“La fruticultura peruana debe invertir en I+D para buscar nuevas alternativas frutícolas”
La uva de mesa, la palta, el mango y los cítricos (sobre todo las mandarinas), que se cultivan hace muchos años en el Perú, se han convertido en cultivos exitosos, gracias también a que se han producido cambios tanto en la tecnología y como en algunas variedades. Pero, ¿hasta cuándo durarán los buenos resultados? Sobre todo, si se tiene en cuenta lo que ha pasado en el último tiempo con la uva de mesa. Mientras tanto, la industria debería estar invirtiendo en definir alternativas para el futuro, pero no lo hace porque lo considera un gasto en vez de una inversión. La última revolución es azul y se llama arándano, pero llegó al país casi de forma fortuita, sin que se hubiese hecho localmente una investigación a fondo y, mucho lo que se sabe hoy de esta baya se ha aprendido sobre la marcha.