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En paltos, según Gonzalo Allendes, especialista en nutrición

“No hay plan de fertilización exitoso si no tenemos raíces”

Un campo altamente productivo en paltos será el resultado de lograr que la planta absorba todos los fertilizantes que se le ofrecen. Para ello, es necesario tener claro algunos aspectos generales relacionados a tener un huerto lo más uniforme posible, con un sistema radicular abundante y monitoreos constantes que permitirán evaluar si lo que se está haciendo es lo correcto.

22 de Agosto 2022 Equipo Redagrícola
“No hay plan de fertilización exitoso si no tenemos raíces”

La pregunta no es nueva y la tienen todos los productores: ¿nutrir una planta es lo mismo que fertilizar? La respuesta es no. “Muchas veces cuando hablamos de nutrición, solamente pensamos en el producto o fertilizante que se aplicará, cuando la verdad es que es un proceso más complejo”, sostiene Gonzalo Allendes, consultor internacional y director técnico corporativo en agricultura de AGQ LABS. Para dejar claro los conceptos, señala que la nutrición vegetal es un área de la agronomía que estudia los procesos biológicos, químicos, bioquímicos y el uso de los nutrientes minerales. “En el fondo, es cómo lograr que las sales o los iones se transformen en comida para la planta. Entonces, la nutrición se va a encargar de proponer cantidades, tipos, combinaciones de nutrientes, para lograr objetivos concretos: rendimiento, calidad y, sobre todo hoy en día, sustentabilidad”, explica.

Gonzalo Allendes Lagos.

El logro de tales objetivos, según el experto, dependerá del cumplimiento de algunas tareas centrales que faciliten la absorción de los nutrientes ofrecidos a la planta. Mantener la uniformidad del huerto, preocuparse por la actividad radicular; ‘obsesionarse’ por regar y oxigenar bien, mantener estrategias de manejo de suelo que sirvan, mantener monitoreos de parámetros críticos; mantener las podas anuales y contar con planes nutricionales dinámicos y auditables mediante analítica son algunas de las labores indispensables para una exitosa nutrición en el palto.

UNIFORMIDAD DEL HUERTO

Cada riego y fertilización en un sistema presurizado se va a distribuir de igual manera en todos los árboles, apunta el experto. Bajo esa misma lógica, cada peso, sol o dólar que se invierta por hectárea se rentabilizará cuando los árboles trabajen de la misma manera. De lo contrario, si hay desuniformidad, la producción y rentabilidad decaerán.

¿Cómo es posible lograr esta uniformidad en el huerto? De acuerdo a Allendes, hay que conocer el suelo. “Un problema grande es creer que todo el terreno del fundo es igual. Para ello están las calicatas y mapeos GIS de analisis suelo que permiten hacer sistemas de riego, de acuerdo a la realidad de textura por ejemplo. (foto) . Una vez que se conoce la problemática, texturas o deficiencias de algún elemento u otro, se procede a preparar el suelo, incorporando materia orgánica, enmiendas de fósforo, potasio o azufre, según sea el caso”, explica y lo ejemplifica con algunas de las situaciones que ha visto en México: “Hay huertos de más de 50 hectáreas plantadas con todas las raíces enrolladas. Eso es problemático”, advierte, sobre algo que tiene que ver con la elección correcta del vivero y de las plantas. “Eso es fundamental porque nada se puede hacer desde el riego en la nutrición si se tiene una planta de mala calidad”, indica.

Cada peso, sol o dólar que se invierte por hectárea se rentabilizará si los árboles trabajan de la misma manera. La desuniformidad impide rentabilizar el negocio.

Otro factor importante es el riego oportuno que significa regar, mojar y oxigenar. “El oxígeno es importante en el cultivo de palto tanto como el agua”, recalca el especialista, planteando además que se debe trabajar de forma correcta con los fertilizantes, es decir, utilizar concentraciones en miliequivalentes por litro (meq/l) y no en gramos por planta (gr/pl). “Un error común es aplicar gramos por planta, cuando esta no es capaz de comérselos o no considerar el volumen de agua generando problemas serios de Conductividad eléctrica muchas veces”, advierte.

Si no se hizo un correcto estudio del suelo del huerto, se apreciarán sectores de este con un buen desarrollo del follaje, pero también otros con carencias. Asimismo, se encontrarán casos donde las  raíces no crecen o no profundizan, sobre todo cuando no se hizo una preparación del terreno en profundidad. “Mientras más raíces tengamos, más éxito tendremos productivamente. La uniformidad del huerto es el primer paso para lograr una nutrición exitosa”, agrega.

No habrá plan de fertilización exitoso, si no tenemos raíces o “bocas” por donde se nutra la planta.

IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD RADICULAR

El sistema radicular de una planta es el principal responsable del comportamiento del cultivo. Un desarrollo radicular abundante permitirá maximizar la eficiencia de los fertilizantes. “Si tenemos buenas raíces, la planta va a expresar todo su potencial productivo. Si tenemos un mal desarrollado de raíces, vamos a tener estrés, poca calidad de brote, poca calidad de fruta, mal calibre… Muchas veces creemos que con potasio y agua vamos a ganar calibre, pero debemos pensar que tiene que haber raíces que lo absorban y que tomen esa agua”, destaca.

Las raíces son de vital importancia, porque son las responsables de la absorción del agua y los nutrientes. Se encargan además de la síntesis, transporte y excreción de las sustancias orgánicas, sobre todo del proceso de estimulación de auxinas y citoquinina dentro de la planta. Allendes precisa que los productores no deben olvidar el rol que tiene de anclaje en el suelo, siendo esto de gran valor, sobre todo, en sectores ventosos.

Un buen sistema radicular también permite la interacción con la biota en el suelo. Gracias a la ciencia, es cada vez más valorada la vida de la microbiología en el suelo, como un complemento real para el éxito del desarrollo y nutrición del cultivo. Asimismo, el especialista destaca que la raíz del palto no posee pelo radicular, por lo tanto, mientras más puntos de crecimiento o puntas blancas crezcan, será mejor. Otra característica a destacar es que las raíces no toleran la compactación del suelo. “La raíz puede alcanzar hasta el metro y medio sin limitaciones si el suelo se lo permite y el riego es correcto”, precisa.

Igualmente, es sensible al encharcamiento y a la Phytophthora. Por lo tanto hay que regar bien y evitar las zonas de anegamiento. “La actividad de puntas blancas es clave para la absorción de nutrientes y clave para la calidad de fruta. Estas son las responsables de la mayor absorción de fósforo, magnesio, calcio y potasio. No hay plan de fertilización exitoso si no tenemos raíces”, destaca.

Por lo general, señala que el contenido de oxígeno va disminuyendo cuando hay compactación o hay anegamiento. De ocurrir una pobre oxigenación, lo primero en lo que repercute será en la calidad de la fruta.

Igualmente, la temperatura es otro factor importante en el cultivo, porque activa ciertos procesos o permite a la planta su crecimiento. Otro factor importante es la conductividad eléctrica en la solución del suelo, porque de ello dependerá que la planta absorba los nutrientes. Por eso es muy importante medirla en forma periódica, al menos una vez al mes y analizar que iones lo componen para tomar decisiones de lavado, cambio de fertilización, etc.

Otro de los factores que deben tener en cuenta los productores es la carga productiva, porque mientras más fruta haya en el árbol, a este le costará más desarrollar sus raíces. Es por esto que el ajuste de la fertilización a la demanda real y la bioestimulación de raíces debe ser una herramienta en todos los huertos productivos.


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