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Para resolver las complejidades actuales del negocio

Nuevos desafíos técnicos de la cereza en Chile

Bajar costos vía sistemas de formación que permitan mecanización y aumenten la eficiencia de la mano de obra, esa es la consigna número uno. Luego, calidad para mitigar los efectos de tránsitos y esperas prolongadas. También, afinar la ecuación de cantidad de kilos versus calibre de fruta, donde algo menos puede ser mucho más. Mientras el momento de cosecha enrojece, la fertilización se pone verde. Estos son algunos de los puntos abordados por un asesor de vasta experiencia, como es Jordi Casas.

26 de Octubre 2022 Equipo Redagrícola
Nuevos desafíos técnicos de la cereza en Chile

Por Francisco Fabres

Jordi Casas.

Jordi Casas, asesor técnico en carozos, uva y kiwi, socio de la empresa Caducos de asesorías y productor, estima que el gran desafío tecnológico actual del cerezo en nuestro país se refiere a la reducción de costos:

–Debemos tratar de mecanizar todo lo que sea posible –afirma–. Aunque se ha avanzado mucho en poda, falta todavía para poder hacerlo en la cosecha, por lo tanto, hay que partir con los sistemas de formación a fin de hacerla sencilla, pedestre, disminuyendo al máximo el uso de escaleras. La idea es ir a ejes más bajos, a sistemas en V o a KGB. Cada opción tiene pros y contras específicos, sin embargo, todos funcionan.

–¿Cuál es tu favorito?

–Primero, para tomar la decisión, uno debe considerar la variedad y el portainjerto de acuerdo al tipo de suelo. El sistema de formación que se me ha hecho más fácil es en V transversal, hacia la hilera. Los trabajos son más lineales, simples y rápidos. Por ejemplo, hacer un raleo de yemas (que llaman “raleo chino”) en un huerto en eje tradicional puede costar más del doble que la misma labor en un huerto en V. También una formación en eje, cuando es posible utilizar un portainjerto enanizante (un Gisela 12, 6 o incluso un Gisela 5 en el sur), permite mantener los árboles en alturas de 2 a 2,20 m siendo un huerto casi pedestre. Un huerto formado en KGB (Kym Green Bush), se cosecha completamente a pie, alcanzando rendimientos de 350 a 400 kg de fruta por persona al día. A mi juicio estos sistemas han resultado los más baratos, sencillos de formar y con menos requerimiento de estructura, “sin tanto poste y alambre”. Como referencia, en huertos viejos de eje tradicional, sobre Colt, no logramos cosechar más de 150 a 160 kg/persona/día.

En muchos suelos verificamos que los niveles de nutrientes estaban sobre lo necesario y llevamos las aplicaciones a cero.

MECANIZACIÓN DE LA PODA: UNA PRÁCTICA DE EFICIENCIA COMPROBADA

El empleo de escalas, subraya, junto con aumentar la demora en las faenas, significa un peligro para el trabajador y la operación en todo el predio:

–La caída de una persona desde esa altura, además de su propio daño físico, supone el riesgo de que te obliguen a detener una labor. Si ocurre en cosecha, etapa que no debiera durar más de una semana, imagínate el daño económico de parar por más de 20 días: te liquidan.

Por lo tanto, plantea la urgencia de ir cambiando los huertos viejos a producciones más peatonales.

–El costo de la cosecha representa alrededor de un 35 a 40% del total anual. Pero adicionalmente está la variable disponibilidad de mano de obra. Ya en el invierno de la temporada pasada, el año postpandemia, faltó gente para la poda de regulación de carga. Eso nos obligó a mecanizar, priorizando el momento oportuno de la intervención por sobre la perfección. Usamos cortadoras de sierras circulares para intervenir en forma gruesa el segmento de arriba, dando la forma de pino, de manera que los pocos podadores disponibles se encargaran de la tarea más fina en la parte baja del árbol sin tener que usar escaleras. Fue un avance exitoso que nos llevó a utilizarlas en la poda de iluminación de verano, ahora no solamente arriba sino también lateralmente.

En huertos con árboles grandes en eje tradicional el uso de escaleras hace más lenta la ejecución de tareas como la poda manual.

APUNTAR A LA MAYOR CALIDAD DE LA FRUTA

De acuerdo a la información que ha recogido de los encargados comerciales, Casas estima que la disponibilidad de barcos y contenedores seguirá siendo deficitaria al menos por dos campañas. La situación escapa de las manos del productor, no obstante, caben algunas medidas de mitigación:

–Muy probablemente vamos a estar expuestos a 40 días de viaje en promedio, en consecuencia, hay que apuntar a la mayor calidad de fruta. Si se necesita, es preferible disminuir un poco la producción para alcanzar altos calibres. El año pasado, luego de una temporada precedente con un gran volumen de Lapins y que llevó al mercado a castigar en precio esta variedad, la gran mayoría efectuó podas más intensas y fuertes, se hicieron buenas regulaciones de carga. Así, la calidad de la variedad fue buena y la Lapins se pudo defender mejor en precio. Creo que eso ahora conviene irradiarlo a todas las variedades. Hemos visto que en general los huertos se enfocaron por ese lado, especialmente los amigos sureños, muy golpeados por el tema.

¿SE PUEDE OBTENER MEJOR RETORNO CON 12.000 KG/HA QUE CON 17.000 KG/HA? SÍ

–¿Hasta dónde reducir la carga para aumentar calibre, ¿cuál es el punto de máximo beneficio?

–Hay un límite genéticamente determinado, no podemos sacar cerezas tamaño manzana. La carga se regula en base a la historia y a la ecuación productiva de cada huerto. En cerezas no se puede dar una proyección exacta, decir “voy a sacar 12.000 kg/ha”, sino apuntar a rangos: “12.000 a 15.000 kg/hectárea (ha)”. A modo de ejemplo, en el caso del análisis de una situación particular de 2 huertos nuestros, considerando la misma variedad Santina sobre portainjerto Colt, la producción de 12 toneladas (t)/ha arrojó una distribución de calibre con 70% de la fruta sobre 28 mm y otro huerto con 17 t/ha dio un 50% sobre los 28 mm. Solo por el efecto de precios el retorno fue claramente mejor en el caso de las 12 t/ha. Si le ponemos los costos de cosecha en cada caso la diferencia es aun mayor. Por supuesto, las cifras difieren según la variedad y condiciones locales. Quizás en Lapins convendría pasar de sobre 20 t/ha a entre 15 y 18 t/ha. Un aspecto para subrayar: el efecto que tiene la regulación de la carga sobre el calibre es muy superior al logrado mediante aplicaciones de reguladores de crecimiento. Una salvedad adicional: menos carga no significa automáticamente mejor calibre. Si cayó una helada que dejó 5.000 kg/ha porque mató las primeras flores, de mayor potencial, no se puede esperar el mejor tamaño de la fruta.

–Por otra parte –continúa–, Chile podría superar los 95 millones de cajas de exportación, un escenario donde es posible la ocurrencia de dos semanas peak en las cuales no bastarán ni los barcos ni la capacidad de proceso para absorber la magnitud de los volúmenes. Obviamente el recorte vendrá por calibre, calidad y variedades posiblemente. El calibre L (22 a 24 mm) no corre; el XL (24 a 26 mm) prácticamente tampoco, y tal vez alcance a tocar el Jumbo (sobre 28 mm) en algunas variedades. Los sistemas de formación que permitan la cosecha pedestre son la principal herramienta para bajar los costos de mano de obra actualmente.

La industria se ha preparado en la parte logística –constata el entrevistado–, a través de asociatividad y estructuras para enfrentar el tema de cupos en las naves y de disponibilidad de contenedores. Además, se ha trabajado en aumentar la diversidad de mercados para la cereza, aunque los volúmenes sean aún muy bajos comparativamente con lo enviado a China.

Los sistemas de formación que permitan la cosecha pedestre son la principal herramienta para bajar los costos de mano de obra actualmente.

EL MOMENTO DE COSECHA SE HA MOVIDO PARA SOPORTAR LA GUARDA PROLONGADA

–¿Hay alguna medida que tomar respecto del estado de madurez de la fruta al momento de cosecha?

–También soy productor y, como tal, uno trata de esperar para conseguir el máximo calibre, lo que se traduce en más kilos por ha. Al mismo tiempo el color se va oscureciendo, lo cual también era apreciado en China porque el dulzor aumenta. Pero hoy tanto el mercado como nosotros hemos entendido que cultivares como Santina o Lapins y en general los cosechados un poco más rojos tendrán mejor vida postcosecha, para lo que se debe trabajar el calibre antes. La variedad Regina, tan cuestionada ahora por el pardeamiento en postcosecha, como fruta tardía que aguanta mucho en el árbol la cosechábamos casi negra.

Un estudio de Juan Pablo Zoffoli muestra que más roja presentaría un poco menos de pardeamiento. Pero esto implica haber trabajado antes la regulación de la carga, de manera que en esa tonalidad se logre un calibre más grande. Casas aconseja tener cuidado también en exagerar la estrategia de cosecha más roja, porque se puede afectar el sabor.

–Lapins es una cereza muy rica, desde muy temprano alcanza niveles altos de azúcar, entonces adelantarla no presenta gran riesgo. En cambio, la variedad Santina algunos años toma color rojo con 14 Brix, no tiene un gusto muy rico que digamos. Hay que ir viendo caso a caso.

–¿Tal vez no haya necesidad de sacar Santina roja, pues no se necesita apurarla para salir antes del Año Nuevo Chino?

–En la situación actual creo que debemos igualmente apurar para dejar espacio a las que vienen después. Nadie querrá demorarla y que se junte con el peak de oferta.

“En el invierno de la temporada pasada, el año postpandemia, faltó gente para la poda de regulación de carga. Eso nos obligó a mecanizar”.

FERTILIZACIÓN: LA ARREMETIDA DE LOS ÁCIDOS HÚMICOS Y MICROORGANISMOS

Los altos precios y la escasez de los fertilizantes han empujado a adoptar estrategias distintas a las acostumbradas. ¿Será un fenómeno que llegó para quedarse?

–Nuestro equipo trabaja con Rodrigo Ortega; consideramos muy importante apoyarse en especialistas en cada área. Con él veníamos interviniendo hace varios años en suelos salinos de la zona del Maipo, en la región Metropolitana, partiendo de la base del aporte del suelo. Es necesario preocuparse de que la base de macro y micronutrientes del suelo la tengamos, aportando solo lo que se necesite para sostener la extracción de una producción de 15 a 20 t/ha. Estamos haciendo muchos análisis de suelo para definir solo las fertilizaciones necesarias. Junto con esto, debemos asegurar que el suelo tenga la capacidad de entregarnos esos nutrientes, y aquí es donde los ácidos húmicos y microorganismos juegan un papel muy importante. Hemos revalorado el concepto de suelo vivo e impresiona cómo los microorganismos y aportes de ácido húmico, o los bioestimulantes que los activan, mejoran el desempeño y disponibilidad de nutrientes en el suelo.

Bajo la guía de Rodrigo Ortega, el entrevistado señala llevar cerca de una década de comparaciones de los ácidos húmicos disponibles en el mercado. Hoy día los considera una herramienta indispensable. Desde hace tres años comenzó a incorporar el manejo de consorcios microbianos.

–Nos hemos ido convenciendo de su utilidad. A través de mediciones vimos cómo aumenta la entrega de nutrientes en la solución suelo. También Rodrigo nos instó a incorporar inhibidores de nitrificación, los cuales en el caso del cerezo pueden ser incluso más importantes que en otros frutales, dejando el nitrógeno disponible del suelo en una fracción más amoniacal y disminuyendo la forma nítrica. Esta última, además de resultar fácilmente lavable, se mueve con facilidad a puntos de crecimiento, produciendo excesivo vigor. Los precios altos de los fertilizantes nos reafirmaron hacia un camino más orgánico. Creemos que el futuro va por ese lado.

–¿Cómo se comparan estas soluciones en términos de costo con las tradicionales?

–Mira, en muchos suelos verificamos que los niveles de nutrientes estaban sobre lo necesario y llevamos las aplicaciones a cero. Sin embargo, en otros encontramos un déficit de algunos elementos, y levantarlo no es barato, al precio actual. Corresponde señalar que la oferta de ácidos húmicos ha ido aumentando, la mayor competencia provoca reducciones en los precios. Hoy podemos hacer la fertilización de un huerto sobre estas bases a un costo menor. En los análisis de suelo con resultados bajos puede salir más caro, pero llegaremos al nivel de reponer solo lo que la planta toma, dando sustentabilidad al huerto, y eso definitivamente va a ser más barato.

“El recorte vendrá por calibre, calidad y variedades posiblemente. El calibre L (22 a 24 mm) no corre; el XL (24 a 26 mm) prácticamente tampoco, y tal vez alcance a tocar el Jumbo (sobre 28 mm) en algunas variedades”.

VARIEDADES TEMPRANAS EN AUGE, PERO CON UN OJO PUESTO EN LAS OTRAS

–¿Cómo ha evolucionado la incorporación de nuevas variedades?

–En el esquema que traíamos de buscar tempranas o tardías, estas últimas perdieron fuerza, debido a la existencia de una oferta superior a la demanda real de consumo después del Año Nuevo Chino. No obstante, debemos seguir mirándolas, pues siempre pueden aparecer sabores diferentes que sean más apetecidos por el mercado chino u otros destinos, y tener una recuperación de los precios tardíos.

–¿Cómo ves las tempranas?

–Entre las del grupo UNIBO, llaman la atención Sweet Aryana, Sweet Gabriel y Sweet Lorenz, la primera me parece una gran oportunidad, resiste la guarda con buena firmeza, es autofértil, fácil de ramificar y sale al menos una semana a 10 días antes que Santina. Estimamos que va a superar a Royal Dawn. La variedad Pacific Red también es una alternativa, sale apenas después de S. Aryana y muestra igualmente buena postcosecha, muy superior a R. Dawn. De las variedades de International Varieties Unlimited (IVU) destaco la IVU 115, por ser muy temprana y de gran calibre, IVU 104 presenta un poco menos de calibre, sale unos tres días después de la 115, pero me gusta mucho por su buenísima poscosecha. Existen otros programas de variedades tempranas como las de Stoppel e IFG, de las que personalmente tenemos menos información. En general las nuevas variedades ofrecen una fruta de mayor tamaño y mejor postcosecha que las opciones tradicionales.

–Algunas variedades, tempranas especialmente, son de pulpa blanca. ¿Se trata de una desventaja?

–Le llaman blanca, pero es más clara, más rosada. Aquí todo depende del gran consumidor. El color sería complicado en caso de mostrar pardeamiento, sin embargo si esas frutas son dulces, ricas, se guardan bien, tienen buen opening al llegar y no hay otras compitiendo, no creo que el tono de la pulpa sea tan importante.

El asesor menciona otras categorías de interés para ir observando, correspondientes a variedades de sabores distintos, que podrían ser un reemplazo en la media estación, y a bicolores, como Skylar Rae, interesante por ser más resistente a golpes y manchas que Rainier.

Entre las otras categorías de interés de nuevas variedades se encuentran opciones de cereza bicolor.

DIVERSIDAD VARIETAL: PASÓ EN MANZANA, EN UVA, EN NECTARÍN… EN CEREZA TAMBIÉN PASARÁ

Jordi Casas remarca que, en el estado actual de conocimiento de las nuevas variedades, plantarlas es siempre una apuesta:

–Hace unos 12 años atrás nos preguntábamos: ¿Royal o Santina? La razón era el buen sabor de Royal, mientras encontrábamos más plano el de Santina. ¡Mira en qué está Santina hoy, con su sabor plano! Es la preferida en China. Y todavía no sabemos cuál será su nueva variedad favorita.

–¿La diversidad de posibilidades es una ventaja y se mantendrá, o se irá hacia una selección que concentre el número final?

–Piensa en la primera fruta de exportación desarrollada en Chile, la manzana. ¿En qué recambio varietal va? Son numerosos y hoy se sostiene casi solo en las variedades nuevas. Debemos mirar a las otras especies. Cada vez que sale una nueva variedad la queremos probar, y los consumidores también. Pasó en la uva, en los nectarines… La cereza va a ser igual. Aparecerán cultivares más tempranos, de mayor calidad; de media estación, más firmes, de mejor sabor. Hay algunas variedades, las estrellas, que va a costar más reemplazar, pero todas tienen su timing.

LAS ATRACTIVAS SEMANAS DONDE EL MUNDO ESTÁ DESABASTECIDO DE CEREZA

–¿Qué posibilidades ves a la producción bajo invernaderos en Chile?

–Se aprecian sobre 20 semanas desabastecidas de cereza en el mundo. Naturalmente en ese periodo no existe una demanda para un volumen como el de nuestro peak. No obstante, en la medida que podamos adelantar la fruta, vamos ganando precio. Hemos visitado invernaderos de €300.000 por ha en Europa, que cosechan en marzo y venden a €25/kg de retorno a productor. Acá, bajo macrotúneles o cubiertas plásticas, podríamos pensar en US$15/kg o más, los valores son altísimos. El manejo tendría que incorporar un mecanismo fácil para cubrir y descubrir, con el fin de evitar el fenómeno de ablandamiento de la fruta derivado de excesos de calor que aceleran la madurez. Existen macro túneles más altos, que disminuyen el problema, aunque de todas maneras implican ventilar.

No se puede trabajar con plásticos estáticos, sobre todo en condiciones de verano como las nuestras, señala el especialista. Estamos en fase de aprendizaje con estas tecnologías, las cuales seguramente experimentarán avances relevantes en los próximos años.

–Lo que sí es importante señalar –comenta finalmente– es el uso de cortinas negras combinadas con la aplicación de rompedores de receso invernal para adelantar. Como metodología para ganar más días en zonas tempranas, es completamente válida.

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