Son más de tres décadas de experiencia en fertilización orgánica. Fue en 1983 cuando Gonzalo Rivera y Jorge Parragué comenzaron a trabajar  bajo el nombre de Comercial y Servicios Rosario. Durante todo este tiempo, Rosario,  ha podido conocer la realidad de agricultores de diversos sectores del país y, al mismo tiempo, desarrollar distintos tipos de biofertilizantes en base a materias orgánicas compostadas

“Hemos tenido grandes resultados, tanto en productividad, como en calidad y vigor de las plantas, en las que han aplicado nuestros productos”, señala Jorge Parragué, que hoy es gerente técnico de la empresa.

Una Oferta Variada 

Actualmente, debido al uso intensivo del suelo por parte de la actividad agrícola y a otros fenómenos geográficos y climáticos, los suelos han ido perdiendo materia orgánica. Es así como los biofertilizantes orgánicos restituyen, de alguna forma, la materia orgánica perdida, se incorporan microorganismos benéficos, y también ayudan a mejorar la estructura del suelo, lo cuál se traduce finalmente en un aumento en la  productividad, ya sea por mayor producción y/o calibre.

“El beneficio de redescubrir la fertilización orgánica, es que estamos revirtiendo el proceso de pérdida de carbono del suelo hacia la atmósfera y recapturamos el carbono hacia donde debe estar, que es en nuestro suelo… Volver la mirada hacia la nutrición vegetal es comprender que la verdadera nutrición comienza en el suelo, la fuente de nutrientes para las plantas”, explica Jorge Parragué.

Hoy Rosario fabrica biofertilizantes en base a materia orgánica que, después de un proceso prolongado de bio oxidación aeróbica, es capaz de elaborar productos de alta calidad. La primera línea de ellos, está compuesta por compost con excelentes cualidades, un material sólido (últimamente, también se han elaborado variantes líquidas) y similar al suelo orgánico. En este sentido, Rosario ha estructurado una amplia oferta, basada en calidades, granulometrías y distintas concentraciones de microorganismos. Junto con el compost, la empresa tiene disponibles bioestimulantes foliares, que se pueden aplicar para la nutrición foliar o radicular.

Entre los productos, BIO FERT es uno de los preferidos por los agricultores. “Es el primer biofertilizante en la línea de calidad, con cualidades especiales para la horticultura y la fruticultura, y que puede ayudar a sustituir productos como los guanos, que emiten malos olores”, sostiene Parragué.

En su cartera, la empresa dispone además del BIO FERT Sil, que se basa en la fórmula de BIO FERT, pero que está fortificado con silicio. A su vez, para hacer té de compost, que tiene un efecto importante en el control de patógenos de suelo y en el fomento del desarrollo radicular, están VITTA FERT TÉ y VITTA FEED, un catalizador líquido. Para plantaciones de frutales, en tanto, ha elaborado un sustrato natural específico llamado VITTA FRUT. Por su parte, VITTA FERT es un biofertilizante de mayor calidad, que ayuda a controlar las enfermedades patógenas vegetales. Mientras VITTA FOLIAR es el bioestimulante líquido para las hojas, VITTA VID  es un compost en forma de pellets que entrega macro y micro nutrientes de liberación lenta y equilibrada.

Los últimos productos –VITTA SOIL Y CATOR ECO- corresponden a materias orgánicas líquidas que se pueden aplicar por fertirrigación. Son el último eslabón en una cadena que, gracias a pruebas y estudios permanentes, continúa avanzando. Hoy en Rosario trabajan unas 80 personas en oficinas ubicadas Arica, Santiago y Rosario (Región de O’Higgins). La empresa espera seguir creciendo y elaborando nuevas soluciones innovadoras y acordes  a las necesidades de los agricultores.

“Nuestro valor –concluye Jorge Parragué- está en identificar cuáles son las condiciones de cada agricultor, cuáles son sus necesidades reales y cuáles son las potencialidades que tienen los productos para mejorar su cultivo. Desde que se fundó Rosario hemos tenido una política de venta personalizada y técnica, para que la inversión que haga el agricultor tenga un buen resultado”.