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Retos productivos y comerciales

Productores de zonas tempranas proyectan la temporada de la cereza

Mantener los costos a raya, realizar manejos que aseguren la calidad de la producción y apostar por nuevas variedades para el futuro son algunas de las claves para este y los próximos años, según los representantes de dos empresas productoras de cerezas en zonas tempranas de la RM y la Región del Maule. Ambas se preparan para llegar a tiempo a la celebración del Año Nuevo Chino.

27 de Octubre 2022 Equipo Redagrícola
Productores de zonas tempranas proyectan la temporada de la cereza

Por Jorge Velasco Cruz

Tras una compleja temporada 2021/22, donde la fruta debió enfrentar complicadas condiciones logísticas, la 2022/2023 aparece con desafíos quizás incluso mayores. En un contexto en el que el transporte internacional todavía no se normaliza a niveles previos a la pandemia, para los productores y exportadores de cereza surge un nuevo reto: el adelantamiento del Año Nuevo Chino, que en 2023 se festejará el 22 de enero, 10 días antes que en 2022, el cual ya se había adelantado otros 10 días respecto a su antecesor en 2021.

Para lograr venderse en la fecha adecuada, la fruta debiese arribar alrededor de una semana antes a los puertos. Si se considera un envío ‘normal’ de treinta días desde Chile a China, debiese estar embalada a más tardar el 15 de diciembre y cosechada unos tres días antes. En este contexto, las zonas tempranas son las que llevan una ventaja definitiva. ¿Cómo se preparan los productores chilenos de cereza en la zona central y norte del país?

EXPECTATIVAS Y COSTOS REALISTAS

La pregunta se la hicieron en la empresa Círculo Agrícola el año 2018. Con tres campos en la Región del Maule, hasta ese momento esta empresa familiar se enfocaba en nogales, avellano europeo y arándano. En Pelarco mantiene 160 hectáreas (ha) de avellano, mientras que en Pencahue tiene plantadas 65 de nogales y 22 ha. de avellano. En tanto, en Botalcura tiene 53 ha de nogales y 10 ha de arándanos. Desde 2018, allí ha plantado 35 ha de cerezos como alternativa productiva al arándano.

Manuela Martínez-Conde.

“Fuimos arrancando arándanos y poniendo cerezos, un poco viendo la realidad que hay ahora con la competencia que plantea Perú. Botalcura es una zona temprana, por lo que en un principio fue atractivo y apuntamos a esa parte de la curva de producción. Pero cuando Perú entró fuerte con sus arándanos se la comió y se hizo todo muy ajustado. Entonces, los arándanos que valen un poco más están más desplazados hacia diciembre y nosotros para fines de diciembre ya terminamos todo, bajamos cortina. En cierta forma, nuestros arándanos no sirven mucho para lo que se necesita hoy”, explica la ingeniera agrónoma Manuela Martínez-Conde, gerenta de producción de Círculo Agrícola.

En esa época, el negocio de la cereza –pre pandemia– aparecía atractivo, especialmente para zonas tempranas como Botalcura, con cosecha entre mediados de noviembre y la primera semana de diciembre. “Presagiábamos que podía pasar un poco de que toda la fruta del medio de la curva iba a ser muy difícil de vender y fue lo que sucedió rápido con los cerezos. De hecho, esta temporada va a estar complicadísima con el Año Nuevo Chino”, dice Martínez-Conde.

La empresa plantó, entonces, las primeras 12 ha de Santina y Lapins sobre Colt, y al año siguiente completó los paños con 22 ha de Lapins y poco más de una hectárea de Frisco, que sale 7 a 10 días antes que Santina. A pesar de lo auspicioso que se veía el panorama, se planteó objetivos conservadores, con un retorno al productor entre US$ 3,5 y US$ 4 por kilo.

Estas cifras iban en línea con la experiencia que habían tenido en la compañía con los otros cultivos, especialmente en lo referido al control en el uso de insumos. “Hemos tratado de ir aterrizando un poco los manejos del cerezo con los conocimientos que tenemos, especialmente en los arándanos. Veíamos que, como el cerezo daba tanto, no había que ajustarse tanto y los programas de aplicaciones eran desproporcionados. Ahora recién se está viendo que, ante la realidad, hay que cuidar el bolsillo. Pero nosotros lo vimos desde el principio: no entendíamos este nivel de gasto que tenía el mundo del cerezo”, comenta la gerenta de producción de Círculo Agrícola.

Utilizaron un sistema de conducción en V-Trellis, a razón de 1.000 plantas/ha, considerando las futuras complicaciones para captar mano de obra. Al ser una formación semipeatonal y con fruta más accesible, facilita la cosecha. Basta que el cosechero vaya con una escalera baja o un piso para realizar su trabajo sin mayor esfuerzo. En un contexto en que habría cada vez menos gente dispuesta a realizar este tipo de trabajos, “en cierta forma este sistema apunta a que prefiera campos que sean más fáciles de cosechar”.

El año pasado se logró la primera producción de 25 toneladas de aquellos huertos plantados en 2018, que ayudaron a confirmar las fechas de todo el proceso y aprender a cosechar un fruto que era ajeno a la historia de la agrícola. “Este año queremos sacar una muestra de fruta de los árboles plantados en 2019”, cuenta la gerente, sobre un proyecto que esta temporada tendrá 12 ha productivas, mientras que del resto esperan sacar unas 2 t/ha. Los pronósticos del asesor indican que , en plena producción, podrían tener productividades de 17 t/ha hasta 20 t/ha. “Apuntamos a tener buenos calibres. Esa es la fruta que va a valer”, afirma Manuela Martínez-Conde.

“Para quienes logren salir temprano, esta temporada va a andar bien. No sé si se van a presentar los precios estratosféricos de antes; creo que todo va a ser más aterrizado”, sostiene la ingeniera agrónoma, consciente de que, al tener huertos en formación, todavía la agrícola maneja altos costos productivos.

De todas formas, Martínez-Conde resalta la importancia del rol de las exportadoras (son socios de Cerasus) en el contexto logístico actual. “Hay que tratar de elegir una exportadora que se la juegue en moverse bien con las navieras que puedan tener menos problemas”, dice. No solo eso, ya que además resalta su rol en la búsqueda de nuevos destinos. Sin embargo, es ahí donde los productores deben también hacer su parte y obtener las certificaciones necesarias –como GLOBALG.A.P y GRASP– para que su fruta pueda ser redestinada a otros mercados sin complicaciones.

LOS HUILQUES APUESTA POR LAS NUEVAS VARIEDADES TEMPRANAS

La Sociedad Agrícola Los Huilques tiene dos predios en la zona de Huechún, Región Metropolitana, con ciruela D’Agen y sobre 30 ha de cerezos, de las cuales 8,5 ha fueron plantadas hace diez años, otras 12 ha hace cinco años, 12 ha fueron instaladas en 2021 y las últimas 2 ha fueron plantadas este año.

Ángelo Romanini.

Comprende un portafolio de variedades para abordar las necesidades actuales y futuras del mercado. Entre ellas están Royal Dawn y Santina para los árboles más viejos; Lapins, Black Pearl y tempranas como Nimba (fines de octubre), Sweet Aryana (6 días antes de Santina, que se cosecha alrededor del 15 de noviembre) y Pacific Red (comienzos de noviembre). Las últimas tres son las más novedosas y todavía no serán cosechadas. “Con las variedades nuevas esperamos salir un poco más temprano y, junto con las nuevas tecnologías, continuar con los retornos esperados en un futuro próximo”, sostiene Ángelo Romanini, gerente de finanzas y producción de la empresa.

La temporada pasada fue positiva, logrando producciones promedio de 20 t/ha y un retorno de US$6/kg al productor. La cosecha se concentró entre las semanas 45 y 50 y correspondió a Royal Dawn, Santina y Lapins.

“De todas formas –apunta Romanini– pasamos susto con las noticias que llegaban, porque uno deja en manos de las exportadoras los temas logísticos y recién sabe en abril cómo realmente fue la temporada”.

Para este año las expectativas son auspiciosas. “Con el frío que hubo viene todo más parejo. Por eso, esperamos que la floración sea más pareja y no como en temporadas anteriores, en la que podíamos tener tres o cuatro estados fenológicos en el mismo árbol. Sería una buena temporada de cuaja, pero hay que ver que no afecte el calibre. Eso no se puede dejar de lado. Estamos haciendo manejos para que no se dispare la cantidad de kilos”, sostiene Ángelo Romanini, gerente de finanzas y producción de la empresa.

A la producción de 2021 se sumará la de Black Pearl, una variedad que sale un par de días antes que Santina. Se trata de una variedad que es más productiva, tiene buena firmeza y buen sabor. Sin embargo, presenta algunos problemas para lograr calibre. “Dicen que anda en 26, pero que bien manejada puede llegar a los 28. Estamos viendo qué vamos a hacer. La plantamos el 2020 y este será su primer año. A los chinos les gusta por el color, porque es bien oscuro”, finaliza Romanini.

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