Como parte de la prevención activa de plagas, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Biobío hizo un llamado a los productores de especies frutales como cerezas y berries a informarse sobre las medidas a aplicar frente a la presencia de Drosophila suzukii o mosca de alas manchadas, presente en la región desde marzo de 2018.

El director regional (s) de la institución, Roberto Ferrada, destacó la importancia de realizar un manejo y control integrado de la plaga, que puede causar graves daños sin un protocolo adecuado. Esto porque, a la fecha, no existen soluciones para erradicarla por completo.

Ferrada explicó que la mosca de alas manchadas es considerada una plaga presente entre las regiones de Valparaíso y Los Lagos, y con presencia restringida entre las regiones de Tarapacá y Coquimbo y en la región de Aysén. El insecto ataca a una amplia variedad de cultivos frutales, así como a un creciente número de frutas silvestres.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Las medidas van en la línea de abordar internacionalmente la plaga, basados en opiniones de expertos que han visitado el país y en la situación local, se sugiere un manejo integrado. Esto implica realizar aplicaciones químicas en momentos específicos cuando se detecten ejemplares de la mosca. Además, se recomienda una buena limpieza del huerto, la eliminación de malezas hospederas de la plaga, un buen manejo del riego y otras medidas que se pueden encontrar en la página web del SAG. 

“En los huertos o predios donde existan cultivos hospedantes del insecto se debe realizar limpieza de la superficie del suelo, poda de plantas y/o árboles para eliminar posibles o eventuales lugares de refugio de la plaga, entre otras”, indicó Roberto Ferrada. Asimismo, recalcó que es responsabilidad de los productores, arrendatarios, tenedores y administradores de huertos tomar medidas de manejo integrado para el control de la plaga.

MODO DE ACCIÓN 

A diferencia de la mayoría de especies del género, que no se consideran plagas porque infestan fruta sobre-madura, caída o fermentada, esta plaga deposita sus huevos en frutas sanas, en estado de maduración y con epidermis suave y delgada.

Posteriormente, sus larvas se desarrollan y se alimentan de la pulpa de la fruta, dejándola sin opciones de ser comercializada. La plaga además ha demostrado tener una rápida expansión, fecundidad típicamente alta y un ciclo de vida corto, lo que sumado a la disponibilidad de hospederos y las condiciones climáticas de Chile, le proporcionan condiciones adecuadas para su establecimiento.

Puede encontrar más información sobre esta plaga en este enlace y puede encontrar la cartilla informativa aquí.