“Hay que jugársela por las variedades nuevas”
El sector de uva de mesa se prepara para una buena campaña 2018/19, luego de dejar atrás el capítulo gris que significó el Fenómeno El Niño en cuanto a la caída de fertilidad de la fruta. Sin embargo, lo que marca la brújula este y los siguientes años es la carrera que el presidente de Provid, Benjamín Cillóniz, califica como ‘súper agresiva’, entre productores que vienen instalando un gran número de hectáreas de nuevas variedades licenciadas, pese al escaso conocimiento de manejo agronómico que se tiene. “El balance preliminar de esta aventura es que el éxito está acompañando al sector”, afirma Cillóniz en una de sus primeras entrevistas como representante del gremio de productores de uvas.
Si bien el productor peruano es sumamente arriesgado a la hora de apostar por determinadas inversiones, la cuota de prudencia siempre ha determinado que la instalación en campo de cualquier nueva variedad, sea del frutal u hortaliza que fuese, venga precedida de una etapa de ensayo, que suele durar de dos a tres campañas. Hoy eso no viene ocurriendo entre los productores que han recibido la alerta de los compradores internacionales de un necesario viraje de una producción de variedades tradicionales hacia las nuevas o de clubes, que sean más dulces, crocantes y con bayas cada vez más grandes.
Benjamín Cillóniz, nuevo presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Uva de Mesa del Perú (Provid), comenta que los productores tienen que ‘jugársela’ con estas nuevas variedades y experimentar sobre la marcha. En el camino vienen descubriendo que algunas indicaciones sobre el manejo agronómico dadas por las casas de genética no necesariamente se ajustan a cómo se desarrolla la planta en suelo peruano. Sin embargo, considera que, si bien existen algunos contratiempos que se van resolviendo, los resultados están siendo los esperados, sobre todo porque estas nuevas variedades manejan precios aceptables para todo el riesgo que vienen asumiendo.
– Existe un crecimiento en la instalación de nuevas variedades de uvas. ¿Esto no podría complicar los precios en los mercados internacionales? ¿Podemos hablar de un techo o no con las nuevas variedades?
– Es verdad que el mercado de fresco es relativamente limitado. En Perú tenemos aproximadamente 18,000 hectáreas de uva de mesa plantadas. Por los problemas que hubo la campaña pasada en el norte, se redujeron esas áreas certificadas de exportación. Algunos fundos no produjeron porque presentaron problemas de fertilidad tan bajas que dijeron: ¡este año simplemente paro!
– ¿Estamos hablando de las variedades tradicionales que fueron las más afectadas con el Fenómeno de El Niño?
– Sí, principalmente, de las tradicionales. Hay algunos fundos que decidieron no correr riesgos. ¿Para qué invertir US$ 20,000 por hectárea si de repente no producían bien? Simplemente, algunos decidieron pasar el año tranquilo. Por ello, en la temporada se certificaron 16,000 hectáreas.
– ¿Es viable seguir creciendo mucho más en uva?
– Si creciéramos a 50,000 hectáreas, por ejemplo, estoy seguro que el mercado colapsaría, a no ser que logremos eficiencias bastantes superiores de lo que tenemos hoy en día, que bajemos costos.
Nuevas tareas en el gremio
Como nuevo presidente de Provid, Benjamín Cillóniz comenta que tiene especial interés en definir un protocolo poscosecha de la uva, debido a que desde un inicio se tomó el modelo chileno y de California. En efecto, fue efectivo en resguardar la calidad de la fruta, pero considera que hay que seguir explorando mejores condiciones de viaje que permitan reducir costos. Otro tema que impulsarán en el gremio serán los proyectos de investigación con la parte académica, para mejorar el control de plagas, como es el caso del chanchito blanco.
La apuesta de Safco
Como gerente general de SAFCO, Benjamín Cillóniz, comenta que cuentan con 220 ha de variedades nuevas, de las cuales al menos la mitad entrará en producción en los próximos dos años. Refiere que comenzaron con Sweet Celebration, para luego continuar con Sweet Globe, Sweet Safire, Jack’s Salute y Timco, entre otras. Seguidamente, vino Cotton Candy y a futuro instalarán otro grupo importante de nuevas variedades aún en evaluación. También refiere que son los terceros en cuanto a volumen de exportación de nuevas variedades. El primero es El Pedregal y luego viene Ecosac.
– ¿Con la instalación de estas nuevas variedades de uvas, qué nuevos retos deben vencer los productores asociados al gremio?
– Hoy vemos que es más factible compartir información entre empresas de los ensayos que están haciendo. Antes, algunos trataban de guardarse cierta información para tratar de sacar algo de ventaja, pero con variedades que salen una tras otra, es necesario compartir información para tener una visión más clara y entender un poco mejor a estos cultivos.
– ¿Existe mucho desconocimiento sobre el mejor manejo para estas nuevas variedades?
– No se conoce mucho y existe una carrera súper agresiva en instalar estas nuevas variedades, que no has probado ni una sola vez. Uno podría pensar en ser cauteloso y plantar solo después de haber visto una prueba durante 3 o 4 años, pero al momento que pase el tiempo y decidas plantarlas comercialmente, ya no tendrás espacio para acceder a esa genética. La cuota se va copando. Entonces, no te queda más que invertir en una nueva variedad que tuvo buenos resultados en Chile, California o España. Y tienes que ir con una plantación relativamente importante, jugártela. Ahora, en promedio estas variedades están siendo mucho más eficientes que las otras; entonces, hay un porcentaje de éxito importante en lo que se viene haciendo.
– Si bien las nuevas variedades están entrando con fuerza, ¿no existe peligro de una comoditización de las mismas como ocurrió con la Red Globe en su momento?
– Lo primero que estamos pidiendo a los programas de mejoramiento es que no maten su propio negocio, que pongan límites. Además, a ellos les conviene que el precio se mantenga alto, porque mientras más alto más cobrarán por el ‘royalty’. Las variedades libres dependían exclusivamente de lo que decidía el mercado. En el caso de estas nuevas variedades, los genetistas van midiendo cómo está el mercado y tienen que escuchar mucho lo que les decimos los productores. Finalmente, ellos son los que deciden cuánto y cuándo se planta. Inicialmente, la Sweet Celebration fue la principal variedad patentada y exportada. En un inicio se estableció una cuota en Perú de 400 hectáreas, pero se observó que el mercado daba para algo más y se han ampliado ligeramente las hectáreas. En efecto, lo que viene es medir qué tan grande es este mercado. El problema es que no es un solo genetista, sino varios y cada vez van a haber más y más variedades patentadas ofreciéndose en el mercado. Los genetistas deberán marcar una diferencia y creo que eso pasa por ofrecer variedades de sabores particulares.
– Por lo general, el consumidor diferencia las uvas de mesa solo por los colores.
– Claro, va a comprar una roja o verde grande y que sea firme. No importa si esa uva es de la casa IFG, SNFL o Sunworld.
– ¿Entonces, qué hace que una variedad pueda ser interesante para los productores?
– Es el paquete de cualidades lo que define la calidad. En esto tienes temas de calibre, color, sabor, firmeza, post cosecha, resistencia a algunas plagas, fertilidad, productividad.
LA RED GLOBE NO DESAPARECERÁ
– En este escenario, ¿en qué situación queda la Red Globe?
– La Red Globe tendrá mercado por muchísimos años más, no va a desaparecer, de ninguna manera. Es una variedad de alta producción, de grandes calibres y bastante viajera. Hay muchos mercados que todavía la demandan y lo van a seguir haciendo.
– ¿Hablamos de China o de otros mercados?
– China sigue siendo el principal destino, pero también va a otros países. El problema es que nos acostumbramos a precios completamente atípicos para esta variedad, debido a que hubo una demanda impresionante. Era muy fácil hacer negocios con ella.
– En un momento cayeron los precios, pero nuevamente vienen subiendo.
– Con la reducción del volumen de la Red Globe se ha apuntalado el precio. Definitivamente, es una variedad que va a ser difícil de reemplazar…
– Pero algunas empresas la están reemplazando justamente por nuevas variedades.
– A eso quería llegar: vamos hacia un balance. El Perú exportó cerca de 25 millones de cajas de Red Globe hace unos 3 años, luego fue bajando, pero ahora vamos a tener una estabilidad. En la última campaña se exportaron más o menos 17 millones de cajas. Ahora vendrá el repunte de la mano de aquellos fundos que no produjeron en Piura. Probablemente, nos estabilicemos en 20 millones de cajas de exportación. Si hacemos un trabajo correcto en cuanto a calidad y fechas de cosecha, debiera ser un negocio relativamente seguro. La parte complicada será cuando tengamos que calcular cuánta área se deberá eliminar, porque hay muchas plantaciones en Ica que ya están llegando a su tope de edad.
Mercados piden orgánico pero no se llega con los costos
Hay productores del norte y sur del país que habrían encontrado la fórmula para producir uva orgánica, pero para el resto de productores resulta difícil hallar un equilibrio entre lo que se paga por esta uva y los costos de producción. Benjamín Cillóniz refiere que por lo menos se obtiene un sobreprecio de un 30%, pero el problema es que tienes una menor producción por hectárea. Para la mayoría, no justifica aún ese mayor precio con el tener menos fruta por hectárea.
– ¿Cómo evalúas la producción orgánica?
– No creo que los volúmenes de producción de uva orgánica puedan ser elevados como sí ocurre en el caso del banano, mango y algo en palta.
– ¿Hay algún interés de los mercados?
– Todos los mercados muestran interés por lo orgánico, pero principalmente hablamos de EE UU y Europa. Todos piden orgánico, pero hasta el momento no hemos logrado encontrar una metodología o una variedad nueva quenos permita una apuesta fuerte por este segmento. Hemos sugerido a algunas casas genéticas que desarrollen nuevas variedades tolerantes a ciertas plagas. Con eso, habrá mayor posibilidad de producir orgánicamente.
– ¿Cuáles son los nuevos costos productivos en Red Globe y de las nuevas variedades? ¿Es más barato producir Red Globe?
– No, los costos son similares. La Red Globe es una variedad bastante productiva, por lo tanto, debieras tener cosechas de 4,000 cajas por hectárea. Las otras variedades estarán un poquito más abajo. Se mencionaba que muchas de estas nuevas variedades no requerían arreglo de racimo, pero lo que vemos, al menos, en Safco (donde es gerente general), es que para producir un racimo de buena calidad, se debe hacer algo de intervención. En efecto, hay algunas que son bastante eficientes en ese sentido, pero hay algunas que necesitan un manejo exigente en cuanto a mano de obra.
– De acuerdo a tu experiencia, ¿cuál es la productividad de las nuevas variedades?
– El promedio está en 3,000 cajas por hectárea, aunque ahora son muy jóvenes. Habrá que ir viendo cómo se desarrollan a futuro.
EL RETO DE REDUCIR COSTOS
– ¿Cuál es el camino para reducir costos de producción?
– El costo unitario de la mano de obra en Chile es casi tres veces más alto que en Perú. Sin embargo, termina siendo el mismo costo total para Perú porque programamos un mayor número de jornales. Muchos reconocen que en Perú se hace un trabajo más fino, pero igual hay que buscar la forma de reducir ese costo. Por trabajo fino me refiero al nivel de detalle que se le da a cada planta y a cada racimo es realmente impresionante, desde la poda, la regulación de carga, los desbrotes, los deshojes. Para citar un ejemplo, en las zonas de producción de California, el podador tiene una pauta simple de dejar tantas yemas por cargador, pero no hay una regulación específica de cuántos racimos va a tener cada planta. Nosotros acá, somos muy estrictos en dejar un número exacto de racimos, de brotes y de bayas por planta o racimo. Ese nivel de precisión no es frecuente en otros países. El boom de la Red Globe generó que muchos hicieran lo indecible por lograr las calidades exigidas desde China, que obviamente pagaba ese diferencial. Luego, vienen los ajustes de precio y quienes lograron buena calidad con costos altos están complicados en la medida que tienen una metodología cara. Ahora toca investigar sobre cómo lograr buenos resultados con metodologías más baratas.
– En el caso de la palta, Camet Trading está orgulloso de producir ocho meses y quieren llegar a todo el año, ¿esa no es la lógica que persigue el productor de uva?
– En el caso de la palta, la demanda está creciendo de manera muy agresiva, lo que no ocurre en el caso de la uva de mesa. Si produjéramos todo el año, tendríamos que ser competitivos con los precios que se pagan en la época que sale la producción del hemisferio norte.
PROBLEMAS DE AGUA EN PIURA
– ¿Crees que la producción de uva de Piura va a pasar a la de Ica?
– Es probable que siga creciendo en área, pero el problema con Piura es que está entrando a una etapa de escasez hídrica severa. El reservorio de Poechos está perdiendo su capacidad de almacenamiento a pasos agigantados. Se están haciendo obras para recuperar la capacidad de almacenaje, pero vemos con preocupación que hacia los meses de octubre y noviembre se limita la dotación de agua entre los productores. Eso podría llevara muchos a evaluar no crecer tanto. Para proyectar una inversión se requiere una cantidad de agua adecuada todos los días del año; no basta con que en una época tengas un montón y en otra tengas poca agua.
– Entonces, no veremos por ahora mayor crecimiento en Piura.
– Es que además Piura está aún en fase de identificar cuál debiera ser el manejo más adecuado de sus cultivos, según su condición climática. Hay algunas cosas que han sorprendido en el camino, como la fuerte presencia de nematodos y de otras plagas. Como Provid se evalúa el mejor camino para identificar las especies de chanchito blanco que están atacando la zona norte. Esta plaga trae muchos problemas, porque hay países que la consideran cuarentenaria, como ocurre en Corea del Sur, donde hay rechazos de contenedores.