Corfo lanza "Consorcio del desierto" para fortalecer la agricultura en zonas áridas
La iniciativa ejecutará un portafolio de proyectos de transferencia tecnológica para aumentar la capacidad de cultivos tradicionales, optimizando el uso de agua y energía, y validará nuevas especies acorde a las condiciones climáticas del desierto.
Este miércoles se lanzó el “Consorcio del Desierto”, un programa tecnológico de Corfo que busca desarrollar y fortalecer la agricultura en zonas áridas a través de un conjunto de proyectos que aborden de forma colaborativa los principales desafíos del sector, específicamente en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.
El programa, que será liderado por la Corporación de Desarrollo Social del Sector Rural (Codesser), se presentó en el packing de la Agrupación de Pequeños Agricultores de Arica y Parinacota, donde autoridades nacionales, regionales y comunales junto a productores agrícolas y agricultores se reunieron para conocer los alcances del proyecto.
El Consorcio considera la participación de 57 entidades en calidad de coejecutores, asociados e interesados, incluyendo universidades, centros de investigación, empresas, asociaciones gremiales, municipalidades, entidades públicas y regionales, entre otros; una inversión de 3.350 millones de pesos y una ejecución de 6 años plazo.
“Las zonas desérticas del norte grande de Chile, al ser considerados verdaderos laboratorios naturales, se pueden convertir en una macrozona de desarrollo para la agricultura en condiciones extremas, con potencial mundial. Con este programa queremos fomentar el desarrollo y ejecución de tecnologías, y consolidar cadenas de valor asociadas a la producción agrícola, que permitan activar un polo de innovación, atendiendo los desafíos que nos impone, además, la crisis alimentaria”, señaló el Vicepresidente Ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente.
Al finalizar la ejecución del proyecto se espera la apertura de nuevos mercados mediante la inserción y adaptación de nuevas especies de cultivo para la zona, empaquetar nuevos procesos productivos y desarrollos tecnológicos para la obtención de agua para riego y/o bebible, aumentar de la capacidad productiva de cultivos tradicionales mediante la aplicación de mejoras tecnológicas optimizando el uso de agua y energía, y por último, aumentar las capacidades técnicas y conocimiento de la comunidad agrícola macro regional y generar alianzas entre empresas.
Marcia Echeñique, secretaria general de Codesser, precisó que “nuestro rol de articulador del Consorcio es claro: es conocer a todos los actores relevantes para que los objetivos del proyecto se cumplan, y trabajar para que estos estén al servicio del desarrollo agrícola que buscamos. Obviamente que como ‘beneficiarios’ de esta iniciativa, somos responsables de que se cumplan cada uno de sus objetivos técnicos y también los económicos, que el proyecto se ejecute en tiempo y forma, y que cumpla con los objetivos trazados”.
Respecto al avance de la desertificación y el alza de temperaturas, el subsecretario de Agricultura, José Guajardo, manifestó que “han impactado fuertemente en nuestro país y en particular la zona norte. Por ello debemos abordar estos temas de manera integral, para permitir promover el desarrollo productivo que de otra manera no sería posible. Se hace necesario encontrar una solución, ya sea desarrollando nuevas tecnologías o adaptando tecnologías existentes, además de determinar especies vegetales con mayor potencial económico para abordar los desafíos de las zonas desertificadas del norte, siempre pensando en un crecimiento sustentable”.
Algunas entidades que integran el Consorcio como coejecutores son la Universidad Católica del Norte, la Universidad Arturo Prat, UC Davis Chile, Fraunhofer Chile Research, Waki Labs SpA, entre otros actores.