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Manejo del palto en Perú

¿Una cuestión de mentalidad o de técnica?

Según cuenta el asesor Marco Mattar, a la hora de manejar un huerto de palto hoy en día, se están mezclando conceptos de los años setenta con técnicas actuales y, como sucede en todo orden de cosas, también se están siguiendo modas. Ello ha llevado a algunos productores a hacer manejos inadecuados, con consecuencias productivas y de calidad desfavorables. En las siguientes páginas, Mattar explica cuáles son los errores más comunes y cómo solucionarlos.

07 de Septiembre 2017 Equipo Redagrícola
¿Una cuestión de mentalidad o de técnica?

Marco Mattar, asesor internacional.

Es una cuestión de actitud. Para Marco Mattar, el éxito en el manejo y negocio de la palta pasa más por una cuestión de mentalidad que de técnica. “La técnica existe hace muchos años, la mentalidad es lo que hay que cambiar”, asegura desde el fundo Cordero Alto en Ica, que asesora desde 2008. Según el especialista, Perú, como país productor de palto, ha avanzado mucho y muy rápido en este negocio. “A mí me sorprenden varias cosas. No sé cuantas industrias se habrán desarrollado así, en solo diez años, como lo ha hecho Perú. Lo que le falta al peruano es creerse más el cuento de que lo están haciendo bien. Y es que lo están haciendo bien, pero lo pueden hacer mejor”, subraya.

De lo que ocurre en Perú, el asesor destaca al valle de Ica como el caso más exitoso dentro del país. “Buena parte de ese éxito está en la mentalidad de los agricultores”, afirma. Es esa mentalidad, mezclada con buenos manejos agronómicos, lo que ha permitido rendimientos de hasta 46 t/ha. “Eso es para mí un ‘récord mundial’ –asegura-. Yo recorro muchas zonas productoras en muchos países, y puedo decir que la mentalidad del iqueño es diferente: quieren ser los mejores. No se preocupan tanto de lo que le está pasando al vecino, sino que cada fundo quiere ser el mejor. A diferencia de otros valles que ponen ‘puros peros’ y culpan a los factores externos de su éxito o fracaso, el iqueño es muy autocrítico. Comete un error, lo reconoce y trabaja sobre eso”, explica.

Los huertos más productivos y estables del Perú, dice Mattar, están en Ica, y contrario de lo que se pudiese pensar, estos no han sido instalados a una alta densidad, sino que los marcos de plantación son de 7×4 y 7×5 m. Es en ellos donde se han obtenido rendimientos productivos que están en torno a las 20 y 30 t/ha. Sin embargo, en el fundo Cordero Alto, donde hay 50 ha de la variedad Hass, en la campaña pasada se obtuvo 32 t/ha, con calibres que fluctuaron entre los 18 y 22 mm.“Lo importante es mantener esas productividades en el tiempo y el iqueño lo hace sin poner excusas”, enfatiza el especialista y agrega que, si bien muchos agricultores se han acostumbrado a trabajar con un buen clima, como el que hay en Ica, deben prepararse para condiciones más adversas como el Fenómeno del Niño. “Los números son los que dicen la verdad. Mientras en Ica se obtienen esos niveles de producción. En el norte, por ejemplo, están en un promedio de 10 a 12 t/ha”, precisa.

La palta se está expandiendo en el Perú. A los proyectos que se están instalando en Olmos se suma la exploración en otras zonas productivas como Nazca y la sierra. “Falta explorar en la sierra. Creo que hay un buen potencial allí, donde hay cosechas tempranas y hoy en día aún no hay grandes emprendimientos, ya que todo se concentra en la costa”, dice. La palta ha crecido en el Perú, prueba de ello es que es el segundo exportador a nivel global, pero según lo que Mattar ha podido observar en los diferentes países donde es asesor –incluido Perú- es que aún persisten ciertos errores que repercuten en la calidad de la fruta, en los rendimientos y, por ende, en los retornos.

ERROR 1: CREER QUE SE DEBE PODAR TODOS LOS AÑOS

La poda es un tema clave y hasta la fecha hay agricultores que siguen podando indiscriminadamente y en determinada época, básicamente apenas ha terminado la cosecha. “Sin embargo, el palto se puede podar todo el año”, remarca Mattar. “Es un error creer que se debe podar nada más hayan finalizado las labores de recolección”, añade. Y es que para Mattar no existe una fórmula para ello, sino que es una cuestión de criterio que se aprende en el ‘tanteo y error’.

“Podar es un arte. No el que deja el árbol más iluminado es el que mejor poda”, afirma. El especialista señala que se debe ser tolerante con la luminosidad que llega al árbol, sobre todo porque la ubicación de las flores es diferente a lo que ocurre con otras especies frutales. “La variedad Hass tiene una floración larga y siempre la flor más tardía ocurre en la zona interna de la copa, es decir, a la sombra. El palto en su hábitat es un árbol que tolera sombra. La primera y segunda flor siempre están en la periferia, mientras que la tercera está a la sombra”, explica.

Y al momento de podar, las ramas no se podan por edad, sino por verticalidad o ángulo. “Los paltos no se deben podar todos los años. Mejor dicho, una rama puede estar perfectamente tres o cuatro años produciendo buena fruta”, sostiene. Además, según el especialista, nunca se debe podar antes del cuarto año, “porque entendemos que esta rama, una vez que salió, tiene que dar fruta hasta llegar a ese nivel horizontal. Repito: la poda es un arte”, subraya. Otro error común que se comete es podar el chupón y, sobre ello, Mattar es enfático: “Para hacer fruta, primero tengo que hacer árbol”, asegura.

En ese sentido, el especialista explica que aún se mezclan conocimientos o creencias agrícolas de los años setenta con manejos actuales. Precisamente uno de ellos, es podar el chupón. “No lo podemos podar, porque sin él, el árbol no va a poder dar fruta adecuadamente. Si le sacamos el chupón al árbol antes de que nos dé fruta, no va a poder dar fruta. El problema es que un chupón puede dar de 3 a 4 kg de fruta. Es decir, si tuviésemos 1,000 plantas/ha por hectárea y 4 kg de fruta/chupón, y le cortamos un chupón por árbol, automáticamente estamos eliminando 4 t/ha. Si se cortan dos chupones, estaríamos eliminando 8 t/ha. Por eso yo siempre recalco que deben estar las estructuras, ya que si no están, no hay fruta. Además, la fruta de mejor calibre es la que dan los chupones”, explica. “La poda debe ser fuerte, no puede ser débil”, enfatiza. Por eso es que la poda es uno de los tres ejes esenciales para manejar la alternancia productiva. Los otros dos son la nutrición y el riego.

“Ahí entra a tallar el tema mental del que hablo. Algunos productores dicen ‘no, no vamos a podar este año’ y otros dicen ‘tenemos que podar’. Y es ahí cuando vemos la ansiedad de los que sí quieren podar. Y no puede ser así. Porque si los árboles no producen de igual manera todos los años, no podemos podarlos igual. El error que cometen los productores que tienen alternancia es que todos los años podan exactamente igual, y ahí es donde se equivocan”, señala.

ERROR 2: 100% MENTALIDAD DE EMPRESARIO

Es muy diferente lo que los productores quieren obtener de un árbol, de lo que ese árbol realmente les puede dar. Por ello es que los productores debiesen ser realistas.“Un productor siempre querrá todo lo bueno: un manejo barato con el que pueda obtener un árbol productivo, fruta de buen calibre, en una buena fecha de cosecha y sin alternancia”, grafica. Y si todo eso se puede manejar desde un árbol de pequeño tamaño, mucho mejor. “Sin embargo, un árbol chico no nos dará 20 t/ha”, subraya y explica que los paltos no son árboles pequeños, sino todo lo contrario: árboles grandes, desordenados y ‘feos’. El productor que desee árboles pequeños se verá obligado a trabajar reguladores de crecimiento. Es decir, incrementará sus costos productivos.

“Ahí viene la decepción porque no se está obteniendo lo que uno espera”, sostiene. Y es aquí donde aparece la mentalidad del empresario, no la de agricultor o empresario-agricultor. Es decir, la de un personaje que quiere eficiencia y rapidez en todas las labores, sin respetar los tiempos y procesos necesarios del quehacer agrícola. “Lo más importante es tener objetivos claros y realistas y hacer planes a largo plazo”, indica. “Debemos usar supuestos defectos como aliados a la productividad”, remarca. “Se debe ser valiente y romper con lo establecido. Cuando llegué a asesorar campos en Perú me encontré con una realidad diferente a otros sitios. Aquí los productores regaban poco, fertilizaban poco y podaban mucho.

Hoy día estamos en el lado opuesto: se está podando con criterio, regando más y fertilizando más. Hay que entender que el palto responde positivamente a incrementos de riego, fertilizantes y poca poda en la costa peruana, por ejemplo”, explica Mattar.

ERROR 3: EL NITRÓGENO ES MALO Y EL CALCIO ES BUENO

En el tema nutricional, según Mattar, la clave pasa por llevar un exhaustivo seguimiento nutricional, donde se realicen mediciones periódicas de los niveles foliares y de lo que se inyecta al suelo, ya que solo así el agricultor sabrá qué necesita aplicar, de acuerdo a los requerimientos de cada planta, por ejemplo, en lo que respecta al nitrógeno y al calcio, ya que según el asesor, “se cree equivocadamente que el nitrógeno es malo y el calcio es bueno”.

Y es que en Perú hay una tendencia a decir no al nitrógeno y sí al calcio. Pero Mattar lo clarifica: “Cuando no se sabe manejar el nitrógeno, claro que es malo. Lo mismo pasa con el calcio o el potasio. Si no le aplican nada de nitrógeno, por ejemplo, al final la planta se va a envejecer. Por eso es que es importante realizar un seguimiento nutricional”, subraya.

Un buen manejo del nitrógeno es esencial, sobre todo porque el motor del árbol de palto es el estoma. Y como la variedad Hass tiene estomas pequeños, si le falta el nitrógeno, se envejecen las estructuras y los chupones podrían desaparecer. “Si falta un nutriente, la planta no funcionará bien. Es muy poco técnico decir que un nutriente es bueno y otro malo per se. Con la gente que trabajo ya no discutimos eso, porque ellos han aprendido cómo aplicarlos en el fertirriego. Todo depende del análisis foliar y el nivel de carga que tiene el árbol y del seguimiento nutricional, que insisto, se debe realizar todos los meses”, sostiene y explica: “El nitrógeno cuando entra a la planta se debe juntar con azúcares para que cumpla su función, y estos azúcares se crean en el árbol principalmente con el potasio y magnesio”.

El especialista señala que la deficiencia de calcio se explica más por la forma de aplicación que por la presencia del ion. “La aplicación debe ser desde flor hasta pasados cien días. El calcio no se puede aplicar vía foliar porque de esa forma es imposible que satisfaga la demanda de la fruta”, afirma.

ERROR 4: LOS POLINIZANTES NO REQUIEREN MAYOR MANEJO

Material que no se debe podar.

En la actualidad, según el asesor, el uso de abejas y ubicación de variedades polinizantes se realiza sin mucho control, pero lo cierto es que se debe controlar la postura de las colmenas y la plantación de las variedades polinizantes. El experto recomienda que las variedades tipo B para polinizar a Hass debieran distribuirse de diferente forma para aumentar la eficiencia de polinización en el huerto.

“El néctar de la flor del palto no es atractivo para la abeja, por lo tanto ellas siempre buscarán una fuente de flores alternativa a la que estamos tratando de polinizar. Un error común es situar los campos de paltos al lado de huertos de cítricos. De esa forma las abejas no polinizarán los paltos y al irse a los huertos de mandarinas, aumenta la probabilidad de generar semillas en variedades que se quieren vender como sin semillas”, explica. Debido a ello es que muchos agricultores intentan poner mayor número de colmenas por hectárea y no logran un mejor resultado productivo, porque las abejas se van a flores que les son más atractivas. “Para que la polinización con abejas funcione, se debe bajar la competencia entre flores, para que la del palto sea la más atractiva y se queden trabajando en ellas”, indica.

Colombia, más un complemento que competencia

Colombia es un país que recientemente está dando que hablar como zona productora de palto. Para Marco Mattar, es un terreno que tiene mucho potencial pero que aún produce y exporta en volúmenes pequeños, si se la compara con los volúmenes peruanos, que hoy llegan a 10,000 u 11,000 contenedores, mientras que Colombia envía solo 1,000.

“En Colombia tienen una estructura más pequeña de fundos. Los productores colombianos manejan huertos de 20 ha, en promedio. Aquellos más grandes pueden llegar a tener 80 ha. Es una agricultura donde si un agricultor quiere tener 200 ha, las debe tener repartidas en al menos 3 campos”, sostiene Mattar.

Para el experto, de todos modos, Colombia no compite directamente con Perú porque su producción sale en ventanas comerciales distintas. Es decir, Colombia es más un complemento que una competencias de las producciones peruanas.

Mattar señala que Colombia posee ventajas muy importantes para el éxito de este cultivo. La principal es que todo el riego es gratis, ya que el palto se produce en una zona muy lluviosa. Sin embargo, es un país que también tiene desventajas. Por ejemplo, allí existe una mayor incidencia de plagas, precisamente debido a la abundancia de precipitaciones. Otra desventaja es que sus campos se ubican en las laderas de montañas. A pesar de que las precipitaciones ayudan, para Mattar necesariamente los productores colombianos deberán usar riego tecnificado, sobre todo porque hay quienes ya están haciendo ensayos con fertirriego, técnicas que les ha ayudado a conseguir aumentos en los rendimientos. “Hay campos que han logrado sacar 29 t/ha”, subraya.

Sin embargo, el número ideal de colmenas con las que habría que trabajar sería entre 5 y 8 por hectárea. Además, es importante usar cortinas cortavientos con polinizantes. “Los agricultores deben tener en cuenta que la flor de palto no abre hasta antes de las 11 de la mañana, sobre todo cuando está nublado. Por ello es que es mejor tapar la piquera de la colmena por la noche y destaparlas al día siguiente después de las 10 de la mañana”, recomienda y remarca que se debe tener precaución de poner las colmenas en semi sombra para evitar que se calienten mientras la piquera esté tapada en la mañana.

En lo relativo a las variedades polinizantes, Mattar recomienda instalar estaciones de estas en el huerto; es decir, varios árboles tipo B plantados uno al lado de otro con el fin de poner las colmenas frente a ellos y las abejas se carguen de ese polen principalmente y no de Hass. Una alternativa, explica Mattar, es usar variedades polinizantes en la periferia del huerto para que también tengan un efecto de corta viento. “Con esto se aumenta el porcentaje de polinizantes del huerto sin perjudicar el número de árboles de Hass por hectárea”, precisa.

ERROR 5: SEGUIR LAS MODAS CIEGAMENTE

Material que se debe podar.

Como en cualquier sector, en la industria agrícola también se siguen modas, y muchas de estas tienen que ver con la ansiedad e inseguridad que aparecen en los productores a la hora de buscar los mejores manejos para tener un huerto más productivo.

En cuanto a las modas que se han seguido en el Perú y el mundo, Mattar destaca la de la poda en pino y el riego por pulso. “En un momento llegó la moda de poda en pino, pero, con el tiempo, nos dimos cuenta aquellos agricultores que siguen podando en pino producen menos. Además hemos visto que es mejor realizar riegos interdiarios que hacer riegos por pulso”, ejemplifica. Pero esas modas de las que habla no solo han ocurrido en Perú, sino también en otros países. “No basta con copiar, sin reparar en que las condiciones de cada lugar y realidades son diferentes”, afirma.

En ese sentido, Mattar complementa todo lo dicho hasta este punto con un aspecto que considera muy importante para mantener un huerto exitoso: el equipo técnico. “Como asesor, me preocupo mucho en formar un equipo, capacitarlo y motivarlo, en todos los fundos a los que voy”, cuenta. Esa es otra clave para obtener los mejores resultados del cultivo y seguir mejorando. “Y eso ya lo veo muy desarrollado y arraigado en Ica”, finaliza.

 

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