Hasta hace algunos años era muy poco frecuente escuchar en conversaciones técnicas la existencia de un programa de manejo de suelos. Sin embargo, esto ha ido cambiando con gran rapidez. Junto a los programas fitosanitarios, nutricionales y de riego, se ha ido haciendo muy frecuente el incluir prácticas de habilitación de suelos, al usar enmiendas con el fin de tener suelos floculados, libres o con bajos contenidos de sales o sodio, adecuadamente habilitados al paso del agua de riego y del aire. En ese sentido, en años anteriores se han publicado varios artículos referidos al manejo de suelo. 

¿Cómo favorecer aún más el desarrollo de nuestros cultivos? 

El uso de enraizantes ha sido una práctica bastante internalizada en el manejo normal de los campos.  Su uso debe  estar inserto dentro del programa de manejo de suelos ya que la eficiencia de la aplicación puede variar radicalmente si se realiza en un suelo con problemas de compactación versus si se realiza en un suelo floculado, libre de impedimentos al paso del agua y aire.

Dentro del mercado es posible encontrar diferentes productos orientados a favorecer el desarrollo de raíces. Desde el uso de correctores nutricionales, aminoácidos, etc., a diferencia de los verdaderos enraizantes que desarrollan un efecto hormonal a nivel de planta  

ROOTCHEM: COMPONENTES PARA GENERAR UN POTENTE DESARROLLO DE LA RAÍZ

Nuestro producto ROOTCHEM está en esta última línea. Dentro de su formulación incluye fuentes hormonales que son los responsables directos del desarrollo radicular. Materia orgánica, como ácido humico y ácido fulvico, que busca un efecto acomplejante de los nutrientes y como acondicionador de suelos, más una alta concentración de aminoácidos libres, los que cumplen una función nutricional y de estimulación de la microflora del suelo. La sumatoria de todos los componentes  genera  un potente  crecimiento de la raíz  y finalmente el desarrollo del cultivo.

En cultivos de hoja caduca, existen momentos bien definidos de aplicación de los productos enraizantes. Estos corresponden al inicio del flush de crecimiento de la raíz. El primero ocurre a mediados de primavera y existe un segundo flush a fines de verano-comienzos de otoño. Este  fenómeno está muy determinado por la temperatura de los suelos, por lo cual una buena práctica es hacer el seguimiento de estos momentos en base al monitoreo mediante calicatas.

Hemos visto que, bajo condiciones de temperaturas más cálidas o en el caso de cultivos de hoja persistente, existen más periodos de flush de crecimiento de raíces por temporada. Lo mismo en cultivos de hortalizas de largo aliento, como tomates y otros, es posible estimular en varias oportunidades el crecimiento de la raíz, con resultados muy positivos en el rendimiento del cultivo.

La dosis de aplicación de ROOTCHEM es de 2,0 litros/ há, por aplicación, la cual debe coincidir con el momento óptimo de aplicación descrito anteriormente.

El uso de enraizantes se debe incorporar en una estrategia de manejo más amplia o integral, ya que por sí solo no reemplaza deficiencias en los manejos nutricionales y de riego y su eficiencia es directamente proporcional a la condición de floculación del suelo donde se desarrolla el cultivo.