemos y eso los cosecheros lo detectan y van sacando solo la fruta de ‘flor loca’. Esa es una cosecha que solo tarda una semana.
Toda la cosecha de Pampa Baja se proceso este año en Avocado Packing Company, en Chao (La Libertad). La fruta sale del fundo en ‘bins’ de 400 kg rumbo a un ‘hidrocooler’ y desde allí viaja durante trece horas hasta llegar a Chao, donde entra a proceso. La fruta, se exporta desde el Puerto del Callao o Salaverry. “El objetivo, cuando el campo esté en plena producción es lograr rendimientos de 22 t/ha”, proyecta Saavedra.
– El manejo de nutrición es importante en el palto.
– Sí, es vital. Viendo la carga que tenían los árboles en febrero, es una carga correcta. Entonces, ese árbol se ha nutrido correctamente, para tener 300 frutos por árbol. Hay árboles que se exceden a eso. Entonces, cuando tenemos una planta alimentando, por ejemplo, 400 frutos, está generando un desgaste y, si acto seguido podamos, estamos estresando al árbol. Entonces, ahí es donde necesitamos el aporte nutricional para que el árbol recupere y reactive lo más pronto posible. ¿Cómo ayudamos a la planta para que soporte estos cuatrocientos y pico de frutos?, ‘full’ nutrición y con un importante aporte de potasio, para la fruta. Aquí en Pampa Baja estamos aplicando un mix balanceado, que nos está funcionando muy bien. Estamos generando un balance en la parte química y eso es mucho más rentable que aplicar los elementos de forma fraccionada.
Los calibres pequeños y la fruta de descarte también tienen salida
Los calibres pequeños tienen como destino preferente Asia, mientras que la fruta con daños cosméticos externos es comprada por empresas procesadoras para los diferentes productos que elaboran, por ejemplo, pulpas congeladas IQF.
Fruta para todos los mercados
Agrícola Pampa Baja abastece con su fruta Sudamérica, Europa, EE UU y Asia, principalmente. En América Latina, han despuntado últimamente los envíos de paltas a Chile. De todos, el mercado más exigente en los aspectos estéticos del fruto es China, por ello es que toda la fruta que procesa la compañía, la hace siguiendo los estándares que requieren los clientes chinos.