“Uno de nuestros retos es mejorar la eficiencia en la producción de mango y enfrentar los desafíos del cambio climático”
Una temporada que se atrasó por cuestiones del clima, donde se produjo menos fruta, pero se consiguieron mejores precios. Así fue la última campaña y la directora de EMEX, en esta entrevista, hace un repaso del momento actual del cultivo y proyecta su futuro.
El mango es un cultivo relevante en México. Tanto así, que su producción se realiza hoy en 23 de los 31 estados del país, y su superficie roda las 240.000 hectáreas. Estas están en manos de unos 50.000 productores. La gran mayoría tiene entre 1 y 2 hectáreas en producción, que venden su producción a empresas exportadoras. Sinaloa, Nayarit, Oaxaca, Michoacán, Chiapas, Jalisco, Guerrero y Colima son los ocho principales estados donde se produce esta fruta tropical. Pero Sinaloa lleva la delantera, con una producción anual de unos 20 millones de cajas, que representan el 35% del total de la producción.
Esa es una rápida mirada a una industria que tiene a EE UU como su principal mercado de destino. Una más profunda se realizará “en los últimos cinco años el estado de Sinaloa se ha establecido como una zona libre de mosca blanca y sin requerir tratamiento fitosanitario”, cuenta Myrna Castro, directora de la Asociación de Empacadoras de Mango de Exportación (EMEX), mientras el resto de las zonas de producción necesita tratamientos cuarentenarios.
“Hace más de 10 años, Guerrero y Michoacán eran los productores más fuertes en exportación de mango. El cambio, con la zona libre, ubicó a Sinaloa y toda la fruta, desde el sur de Sinaloa hacia el sur de nuestro país, requiere un tratamiento cuarentenario. En Jalisco, por ejemplo, se trabaja con el tratamiento cuarentenario hidrotérmico, pero también hay otros como la irradiación. También hemos dejado de usar, por ejemplo, el tratamiento de aire forzado, debido a sus costos elevados y su falta de eficiencia”, explica la directiva.
—Si vemos los números de la campaña, ¿cuál es la evaluación que hacen desde EMEX?
—El año pasado hubo afectaciones por el cambio climático. En un inicio se retrasó la producción más de un mes en el sur del país, sobre todo en los estados de Chiapas y Oaxaca. En este atraso de la maduración de la fruta para exportación, hubo menos fruta debido a ese cambio climático. Se exportó menos que el año pasado: de 65,9 millones de cajas en 2023 a 62,4 millones en 2024. En comparación con el año anterior, hubo una reducción de 5%. Pese a que se exportó un poco menos que el año pasado, hubo un mejor precio este año. Es un producto que tiene futuro y, sobre todo, por las propiedades del mango y los beneficios que reportan a la salud humana.
—Por estos beneficios ha aumentado el consumo, ¿hay algo más que haya influido en eso?
—Han sido varias cosas. Además de las investigaciones sobre los beneficios del mango, hemos trabajado en la difusión con eso el mercado voltea a verlo y descubre que hay diferentes formas de comerlo. Además del fresco, y así llegamos a otros mercados y nos fortalece como industria. Como país, hemos estado asistiendo a diferentes ferias en otros países con apoyo económico del Gobierno de Jalisco. En este caso nos han apoyado para asistir a ferias y para fortalecer mercados, asistencia, con la cual nos fortalecemos al darnos a conocer.
—En cuanto a las tendencias de consumo ¿qué han visto? ¿Han cambiado los hábitos, los gustos?
—Esto es lo que nos dirán los retailers que hemos invitado al Congreso Internacional que realizaremos en noviembre en Guadalajara. A través de ellos queremos conocer este aspecto. Con la pandemia se ha marcado un antes y un después en nuestra industria. Con este fenómeno, las compras se han transformado. Hoy en día, muchas se hacen por internet. Ya es una realidad y es un servicio que se quedó, ya sea ordenarlo para que llegue a casa; o recoger los productos al supermercado. La mayoría de estos sitios ha transitado a este esquema, pero a quien le dejas elegir la fruta es al supermercado. Hay consumidores que prefieren elegir fruta más pequeña que la grande. Sin embargo, al cliente debemos enviar el mango que solicita. Es uno de los retos más grandes a futuro: mejorar la eficiencia en la producción y enfrentar los desafíos del cambio climático. Las variaciones en temperatura y las lluvias desiguales pueden afectar la calidad del mango, pero también abren oportunidades para innovar en técnicas agrícolas.
—¿Cómo se diferencia el mango mexicano del que tiene otros orígenes en el mercado en Estados Unidos?
—La diferencia con otros países es la temporalidad. Se trata de países fuertes como Perú, Ecuador o Brasil. La temporalidad nos ayuda porque, más que competencia, somos aliados en la dinámica que proveer mango a los consumidores. El mango de México se distingue por su sabor. Hay que trabajar mucho en la madurez y en la calidad. Sin embargo, el sabor que añade la tierra de nuestro México, eso es lo más notable.
—Un tema importante para México, y para otros países productores de mango, es la cadena de suministro y logística. ¿Por qué es un desafío de reto importante para los productores teniendo tan cerca a su principal cliente, Estados Unidos?
—Hay retos qué asumir. Actualmente, para otros países, el hecho de enviar su producto por barco se complicó en los últimos meses en Estados Unidos por la huelga que hubo. Sin embargo, para nosotros ir por tierra es más fácil dejar el mango en la frontera. Pero ¿Qué pasa si vamos al norte de Estados Unidos? Se busca la viabilidad porque puede ser más factible trasladar por barco o avión aéreo y llegar con mayor madurez. Hay que revisar las logísticas. Estamos tratando de fortalecer otros mercados y eso implica saber cómo llegamos a esos mercados ante la falta de contenedores. Esto se ha detenido un poco en México agregando que el costo naviero es alto. Pero si nos unimos en la exportación de otras frutas y hortalizas quizá sea más factible. En algún momento las frecuencias de traslados pueden bajar costos. Las alianzas nos pueden ayudar a mejorar costos y envíos.