Equipo Redagrícola

El 25 de mayo pasado, una caravana de 16 vehículos llegó a la ciudad de Huaraz, ubicada a 3000 metros de altura en la Cordillera Blanca de Perú. En el grupo se encontraban jueces de Alemania y Perú, un campesino huaracino y sus abogados, además de expertos climáticos.

Esto como parte de un proceso iniciado en 2015, cuando el agricultor Saúl Luciano Lluiya, acusó a la multinacional alemana RWE, la mayor empresa eléctrica del país teutón y la segunda emisora más grande de Europa, de ser en parte responsable del derretimiento de los glaciares por sus emisiones de gases de efecto invernadero.

La historia fue destacada por la publicación británica The Economist, que profundiza en la denuncia realizada por el campesino de 41 años contra el gigante alemán. La demanda se encuentra en su fase final y el resultado podría sentar un precedente global en temas medioambientales.

“Queremos que la empresa RWE se responsabilice por los daños medioambientales. En general han contaminado en todo el mundo, y con esta demanda estamos intentando algo”, dice Lliuya, respaldado por la ONG ambientalista alemana Germanwatch y su abogada Roda Verheyen.

RWE opera en 27 países, incluidos Chile y Brasil. El vocero de la multinacional, Guido Steffen, señaló a AFP Lliuya que el reclamo “fue rechazado en primera instancia por no tener bases legales y no cumplir con las leyes civiles alemanas. Confiamos en que esto ocurrirá nuevamente con la apelación”.

RWE registra emisiones de más de 100 millones de toneladas de CO2 anualmente. “Como agricultor y como ciudadano no quiero que estos nevados desaparezcan, son importantes”, dice Lliuya. También dice sentirse “impotente” porque “sabes que estás en zona de riesgo y que hay empresas o industrias grandes que han causado esto”.