Dice que es optimista y que el nivel de problemas que se vieron en la última campaña de exportación frutícola no se repetirá en la que viene. “Este año ha tenido muchas conversaciones, muchas coordinaciones, así como planes y requerimientos para aumentar capacidades de puertos y navieras”, afrima Rodrigo Manasevich, director ejecutivo de la firma de servicios logísticos de exportación Utilitas. “Hemos visto en la industria logística global indicadores de capacidad que permiten anticipar menos congestión que el año anterior”.

No obstante, el ejecutivo que dice vivir y sufrir con los problemas logísticos que enfrentan los productores, les recomienda no relajarse y mejorar sus estrategias de exportación. “Los problemas que surgieron el ultimo años nos recuerdan que esto es una parte estratégica del negocio y que debe ser tomada en serio”, dice.

Por ello, señala que es clave mejorar la planificación de sus necesidades de transporte y utilizar las herramientas para monitorear las capacidades de sus proveedores logísticos, de manera de anticiparse a los problemas. “En esto hay una brecha grande; las empresas productoras no suelen planificar de buena manera estos aspectos y no generan opciones para cuando surgen los problemas”, dice.

El ejecutivo explica que es importante tener en claro que el mundo del productor es distinto al del operador logístico. “Son dos realidades muy distintas”, dice. Por una parte, señala, “los productores necesitan que se cargue toda la fruta y que esta llegue oportunamente y en condición a destino”. Pero agrega que para el productor le resulta muy difícil estimar el volumen a exportar: si bien hay una estimación inicial, esta sufre varias correcciones a lo largo de la campaña por factores climáticos, humanos, de materiales, por capacidad de frio, etc. Por otra parte, “el operador logístico necesita certidumbre: necesita saber exactamente cuánto y cuándo le van a cargar”.

En esto señala que hay un problema debido a lo que llama “comunicación no real”, que son las reservas de espacio que muchas veces los productores realizan de manera inexacta a lo que van a enviar y que complica la gestión logística, especialmente en momentos de alta demanda. “Las compañías navieras analizan el historial de cumplimiento: si uno dice 10 y llega con cinco, el siguiente mes lo va a castigar y el subsiguiente, lo va a castigar aún más”.

En una presentación realizada en el contexto de Fruitrade 2022, la convención anual de los productores en Fedefruta, Manasevich presentó 10 claves, 10 recomendaciones, para que los productores de fruta tengan un mejor desempeño durante la campaña que viene y reduzcan los riesgos logísticos que ya lo complicaron el año pasado. Son las siguientes:

1. Trabajar con los mejores, no con los más baratos. El ejecutivo señala que hay muchas empresas muy diversas participando en el área de los servicios logísticos. “Lamentablemente no todos cumplen bien, por tanto, hay que fijarse en la calidad y capacidad que se ofrece: traten de encontrar siempre los mejores”, dice.

2. Contratar personal especialista, con experiencia. Explica que en los temas de exportación, todos los días hay problemas. “Es muy importante la experiencia y la capacidad de resolver problema”, dice.

3. Acordar estándares de cumplimiento con los proveedores. Usualmente el productor no ve lo que hay por detrás de proceso logístico. Muchos piensan que es solo cargar un contenedor y mandarlo a Estados Unidos. Pero es algo mucho más complejo y que requiere una profundización en los estándares. “Hay que definir el horario, el tiempo demora. También los castigo en caso de incumplimiento. Hay que definir estos estándares”.

4. Planificar y monitorear el viaje para actuar oportunamente. “Planifiquen, planifiquen, planifiquen, planifiquen y planifiquen porque todo ese tiempo que van a invertir en esa planificación, va a ir en beneficio del manejo de los imprevistos a futuro”, dice Manasevich. “Y no se queden con la idea de que una vez entregada la carga está todo resuelto. Hay muchos sistemas disponibles para hacer el monitoreo en línea para seguir al barco y cómo va viajando”. Los atrasos están siendo un tema desde hace un par de temporadas, hoy día no hay barco que cumpla oportunamente los tiempos de arribo. “Hay que monitorear lo que sucede con cada barco”, dice.

5. Evaluar las capacidades de los proveedores. “Es muy importante saber con quién están trabajando, cuáles son sus capacidades para resolver los problemas”, dice. “No es lo mismo trabajar en una empresa que tener tres o cuatro personas, por muy bien que lo haga, a alguien que trabaja con 20 personas. ¿Por qué? Porque uno tiene que trabajar con gente que llegue, con gente que tenga la capacidad de resolver problemas”.

6. Mejorar las estimaciones y comuníquenlas oportunamente. Explica que el proveedor logístico necesita certidumbre para mejorar su servicio, lo cual requiere una estimación de buena calidad sobre cuándo y cuánto se va a cargar. “Lamentablemente estamos en una industria en que esto no se cumple”, dice Manasevich. “Usualmente, la primera estimación es la mejor. Pero hay pocas empresas que lo hacen bien. Es un aspecto que es muy importante ajustar”.

7. Tener alternativas: dos o más proveedores. Por mucho tiempo, en la industria primaron las relaciones de largo plazo entre productor y proveedor logístico, con lo que se hacía muy difícil que esas relaciones se desarmaran. “Estos dos últimos años eso ha cambiado, porque no todos tienen capacidad suficiente para resolver los problemas”, dice. En ese sentido, contar con alternativas de proveedores da opciones para tomar decisiones cuando surjan los contratiempos.

8. Contar con un sistema en línea que permita trazabilidad. Dice que es muy importante contar con servicios que permitan hacer seguimiento en línea de la carga lo que permite planificar de mejor manera, “así como también para hacer la justificación frente a la compañía de seguros en caso de que se requiera”, dice.

9. Fijar responsabilidades en contratos de prestación de servicio. Esto es necesario debido a la realidad compleja que implica el servicio logístico, en el que puede haber problemas que terminen con un embarque de fruta perdido, pese a que todos señalan haber hecho bien su trabajo. “La agencia de embarque dice que hizo el trabajo; la compañía naviera dice que hizo su trabajo. La fumigación en destino hizo el trabajo. El puerto dice que hizo el trabajo, al igual que el recibidor. Entonces, ¿quién es el responsable? No se sabe. No está definido. No está escrito. Hay que trabajar fuertemente en fijar la responsabilidad y claramente”.

10. Contar con seguro que cubra los eventos del viaje. Es clave, dice Manasevich, incluyendo “la cláusula retraso que lo que se está golpeando en las pólizas de seguro marítimo”.