Pitahaya, en la variedad está el gusto
Sin tanto bombo y platillo como ha pasado con otros cultivos, esta exótica fruta viene emergiendo con fuerza en diferentes zonas productoras del país. Versátil, ya que se puede comercializar en fresco o procesada, la gran ventaja para Perú está en aprovechar los sobreprecios que se obtienen en la producción orgánica.
Por Marienella Ortiz
El primer envío de pitahaya o ‘fruta del dragón’ desde Perú ocurrió en 2017 y tuvo como destino Francia. En ese entonces, la empresa agroexportadora de frutos exóticos Agrokarú contaba con apenas 4 hectáreas (ha) de pitahaya Palora, una variedad de origen israelí y de Chachapoyas, todas de piel amarilla y pulpa blanca, según recuerda el ingeniero agrónomo Germán Caballero, sobre esta experiencia de la cual llegó a ser su gerente general.
Como actual socio fundador de la empresa gestora agrícola con fondos de terceros, EpicFarms, resalta que en los últimos años la producción se viene incrementando y a la fecha se han instalado 800 ha en diferentes zonas productoras del país. Si bien antes solo se producía en la Amazonía, ahora se cultiva en diferentes puntos de la costa y de la sierra, siempre por debajo de los 2.600 msnm.
Lo que Caballero destaca es la cantidad de variedades que se vienen investigando e instalando con potencial exportador en el país, aunque indica que la tendencia mundial es por un mayor consumo de pitahayas con pulpa roja. Otras características que se esperan de la fruta es que sea crujiente, tenga un sabor agridulce, con tendencias a 18 y 19 grados Brix.
“Mientras tienes a la sandía que es roja pero aguachenta o a la tuna que tiene una semilla muy grande y tiene una propiedad de estreñir, la pitahaya tiene unas semillas más pequeñas y es dulce. Este tipo de fruta le da color a un plato”, explica. Por esta razón, refiere que la variedad American Beauty, de piel y pulpa roja es del gusto de los consumidores en China, principalmente porque es una fruta que aporta mucho color en el plato.
Pese a esta tendencia, Caballero no deja de destacar que la variedad de piel amarilla Palora tiene un mayor número de días de vida en anaquel (aproximadamente 30), a diferencia de las rojas que, muchas veces, puede llegar a solo 20 días.
UN AMPLIO ABANICO VARIETAL
La pitahaya es una planta perenne, cactácea, epífita, de porte rastrero y abundante ramificación. Es una planta de clima tropical muy resistente a las temperaturas elevadas, a la sequía, a las plagas y a las enfermedades. En general, Caballero comenta que existen aproximadamente 200 especies de pitahayas que se comercializan en el mundo.
Actualmente, los productores peruanos han instalado American Beauty, sobre todo en la costa. Sin embargo, serían una docena las variedades cultivadas en tierras peruanas. Haciendo un breve repaso de ellas, están las que tienen cáscara de color amarilla, pulpa blanca y con espinas de la especie Selenicereus megalanthus: Palora, Colombiana, Amazonas e Israel.
Luego está la especie Hylocereus megalanthus a la cual pertenecen las variedades rojas American Beauty, Rojo Hibrido, Purpusii y Physical Graffity. En este mismo grupo se encuentran las rojas de pulpa blanca, como son las Undatus autofertil, y amarillas sin espina de pulpa blanca, como la Golden Isis y la Golden Yellow.
Sobre los volúmenes exportados, refiere que son aún limitados, pero que progresivamente habrá mayores envíos, sobre todo de American Beauty, la más demandada en los mercados.
SE DESARROLLAN NUEVAS VARIEDADES
Por el momento, el mundo está lejos de centrarse en la comercialización de pocas variedades y hoy en día continúan los trabajos de investigación de nuevos híbridos. En Italia, por ejemplo, existe una gran diversidad tanto de especies y de cultivares, de hibridaciones y de selecciones. Por ese motivo, existe tanta diversidad en formas de cáscara, sabores y texturas en la fruta. Igualmente, en China se viene haciendo este tipo de mejoramiento en las variedades rojas que son las que gustan mucho.
El trabajo de los genetistas se ha centrado en el mejoramiento de variedades cuya piel sea más dura (por encima de 3 mm), para que no sufra daños y pueda tener una larga vida postcosecha. Además, se trabaja para que las brácteas sean lo más pegadas posibles, para que al momento que pase por las líneas de selección en el packing no tenga daños mecánicos.
MANEJOS SEGÚN COLOR
Así como hay formas y colores que dan riqueza al fruto, el especialista refiere que es necesario conocer algunas pautas en el manejo por especies o colores, pues las floraciones y cosechas se pueden dar en distintas épocas del año. Por ejemplo, menciona que las especies amarillas se cosechan en octubre y noviembre, mientras que con la época de cosecha con las variedades de pulpa roja va de diciembre a abril, e incluso es posible extenderla hasta mayo y junio. Así, con frutas de ambos colores se puede cubrir, productivamente hablando, casi 9 meses del año.
Sin embargo, indica que es posible que con tratamientos de luz se pueda atrasar la producción de las variedades rojas y lograr que floree de marzo a junio, de tal forma que se complete el calendario los doce meses.
Igualmente, refiere que las variedades rojas y amarillas suelen recibir el agoste en diferente momento. “Cada variedad tiene una fenología y fisiología diferente, entonces, eso significa que pueden tener diferentes momentos de producción, para lo cual, lo ideal es armar unidades de producción de una sola variedad”, refiere.
Lamentablemente, no son pocos los productores que cometen el error de mezclar variedades en una misma unidad productiva que está bajo el mismo sistema de riego. “Las plantas requieren diferentes momentos de agoste. Por ejemplo, en Palora es un manejo que hacemos entre junio y julio. En tanto, en las otras variedades rojas pueden ser entre agosto y septiembre. Entonces, podemos estar estresando a la planta cuando debería estar preparada para producir”, precisa el especialista.
DESARROLLO INDUSTRIAL
Debido a su versatilidad, Jorge Chiesa, gerente general de Epic Farms, considera que existe un gran campo para su industrialización y exportación. Menciona que hay un mercado importante de liofilización del fruto y que además ellos están haciendo pulpa aséptica de pitahaya y congelados IQF.
“De hecho, la variedad American Beauty se presta muy bien para todo lo que es congelado, porque tiene un muy alto rendimiento en pulpa, debido a su cáscara delgada”, destaca. En esa industria es posible la innovación y para ello considera que es posible explorar en la combinación de la pitahaya con otras frutas exóticas peruanas para dar valor agregado al producto, refiere, sobre un fruto que del cual también se está exportando pulpa y pitahaya deshidratada, principalmente a Taiwán y Corea del Sur, respectivamente.
Con respecto a la pitahaya fresca, las exportaciones sumaron 2.223 kilos durante el 2021, siendo el principal destino de la fruta peruana los Países Bajos, seguido de Aruba, Francia y España, según data de la consultora Fresh Fruit. En el primer trimestre del presente año, el volumen exportado ya sumaba 1.732 kilos.
PRODUCCIÓN ORGÁNICA, UNA DE LAS VENTAJAS DE LA FRUTA PERUANA
Para el experto, este negocio seguirá creciendo porque en la actualidad la demanda es más grande que la oferta en el mundo. En el caso del Perú en particular su ventaja, según menciona, es que puede lograr sin dificultad una producción orgánica a diferencia de otros jugadores de la región como Ecuador y Colombia. Indica que el clima es un punto a favor, porque no se presentan lluvias y eso ayuda a una menor incidencia de enfermedades.
“El Perú tiene la ventaja de que puede hacer pitahaya orgánica en la costa, cosa que en Ecuador y Colombia no han podido hacer hasta el momento, porque no tienen tantos productos certificados para la agricultura orgánica y también por las precipitaciones que hay en las zonas productoras de ambos países. Esa es la gran diferencia y es algo a lo que el Perú debe apostar”, apunta. En los mercados internacionales una pitahaya orgánica obtiene un sobreprecio que, dependiendo del mercado, este oscila entre US$0,50 y US$1,5/kg.
Caballero comenta que en Ecuador, uno de los países que tiene más desarrollado el cultivo en la región, tiene 4.000 ha a la fecha. De acuerdo a sus proyecciones, el Perú alcanzaría esa misma cantidad en unos cinco o seis años, si continúa el mismo ritmo de inversiones. Por lo tanto, recomienda un manejo eficiente que permita mantener la rentabilidad del negocio cuando se eleven los volúmenes exportados.
Ventajas y precauciones detrás del cultivo
Además de su rusticidad, German Caballero comenta que su gran ventaja es la menor demanda de agua y mano de obra frente a otros cultivos de agroexportación. El cultivo consume siete litros por planta, lo que significa alrededor de 1.000 m3/año, refiere.
Otro detalle no menor es que un brote o esqueje maduro que venga del vivero te permite cosechar desde el primer año entre 3 a 6 kg/planta. Esto quiere decir que desde el primer año se comienza a recuperar la inversión.
Por el lado de las precauciones, el experto dice que los productores deben entender que manejarán una planta CAM (Crassulacean Acidic Metabolism, por sus siglas en inglés), con una respiración diferente al de una palta o arándano. “Los agrónomos no están acostumbrados a manejar plantas CAM a gran escala. Es un cultivo que tiene bajo consumo hídrico y lo siguen regando con demasiada agua. Además, la planta abre sus estomas por las noches, así que las aplicaciones deben ocurrir en ese momento”, refiere.
¿Cuánto cuesta instalar un huerto de pitahaya?
En Perú, la instalación de un proyecto de esta fruta demanda una inversión US$26.000 y US$30.000/ha, con toda la tecnología necesaria (sistema de riego, buena genética y , para que garantice una rentabilidad, según cálculos de empresa gestora agrícola EpicFarms.
En este punto, recomienda frente a los diferentes sistemas de conducción que se vienen utilizando el de doble espaldera porque permite mayor producción por metro lineal. “Una planta de pitahaya puede llegar a pesar de 100 a 150 kilos cuando está adulta. Por eso es importante el sistema de conducción”. “La idea es evitar errores, ya que hablamos de un cultivo que te va a durar de 20 años a más”, agrega.
BIO:
Germán Caballero es ingeniero agrónomo, asesora y supervisa campos en Sullana, Piura, Chiclayo, Nepeña, Trujillo, Lima, Huaral, Cañete, Pisco y recientemente Arequipa, lo que en total significa que unas 100 ha de pitahaya en todo el Perú. Actualmente, se dedica a asesorar a pequeños agricultores, empresarios y futuros inversores en la pitahaya desde la empresa Epic Farms, mediante una consultoría que ofrece la instalación, mantenimiento y comercialización del cultivo.
Jorge Chiesa es ingeniero agrónomo con experiencia en industria alimentaria y comercio internacional. Socio fundador de “Berries del Perú”, empresa líder en super frutas en el mercado local. Actualmente es gerente de Epic Farms.
Como EpicFarms, desarrollarán sus primeras 30 ha de Pitahaya con la inversión captada de empresarios o personas naturales que están interesados en invertir en la agroindustria. En total, esperan alcanzar las 200 hectáreas en terrenos en Ica y Lambayeque, en los próximos años.